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Aristocrazy

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El día en la oficina fue tranquilo, salí a tomar un café y al volver tenía un sobre negro en la mesa.  Lo primero que hice fue abrirlo y leerlo, solo una sucinta frase; "habla con María y muéstrale el sobre". Es curioso porque María es mi jefa y me parecía raro lo que estaba sucediendo así que me dirigí a su despacho. Toc Toc, un adelante con voz femenina responde desde el interior.

-Hola María, acabo de recibir esto y me resultó curioso, no sé si te suena...

Ella me observa y coge el sobre junto con la nota; sus ojos leyeron varias veces la nota para terminar diciéndome:

-vamos fuera a tomar algo; tengo algo que contarte.

El misterio rodeaba sus palabras opté por acceder y salimos.

Ya en una cafetería y frente a dos humeantes tazas de café me comentó que conocía a cierta gente, los mencionó como un círculo, una sociedad paralela y que tras haber hablado ella de mi, sentían curiosidad por conocerme. Me aludió que eran reuniones donde se rendía culto a antiguas divinidades, y próximamente sería la de Baco. La miré a los ojos; mis ojos reflejaban sorpresa, yo pensaba que esto pertenecía a novelas o películas pero no al mundo real. Ella me alude que el que se hayan interesado por mi es un privilegio que me proporcionará beneficios a futuro. Gente poderosa con medios; que juegan con las vidas de otros.

Mi mente era un torbellino donde mis pensamientos se sucedían vertiginosamente, la dije que seguiría adelante, ella seria guía en esta nueva experiencia.

-Este sábado se celebrará la reunión; coincidiendo con la luna nueva, te recogeré en tu casa, imprescindible traje negro y una máscara, pero de esta yo me encargaré. Yo acepté dejándola a ella indicarme los pasos y tempos a llevar.

Una vez en casa, mi mente se había quedado anclada en lo que me había ocurrido, pero con una curiosidad que me empujaba a seguir adelante.

El día señalado llegó permanezco frente al espejo ajustándome la corbata, también negra como el resto de mis prendas. El móvil sonó y bajé al portal donde me esperaba mi jefa en su coche. Entre en él; me saludó y me entregó una máscara de estilo veneciano, tras un silencio prolongado, este se rompió con un escueto:

-tranquilo yo te guiaré.

Mientras el vehículo avanzaba por la noche; adentrándose en una urbanización donde las mansiones iban apareciendo, bordeadas por grandes setos de granito y vegetación. Tras varios minutos al fondo apareció una gran puerta donde el vehículo se internó, coches de lujo repartidos a ambos lados del acceso daban una imagen de qué tipo de gente habría dentro. Nos detuvimos, un aparcacoches tomo las llaves y ambos accedimos al interior de la mansión...

Continuará...

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