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Rosa…una viuda itálica y exuberante

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Mi nombre es Gabriel y esto sucedió cuando tenía 20 años. Al lado de mi casa, se mudaron Rosa y Vittorio, ella 24 años y él 12 años mayor, cuando llegaron al barrio yo tenía 8 años.

Mi madre cuido de ella y la protegió. Rosa hablaba en una mezcla de italiano y castellano. Ella mejoró mucho su aspecto ya que cuando llego estaba excedida en peso y la hizo cuidar más su aspecto.

Al año ella tuvo una nena y 5 años después un varón. Su vida había cambiado como el día y la noche. Rosa era ama de casa y cuidaba a sus hijos. Su marido por cosas que escuche como al pasar que parecía que le metía los cuernos con la jefa de él.

Así fue pasando el tiempo, yo fui creciendo y empecé a ver a Rosita como le decían en el barrio con deseo, ella empezó a ser apetecible para mí, si bien era “gordita” había cambiado mucho su aspecto general, pero sobre todo porque tenía dos poderosas razones pectorales que enloquecía a todos y que era imposible disimular.

A mí me faltaban días para cumplir los 19 años cuando ella tuvo una noticia que le cambió la vida, víctima de un infarto en el trabajo ella enviudó, cuando llevaba un embarazo de 4 meses, pensamos que el mundo se le venía encima ya que debía sostener a toda su familia y no estaba preparada para ello. Si bien le quedo una pequeña pensión y el alquiler de una casa, eso no era suficiente para sostener a su familia.

Pero ella sacó fuerzas de flaqueza apuntalada por mi madre, al mes cobró un seguro de vida y con ese dinero puso a medias con su cuñada una librería frente a un colegio, que floreció en muy poco tiempo. Cinco meses después tuvo su tercer hijo, un varón.

 El tiempo fue pasando hasta llegar a enero, como era un mes casi paralizado para una librería decidieron con su cuñada cerrarla por ese mes. Su cuñada la invitó para irse con ella de vacaciones a Santa Teresita, pero ella no quiso su hijo tenía 5 meses y no estaba dispuesta a exponerlo en una playa, mi madre dijo lo mismo y ella se quedó con el bebé, ya que la cuñada se llevó a los otros dos de vacaciones. Mi madre también se fue de vacaciones y yo las tendría en febrero.

Yo hacía tiempo que veía con deseo a Rosita, si bien era gordita, su cuerpo era exuberante 110 – 85 – 105 y media 1,68 mt, cara redondita, cabello largo castaño oscuro y sumamente agradable. Me gustaba, pero sobretodo sus senos inmensos, realmente me volvían locos. Pensaba en ella a cada rato, pensaba en una mujer que hacía un año que no tenía sexo, veía sus escotes generosos e imaginaba mi boca sumergida en ellos y mi lengua y boca apoderándose de ellos en toda su extensión y poseerla hasta recuperar ese año perdido. Y este era el momento, estar a solas con ella cuidarla protegerla.

Yo llegaba de mi trabajo e iba a verla, saber cómo estaba, si necesitaba algo, cuidarla a ella y al bebé y me estremecía cuando lo pasaba a mis brazos ya que era inevitable que mi brazo rozase su busto por encima de sus blusas. Todos esos días con la excusa que no me gustaba cenar solo, lo hacíamos juntos.

Así fueron pasando los días, antes de llegar el fin de semana, le propuse pasear y almorzar en el Tigre, me costó convencerla, ella no salía casi nunca salvo para visitar familiares, en realidad ese matrimonio distaba mucho de serlo, ella le hacia la comida, limpiaba la casa, tenía hijos con él y Vittorio le metía los cuernos.

El sábado salimos tipo 10 de la mañana, estaba muy bonita,

Su cabello largo y suelto de un color castaño por momentos rojizo, poco maquillaje en su cara redonda, apenas sus ojos delineados, un suave rubor en sus mejillas, labios rosa suave, en sus orejas pendientes largos color plata, una blusa de fondo blanco con pequeñas florcillas rojas, muy corto de mangas estas apenas por debajo de sus hombros ceñida y levemente ajustada por  debajo de su busto con 3 pequeños botones rojo suave y por debajo de este para luego seguir acampanada hasta la altura de su pelvis, brazaletes fantasía distintos en ambas muñecas y un jean lavado y sandalias abiertas.

