Nuevos relatos publicados: 13

Por detrás mola más

  • 4
  • 14.020
  • 8,42 (12 Val.)
  • 0

Ya se habían ido todos los invitados menos yo que pase por el baño antes de disponerme a marchar. Cuando iba a marcharme busqué a rosa para despedirme y tras mirarla unos segundos, allí de pie ante su cama y de espaldas a la puerta, me puse cachondo otra vez. Me acerqué sigilosamente a ella y tras meter mis manos bajo su falda la agarre con fuerza por las caderas y apreté mi paquete contra su culo. Ella empezó a reírse y dijo:

- que haces?

- llevas toda la mañana como una perra en celo!!!

- yo???

- me pones el culo en pompa, abres las piernas sin ningún pudor a sabiendas de que te estoy mirando, te agachas frente a mí para que pueda ver el escote de esas enormes tetas con el canalillo de fondo y cuando no te hago caso vienes a abrazarme para clavar contra mi esas tetas tan duras q tienes.

- jijijiji.

Aquella risa tan picara me puso aún más cachondo y solté mi mano derecha de su cadera para meterla por entre las bragas y empezar a masajear aquella zona tan húmeda y jugosa. Después de unos minutos de jugueteo la note más relajada y la coloque suavemente sobre la cama a cuatro patas, le recogí la falda sobre la espalda y empecé a bajarle las bragas, pero al percatarse se puso a la defensiva. Yo que no quería parar, pero tampoco forzarla, le dije:

- vamos poco a poco y cuando quieras paramos.

 - no sé...José va venir en cualquier momento.

- te repito que cuando quieras me lo dices y paro.

Comencé que nuevamente a masajear, esta vez metiendo la mano desde atrás mientras con la izquierda, y bastante dificultad, me sacaba la polla de forma desapercibida y cuando nuevamente la note relajada aproveche para metérsela del todo sin darle tiempo a que dijera nada. Ella al notarla toda dentro se tensó de tal manera que no me dejaba moverla, ni hacia dentro ni hacia afuera y entre dientes dijo:

- dijiste q cuando quisiera parabas. No me has dado tiempo ni a hablar.

-si no me dices que pare yo sigo. 

-si no me das tiempo no puedo hablar.

- bueno...relajante y te la saco.

Después de un par de minutos en completa tensión ella seguía completamente agarrotada y yo sin poder moverme para no hacerla daño, entonces empecé a acariciarle las nalgas mientras le decía:

-tu tranquila, cuando te note más relajada te la saco sin hacerte daño.

Luego me eché hacia adelante y tras recogerla la camiseta en el cuello y desabrocharle el sujetador empecé a masajearla los pechos, jugando especialmente con los pezones. Al notarla ya más relajada retrocedí un poco y tras ver que se había desbloqueado nuevamente avance metiéndosela por completo y me sorprendió que en lugar de mostrarse reacia a mi nuevo intento por su garganta escapo un gemido placentero. Estando allí apretando y sin querer soltarle ni un milímetro de ella volví a sujetarla por las caderas y entonces noté como ella avanzaba un poco para volver a retroceder con contundencia. En aquel momento comenzó un va y ven por parte de los dos que se iba acelerando por momentos. Yo notaba como aquella cavidad femenina estaba por completo inundada y después de apenas tres minutos " de baile " culmine soltándole todo dentro y después de recuperar la respiración y haber escurrido hasta la última gota me retire para ver cómo se subía las bragas mientras que yo me abrochaba el pantalón.

Una vez estábamos los dos junto a la puerta nos despedimos con un par de besos en la mejilla, pero por sorpresa ella me abrazo clavándole las tetas como solo ella sabe hacer y me susurro al oído:

-tu terminaste, pero yo me quede a medias. El próximo día lo vamos a hacer a mi manera y te aseguro que vamos a gozar los dos.

En aquel preciso momento entro por la puerta José tras darle la enhorabuena por tan agradable velada miré a rosa y dije: 

-lo mejor el postre. 

Ella sonrió, se relamió sin que la viese su marido y mientras que se iba contoneando las caderas dijo:

-la próxima en tu casa.

(8,42)