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Desesperada por mi verga
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Mónica me había fascinado, esa casada de ricas nalgas me dio una de las mejores cogidas de mi vida, después de que su amiga me contratara para que le ayudara con su depresión, ahora no la pasábamos mensajeando, deseándonos buenos días y noches, no sé cómo le hacía para escribirme en la noche que estaba su marido, pero era muy agradable y caliente.

Me mandaba fotos de ella con alguna lencería que tenía, o desnuda en su baño metiéndose los dedos, yo por mi parte le enviaba fotos desnudo o videos de mi verga dura y sacando leche gritando su nombre.

M: Que rico te vienes, ¡me gustaría sentir esa leche!

CA: Que caliente eres, ¡no sabes cómo sueño con penetrarte diario!

Así no la pasamos varias semanas, ya que por alguna razón o motivo no podíamos vernos ni salir, primero yo tenía trabajo siendo corneador y ella no se libraba tan fácil de sus responsabilidades.

Pero un viernes comenzamos a escribirnos y ella me dijo que tenía el sábado libre en la tarde noche, así que quedamos de vernos en mi departamento, le mandaría un Uber para que llegara cómoda.

M: Entonces nos vemos a las 2 de la tarde

CA: Ok nena, ¡te mando el Uber!

M: ¡Llevare ropa sexy para ti!

CA: ¡Uhm! ¡Ya muero por verte!

Yo prepare unos apetitivos y una botella de Ron, estaba ansioso esperando que llegara, tenía la verga parada de solo imaginármela desnuda recibiendo mi verga, quería que llegara ya.

Toco la puerta a los 20 minutos y por dios que se veía fenomenal, traía un minivestido negro, tacones de punta fina color negro y medias color carne, se veía riquísima.

CA: ¡Que rica te ves nena!

M: Gracias, ¡me arregle para ti!

CA: Gracias, que piernas más ricas se te ven y con esas medias, ¡me excitas mucho!

M: No sabes cómo me moría por estar contigo.

Nos sentamos en mi sofá, le serví un poco de ron y comenzamos a charlar, me conto que su marido sospechaba algo pero que ella lo sabía marear, que desde que cogimos ya no le interesaba coger con su esposo, aunque cuando lo hace, siempre piensa en mí, aunque no es igual, mi verga es grande y la de él es normal, por eso Mónica estaba ansiosa por coger conmigo.

Después de unos tragos y una buena charla, comencé a acariciar sus piernas, se sentían tan bien cubiertas por esas medias, subí mi mano y descubrí que traía liguero, lo cual me calentó, comenzamos a besarnos apasionadamente, Mónica me acariciaba la verga y mis piernas yo apretaba sus tetas y sus carnosos muslos, levantando el vestido y apretando sus nalgas duras y grandes.

CA: Que rica estas, ¡que caliente!

M: ¡quiero cometerla!

CA: ¡Pa luego es tarde!

Mónica se arrodilló y yo me baje el pantalón y la trusa, mi verga estaba medio firme, pero escurría fluidos de excitación, Mónica la tomo con sus dos manos y comenzó a sobarla con delicadeza, mientras sus manos subían y bajaban le daba uno que otro beso, lo cual me ponía más cachondo, luego con su lengua lamía desde mis huevos hasta mi glande, no dejaba ni un solo cm sin lamer, se quedaba pegada en la cabeza lamiéndola aceleradamente, luego abrió la boca y se la comenzó a tragar como cuando una víbora se come a su presa!

M: ¡Que rica esta!

CA: ¡Guau!! ¡Que rico lo haces, uhm, como tragas!

M: ¡Tengo hambre! Tu rico animal apenas me va a llenar, ¡uhm!

CA: Continua nena, ¡uhm!

Se detuvo un momento para ponerse de pie y quitarse el vestido, no traía tanga ni brasear, solo sus medias y su liguero, ¡se veía espectacular!

CA: Me encanta tu cuerpo, ¡que rico te depilaste!

M: Me puse así para ti, ¡espero te guste!

Me puse de pie desnudándome completamente y comenzamos a besarnos, le mordía sus carnosos labios, ella me apretaba las nalgas y me arañaba la espalda yo lamia sus tetas, le apretaba sus ricas nalgas y acariciaba sus piernas que con las medias se sentía fenomenal.

