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Hasta después de medianoche

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Trabajaba en un despacho de abogados, estaba trabajando en un caso bastante complicado en conjunto con 3 compañeros y mi jefa.

Un día tuve que trabajar hasta pasada la media noche. Me olvide por completo de avisar a mi jefa para que me dejara los documentos en el escritorio por lo que tuve que ir a su oficina a buscarlos.

La puerta estaba entreabierta por lo que no hice ruido al entrar. Note un sonido extraño, era algo como un zumbido. Di unos pasos y me detuve cuando vi de donde provenia el zumbido.

Era mi jefa que jugaba con su vibrador. Estaba sentada en su silla, no tenía la falda puesta, solo sus medias negras que llegaban a la mitad de sus muslos y que estaban sostenidas por un lindo liguero de encaje, igualmente negro. Llevaba unos zapatos de tacon alto, una de sus piernas estaba colocada encima de la mesa y la otra estaba colgando de la silla. Tenía la blusa desabotonada hasta la mitad y había bajado su sujetador de manera que sus senos quedaron expuestos. Sujetaba un vibrador grande de color rojo, lo presionaba contra su clítoris y jalaba de sus hermosos pezones.

Hasta ese momento nunca me habían atraído las mujeres, pero ese día se me "hizo agua la boca". 

Di un paso atrás y golpeé una mesita lo que hizo que me jefa se girara a verme. Su reacción fue totalmente diferente a lo que me esperaba. Me sonrió y me hizo una seña para que me acercara a ella.

Me miró de arriba a abajo y se mordió los labios, me besó el cuello y me desabotonó la blusa lentamente, mientras tanto yo me quitaba la falda.

Me senté en el escritorio y ella me bajo las panties con la boca. Subió por mi pierna lamiendola muy lento, besó la parte interior de mis muslos.

Ella también subió al escritorio y nos besamos, yo le chupe los pezones y los mordí un poco. Ella me masturbaba con el vibrador. Hice que se recostara y comence a besar su abdomen y bajé hasta su vagina, la lamí y apreté su clítoris con mis labios, también lamí su ano mientras metía lis dedos a su vagina. Ella gemía de placer y me apretaba los senos.

Ella tenía un consolador plateado, le puso lubricante y me lo metió al ano. Luego me lamió toda la vagina, estimuló mi clítoris y me vine enseguida. 

Recuperamos el aliento un segundo y nos besamos. Luego enrredamos nuestras piernas y nos frotamos la una con la otra frenéticamente. Las dos tuvimos un orgasmo y gritamos de placer. Hicimos un 69 y nos lamimos hasta tener otro orgasmo.

Me dijo que también había sido su primera vez con otra mujer. Desde entonces todos los viernes trabajamos hasta después de medianoche.

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