Salimos y en una hora estuvimos ahí,  Rosa estaba maravillada por lo que veía, primero Fuimos al Puerto de frutos, vimos el Parque de la Costa sin entrar en el no podíamos llevar al bebé allí, luego caminamos hasta encontrar una parrilla  donde almorzar, por la tarde fuimos en catamarán a recorrer el Delta, cuando caminábamos muchos se detenían para hacerles mimos al bebé y nos tomaban como los padres, en un momento ella dijo, en castellano-itálico

R- Te toman como mi marido

G- Es normal que piensen eso, un sábado caminando juntos cargando al bebé, disfrutando el paseo

R- Y la mayoría dirán …mira el marido, parece el hijo, encima gorda y fea

G- La mayoría dirán mira que linda pareja hacen y como se quieren

La noche empezaba a asomar cuando decidimos regresar, ella estaba pletórica un haló de felicidad la invadía, no paraba de decir que fue su día más feliz, que disfruto cada segundo, que el lugar era hermoso…

Llegamos a eso de las 21:30, fuimos a su casa, ella me invitó un café pero antes, ella fue a darle la teta al bebé, al rato volvió con él en brazos y dijo:

R- Bueno, vengo a saludar me voy a dormir…

G- Que descanses…

Al ratito volvió, y dije:

G- Ya se durmió

R- Si está cansado, salió de la rutina, el aire y el sol lo agotaron

G- Y ahora cuando se despierta…

R- Si es como casi todos los días hasta las 5:00 duerme de corrido

Ella preparaba el café y yo en ese momento me di cuenta que su blusa tenia los 3 botones que ocultaban su busto estaban desprendidos producto de haber dado de mamar a su bebé, era la primer vez que los veía tan expuestos, Rosa no se había percatado de esto, porque si me hubiese visto clavar mis ojos en ellas se hubiese al menos ruborizado, así que disimule para poder contemplarlas sin que se diese cuenta, eran una verdadera obra de arte, redondos, erguidos, firmes, su piel se veía suave, y mis deseos por ella cada vez más imponentes

G- Bueno te gustó el paseo…

R- Espectacular… un lugar bellísimo, el paseo en barco, la vegetación, la ciudad

Estaba cerca mío, así que tome su mano y dije:

G- El sábado vamos a la laguna de Chascomus

R- Ay no se…no creo

G- Eso implica que si todo fue maravilloso, lo único malo fue mi compañía

R- No!!!... eso no se pregunta… vos  fuiste lo mejor de todo…sos algo especial para mi…pero no quiero atarte a mi

La tomé de ambas manos y mientras la miraba a los ojos dije:

G- No me atas a vos, lo hago porque me gusta y porque te quiero, como no quererte si sos una mujer maravillosa….maravillosa, admirable y hermosa

Ella quedó inmóvil y tomé eso como una aceptación a esa declaración y la besé en la boca con casi un pequeño roce de labios, Rosa quedó impávida no esperaba eso…yo la tomé por la cintura la acerque a mí y volví a besarla, en ese instante ella comenzó a forcejear para impedir que la besase, pero ya no había vuelta atrás, empecé a besarla más apasionadamente…ella se movía como una víbora para impedir que siguiese besándola, eso tal vez duró un minuto luego se aquietó, tomó con sus manos mi cintura y nos besamos apasionadamente, con besos húmedos, con besos de lengua y con mis manos aferrándola por las nalgas pegando su cuerpo al mío.

