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Controlando a mi clase

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Hola muy buenas. Me llamo Andrés y vengo a contarles una historia que os encantará.

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Después de que una muy buena pitonisa me vendiera un perfume que al olerlo la gente se quede en un estado cercano a la subnormalidad, mi primera misión será probarlo en toda mi clase. 

En mi universidad hay muchaaaas tías buenas y siempre he tenido esas ganas de follármelas a todas. Aquel día me desperté más temprano de lo normal, cogí el perfume y me dirigí a la Uni. Llegando a mi clase vi a mi profesora, ella es hermosa, un cuerpo de diosa y sinceramente, su culo me vuelve loco. Decidí entrar y comprobar mi nuevo juguete.

"Hola buenas señorita Rosa." la salude como todos los días. Creo que ella estaba sorprendida de verme tan temprano en clase.

"Hola Andrés. Disculpa pero estoy ocupada ahora mismo con unos exámenes, si no te impo..." no consiguió terminar de hablar. La rocíe con mi perfume e inmediatamente cayó en trance. Su mirada perdida y boquiabierta me indicaban que era la hora de actuar.

"Veamos, zorra. Tu... Desde hoy me perteneces a mi ¡mirame cuando hablo, puta! " le di una bofetada en la cara para ganarme su atención.

"Te pertenezco a ti..." dijo con voz débil y mirando al vacío.

"Atenta a lo que te digo, zorra. En diez minutos el efecto se pasara, pero recordaras todo esto cono si de tu opinión se tratase. En cuanto lleguen los demás, harás que todas las chicas de la clase se queden, pero los chicos tendrán que irse a otra aula. Los llevaras allí y volverás ¿entendido?" le pregunté al final para dejar claro que lo había hecho.

"Entendido..." dijo casi babeando.

"Ah... Y cuando te dirijas a mí me llamar amo ¿está claro?"

"Si... Amo..."

A los 7 minutos, el efecto se pasó del todo. Mi profesora volvió en sí, ya era una persona normal. Lo primero que hice cuando me vio, fue agarrar ese hermoso culo, darle un par de azotes y preguntarle " ¿no te molesta? " a lo que ella me respondió."¿por qué me molestaría? Soy tuya, amo." Todo iba funcionando como debía. 

Después de un rato empezó a llegar la gente, y como mi zorra debía, empezó a llevarse a todos los chicos a otra aula. Yo je paré enfrente de la puerta, cada vez que entraba una chica le daba un azote en el culo, por puro placer, y las rociaba con mi perfume. Diciendo a cada una fe mis tontas sumisas que se sentarán en sus sillas y esperasen.

"Muy bien." empecé a decir delante de toda la clase." ya me conocéis, soy Andrés. Pero desde hoy todas me llamareis amo," las moré a todas con una cara de pervertido que no me la aguantaba. Todas ellas me miraban con cara de tontas sumisas, algunas babeando y otras morando el vacío. 

"Desde hoy, seréis mis juguetes. Vuestra labor en esta vida será complacerme, os gustara que os toque, azote, abofeteé, os encantará que os folle y vuestro mayor placer será chupármela." continúe excitándome con cada palabra que salía de mi boca. 

"Os encantara que os llame zorras, putas, cerdas, esclavas, de todo. Y asentiréis a cada cosa que os pida. Y lo más importante... Vosotras me pediréis follar y me duplicaréis chiparmela." 

Ya estaba hecho, tenia 15 sumisas y una profesora que se creía que me pertenecía. Mi sueño se estaba a punto de cumplir.

Después de unos pocos minutos todas empezaron a salir del trance. Algunas aun con la mirada perdida se levantaron y me miraron. Me acerqué lentamente por los pasillos que se crean entre las mesas de la clase, miré a Rosa y le hice un gesto dejándole claro a mis zorras que cerrase la puerta con llave. De pronto, una compañera me hablo tímidamente.

"A-amo..." se dirigió a mí." puedo chupársela??" miro al suelo tan sumisa como me gustaba, y luego volvió a mirarme los ojos. 

No alcancé a contestar en cuanto otra alzó la voz.

"No dejes que esa puta te toque tu hermosa polla, mi amo." dijo señalando a la otra la cual se estaba arrodillando mientras suplicaba.

"Dejame a mi comértela, te lo pasaras mejor, mi amo." De pronto todas querían comérmela. 

"Tu" señale a la que se arrodillaba. " empieza a chupármela. Y la otra, la zorra que se creé mejor que esta." señalé a la otra guarra. " no te dejaré comérmela hasta que no le comas el coño a todas y cada una de las presentes. Me miró con cara de sorpresa.

" pero amo..." 

" sin peros, zorra" a comer coños. Después de eso, levanté a mi sumisa del suelo, la cual se llamaba Tea y cogí del brazo a mi profesora.

"Nos vamos a los baños."

llegando allí, lo primero que hice fue bajarme los pantalones. Mis dos zorras no lo dudaron. Se arrodillaron y miraron las unas a las otras. Tea empezó a lamerme la polla, dios que buena era. Cerraba sus ojos como si de un honor se tratase comérmela. Rosa se masturbaba, y con la otra mano hizo que te se tragase mi polla, forzándola cada vez más profundo. 

"¿Te gusta cómo te come la polla esta pita esclava, amo?" me preguntó Rosa mientras asfixiaba a Tema contra mi miembro. 

" me encanta... Pero tú también vas a comerla."

Apenas decirlo, Rosa echó a un lado a Tea, bruscamente empujándola como si se fuese a acabar el mundo, la pobre Tea se quedó echada a un lado mirando el suelo, tan sumisa que hacía que mi polla creciese aún más. Rosa me empezó a hacer una mamada, erd buenisima, tanto que lamentablemente me quería correr ya. 

" me voy a correr..." dije intentando aguantarme más. 

" quieres que me lo trague, amo? " me preguntó mirándome a los ojos, era una buena zorra. 

" ambas os lo tragareis, y jugareis con mi semen." dije decidido.

Tea se incorporó nuevamente al lado de su profesora, ambas abrieron sus boquitas mirándome con caras de zorras sumisas. Me corrí en la boca de Rosa y un poco e la de Tea. Rosa apenas saborearlo, miró a Tea, sonrió y empezó a comerle la boca, Tea se sorprendió mucho, pero por el placer de complacer a su amo, continuó el beso.

Tenía a una clase entera de zorras bajo mi poder, era momento de aprovecharlo.

(9,00)