Me encuentro en mi cama tumbada pensando en como y cuando comenzó todo, en como acabamos hablando sobre lo que nos gustaría follarnos después de tantos años siendo amigos. Llevamos años siendo compañeros de equipo en judo, nos hemos visto crecer y nos conocemos desde niños. Yo soy algo mayor que tú y nunca se me había ocurrido mirarte o pensar en ti con deseo pero ahora me tienes loca, y cada vez que te veo me pongo a 100. Me encanta ver como te cambias delante mío después de cada entrenamiento, verte todo tu dorso musculado y como se te marca la polla debajo de los calzoncillos. Me encanta cambiarme delante tuyo, tardar más de lo normal para que puedas apreciar mi cuerpo. Me encanta imaginarme que estamos solos que un día te desnudarás completamente ahí mismo y me harás tuya.
Sé que al principio yo no quería, pensaba que me vacilabas, es una amistad de muchos años y nunca te imaginé metiendo tu polla hasta el fondo de mi coño. Pero tu seguiste insistiendo hasta que un día conseguiste que consiguiera ceder y tuvimos esa conversación tan caliente por wasap en la que yo estaba super caliente:
Yo: Buah no sabes el calentón que llevo
Tu: Bueno estás en casa te puedes aliviar un poco no?
Según leí tu mensaje sabía que había empezado el juego, ya me habías liado y había caído en tu deseo completamente. Te dije que si, y tu respuesta me calentó aún más
Tú: pues hazlo pensando en mi. Piensa en cómo te estaría comiendo el coño así luego quitándote el tanga. Luego me empiezas a cabalgar ahí. Te cojo del cuello y te cambio de ritmo hasta que te corras
Diste en mi punto débil, cogerme del cuello, y sentirme dominada me pone tan cachonda que solo de pensarlo mi coño ya era una piscina.
Te envío una foto. La primera foto subida de tono que mando a alguien que conozco. Me tienes loca, solo quería follarte, pero solo podía tocarme. Mi coño está a mil, no recuerdo haber estado tan caliente nunca. Con tres dedos dentro del coño y grabándote un audio para que puedas oír como me tienes. Se me oye gemir y se oyen los jugos de mi vagina chapoteando con mis dedos. Humillada, sumisa y entregada a ti. Ojalá poderte chupar la polla, que me comas el coño y poder correrme contigo. Pero ese día tuve que disfrutar sola, con tu ayuda más allá de la pantalla. Si solo así me dejaste sudando y temblando me imagino como será en persona.
Es una situación que nunca imaginé, follar con el macho alfa del equipo, el que ya ha pasado por muchas y yo soy una más de sus garras. Me gusta. Solo pienso en el día que podamos por fin quedar y hacer realidad todas las fantasías que hemos hablado.
Estoy en mi cama tumbada, mojada y metiéndome los dedos. Pensando en ti y en el deseo de que podamos follar algún día. Contra todo pronóstico estoy a tu merced lista para que me hagas lo que quieras.