Después de largos minutos nuestras bocas se separaron, nuestra respiración era agitada, la pasión nos envolvió y ella dijo:

R- No podemos…estoy de luto…podes ser mi hijo

G- Pero no lo soy, y no podes estar de luto por alguien que te metió los cuernos, conmigo vas a aprender a recibir amor, pasión, deseo, porque eso es lo que siento por vos…te amo…

Volvimos a besarnos con pasión y entre besos la llevé al sofá que había en el living, nos sentamos en el sofá ella con un brazo rodeó mi cuello, yo la tomé por la cintura y la besé, los besos eran apasionados, yo lleve por debajo de su blusa mi mano y comencé a acariciarle el vientre, ella gemía, mi mano llego a sus senos, y los acaricie por arriba de su corpiño, sentir su redondez, su dureza, su suavidad, eso la excitó sobremanera sus gemidos eran continuos y ahogados por los besos dije algo así como:

G- Mi amor… tenes unos tetas maravillosas…las desee tanto mi vida…tenerte así es la gloria.

R- Seguí, te amo.

Levanté su blusa hasta arriba de sus senos, mientras seguíamos besándonos, libere sus tetas de la sujeción del corpiño, sus senos eran redondos, sus pezones con sus timbres duros y erguidos, y una inmensa aureola rosa rodeándolos y pude cumplir con uno de mis deseos, tome uno con mi mano y hundí mi boca en el besando su pezón introduciéndolo en mi boca, ella grito de placer después de algunos segundos hice lo mismo con el otro seno mientras ella no paraba de gemir.

Mientras seguía hundido en sus pechos mi mano desabotonó su jean y baje su cierre, mientras rodeo mi cuello con uno de sus brazos y me  besó llena de pasión, mi mano se introdujo bajo su bombacha y acaricié su húmeda vagina, ella dejo de besarme nos miramos a los ojos y dijo.

R- Nunca sentí nada igual…me volves loca

G- Te deseo desde hace varios años, esto es solo el principio tanita de lo que vamos a vivir juntos.

Mientras le decía palabras de amor fui bajando su pantalón, ella colaboró, me incorporé, su corpiño y bombacha eran blancos con rosa, ella revoleó sus sandalias y yo tire del pantalón para retirarlo de su cuerpo, ella abrió un poco sus piernas, yo me coloque entre ellas, volví a besar ambos senos, luego su vientre, su vagina por sobre la bombacha y luego la corrí un poco y comencé a besar y a lamer su vagina , ella gemía, gritaba se revolcaba de pasión, mientras yo saboreaba sus efluvios vaginales, mientras tanto Rosa entre gemidos decía:

R- Si así… por dios estoy… enloqueciendo… aaayyy… si amore… si… nunca me sentí igual.

Luego de varios minutos, fui en busca de su boca y nos besamos y ella dijo: 

R- Ahora me toca a mí

Desprendió mi jean, bajo mi slip, yo estaba parado y mi pene erguido estaba a la altura de su boca, lo tomó con una de sus manos y lo  besó, se incorporó, me hizo sentar a mí, y ella se arrodilló , deslizó su lengua desde la base de mi pene hasta llegar a la cabeza, la besó y lengüeteo y la introdujo en su boca, y comenzó a lamerlo mientras daba pequeños gemidos de placer, lo lamió en toda su extensión y fue poco a poco introduciéndolo en su boca, lo succionaba dispuesta a sacarme toda la leche. Por momentos lo retiraba de su boca y volvía a lamerlo por completo, mientras yo acariciaba su cabellera y volvió a la carga era una diosa mamando y luego de sus succiones, mi pene estaba por lanzar volcanes de semen, yo hacía esfuerzos por contenerme pero ya no podía soportar más y dije:

G- Rosi ya no aguanto más, voy a acabar en cualquier momento

R- No te aguantes más, quiero tu leche en mi boca, la deseo, necesito que corra por mi boca, si de verdad me queres no te contengas más

Y mi pene lanzo torrentes de semen, no paraba de explotar parecía que nunca terminaría…. ella lo siguió lamiendo a pesar de que ya mi pene dejo de darle leche. Cuando la calma se apoderó de nosotros, ella se levantó y dijo ya vengo

Ella pasó al baño y yo quede a solas con mis pensamientos…hasta ahora Rosa había superado con creces mis expectativas, la imaginé de mil modos pero nunca, la había imaginado así, ella era fogosa, pasional, en la cama todo lo contrario de su vida habitual, ella una diosa en la cama.

