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Asistencia técnica a domicilio

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La vida transcurría con cierta monotonía.  Diferentes trabajos me fueron llevando cada vez más hacia las computadoras, justo en el momento en que se hacían más populares (en los primeros años de Internet) y mi especialización era cada vez mayor. De a poco, comencé con un "cliente" que me recomendó a otro y así... me encontré con un buen ingreso al margen de mi trabajo "oficial" que al poco tiempo abandoné. Comenzaba la independencia laboral...

Así conocí mucha gente entre ellas a Vivi quien vivía más o menos cerca de mi casa, de camino a un cliente importante que tenía... Era no muchos años mayor que yo y dueña de un cuerpo "normal". O sea, era linda y muy agradable, con un buen cuerpo, pero ni una modelo ni una actriz porno. Consiguió mi numero por alguien conocido de ambos y me llamó para pedirme ayuda con un problema en la configuración de su modem 56K (hagan cuentas de la época). Como estaba cerca, quedamos en vernos la tarde noche siguiente en su departamento. Vivía sola.

Puntualmente llegué. Un dos ambientes muy bonito y luego de los saludos me contó con más detalle su problema aunque la explicación no era suficiente. Le pregunté dónde estaba el equipo... que obviamente estaba en el dormitorio porque no lo veía en la habitación donde estábamos.

Como no había mucho espacio, estaba sentado en los pies de su cama viendo la pc con ella a mi lado. Le conté que estaba haciendo, por donde podía pasar el problema, etc. etc. Trivialidad. Si la noté un poquito nerviosa al hablar, ese tipo de inquietud que nos damos cuenta que puede derivar en una potente tensión sexual que la habitación tendría que contener. Me acerqué un poco más a ella al explicarle y notamos como nuestra respiración se hacía más y más agitada.

Nada como el mouse de una pc para tomar su mano como "al descuido"...

Le pedí que use la pc normalmente para ver si algo "podía estar mal" y mientras lo hacía pasé mi brazo por detrás de su espalda, casi abrazándola. No lo rechazó y por el contrario, parecía estar a gusto. Pensé que ya estaba el camino libre. Sin embargo, cuando la tensión era máxima dio por "terminada" la visita. Un breve diálogo (se la notaba muy agitada), saludos y quedamos en hablarnos.

Así pasó el primer encuentro.

La mañana siguiente la llamé temprano (habíamos hablado de nuestros hábitos y horarios) con la excusa de saber si todo estaba bien con el modem; le dije que había encontrado una nueva versión del driver y si podía pasar para terminar "el trabajo". Me preguntó si podía ser ahora... y allá fui. Obviamente a ninguno de los dos le preocupaba el modem, internet o Windows.

Toqué el portero eléctrico, llegué a su departamento. Golpeé suavemente y me abrió... y que sorpresa me llevé!!!

Pero se las dejo para el siguiente relato... noooo... no los voy a dejar con la intriga.

Entreabrió la puerta, no mucho, y la vi... estaba con un hermoso camisón muy corto, bastante transparente que dejaba entrever su ropa interior. Su cara de recién levantada lucía radiante. Estaba muy linda. Entré rápidamente (por los vecinos) y tarde 1 segundo en besarla... demasiado tiempo.

Nos acariciamos apoyados en la puerta. Ya estábamos ardiendo. La tomé en mis brazos, ella cruzó sus piernas por detrás (un abrazo como de koala) y fuimos al dormitorio. Nos sacamos la ropa mientras mi mano buscaba su vagina, aunque no depilada por completo si muy cuidada. Y primero un dedo... luego otro mientras seguíamos besándonos alternado sus pechos y la boca.

Ya desnudos, puse la cabeza entre sus piernas y comencé un hermoso juego de lengua vs clítoris. Esos juegos donde ganamos ambos... El sexo invadía su habitación y cuando intenté penetrarla me pidió que lo hiciera con cuidado. Ahí me di cuenta que hacia bastante tiempo que no tenía acción.

Lentamente la penetré y comenzó a gemir y cada gemido aumentaba más mi calentura en un círculo sin fin. Los orgasmos y los polvos comenzaron a sucederse rápidamente. La habitación explotaba. Nuestros cuerpos también.

En una "pausa" me desparramé sobre la cama y ella comenzó a chupármela. Lo hacía muy bien, no era una profesional, pero me llenaba de satisfacción. Sin querer miré el reloj: debía avisar a un cliente que cancelaria una reunión. Vivi lo entendió y me dejó hablar aunque mientras conversaba siguió chupándolo... cada vez mejor. Les aseguro que es bastante difícil concentrarse en una situación de este tipo, ya estaba a punto de acabar y no podía terminar la charla. Su lengua solo me permitía contestar con monosílabos hasta que mi leche llegó a su boca. Una imagen hermosa la de su boquita chorreando un hilo de semen mirando a los ojos con una sonrisa.

Así seguimos un rato más hasta que ya teníamos que continuar con nuestras ocupaciones.

Hubo más encuentros con ella, muy hermosos, pero que les contaré próximamente.

Saludos.

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