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Anal a mi exquisita suegra
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Ya es la quinta historia o sexta oportunidad que tengo la dicha de escribir las anécdotas con Diana, el monumento de mujer que es mi suegra. Dios que mujer! Diana mi suegra estaba hecha una diosa el día del cumpleaños de mi esposa, ella llegó como todo día de fiesta: arreglada y hermosa, su vestido ceñido que desequilibraban mi paz, sus tacos que realzaban lo espectacular de sus pantorrillas, aquellas que soñaba con tener en mis hombros más de una vez; a cada instante que salía a bailar con cuanto familiar cayó en la fiesta me quedaba intentando descubrir el tamaño del calzoncito que traía puesto, imaginaba esa conchaza bien depiladita donde más de una vez naufragué mi lengua…

No me aguante y en un momento que mi esposa se distrajo saque a bailar a mi diosa, ella me dio la mano y empezamos a bailar un merengue bien sabroso, tan sabroso como sus bellos labios, la gire de lado a lado y en cada paso pasaba mi mano por su cinturita, yo tenía mi pene totalmente duro y mojadito, imagino que ella también traía sus labios ya abiertitos pues se mojaba mucho conmigo, siempre me decía: “Me encanta lo rico que resbala tu pene mi amor”.

Pero el problema: mi esposa y entonces se me ocurrió embriagarla y aprovechar lo tarde de la noche para invitar a Diana a quedarse a dormir en la casa, total, su esposo está de viaje así que más segura estaba con nosotros…

Serían las 3 am y mi esposa ya estaba que se caía de tanto beber, Me acerqué y le dije: “amor te acuesto? Yo despido a los invitados,” ella accedió, se sabía muy mal y antes de dar espectáculos decidió dormir…

La lleve, la cambie y me quede mirando su rica conchita, depiladita tal como la trae su mamá, pero esta noche no la disfrutaré, hoy toca la mujer más sabrosa: su mamá.

Propuse a Diana quedarse en el cuarto de invitados y ella ni corta ni perezosa dijo “Si mí amor”.

Ella ingresó y le dije vengo en 30, terminaré de despedir a los demás, pasaron los minutos y entonces me acosté al lado de mi esposa, vi que ella estaba más dormida que la bella durmiente y le dije: “A lo mío!!!”

Me levante y sin hacer ruido llegue al cuarto de invitados, le lleve una pijama de mi esposa a Diana. Ella estaba ya desnuda en la cama tapada con las sábanas, ni bien entre me jalo de la mano y trenzó su lengua a la mía, mientras desabotonaba mi pantalón y mi camisa. Al bajarme el pantalón mi pene parecía una lanza, me bajo la trusa y empezó a chuparlo tan rico como solo ella lo sabe hacer: lo pajeaba tan rico mientras su boca chupaba la cabecita y su otra mano acariciaba mis bolas, su lengua bordeando mi pene me tenía al borde de eyacular, quise escaparme pero ella chupaba y mamaba tan rico que no lo hice, me deje llevar unos minutos más y entonces paso: mi semen inundó esa boquita tan rica, mientras salía mi leche ella mamaba más fuerte, que rico lo hace esta hembra…!!!

Me recosté a su lado mientras le decía lo hermoso que estaban sus senos, me dijo: “Chúpalos, cuando los chupas me haces terminar bien rico”, empecé a chuparlos y masajearlos a la par que ella pajeaba mi pene, el que no tardó en pararse nuevamente y entonces empezó la acción de nuevo: me subí encima de Diana y ella abrió sus piernas, mi boca pegada a sus riquísimas tetas que traían los pezones marrones y durísimos, sus manos buscando meter mi pene en su conchita y logrando su objetivo, resbaló tan rico y entre dentro de tremenda hembra, mi pene estaba durísimo, como solo ella sabe ponerlo, empezó a besar su boca y a mover mi pene en esa delicia de concha, primero lento, suave, y mis manos disfrutando de las piernas y nalgas de esta diosa…

Note que estaba muy mojada, me dijo: “Destrózame amor”, palabras mágicas, entonces empecé, subí sus pantorrillas a mis hombros, la luz prendida y el espejo del tocador me regalaban un súper paisaje al que tomé mil fotos con mis ojos, Diana estaba piernas al hombro con toda las verga adentro, Dios, que bien quedaban esas ricas pantorrillas en mis hombros…!!! Empecé a meterlo con mucha violencia, entraba todo mi verga y cuando entraba al fondo le metía un pequeño empujoncito más que terminaba de arrecharla. Ella gemía rico y decía: “que rico, sigue”, empecé a reventarle la concha con mi pene y no la solté hasta que la sentí terminar con mi verga dentro, como sudaba mi hembra…! Al tiro la puse en cuatro y le arqueé la espalda, cogido a sus caderas empecé a reventarle la concha, ella gemía más fuerte, como le gusta mi pinga a esta diosa…

La embestía como si fuera el fin del mundo… Creo que se me paso la mano, le jalaba el pelo mientras la penetraba, mi pene entraba todo, jamás había penetrado así a una mujer, ella estaba caliente y entonces decidí vaciarme en esta concha que es la más deliciosa del mundo, mi semen salió como agua de manguera de bombero, ella terminó junto conmigo, arañando mis piernas y gimiendo muy rico!!

Apenas terminamos la puse de pancita, sentí que debía vaciarme en su anito y lo haré, baje a sus nalgas y empecé a besarlas nuevamente, las abrí con ambas manos y vi su rico ano donde más de una vez enterré mi pene, empecé besando su entradita y metiendo mi lengüita en su ano al mismo tiempo que masajeaba su clítoris el que sentí crecer a buen tamaño, después de sentir su anito dilatando acerque mi verga y la ensalivé empezando a meterlo muy suavemente mientras ella apretaba las sábanas con todas sus fuerzas, la levante y la coloqué en cuatro, empecé a destrozar nuevamente el culo de esta diosa, a la par que masajeaba su clítoris con una mano, entró todo mi pene, ella gemía y se movía como toda una perra mientras presionaba su conchaza, pensé, debo terminar de una vez y así lo hice, empecé a vaciarme en el ano de Diana mientras le arrancaba el cabello y presionaba su chuchaza, que rica vaciada me metí con esta perra tan rica, tan arrecha y tan rota, la volteé y la bese trenzando mi lengua a la suya y me pidió llevarla mañana temprano a su casa donde tiraríamos otro rico polvo, pero eso es algo que otro día les contaré, me voy antes que mi esposa se dé cuenta que me tiro a su exquisita madre, y de paso a ver si también me la puedo tirar un poquito más también a ella, como me desequilibran las conchas morenas y depiladas…!!!

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