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A escondidas - Parte 2

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Entonces le dije:

—Ok pregunta todo lo que quieras

Su primera pregunta fue, desde cuando sentía atracción por ella, yo le dije:

—La verdad no lo recuerdo, yo estaba muy chico, pero contigo me sentía a gusto y me gustaba platicar contigo

Su segunda pregunta fue…

—¿Acaso yo di algún motivo para que tú sintieras todo eso por mí?

A lo que yo conteste que no…

—Esto que siento salió de mí, tu no me incitaste, no me provocaste, yo te comencé a sentir cariño porque fue mi decisión

Como tercera pregunta me dijo:

—¿Cómo me ves o que es lo que sientes por mí?

Y le dije:

—Veo a una mujer maravillosa, hermosa, que ha luchado por mucho tiempo, que no es feliz y que aunque la felicidad se le quiera acercar ella escapa, ¿que siento por ti? Yo te amo con todo mi corazón, quiero verte sonreír, así como ahorita …

Mientras yo le decía todo eso, ella tenía sus ojos llorosos, se notaba que quería llorar, pero se levantó y me dio un fuerte abrazo, cuando nos abrazábamos le dije…

—Quiero hacerte feliz, que te sientas hermosa y amada, solo déjate llevar

Entonces ella me dijo:

—Yo también te quiero mucho, quizás no de la misma manera que tú me quieres a mí, pero te quiero, tengo miedo de dejarme llevar porque no quiero hacer algo de lo que me pueda arrepentir, porque si… hoy lo hacemos y será bonito y me gustara, pero me da miedo arrepentirme mañana de esto

Yo le respondí:

—No le hacemos daño a nadie y nadie tiene porque enterarse

Entonces ella me dio un beso y se acostó y me dijo:

—Mejor ven y abrázame

Yo me acosté en la misma cama con ella, estaba detrás de ella, mientras la estaba abrazando la comencé a acariciar, primero de su brazo y después comencé a subir lentamente a su cabello, me acerque más y le di un beso en la mejilla, no note que se moviese, entonces le di otro beso y seguía sin moverse, no sabía si se había quedado dormida o si le gustaban mis besos, entonces opte por seguirla besando, ya no solo en la mejilla, la comencé a besar en el hombro, en el brazo y de ahí me pase a su cuello, mientras besaba su cuello note como ella comenzaba a moverse, sus movimientos ya los conocía, eran movimientos de placer, le gustaba que le besara el cuello, entonces seguí, ella no decía nada, mientras la besaba, con mis manos acariciaba sus brazos, lentamente pase a acariciar su abdomen, baje a sus piernas y regrese a su abdomen, estaba gozando el momento y ella claramente también lo hacía, de forma cuidadosa la acosté boca arriba y la mire a los ojos, tenía una mirada fusionada, podía ver paz y lujuria al mismo tiempo, claramente me pedía a gritos que la tomara y le hiciera el amor, pero ella no decía nada, entonces la bese, le di un beso tan apasionado, tenía los labios más dulces y suaves que había probado en mi vida, ese beso había desbancado al de la primera cita, mientras nos besábamos tome sus brazos y los puse por encima de su cabeza, apasionadamente deje de besar sus labios, pase por sus mejillas y baje a su cuello, ella se movía más y fue entonces cuando abrió sus piernas, me permitió acomodarme perfectamente, comencé a simular que le hacia el amor por encima de la ropa, no paraba de besarla, mis manos recorrían sus piernas, su abdomen y por primera vez en mi vida toque sus pechos, se sentían suaves tan suaves, como siempre los había imaginado, ella se mordía los labios para evitar un gemido de placer, me detuve por unos segundos y la mire…

Mire su rostro, sus ojos gritaban no pares, sus labios habían perdido el color rojo de su lápiz labial, no podía más, me di cuenta de que mi más grande sueño, mi fantasía mas pervertida se haría por fin realidad (Muchos relatos eróticos dicen que sin pensarlo ni dudarlo tuvieron sexo, pero en mi caso no era así, una parte de mi decía hazlo que esperas es ahora o nunca, pero otra parte de mi tenía miedo, miedo a lo que pasaría después) entonces, me decidí, estaba tan enamorado de ella que no me importaba nada más…

