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Amistad Rota. Cola Rota

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Hoy les quiero contar una historia que involucra a una de mis mejores amigas cross y su chico. Hoy estamos distanciadas por este episodio.

Ella es Maia, tenía en ese momento 28 años, es decir 5 más que yo, y nos conocíamos desde hacía 4 años, más o menos desde mis 19, edad en la cual comencé a vestirme de nena y a animarme a ir a boliches, fiestas y distintos lugares montada de nena.

Me la presentó una amiga traviesa que tenemos en común, y el lugar de encuentro para ese momento fue un boliche de Capital Federal.

Debo reconocer que ella desde el primer momento me cayó súper bien, pero a mí me daba la sensación de que no era recíproco.

Esa sensación se fue despejando a medida que fuimos conociéndonos, hasta que logramos ser muy buenas amigas.

Siempre nos juntábamos en su casa a hacer algunas previas. Aprovechábamos en el grupo de cross que teníamos a usar su departamento, ya que ella vivía sola. Era la envidia de todas.

Ella sabía que yo vivía con mis papas, con lo cual siempre era muy hospitalaria conmigo. Intercambiábamos ropa, nos contábamos nuestras historias, maquillaje, etc.

Esas previas con el resto de las chicas cros que iban a su casa, no sólo incluían unos tragos, sino también compartir lindos momentos entre personas que teníamos gustos muy similares.

A mi criterio, Maia era la más linda del grupo. Ella siempre me elogiaba a mí, pero yo siempre creí que ella era más bonita y con mejor cuerpo.

Ella no compartía mi pensamiento, porque decía que todos los chicos que ella conocía le iban a preguntar por mí.

Debo reconocer que en parte tenía razón. Ella me presentó muchos chicos con los cuales terminé saliendo. Hasta le usé su departamento de telo en más de una oportunidad.

Ella era más arriesgada que yo. No tenía problemas en ir a la casa de alguien que conocía esa misma noche, hacerlo en un auto, lo que venga. Creo que eso también le jugaba en contra con algunos chicos, ya que la tenía catalogada como “demasiado fácil”, y la dejaban para lo último digamos… si no tenían suerte de levantar a otra cross o travesti.

Entiendo que tampoco le jugaba a favor el hecho de que ella contaba todas sus encamadas a todo el mundo.

Cuando nos juntábamos con el resto de las chicas, era normal que la primera hora de reunión estuviera dedicada a escucharla a Maia contar como la habían cogido con lujo de detalles.

Era súper zarpada. Con las chicas nos mirábamos entre nosotras como no queriendo creer que era verdad lo que contaba, una chica cross súper liberal, mente abierta, realmente admirable por momentos.

Nuestro mundillo es muy pequeño, y también de mucha envidia. Creo que al ser ella tan explícita y quizás poco reservada, hacía que le costara tener a algún chongo de manera estable.

Pero esa suerte de Maia cambió cuando conoció a Cristian.

Yo siempre supe que moría por él. Estuvo siempre atrás, pero el pibe no le daba bola. No paraba de hablarme de él, que había conseguido el celu, el Facebook, insta, todo!

Obvio que siempre la alenté a que en algún momento se le iba a dar, pero ella quería algo más que un garche con él. Estaba enganchada con el pibe.

Yo a Cristian lo conozco de los mismos lugares non santos que a los que iba Maia conmigo, y precisamente Cristian no era un santito.

No sé cómo consiguió mi teléfono (algo que casi nunca paso), y comenzó a escribirme. Al principio le respondí con buena onda, pero se empezó a poner intenso.

No solamente en cuanto a la cantidad de mensajes, sino también en cuanto a sus intenciones.

Obvio que empezó a mandarme fotos de su verga, fotos de él desnudo, etc., y a decirme que quería verme, estar juntos…

Ya sé lo que quieren saber… como está Cristian, no?

Es un machazo. Morocho, grandote… debe medir algo así como 1.85 m. Si bien no es muy musculoso, es un pibe que evidentemente se cuida y le preocupa su cuerpo, muy fuerte el hdp jajaj!!!

En las fotos también parecía súper pijudo, pero yo desconfío de las fotos. Hoy todos son especialistas en hacer parecer que tienen tremenda garcha y después no es tan así. Son unos genios del photoshop.

La realidad es que como yo sabía que Maia estaba re caliente con él, terminé bloqueándolo. Y paralelamente Maia contándome que se estaba hablando con Cristian, y que estaban por concretar algo.