Volvió se sentó sobre mí me beso suavemente en la boca y dijo:

R- Te extrañe, todavía me seguís deseando

G- Mucho más que antes

R- Te deseo, jamás pensé que esto pudiese pasar entre los dos, pero es hermoso, nunca me paso esto, te amo…te deseo…enloquezco en tus brazos

Se acomodó sobre mi volvimos a besarnos, a acariciarnos, a sentir los mismos deseos del comienzo. Ella masturbaba mi pene dispuesta a ponerla dura, cosa que le resultó por demás fácil, luego volvió a succionarlo y dije:

G- Quiero cogerte

R- Soy toda tuya, tu eres mi amo y yo tu esclava, tu pedido es una orden, mi amado

Ella estaba en el sofá con la piernas abiertas, yo me arrodillé y volví a lamer su vagina, ella gemía constantemente, luego me senté y ella subió sobre mí se acomodó para ser penetrada, su vagina estaba muy lubricada, así que mi pene ingresó en ella con total facilidad, ella montó y cabalgó sobre mí, los dos gemíamos, yo la tome por la cintura, los dos no parábamos de gemir, nos besábamos, a veces ella detenía sus vaivenes y era yo el que continuaba la penetración yo le aferraba y le sujetaba las nalgas, y volvíamos a besarnos con inusitada pasión, pero ella ahora no pudo contenerse su cuerpo estalló, se sacudió en miles de convulsiones y ese momento lo sellamos con un beso intenso apasionado y su boca gemía mientras nuestro beso acallaba ese tórrido momento.

Cuando su orgasmo llego a su fin, ella se puso sobre el sofá en 4 patas yo subí atrás de ella, besé sus nalgas, y la penetré, ella puso una de sus piernas en el piso, yo la tomé por la cintura y comencé a cogerla lentamente, yo también puse mi pierna en el piso, ella estaba ardiendo como si nada hubiera pasado, estaba dispuesta a que su vagina estuviese repleta de semen, yo la sujeté fuertemente de la cintura, y pistoneaba a un ritmo cada vez más acelerado ella no paraba de gemir y con voz entrecortada decía:

R- Sí... así… más… dámela toda… quiero toda tu lechita…quiero ser tuya…

G- Te amo…. te deseo

El final estaba próximo ella se recostó sobre el sofá, pero levantó un poco más su cola, ella no paraba de gemir y de gritar, entonces detuve mis movimientos y dije:

G- El momento llegó ahora en segundos nomas, vos vas a ser mía como yo tuyo

Y la promesa se hizo realidad su cuerpo, mi cuerpo estalló en miles de convulsiones y mi pene lanzaba dentro de su vagina torrentes de incontrolable semen, cuando la quietud se apoderó de nosotros, ella se recostó sobre el sofá, aferró mi cuello entre sus manos y nos dimos el más prolongado y apasionado de los besos.

La miré a los ojos y dije:

G- Como estas?

R- Feliz, me hiciste sentir mujer en tus brazos

Nos quedamos abrazados, mimándonos, hasta que una personita lloró reclamando su alimento, ella lo tomó en sus brazos, y le dio lo que reclamaba, luego lo llevó a la cuna y me dijo

R- Es hora de dormir al menos un par de horas… vamos?

Me tomo de la mano y me llevó a la cama nos dormimos abrazados y haciendo cucharita y con mis manos abrazado a sus senos, nos despertó el llanto del bebé fue muy hermoso despertarme con su cuerpo entre mis manos y luego de alimentar al bebé, surgieron nuevas caricias, nuevos besos que nos llevaron a tener una nueva penetración.

El tiempo siguió ese día y los siguientes volvimos a tener sexo diariamente ella nunca se negaba no cabía ninguna duda que no estaba dispuesta a rechazar ninguna incursión, lo único que me demandó una semana fue convencerla en tener sexo anal, nunca lo había hecho y tenía temores. Obtener la virginidad de su culo fue algo muy especial.

Durante 6 meses estuvimos manteniendo sexo casi cotidianamente. Un día recibió un llamado de Italia, su madre estaba grave, ella fue a verla, su madre 1 semana después de haber llegado a Italia, esa fue la última vez que tuve contacto con Rosa ella nunca volvió y nunca supe nada más de ella… todo terminó impensadamente.

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