Nuevos relatos publicados: 13

Un fin de semana con Gema

  • 6
  • 19.853
  • 8,62 (37 Val.)
  • 1

Todo sucedió hace cinco años. Yo tenía 25 años y acababa de terminar una relación de 10 de noviazgo. Me encontraba algo deprimido, no salía y me comencé a conectar al chat. Una noche empecé a hablar con una mujer de 40 años e Madrid, hacia un año que había enviudado. La conversación fue amena y nos intercambiamos las direcciones de correo.

Estuvimos escribiéndonos correos unos meses y cuando llego el verano y lo dije que necesitaba unos días de vacaciones, que mi familia tenia un pequeño apartamento en a playa, pero que no quería ir solo, la verdad que se lo dije sin ninguna intención especial, al poco tiempo ella se ofreció a ir conmigo, también estaba estresada y necesitaba un respiro.

No se por que pero accedí sin pensarlo, a pasar de que ni siquiera nos habíamos visto por foto. La cosa fue que ella compro su billete de tren y yo compre el mio haciendo que fueran contiguos. Así fue como nos vimos por primera vez en el vagón del tren. Ella medía 1.60, rellenita, melena larga y rubia, unos pechos muy grandes y un acento madrileño, que, a un cordobés como yo, me hacia mucha gracia.

Pasamos el viaje hablado de cosas sin trascendencia llegamos al apartamento deshicimos el equipaje y bajamos a un bar a comer algo para recuperar fuerzas. Cuando acabamos de comer, como se hizo algo tarde decidimos irnos a dormir, para estar descansados y así poder ir a la playa temprano.

El apartamento no es muy grande y solo tiene un sofá cama de matrimonio. Nos acostamos, yo estaba muy nervioso, por que la verdad que era una mujer muy atractiva, pero por mi inexperiencia no me atrevía a hacer nada, así que me calmé e intente dormir. Al final el sueño me venció.

No se cuanto tiempo llevaba dormido cuando empecé a notar algo húmedo en mi pene y un estremecimiento que me recorría el cuerpo, abrí los ojos y vi a Gema completamente desnuda chapándome mi erecto miembro. Me intente convencer de que aquello era un sueño, pero entonces ella se dio cuanta de que me había despertado, me miró con los ojos llenos de lujuria y me dijo: "no pensarías que iba a pasar esta noche sin que te follara". Yo no salía de mi asombro, ella puso una sonrisa picara en sus carnosos labios, y los dirigió a mi pene, que palpitaba de excitación.

En ese momento sentí un pequeño dolor que me subió desde el glande, me acabada de dar un pequeño, pero contundente mordisquito en a punta del pene, de forma instintiva intente incorporarme, pero no pude, mis manos y mis pies estaban atados a la cama y fue entonces cuando me di cuenta de que estaba a su merced.

Grité: "¿que haces, estás loca? Suéltame". Ella metió su mano derecha debajo de la almohada saco un pañuelo de seda y me amordazó, yo intentaba gritar pero la mordaza ahogaba mis chillidos. Me miro con los ojos salidos de las orbitas y me dijo" nene, llevo más de 3 años sin estar con un hombres, en los últimos años de vida de mi difundo, debido su enfermedad no podíamos tener sexo, y hoy pienso resarcirme, así que tu decides o te relajas y lo disfrutamos los dos o intentas luchar y lo disfruto solo yo".

En ese momento me di cuenta de que no tenía muchas alternativa, además al calmarme me fijé bien en su cuerpo ¡que pechos tan inmensos! Así que decidí disfrutarlo. Ella se dio cuanta de cual fue mi decisión sonrió y dijo:"buena elección nene", y reanudo la dulce madada que me estaba haciendo. Poco apoco la dulzura se transformó en movimientos enérgicos, cada vez con más fuerza, yo no podía aguantar más, pero la mordaza me impedía decírselo, así que termine dentro de su boca, ella se relamió y no dejo escapar ni una sola gota.

Se fue acercando a mi oído y me susurro "ahora te toca a ti nene", con un rápido movimiento me quitó la mordaza y se sentó en mi cara y empezó a gritar: "come nene, come" yo casi no podía respirar, y me preocupaba más de intentar respirar que de satisfacerla, cuando se dio cuenta me agarró los testículos y apretó fuerte, diciendo:" come nene, come o te los arranco", me despreocupe de mi respiración y me concentre en ella. A los poco minutos sentí como sus jugos se introducían en mi boca y se derramaban por mi cara, y ella empozo a gritar: "si nene, si no, no te pares ahora o te los arranco", sin soltar ni un momento mis testículos.

Acabo de forma brutal, y acto seguido sin levantarse de mi cara, se dio la vuelta y se introdujo, mi ya erecto pene, en su boca, empezó a chupar con rabia, yo intentaba recuperar el aliento, cuando sentí un apretón en los testículos, que ya sabia lo que significaba y a cerque mi boca a su húmedo sexo comenzando a lamer.

Cuando ella considero que ya era suficiente se levanto, agarró mi pene con su mano derecha y se dejo caer sobre el con gran fuerza, yo solté un alarido de dolor y ella me dio dos bofetadas y dijo:"calla nene y sé un buen potro", empezó el sube y baja a gran ritmo y entonces yo quede hipnotizado por el vaivén de sus tremendo pechos, después de unos minutos de cabalgada frenética, sentí que ya no podía más, y esta vez al ya no estar amordazado, se lo dije. Contestando ella : "nene quiero toda tu leche dentro de mi, como alguna gota se salga te vas a enterar, queda claro", yo ya dejé de pensar y me dejé llevar. Ella dio un alarido enorme y me clavo las uñas en el pecho arañándome, y yo ya no pude más y me vacié dentro de ella.

Poco a poco se fue calmando me beso con ternura y me dijo :"te has portado muy bien, pero esto no ha hecho más que empezar, nos queda todo el fin de semana, para que te saque todo el jugo, y no pienses que vas a librarte, ¿entendido nene? Yo solo pude asentir con la cabeza. Me dejo atado y así me quede durmiendo.

Así fue como empezó uno de los fines de semana más placenteros de mi vida.

(8,62)