Evidentemente había tomado la mejor decisión al alejarme de él, y no tener ningún tipo de contacto, siquiera telefónico.

En conclusión, efectivamente Maia empezó a salir con Cristian. Y aparentemente todo iba re bien. Muestra de eso, fue que los primeros encuentros que tuvo con él, los conto con detalles en el grupo con las chicas en las previas que hacíamos.

Debo ser sincera, me daba envidia sana al escucharla como se comía la pija de Cristian, pero por otro lado me ponía muy contenta verla bien a mi amiga. Hacía tiempo que buscaba estar con alguien bien, con buena cama, lindo cuerpo, mejor verga, y aparentemente algo estable.

Ella dejó de salir algunos fines de semana con nosotras, medio como que se alejó y perdí contacto tanto personal como telefónico por algunos meses, no más de tres o cuatro. Parecía que sus cosas iban viento en popa.

Hasta que un día, me entra un mensaje de ella. Realmente me sorprendió y me puso contenta, pero por otro lado pensé que se había peleado con su chongo.

Empezamos a chatear, y arreglamos para vernos a charlar y chusmear un rato a solas.

Fui a su casa un día de semana –atípico para nosotras, y de nene-, y nos matamos de risa charlando, recordando momentos. Me contó que estaba a full con Cristian, muy enganchada, más que nunca.

Hasta acá todo normal. Sabía que había algo por venir. Y así fue.

Entrada más en la charla, me empieza a contar que con Cristian si bien estaban muy bien, quería retomar salidas, hacer cosas nuevas, airear la pareja… y había pensado en mí… chan!

Sabía por donde venía la mano… pero me hacía la re boluda.

Para no darle más vueltas…estaban pensando en un trío… sumando otra chica cross, y habían pensado en mí.

Si bien mi primer reacción fue una carcajada, ella me miró fijo, fuertemente, como algo enojada.

-Mai, estás loca!?!? Que me estás diciendo!?!

-Pensamos en vos Naty… sabés que creo que sos la más linda del grupo y la más sexual. Además nos conocemos mucho y nos tenemos súper confianza amiga.

-Mai, pensamos, pensaste, o lo pensó Cris?

-Fue entre los dos, lo venimos charlando desde casi el inicio de nuestra relación.

Mientras me hablaba sabía que me mentía. No era idea de ella, era idea sin dudas de Cristian. No quiero sobrevalorarme, pero creo que estaba usando a Mai para llegar a mí, al menos eso me parecía.

Mi primera respuesta fue NO. Cambié de tema, aunque luego que me fui de su departamento continuó con su estrategia de convencimiento.

Me volvió loca por dos semanas. Hasta me calificó de mala amiga por no acceder.

Me invitó nuevamente a su casa, accedí hasta con algo de enojo. Volvimos a charlar, y accedí, solo por ella.

Juro que sólo por ella. Me dijo que Cristian estaba disperso con ella, que era una forma de salvar la relación. Pobre, la estaba manipulando.

-Mai, que es lo que quieren hacer? Como es la historia?

-Nada del otro mundo amiga. Un trío, caricias, besos, jugueteos, manos, calentura, jaja!

-Pero yo que onda? Que hago en el medio de ustedes? Entendé que es raro para mí. Vos no dejas de ser mi amiga y él tu chico.

Debo aclarar antes de seguir, que con Maia habíamos tenido algunas fiestitas, pero nunca nada entre nosotras, más allá de transar y matarnos a besos.

-Naty, vos sólo como que acompañarías. Nos acaricias a los dos, nos podemos besar libremente entre los tres, tocar, y… sino te jode… yo no tengo drama de que le chupes la verga a Cris…

-Mai… estuviste tomando??

-Ya está hablado! Cris no tiene drama. Me dijo que un pete a dos bocas con nosotras lo mataría.

-Yo no te puedo creer! Porque estoy aceptando!?

-Jajaja! No seas cagona amiga! La vamos a pasar bien! Olvidáte!

-No se… lo conozco a él, es tu chico…

-No va a pasar de eso… en realidad la idea es que nos calentemos los tres, y vos más onda voyeur, no tanto participativa. Obvio que vas a tener que petear puta!!! Jajajaja!

-Estas re loca Mai…. no sé en que me meto…

-Eso es un sí, no? Lo hablo con Cris y ultimo detalles… te aviso!

Si, había aceptado, pero debo decir, con gran culpa. Reitero, no quiero sobreestimarme, pero Cristian estaba usando a Maia para llegar a mí, es mi humilde opinión.

