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Coge unas bragas y nos vamos

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Llevaban tiempo conociéndose y ya habían tenido algún encuentro, pero querían algo más que sexo.

Habían programado asistir a un concierto y ya tenían todo. El día de antes, mientras hablaban por teléfono, ella le comentó que se la había chafado el plan que tenía para esa noche, él no lo dudo y la propuso coger algo de ropa y marcharse el fin de semana juntos.

Ella aceptó y en menos de 2 horas tenían preparada una bolsa y las ganas de estar juntos. Una vez juntos, buscaron donde poder ir aunque lo importante era pasar esos días juntos.

Durante el viaje se dedicaron gestos de cariño y alguna que otra caricia picarona.

Él tenía unas ganas inmensas de tenerla entre sus brazos y no sabía cómo disimular y ella tampoco se quedaba atrás.

A mitad de camino pararon en una estación de servicio para estirar las piernas y tomar un café. Una vez fuera del coche él se abalanzó para besarla y la apretó contra el coche. Ella le siguió el juego y estuvieron un rato jugando con sus lenguas, ella también se apretó contra él y notó como su pantalón tenía un ligero bulto y se sonrió para sus adentros.

Pasaron al bar y decidieron tomar algo para descansar y fumar un cigarro. Estando allí sentados, ella le dijo que tenía que ir al baño y le recomendó que también fuera él porque quedaba bastante viaje y debían hacerlo del tirón. Así que bajaron juntos, los baños tenían una zona común y luego dos puertas que daban acceso a los respectivos baños de cada uno.

Una vez allí, en el momento que se iban a separar, ella le cogió de la mano y se lo llevó para el interior del baño de señoras. Rápidamente se metieron en uno de los aseos y le dijo: "creo que tenías un bulto por aquí", mientras sus manos le acariciaban esa zona, se arrodilló, le desabrochó el pantalón y comenzó a mamarle la polla. En un primer momento la polla estaba dormida, pero según se la iba metiendo y sacando de la boca y la lengua jugaba con su glande esta iba creciendo. Ella estuvo un rato chupando y lamiendo hasta que decidió levantarse y darle la espalda sin soltar la polla que ella misma había puesto dura y que tenía en las manos.

Ella iba con una falda cortita y solamente tuvo que subirla un poco y apartar el tanga para dirigir lo que tenía en sus manos dentro de su coño.

La primera embestida fue lenta, pensando que costaría más, pero no fue así, porque ella estaba bastante húmeda. Una vez tenía la polla dentro, sus manos se dirigieron a la pared y comenzó a moverse para notar entrar y salir el miembro de él. Ambos comenzaron a moverse y fueron acompasando el ritmo. Él estaba muy excitado. Llevaba todo el viaje pensando en ese momento y también por la mamada que le acaba de hacer, así que tuvo que parar para no venirse tan pronto. Según estaban, ella con el culo pegado a la polla de él, la abrazó y bajó sus manos por delante hasta sus labios y comenzó a masajearla y a buscarla el clítoris. Ella apretaba el culo contra el miembro de él y disfrutaba de sus dedos, hasta que su mano también se bajó a su coño y comenzó a ayudarle a masturbarla.

Tantos dedos jugando con sus labios y clítoris la hicieron venirse y tener un orgasmo intenso, pero tras recuperarse se volvió a lanzar con su boca a la polla de él para volver a chupársela. Esta vez de manera salvaje y ayudada por sus manos que le acariciaban los huevos.

Ella sabía que eso le excitaba mucho y en breve conseguiría que el también soltara su semen. En el momento que él empezó a eyacular ella se metió la polla en la boca y no paró de jugar con su lengua hasta que él dejo de correrse.

Tras esto, se colocaron la ropa y salieron con disimulo del baño para emprender camino a su destino...

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