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Caperucita y el hombre lobo (Capítulo I)

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Han pasado ya 23 años desde aquel primer encuentro, hasta entonces nadie en el pueblo sabe ni se imagina de los gustos y deseos oscuros que esconde Caperucita. En un abrir y cerrar de ojos pasó el tiempo y vaya que pasó rápido, aunque muchos de ustedes no lo crean Caperucita ya creció, su cuerpo cambió, sus senos se hicieron grandes, redondos, esponjosos y pezones rosados, su cadera, su cintura, su cuerpo ya tiene forma de guitarra, en su entrepierna creció el vello púbico, en resumen se convirtió en mujer y con ella un deseo y apetito sexual reprimido desde hace ya varios años, deseos y emociones que solo Caperucita libera en sus sueños húmedos durante las noches frías, su almohada es su fiel confidente y compañera sexual...

Su mente esconde un ardiente y terrible deseo, ella sabe lo peligroso de ir al bosque, ella sabe que si entra al bosque la puede ver el hombre lobo. Comentan en el pueblo que en el bosque hay un hombre lobo que agarra a las mujeres indefensas, este hace uso de su gran fuerza, las toma por la fuerza a sus víctimas y las lleva a su cabaña en lo alto de la montaña, un lugar retirado del pueblo bastante solitario. En ese lugar las encierra, las amarra, desnuda a sus víctimas y abusa físicamente y sexualmente de sus víctimas.

Estas historias que se comentan en el pueblo asustan mucho a Caperucita, pero por alguna extraña razón le llama mucho la atención y parte de su cuerpo también atraen mucho a Caperucita (se comenta que el hombre lobo tiene un pene grande de plástico el cual introduce todo a sus víctimas en la vagina hasta desmayarlas de dolor y de placer)...

Caperucita está consiente de todas estas historias que se comentan en el pueblo sin embargo, en su interior escucha una voz que le dice que debe ir al bosque, que debe conocer al lobo, que debe saber que se siente. Ella tiene en su interior una pelea entre la razón la cordura y los deseos de su cuerpo, y está dispuesta a correr los riesgos.

Siempre se imagina como sería conocer al hombre lobo, como será su cara, como serán sus manos, como será su abdomen, imaginándose y dándole forma de su cuerpo al lobo termina siempre con la vagina húmeda y los dedos dentro de ella…

Continuará.

PD: quiero saber sus comentarios estoy realizando un cuento producto de mi imaginación mezclado con anécdotas personas mías vivencias propias.

(9,20)