Nuevos relatos publicados: 9

Sexo con una bella, joven italiana

  • 2
  • 19.630
  • 8,62 (21 Val.)
  • 0

No me dijo su edad. Pero tendría unos 18 o menos. Era rubita, de piel blanquita. Su pelo liso y suave, precioso. Sus manos me encantaron nada más verlas. No hablamos nada. Todo fue con las miradas y con la atracción.

Yo estaba sentado en el autobús. Ella entró en una parada y se sentó delante de mí. Segundos después me sintió. Y al instante, como por un impulso que casi no podía controlar, mi mano agarró su seno, desde mi asiento de atrás. Comencé a masajeárselo mientras veía que ella se excitaba. Se giró buscando mi cara, mis labios. Entonces de un salto me senté en el asiento vacío que estaba a su lado. Comenzamos a besarnos y a acariciarnos. Yo le acariciaba los senos con una mano, mientras mi otra mano la tenía detrás de su cabeza. Entreabría la boca, cerraba los ojos, mientras echaba la cabeza hacia atrás, reflejando toda su pasión. Veía que sus labios se ponían colorados de excitación. Y su nariz. Le cogí una mano y me la llevé a la boca para besarla. Sus manos eran preciosas. Blancas, suaves, delgadas, delicadas. Sus dedos delgados, preciosos. Me encantaban y comencé a besarlos. Sus manos me excitaban de verdad. Deseaba con locura que cogiera mi verga con una de ellas.

De sus senos bajé mi mano a su pantalón. Ella se movió para que pudiera acceder a su gruta caliente. Lo acaricié por encima, notando su calidez. 

Me desabroché el pantalón, más por que quería que mi rabo tuviera más espacio que por otra cosa. Al verlo, ella bajó su cabeza y comenzó a chuparme la verga grande y gorda. Dije: "mi amor", en bajito. Estaba pleno de excitación. Quería disfrutar el máximo tiempo, antes de correrme. Sentir la boca de esa nena preciosa chupándome el rabo. Pero también sabía que en unos minutos me tendría que bajar del autobús, en mi parada. Así que me corrí al cabo de un minuto o así. La corrida fue espectacular, así como la eyaculación. El primer chorro fue dentro de su boca. (Luego me dijo que le gusta el sabor de mi semen.). Y los otros cinco chorrazos fueron a fuera. Cayeron en mi ropa, en el asiento, en el pelo de ella, en su cara... Espectacular la eyaculación. 

Y así fue mi experiencia con una niña italiana. Una experiencia maravillosa, que no olvidaré.

(8,62)