Hace unos días conocí mediante el blog un seguidor llamado Kevin, muy interesado y excitado con mis historias, por lo que me mandó un par de mails pidiéndome vernos, y nos empezamos a contactar. Y como he prometido no tengo problema con nadie en sacarme la bombacha, por lo que lo invité a casita el 31 al mediodía, aprovechando que Ernesto trabajaba hasta las 5 de la tarde. Kevin aceptó, arreglamos y lo esperé muy bien vestida con un vestido beige estampado con florcitas, ropita erótica abajo, tacos altos y muy maquillada como siempre, por supuesto con fuerte perfume y hasta cremita humectante para las manos. Con todo ordenado y limpio, lo esperé con sandwiches de miga y gaseosa, y un buen flan con crema de postre. Llegó a las 12 muy bien vestido y empapado de perfume, le abrí y cuando me vio quedó deslumbrado, no me conocía. No me pude contener y lo recibií tan cariñosa que le besuqueé primero la cara haciéndole caricias en las mejillas, y luego le besé la boca dejándole mi pintura de labios en la suya. Así lo fui haciendo entrar en clima como yo he aprendido a hacer con cada hombre que me he acostado. Almorzamos, nos contamos nuestras cosas, nos dijimos dulzuras y me le puse muy mimosa, acariciándole la cara, besándolo y diciéndole cositas, y él también me decía cosas dulces y se embelesaba conmigo, con mi vestido, mi cabello rojo, mi pintura y mis perfumes.
Tanto que me pidió hacerme mimos después de comer. Le dije que sí y tras el postre, nos sentamos en el sofá del comedor y nos empezamos a besar y acariciar. Kevin se empezó a excitar y comenzó a acosarme, y yo chocha, lo fui haciendo entrar más y más hablando muy bajito y provocativa. Entonces entró bien y me pidió tener sexo. Al principio me le hice rogar para calentarlo bien, después él no aguantó más y lo llevé romántica del brazo a la pieza de abajo, excitada porque se venía otro momento de alegría. Loco conmigo, Kevin se sacó todo y yo me quité el vestido y los tacos, me vio en ropa interior y me desabrochó sin más mi corpiño, dejé que me lo sacara, lo revoleó a la mierda y le bailé sensual en bombacha negra con finísimos detalles, mientras él jadeaba y se sacaba el calzón con el pene listo para darme. Al final, me saqué despacito mi bombacha y me preparé para que me enchufara con tutti, ni me importaba que recién lo conocía, sólo quería que me cogiera.
Nomás Kevin se me fue encima y tras apretarme las tetas, besarme y estrujarme toda contra la pared, me gritó “ahí te la doy”. Y yo me acosté, abrí bien las gambas y él me la metió hasta el fondo de la vagina, un buen pene grueso que me excitó y me hizo ir largando flujo de a poquito, mientras él frotaba y frotaba con furia. Y finalmente eyaculó tremendo semen en mi vagina, después me lo sacó y me lo pasó por la cara y mi boca. Pero ahí no terminó nuestra aventura, ya que entre su pasión y lo bárbara que yo estaba me la dio seis veces más, por vagina pero también cola, tetas, tragada de semen, lengua, besos, manoseos y todo lo que pudimos. Y habiéndome satisfecho con su semen, Kevin me saludó y yo lo besuqueé en la boca, invitándolo otra vuelta cuando quisiera. Él se fue pleno de placer por estar con esta pelirroja, que un poco vieja pero excitante. Y yo, a pesar de que recién sabía quién era, chocha por sacarme la bombacha para el semen y el amor.