Y yo no quería que mi amiga pierda a la persona que le estaba haciendo bien, o al menos eso parecía. Por eso accedí.

Me informaron fecha y lugar (obviamente depto. de Mai). La idea era vestirnos ahí, y tomar algo como para descontracturar.

Y así fue. Como Maia me conocía muy bien, no la iba a defraudar en cuanto a mi look. A ella le gustaba cuando me vestía de negro. Me llevé un conjuntito negro de ropa interior con push up porque soy muy chatita, tacos, y un vestidito muy cortito, como dejando imaginar el comienzo de mis nalgas.

Maia estaba hecha una diosa.Siempre me pareció muy bonita, desde que la conozco. Taco aguja mal, un jean roto no sólo adelante, sino también que dejaba ver algo de su cola, y un topcito blanco. Una bomba!

Cris estaba muy lindo también, más sencillo obvio. Jean, remera blanca al cuerpo, y unas zapatillas muy tranqui.

El no paraba de mirarme. Eso me intimidaba, sentía como que Maia podía llegar a sospechar algo raro o enojarse.

Pero como la veía tomar, creo que no iba a suceder. Ella es de ponerse “alegre” digamos tomando algún vinito o champagne. Yo no soy de tomar alcohol.

No habrá pasado una hora de charlas, tragos y coqueteos, que Mai rompió el hielo…

-Vamos a la habitación así estamos más cómodos?

-Dale! Naty viene también?

Entre los dos medio como que se reían, y yo como una pelotuda muy nerviosa.

Fuimos a la habitación, y de una Maia nos agarra a Cristian y a mí y empieza a besarnos como loca. Cristian se une a la iniciativa de Mai, y yo medio como que retraída.

El con sus manos ya empieza a tocarnos a ambas la cola, pero sin dejar de repartirnos besos un rato a cada una.

Mientras que Cristian nos aprieta las nalgas fuertemente con sus manos, nos pide a Mai y a mí que nos besemos, y eso hicimos. Debo confesar que comencé a liberarme a partir de ese momento, y que la situación ya no me disgustaba tanto.

Además fui con la tranquilidad de que las reglas había sido claras con Mai. De hecho ella las había planteado… besos, franela, caricias, tocarnos, y hasta chuparle la verga a Cristian estaba todo OK.

La situación fue avanzando, hasta que entre los tres nos ayudamos a sacarnos toda la ropita. El quedó en bóxer, Maia sólo con una tanga y yo con mi conjuntito de ropa interior negra.

Ya desnudos nos tiramos como muertos en la cama. Ya no se distinguían los cuerpos, las manos, las bocas, las lenguas. Era todos contra todos, y con mucha temperatura.

Maia a todo esto, cuando me cruzaba alguna mirada se sonreía, como asintiendo mi accionar.

Crisitan boca arriba recibiendo mis besos, mientras Maia fue bajando a descubrir su miembro, el que ya se mostraba erecto por debajo de su bóxer.

Noté que Mai lo había dejado totalmente desnudo, y se le había prendido a chupar la verga, pero yo no podía bajar la mirada para testear, ya que estaba meta beso de lengua con el machito de mi amiga.

Cristian me tomaba con uno de sus brazos por detrás, apretaba una de mis nalgas con su manaza, y buscaba con su dedo mayor hurgar en mi cola. Eso ya no estaba en los planes ni en el reglamento hablado con Mai, pero nada dije mientras encontraba mi agujero.

Mai desde abajo, sin dejar de chuparle la pija a Cris, me agarra mi mano derecha y me la lleva a la verga del chongo, para que se la agarre. Era momento de testear si lo que había visto en las fotos que me había mandado Cristian, se condecían con la realidad. Y no había sido photoshop, jeje!

Alta tranca tenía el hdp! Hermosa verga, con venas muy marcadas. Parecía una pija con várices jaja!!!

Mientras me encargaba de pajearlo, Maia bajó aún más y comenzó a comerle los huevos, y algún que otro lengüetazo en el culito también seguro le daría… conociendo lo puta que es…

En un momento escucho la voz de Maia…

-Vení, bajá, ayúdame.

No rechacé el convite. Ella me dejó el lugar necesario para adueñarme de la chota de su macho. Ella la había dejado dura como una estaca, con lo cual mi trabajo era sólo disfrutar ese pedazo de carne erecto en mi boca.

Mientras yo se la chupaba, entre ellos algo se decían en voz baja, que no llegué a escuchar. Pero supuse que hasta ahí mi trabajo estaba completo, como lo habíamos pactado.

