Nuevos relatos publicados: 13

En mis sueños estás. De mis sueños no sales

  • 3
  • 10.053
  • 9,10 (10 Val.)
  • 0

Nos hemos cruzado,

morenita de cuerpo dulce.

Y al hacerlo un pecho tuyo

ha bailado para mí.

Yo te he seguido sin saberlo.

Y tú te has escapado.

O has querido.

 

Te había llamado anoche

para preguntarte si querías hacer el amor.

Y me dijiste que sí... esta mañana.

Sin embargo hoy era tarde,

por la mañana. Y he pensado

que mejor que no.

 

Y te has dado la vuelta.

Y te has ido.

No sé si para comprobar lo que pensaba.

No sé si por que estabas confundida.

 

Anoche ya te dije que te deseaba.

Pero no me decido a poseerte...

Salvo en sueños. O en meditaciones eróticas.

 

Ya te dije "a noche", en otro poema...

que estoy entre la eternidad de la indecisión,

por mantener la virginidad de mi atrevimiento.

Y por mantener la virginidad de nuestro encuentro.

Y que nos demos del todo.

Que se comuniquen

nuestros cuerpos, sin palabras de por medio.

 

Todo se deshace, reina dulce.

Me saludo tu pecho tierno. Bailó para mí.

Aunque de pasada. Bastó para crear mi ensueño.

Y me gustó mucho. Si no no lo comentaría aquí.

 

Todo se desharía, reina,

si te hablara. El erotismo de ese baile se iría.

Se enfriaría el deseo de esta noche siguiente.

Cuando sueñe contigo, con ese beso que me dio tu pecho

esta mañana... respondiendo a mi llamada de anoche.

 

Por eso no quiero palabras.

Ni miradas excedidas...

si son un riesgo (que lo son)

para que el deseo se vaya.

Y no haya nada de fantasía...

de la realidad de ese beso sacada.

 

"¿Y cuándo habrá palabras?", te preguntas. Piensas.

Pienso que piensas. Y cuando habrá otro paso.

"Aunque sólo sea para salir de la duda", sigues.

Esa duda tuya, mía. Entrambos.

"¿Y si yo no quiero salir de ella, porque

me da más beneficios que penas?", te contesto.

Pienso que te contesto.

¿Más alegrías que tristezas?

 

Por eso ayer te lo dije, nena, amor.

Mi pasión. Por eso ayer te lo dije.

Te pienso. Te deseo.

Te sueño. Y no sé cómo decirte...

que sólo así te hago mía.

Y no sé como decirte...que siento

que sólo así tú sabes que te tengo.

 

Y no eres una sola. Sino muchas en una.

Y hoy te veré varias veces, con distintas formas.

Varias niñas, todas bellas. Un solo deseo.

Y por la noche te amaré. Te poseeré en mis sueños.

Entrarás en ellos y yo en los tuyos.

 

Llegará un día en que digas: "con esto no basta".

Cuando estoy tendido en mi cama...

soy mujer porque te amo.

Cuando estoy de pie soy hombre...

porque te rehúyo.

"¿De qué estamos hablando?", pienso.

"¿A qué estamos jugando?, pienso.

 

Y yo creo que es que no quiero explotar ese deseo,

esa pasión por miedo a que se marche.

Aunque no es así.

Y creo que es también por vergüenza y cobardía...

ante la realidad y sus múltiples facetas.

Me quedo con ese pecho que esta mañana

bailó para mí. "¡Qué sencillo, que hermoso!".

Soñar con ello sin saber más de ti.

Sin saber cómo es tu voz.

Sin saber cómo es tu pensamiento.

Sólo quedándome con lo erótico.

Con lo bello. Aunque hayan sido unos segundos.

 

No me decido... amor. Y es por algo.

Es por todo ello.

De momento me quedo con mis sueños.

Aunque ahora que lo pienso...

puedo llevarlos a la realidad.

Y es eso lo que tú quieres.

Porque de mis sueños no sabes nada. Sólo intuyes.

Sólo sentiste la llamada a tu pecho. El que me bailó.

Aunque en mis sueños está que todo lo sabes.

(9,10)