Después de eso Mónica volvió a arrodillarse a chupármela, yo estaba de pie y mi verga estaba ya bien dura, ella lo tragaba enterito hasta casi ahogarse, luego lo colocaba en medio de sus tetitas dándome un rico masaje mientras su lengua lamía mi glande.

CA: ¡Uhm, que rico!

M: Uhm, que rico sabe, uhm, ¿te gusta bebe?

CA: ¡Me encanta, uhm, uf!

La tome de la cabeza y comencé a meter mi verga con fuerza, ella no me limitaba me movía rápido ahogándola, ella ponía los ojos en blanco, pero no dejaba que me separar de su boca, ¡sentía que llegaría así que me acelere hasta que finalmente terminé corriéndome dentro de su rica boca!

M: ¡Uhm!! ¡Que rico, agh!

CA: ¡Oh! que rico, uhm, cómetela uhm, ¡cómetela!

M: Sabe riquísimo, dámela toda, ¡que rico sabor tiene tu elche bebe!

Después de que me hizo venir en su boca la levante y nos besamos apasionadamente, no me importo que su boca un tuviera mi semen, quería sentirla y así besándonos la lleve a mi cama, ¡la cargue y la acosté levantando sus piernas y comenzando a sobar su vagina!

M: ¡Uhm!, ¿me la vas a comer?

CA: Que rica la traes, depilada y húmeda, ¡claro que me la comeré!

Me agache y comencé a besarle los muslos mientras acariciaba sus piernas, las medias me tenían súper cachondo, enrolle mi lengua y comencé a metérsela moviéndola rápido, la casada solo se retorcía y me acariciaba la cabeza.

M: ¡Así que rico, uhm!

Suspira, gemía y me pedía que no parara, le mordía sus labios suavemente, le chupaba y succionaba el clítoris el cual tenía bien inflado, Mónica me tomaba la cabeza y me pedía no dejara de mamársela, yo obedecí a la infiel dándole lo que me pedía.

M: Así papi que rico, uhm, agh, jamás me sentí tan viva, ¡uhm!

CA: ¿Que rica concha, uhm, de quién es?

M: ¡Tuya bebe, uhm, méteme los dedos!

CA: ¿Y tu culo, también?

M: ¡Hazme lo que quieras nene, uhm!

Comencé a meterle un par de dedos en su vagina mientras el lamía su rico culito rosado, limpio hermosos, mi lengua entraba y salía y ahora tres dedos palpaban la vagina de la sensual casada.

M: ¡Oh! ¡Que rico, no pares, agh!

CA: ¡Amo tu culito, esta de 10!

La puse en cuatro patas como la perra que es, metía tres dedos en su vagina y comencé a meterle dos en su culo, los movía en círculos y de arriba abajo, sus fluidos comenzaban a salir, ella se retorcía y me pedía que no parara, yo obedecía, ahora cuatro dedos en su coño y tres en su ano, ¡la mujer estaba full!

M: ¡Ah!!! Que rico, uhm, ¡me duele mi culito!

CA: ¡Y eso que aún no te la meto, uhm!

M: ¿Me la vas a meter por ahí?

CA: Si, ¡tú eres mía y tu culo ahora me pertenece!

M: ¡Sí!! Oh, no pares, soy tu puta, uhm, ¡que rico!

Mónica estaba tan caliente que comenzó a venirse y tener un orgasmo con mis dedos dentro de ella, se retorcía como gusano, me salpicaba sus fluidos yo la tenía dura nuevamente y se la metería en su culo, pero primero quería follarle el coño.

Me acosté en la cama y la tomé de la cintura cargándola y penetrándola de golpe, Mónica comenzó a moverse riquísimo, como solo ella lo hace, le apretaba las tetas, nos besábamos, estábamos como perros en brama.

M: ¡Que rica verga, uhm!

CA: ¡Me encanta como te mueves, uhm!

Ella se daba sus sentones riquísimos, me encantaba ver como mi verga le entraba toda, le acariciaba sus pies y sus piernas, le apretaba el pezón, la tomé de su cintura y guie sus movimientos, que rica cogida nos dábamos.

La acosté en la cama y le abrí las piernas y se metía aventándome con fuerza, ¡el ruido de los golpes y la cama moviéndose eran reflejo de lo rico que cogíamos, me apretaba las nalgas me la pedía como loca!

