Querido Fer, mi Koala
¿Alguna vez has sentido como si tu pecho se quedara sin aire?, como si te arrancaran algo dentro de ti, Como si agarraran tu corazón y lo presionaran tan fuerte que lo dejaran inservible, Así me sentí yo. Me preguntaste que sí que traía, porque me sentías raro. Te mentí, fríamente te dije que nada, en se momento tenía mi mente en blanco, quebrándose poco a poco todo dentro de mí, me sentía mal, terriblemente mal, me había traicionado a mí mismo. Durante dos meses libré una batalla en mi interior, mi mente contra mi corazón, mi mente me decía se fuerte y resiste, y mi corazón con cada latido me decía búscale, y así dejé ganar a mi corazón, ese fue uno de los más grandes errores de mi vida, me dejaste frio, me dejaste herido, terminaste por romper mi frágil corazón. Fueron solo unas vacaciones lejos de ti, pero para mí se sintieron años luz de distancia, me preguntaste si había ligado con algún gringo, te respondí que no, que estaba retirado del ligue, que estas vacaciones intenté probar un tipo de afecto diferente, amor a mí mismo, otra cosa que no sabes es que ese amor mismo fuiste tú. Fue el 6 de julio el ultimo día que recibiste un mensaje mío, tal vez no lo recuerdas porque no soy una parte importante de tu vida, pero para mí es como si fueras el sol de mi galaxia, ese día después de mandarte ese último mensaje, me dije a mi mismo, no más, ya no más sufrir por alguien a quien realmente no le importas, ese día empezó la prueba de fuego, decidí ya no hablarte más, probar que tan verdadera era esa amistad de la cual me hablaste el día que te confesé que te quería, el día en que me hundí en la friendzone, dijiste que nada había cambiado y que siempre podía contar contigo como mi amigo, pero fueron solo mentiras, espere días, semanas y no pudiste siquiera escribir una sencilla palabra ‘’hola’’, este verano por fin comprobé que no soy nada para ti, y muy estúpidamente termine con mi integridad e hice lo que me dicto mi corazón, te hable de nuevo, pero solo fue un error, te hablé y no supiste ni quien era, ni mi nombre, ni mi apellido siquiera pudiste recordar, terminaste bloqueándome, y nunca supiste que en ese instante una lagrima caía lentamente sobre mi mejilla, estaba derrotado, en negación, con mil preguntas en mi cabeza y ninguna tenia respuesta, hasta que te mande mensaje por Instagram, dijiste que te había asustado, que se habían perdido tus contactos y que me habías bloqueado, que pensaste que era alguien que te caía muy mal, alguien que casualmente se llamaba igual que yo, me pregunto ¿qué tan cierto será todo eso?, me dijiste que había desaparecido, que ya no te había hablado, pero acaso, ¿es tan difícil hablarme de vez en cuando?, no recuerdo una sola vez en que me hallas hablado, porque siempre tengo que ser yo quien te hable para solo recibir esas respuestas tan frías de ti, esos órale y LOL me vuelven loco, y no precisamente en el buen sentido, inclusive en esos momentos en que te compartía mis pensamientos y secretos más personales te dije como me sentía respecto a esos amigos que estaban solo en tinta, porque presentes nunca, que eran contados los amigos que se preocupan por mí y me buscan, y que los puedo contar con una mano, absurdamente esa vez me dijiste ¿y yo que , mis mensajes no cuentan?, tuve que decirte la verdad, NO, soy yo el que te habla siempre, no tu a mí te dije. A pesar de todo eso, seguí siendo solo un desconocido más en tu vida. Me pregunto, si realmente tenías ganas de platicar conmigo, o solo era por compromiso, aunque algo si se, tienes el ego del tamaño del sol, te comenté que casi moría este verano, y no sé cómo sucedió, pero hallaste la forma de hacerlo sobre ti, no te importó mucho el hecho de que tal vez jamás nos volveríamos a ver o en nuestro caso real, hablar conmigo por mensaje de texto, tal vez hubiera sido un alivio para ti, alguien menos que sabe tu secreto. lo que no sabes es que el día de mi casi fatídico accidente, solo pude pensar en ti, y en que talvez no hubiese podido verte otra vez, o no haber tenido la oportunidad de decir adiós, no poder ver otra vez ese hermoso hoyuelo que se forma en tu rostro al sonreír. Si no te hubiera hablado por Instagram, ese hubiese sido el final de todo, nuestra falsa amistad, de todas aquellas conversaciones a media noche, aquellos consejos que te di, inclusive si me rompían mi corazón, el final de todas aquellas ilusiones que algún día tuve. Me agradeciste enormemente el haberlo hecho, pero me pregunto si es verdad, a mí se me rompió el corazón, pero creo que jamás sabré que fue lo que sentiste tú, talvez fue un alivio de no tener que hablarme nunca más, o tal vez fue sincero, pero eso es algo que jamás sabremos. Te dije que no tenía humor para hablar, y me hablaras al día siguiente ya que descansara, me pediste disculpas otra vez, lo que no sabías es que en esos momentos yo solo quería llorar, y sacar todo, aferrarme a mi almohada hasta quedarme dormido en medio de mis sollozos, tenía que intentar enmendar a mi roto corazón. Te dije que no sería tan difícil el hablarme, que estábamos en el mismo edificio, esperaba que por lo menos un hola me dijeras, pero sé que eso jamás pasará, me preguntaste en que aula iba, te respondí que en la 29, me dijiste que estabas en el tercer piso, y te dije que lo sabía, tu reacción me enfureció, me trataste como un acosador, perdí mi cabeza y reaccione exaltado, te enseñe mis pruebas de que nunca fue mi intención saber dónde ibas, simplemente el destino quiso que lo supiera. Lo que no recuerdas y no sabías es que una vez te hable mi primer amor, un hetero idiota que me lastimo como no tienes idea, el me tacho de acosador, y ahora tú lo vuelves a hacer, lastimándome profundamente, te pusiste a la defensiva diciendo que no era cierto y que yo andaba diferente. La verdad es que tenías razón, me encontraba con el corazón roto, con lágrimas en mis ojos, sabiendo que no te importo ni siquiera un poco, así que si, estaba diferente, ahora me encontraba vacío y triste, ojalá hubieras podido saber mi sufrimiento, pero la verdad es que eso es algo que jamás te importará.
Te dije adiós, dijiste adiós, pero mi corazón aun no te decía adiós, seguí queriéndote a pesar de todo, incluso así con lágrimas en mis ojos.
Love, Daniel.