Cristian en ese momento me toma con sus dos manos por detrás de mi cabeza, y comienza a hacer movimientos con su pelvis, como cogiéndome la boca, mientras besaba salvajemente a Mai.

Yo sólo me limité a tratar de bancar esa embestida de esa pijota en mi boca, y con las palmas de mis manos, apoyarlas en el abdomen de Cris para hacer fuerza hacia atrás y no atragantarme, a pesar de no lograrlo más allá de la fuerza que hacía.

Era claro que la calenturanos había superado a los tres, pero eso habilitaba a incumplir lo pactado?

Maia vino a mi rescate, pidiéndome que me ocupe de los huevos de su macho.

A todo esto Cris ya estaba parado al borde de la cama, yo arrodillada a su frente comiendo huevos, y Maia haciendo un gran trabajo en el glande y tronco de la poronga de su macho.

Todo hervía. Mucha calentura. Tal es así, que mi amiga en un momento, ofreciéndome con sus manos la verga de su macho me dijo…

-Chupála despacito… que sentís? Adiviná?

-Tiene gustito a líquido preseminal… está por acabar ya este pibe?

Juntas comenzamos a reírnos, creyendo que teníamos cocinado a Cristian. Sin dudas que ya la punta de su pija emanaba dosis de líquido preseminal. El sabor era inconfundible.

Pero yo no conocía sexualmente a Cristian, e hice mal en subestimar su capacidad de resistencia sexual.

Debo reconocer que a este punto, estaba tan caliente y pasándola bien como Mai y Cristian. Estaba liberada, con ganas de seguir jugando. Pero todo se iba a enrarecer.

Y lo digo porque si bien Mai y yo habíamos planteado reglas de juego, evidentemente ella no las había consensuado con su chico, y eso iba a ser un problema, un gran problema.

Y es que en un momento Cristian me pidió que me pare, me puso en 4 patitas al borde de la cama, y mientras mi amiga no dejaba de sobarle la verga, empezó a darme una chupada de chulo brillante, la que era un baile sincronizado de lengua, dedos y escupitajos en mi ojete.

Yo lo único a que atinaba era a agarrarme fuerte de las sábanas, y a arquear bien mi espalda para que este machazo no tenga inconvenientes en meter bien profundo su lengua en mi cola.

A todo esto yo no sabía nada de la reacción de Maia, ni de sus expresiones. Ella estaba detrás de mí, prendida a la verga de su macho, en un trío que ella me había pedido de hacer. Creí que estaba disfrutando tanto como yo, pero más adelante me daría cuenta de que no.

En un momento advierto que la chupada de cola de Cristian iba más allá. No era una simple manipulación de mi cola a lengüetazos, sino que evidentemente me estaba preparando el orto para que pueda alojar en él su pedazo.

Mis sensaciones eran encontradas. Por un lado dudas en cuanto a lo hablado y pactado con Maia, por otro, mis ganas de tener dentro de mi orto semejante tronco venudo. Quería esa pija con várices como yo la había bautizado, dentro de mi cola.

Obviamente que en ese momento, mis dudas dejaron de ser dudas cuando sentí un suave apoyo en mi asterisco de la cabeza de la chota de Cristian… y para ser sincera… al natural, sin forrito.

Lo único que atiné fue a agarrarme más fuerte de las sábanas, arquear bien mi espalda, separar mis rodillas y relajar mi abdomen, para recibir plácidamente tremenda poronga.

Con el rabillo del ojo veo como Cristian pone sus pies arriba de la cama, al costado de mi cuerpo, para clavarme bien desde arriba, flexionando sus piernas.

Me toma con fuerza por la cintura con sus manos, también para ayudarse a sostener esa posición tan placentera, pero también tan exigente físicamente. No iba a ser un problema para él. Era un tipo muy atlético. El problema iba a ser mío para bancarlo.

Con suaves empujones, comenzó a meter centímetro a centímetro la verga en mi cola, sin forrito, a pelo.

Mi sensibilidad en mi cola me permitía sentir como su cabeza iba avanzando pliegue a pliegue mi culito, muy suavemente, sin violencia, hasta alojarlo en su totalidad, chocando su abdomen contra mis nalgas, muestra ello de que estaba enterrada hasta los huevos.

Y Maia? En silencio, sólo limitando su intervención a mirar y a acariciar mi espalda, seguramente percibiendo ella de ésta forma que semejante penetración, había puesto mi piel de gallina.