M: No pares, métemela, uhm, que dura, cógeme papi, ¡cógeme!

CA: Aprietas riquísimo, uhm, ¡que rico coges Mónica!

M: ¡Agh, uf, ah!

Me puse de pie y la orillé en la cama levantándole las patas y dándole de patas al hombro, me aventaba fuerte, le daba solo la puntita y luego la embestía brutalmente incluso jalándole su cabello, Mónica se retorcía sudaba y escurría, ¡jamás se la cogerán como yo!

Así en esa misma posición levantándole las piernas hasta que sus rodillas chocaron con su cabeza la coloqué, vi su culito dilatado riquísimo, así que puse mi cabeza en la entrada, ella suspiro y se erizo, tomándola de los pies empecé a metérsela con suavidad, ¡como no entraba le escupí un par de veces y así mi verga empezó a entrar en su apretado y rico culo!

M: ¡Ay!! ¡Despacio, agh!

CA: Que rico aprieta, es estrecho, ¡uhm!

Lentamente mi metiéndosela hasta el fondo, ella lanzo un grito enrome acompañado de movimientos bruscos.

No le di oportunidad de nada, la comencé a sacar despacio y luego nuevamente la metí de golpe, otro grito acompañado de unas lágrimas de sus ojos salió

M: ¡Agh!, ¡despacio, uhm!

CA. ¡Que maravilloso culo, aprieta fenomenal!

Comencé con el mete y saque, ella gritaba y gemía, se tapaba la boca mordiendo los dedos, yo estaba en el cielo, su culo apretaba riquísimo y además mi verga entraba hasta el fondo.

CA: Que rico culo, uhm, como se la traga entera, ¡ah!

M: Agh, despacio, me duele, ¡uhm!

CA: ¿Quieres que la saque?

M: ¡No!!! Cógeme y aunque duela no dejes de hacerlo!

Comencé a embestirla rápido, Mónica gemía me rallaba, mordía la almohada con mis dedos comencé e apretar su clítoris dándole aún más placer, la pobre se retorcía, ¡finalmente gracia a eso comenzó a escurrir en un segundo orgasmo lleno de dolor y placer!

M: ¡No mames! ¡Que rico, agh!

CA: Si, que puta eres, uhm, ¡eres mi puta!

Me acosté en la cama y la puse de lado, levanté su pierna y ella abrió sus nalgas para que mi verga entrara nuevamente en su rico culo, comencé a moverme despacio mientras me deleitaba con sus piernas cubiertas de seda y con sus tetas, le acariciaba su vagina y sus pezones, le mordía el cuello, ¡le jalaba el cabello era mi perfecta puta!

CA: Mónica, que rico te al tragas, uhm, ¡tienes un culo de infarto!

M: ¡Cógeme rey, uhm, que rico, agh!

CA: ¿De quién es este rico culo?

M: ¡Tuyo!! ¡Solo tuyo mi amor!

La puse en cuatro empinándola al máximo para metérsela hasta el fondo, la tomé de su cabello y la empecé a embestir riquísimo.

La casad solo gemía y gritaba ella también movía su cadera, que rico movimiento de nalgas, yo acariciaba sus piernas, muslos, espalda, todito su cuerpo.

CA: ¡Agh, que rico, uhm, que rico!

M: ¡Ah, no pares, métemela, ah!

CA: ¡Que rico te mueves amor, uhm!

M: Me vengo papi, ¡me vengo otra vez!

Yo también tenía los huevos que explotaban comencé a moverme fuerte dándole con todo y finalmente terminé corriéndome dentro de su rico ¡culito de casada!

CA: ¡Ah, Mónica eres la mejor, uhm!

M: ¡Ah, que rico, uhm agh!

El orgasmo fue maravilloso, quedo tirada en mi cama escurriendo semen, le tome un par de fotos para recordar, luego de descansar bebimos un trago de Ron, como ay eran las 5 de la tarde ella se aseo y salió corriendo a su casa, nos despedimos con un sensual beso.

Hasta la fecha me escribo con ella, creo que no se separó, pero se volvió muy infiel, no importa yo sigo esperando otro rico encuentro con esa sensual casada.

CORNEADOR ANÓNIMO.

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