La volví a besar, mientras la besaba, tocaba sus piernas, hasta llevar mis manos a sus nalgas, las sujete fuertemente, ella con sus manos me acariciaba la espalda y muy cuidadosamente me rasguñaba, yo lleve mis manos a su blusa y comencé a levantarla hasta que se la quite, ella no puso resistencia alguna, es más me ayudo, cuando se la quite vi un hermoso sujetador color azul, le bese el cuello, y baje lentamente a su pecho, por encima del sujetador simulaba morder sus senos, baje a su abdomen con mi lengua hasta que llegue a su pantalón, lo desabotone y baje su cierre, se lo quite lentamente y mientras sentía sus piernas completamente desnudas, se sentían muy suaves, tire al suelo su pantalón y comencé a besar sus pies, comenzando por los dedos, subiendo lentamente por sus tobillos, sus piernas, hasta llegar a su vagina, que la cubría un hermoso calzón azul, antes de quitárselo, ella me tomo de los brazos y me subió, con una mirada muy seductora me quito la playera, me comenzó a besar el pecho y me desabrocho mi cinturón y me quito el pantalón, estábamos en ropa interior los dos, solos, en una habitación completamente en silencio, no dijimos nada, solo nos miramos, ambos sabíamos lo que pasaría, haríamos el amor por primera  vez y una vez que comenzáramos no habría marcha atrás, me volví a acostar encima de ella, y de nuevo simule que le hacia el amor por encima de sus calzones, ella dejo escapar un pequeño gemido y se volvió a morder los labios, mientras seguía, ella me abrazaba con los brazos y piernas, acariciaba mi espalda, yo también la abrace y con mis manos desabroche su sujetador y lentamente se lo quite, cuando se lo quite vi sus senos, hermosos, blancos, sus pezones de un color rosa claro, estaban tan hermosos y no pude evitar lamerlos, lentamente hasta que se pusieron duros sus pezones, los acariciaba suavemente y los lamia, ella se movía un poco más, estaba sudada al igual que yo, el clima de la habitación no se sentía, fui lamiendo su pecho, baje a su abdomen y llegue a sus calzones, bese sus ingles y con mis dedos sujete sus calzones, los baje lentamente por sus piernas, hasta que se los quite por completo, entre sus piernas vi su vagina, para mí era preciosa, me baje mis boxers, tenía una erección realmente dura y firme, tome mi pene y con nervios lo fui metiendo en su vagina, la penetración fue algo de otro mundo, ella estaba muy mojada, entro sin problemas y cuando estuvo todo completamente dentro de ella, volvió a soltar otro pequeño gemido y se volvió a morder los labios, me acosté encima de ella, mientras besaba su cuello la penetraba lenta y constantemente, la bese en la boca, para que soltara sus labios, ella me abrazaba fuertemente con sus brazos y piernas, sentía su pasión, sentía su corazón latir rápidamente, estaba muy excitada al igual que yo, debo admitir que me sorprendió mucho el que cambiáramos de posición, nos acomodamos y ahora ella estaba encima de mí, se movía poco pero se sentía riquísimo, mientras estaba arriba de mí, se acostó en mi pecho y yo le acariciaba la espalda, bajaba mis manos a sus nalgas, completamente desnudas, las sujete fuertemente y la volví a besar, entonces se comenzó a mover un poco más rápido, yo la levante con mis piernas y la penetre más rápido , ella no dejaba de morderse los labios, no quería que le escuchara gemir, pero yo sabía que por dentro estaba llena de satisfacción, volvimos a cambiar de posición, ahora se puso en 4, me acomode y la volví a penetrar, veía su espalda sudada y sentía mi pecho sudado, estábamos bañados en sudor, pero no podía parar de penetrarla, ella movía la cabeza de lado a lado, eso me enloquecía mas y me hacía seguir más rápido y duro, entonces comencé a escuchar pequeños gemidos muy suaves, ella ya no podía ocultarlos más, pero aun así se contenía, volvimos cambiar de posición una última vez, volví a estar arriba de ella, sujete su pierna y la puse en mi hombro y la volví a penetrar, ahora si veía su cara cuando la penetraba, me miro a los ojos y por fin pude entender su mirada, tenía una mirada de agradecimiento, hace tanto que no tenía sexo y hace mucho más tiempo que nadie le hacia el amor, puso su mano en mi abdomen para sentirlo e intentar acariciarlo, yo mientras besaba su pie, mi sudor caía encima de su vientre, a ella no le molestaba, no teníamos cabeza para otra cosa que no fuera seguir haciendo el amor, sin embargo su edad la hizo cansarse y entonces me dijo…

—Ya termina, ya vente…

A lo que conteste…

—¿Segura que quieres que ya termine?

No podía contestar, vi su cara de placer y con voz agitada dijo…

—No tardes mucho, ya vente

—¿Dónde quieres que me venga?

—Dentro de mi

Y así fue, termine dentro de ella, cuando termine sentí como las fuerzas me abandonaban, baje su pierna cuidadosamente, y me acosté encima de ella, ella comenzó a besarme la cara, las mejillas y la boca, estaba sonriendo, nos abrazamos y nos comenzó a dar frio por el clima, entonces nos tapamos bien, nos acurrucamos y nos abrazamos, así estuvimos como 20 minutos, platicando más confianzudos que antes, yo le pregunte:

—¿Cómo te sientes?

—Bien, cansada y algo pegajosa

—¿Te gusto?

—Sí, mucho, mira que yo no sabía todas esas ricas cosas que sabes hacer   

—Te amo, en verdad, sabes hacer el amor contigo era mi más grande sueño

—Me gustó muchísimo

—Me encantaría estar contigo así para siempre

—A mí también corazón, pero no se puede

—Ya se…

—¿Quién se baña primero, tu o yo?

—Si quieres tú, yo no tardo mucho y pues así te alistas

—Ahora no me quiero parar, ya me acomode y aquí está muy calientito

La abrace y no quería soltarla, pero después de 5 intentos, se levantó y se metió a bañar, después de 5 minutos salió ya vestida, me metí a bañar, cuando salí ella estaba terminándose de maquillar, cuando termino me dio un beso y nos salimos del hotel, pasamos a comprar algunas cosas, compramos los boletos para el regreso y en el camino íbamos comiendo y me regalo otros dos besos más… fue la velada perfecta, llegamos a nuestro destino y cada quien se tenía que ir por separado para que nadie sospechara algo, nos despedimos con un beso en la mejilla y me dijo

—Adiós

A lo que yo conteste…

—Adiós tía, cuídate mucho.

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