Cristian intensificó el garche. Como un auto, a medida de que avanza al subir sus cambios de velocidades… primera… segunda… tercera… cuarta… quinta… y Cristian era un auto de alta gama… tenía sexta velocidad… y así me lo hizo saber con sus pijazos.

Una mano en mi cintura, la otra mano de Cristian apretando mi cuello y mi cara contra el colchón de la cama… y la pija remachando y remachando.

Me sentía liberada completamente. Eso hizo que pudiera gozar, quejarme ante cada empujón de pija en mi cola, pedir más, lloriquear ante cada sensación de dolor, relajar mi esfínter ante cada sensación de placer.

Si bien había perdido noción del tiempo, mi cola me hacía saber que hacía tiempo que la estaban bombeando con demasiada intensidad. Creía que Cristian no iba a acabar nunca… me había engañado el sabor a líquido preseminal cuando se la había estado chupando… una falsa alarma.

Si bien estaba gozando como una perra, paralelamente me estaba haciendo mal la cola. Ante cada retiro hacia atrás que hacía, me llenaba de aire la cola, la que me hacía sonar cuando volvía a enterrar la chota con fuerza.

El olor a sexo invadía la habitación. Cristian totalmente sudado, con la lechita a punto de venirse como regalo a través de esa hermosa pija que hasta ese momento era propiedad de Maia, mi amiga.

El comenzó a preguntarme si quería la lechita… con vergüenza y en voz baja respondía que si…

-La querés adentro de la colita puta? Me preguntaba

Yo apenas murmuraba… y sólo de mi boca salían gemidos y quejidos ante cada vergazo.

Es ahí que vuelvo a escucharla voz de Maia, diciéndole que nos acabe en la cara.

Creo que Cristian no estaba tan convencido de eso. Su cuerpo y no bajar la intensidad del garche mostraban lo contrario. El muy hijo de puta no tenía pensado dejar de garcharme hasta que sintiera la leche en la punta de la pija.

Y así fue. Y es ahí que terminé de hacer macanas con Maia y faltar al pacto que habíamos tenido en cuanto hasta donde iba a llegar cada uno en su intervención en ésta experiencia.

Cuando sentí que Cris me sacó la verga de golpe del culo, pegué un salto giratorio cual gato, como si Maia no estuviera presente, y me volvi a arrodillar frente al macho, prendiéndome de tal forma a la verga que anulé por completo a Maia.

Cristian volvió a sostenerme con ambas manos por detrás de mi cabeza, haciéndome tragar su verga de golpe, y mamarla hasta deslecharlo por completo.

Juro que podía sentir claramente en mi boca el sabor de su leche, su carne dura irritada por la penetración, el sabor de mis heces con algo de sangre alojadas a lo largo del tronco de su verga.

Mi calentura hacía que lo único que mis ojos veían era una hermosa verga bien jugosa escupiendo leche… leche que era el logro de mi cola trabajando y aguantando el rigor del macho… era la única que se merecía tomarse la lechita en esa habitación.

Todo fue calentura hasta que Cristian se desplomó en la cama… yo arrodillada totalmente ultrajada, con unos pocos signos de acabada en mis labios que no llegué a poder tragarme, y más a un lado Maia… estupefacta, su rostro algo desencajado, sin dudas enojada.

Se levantó y sin mediar palabra se fue al baño. Al sentir el golpe de la puerta cerrarse, Cristian se reincorporó y aprovechó para refregarme la verga por mi cara, y empujas los últimos rastros de semen dentro de mi boca, para luego sellar todo con un beso de lengua entre ambos.

También fui al baño, me cambié y guardé mi ropa de nena en la mochila. Sentí que era momento de irme para evitar algún diálogo incómodo.

Saludé a Cristian, Maia bajó a abrirme y me saludó con un beso, pero seria, como incrédula por lo que había visto y vivido, enojada seguramente por mi accionar y el de su chico.

Por un lado me sentí culpable, pero creo que ella también es responsable por lo sucedido. Si bien no nos hablamos más -ni siquiera por mensaje-, creo que charla mediante, podremos volver a ser grandes amigas, como lo éramos.

Por comentarios de amigas en común sé que sigue saliendo con Cristian, pero todas las chicas saben que la caga con toda cross o travesti que se le cruza. No sé hasta cuando seguirán juntos… eso ya no es tema mío.

Gracias por leer mi relato y nos vemos prontito!!! Besos!!!

NATY.-

(9,50)