Nuevos relatos publicados: 13

Reforzando la amistad

  • 2
  • 13.631
  • 7,92 (26 Val.)
  • 0

Tras años de conocerse, sabía que iba a tener sensaciones mezcladas entre nuevo e intrigante. Años de cordialidad iban a pasar inadvertidos por un rato largo.

Llegué a su casa a un horario poco normal. Miramos a todos lados primero y después pasé sin inhibición, con paso derecho al dormitorio. Los besos en un rincón sin decirse nada, comenzaron lo que se veía venir para más adelante. Terminamos en la cama tirado sobre ella, con seguida de besos y sacándonos despacio la ropa, con total confianza.

Una vez que sólo ella estaba con su bombacha blanca, le llevé la cara bruscamente al bulto y bien golosa me bajó el bóxer y empezó despacio a hacer lo suyo. Tan gradualmente que no me di cuenta cuando ya la tenía entera en la boca. La di vuelta y también le di placer yo en un hermoso 69. Toda su saliva fue un excelente lubricante para la primera penetración, arriba mío, dándome la espalda, con un hermoso primer gemido. Tras menos de un minuto, sus dedos la ayudaron al primer orgasmo.

Luego, ponerla en cuatro patas y contemplarla así, me transformó aún más, por lo que bien dura fue para continuar. Teniéndola de su cintura y con gemidos fuertes, sentí todos sus jugos goteando e incentivándome más aún.

La tentación me llevo a meter mis dedos en su cola y tras un nuevo oral suyo así sienta lo dulce de su propio flujo, volví a su cola y utilicé mi lengua, perfecto para luego penetrarla por ahí y que ambos viéramos las estrellas. Costaba algo, pero cada vez menos y era muy vertiginoso. Tras unos minutos, adoré ver cómo le había quedado, para finalmente derramarle toda la leche en sus pechos y ver como se la desparramaba y llevaba a si boca. Dándole fin a una noche inolvidable.

(7,92)