Nuevos relatos publicados: 0

Despertar ante el deseo

  • 2
  • 4.147
  • 9,50 (6 Val.)
  • 0

En estas horas de insomnio donde tu recuerdo acude irremediablemente, en donde te imagino en una videollamada cargada de erotismo, plena de deseos cumplidos al instante, plagada de palabras que dejan ver esa carga de placer que te provoca mirar unos senos deliciosos, movimientos incitantes, escuchar palabras provocativas, jadeos de placer al solo imaginarte cerca, con esa erección que se antoja lamer, recorrerla extasiada en la promesa de una rica penetración en un espacio lubricado que te enseñen y desees probar con tu lengua antes de poner la punta y dejarla deslizar para escuchar ese grito de gozo…

Me provoca imaginarte y despierto mojada y con ganas de que sea yo la que te goce, que sea yo la que te provoca al máximo, que sea a mí a la que le pides abra sus piernas y se acaricie para ti y pensando en ti...

Eres parte de mis sueños eróticos, parte de esos deseos que van más allá de solo desvestirte, que reflejan las ganas que tengo de tenerte dentro de mí, dejando que sean tus manos las que me recorran, tu lengua la que me provoque hasta no poder más y suplicar que me penetres. Que sean tus labios en mis pezones, chupándolos mientras me penetras para moverme a mi gusto...

Escucharte gemir ante esos movimientos cadenciosos que me hacen gritar y me inclinan a besarte, atrapar tu lengua en mi boca para después sentirla en mi cuello y escuchar cómo me dices que te fascina cogerme, que te goce. Pero estás en las líneas de otra...

Me pierdo entre mis manos...

Mi mente no te puede apartar estando en la boca de otra.

Te imagino y no quiero, sin embargo más te deseo, más te siento aquí y ahora.

Mi cuerpo responde a mis caricias y la imaginación lo prende, siento esa descarga incontenible de energía explosiva que provoca gemidos de satisfacción imparables, te gozo pleno también y corre esa sensación sobre todo mi ser sin dejar rincón sin sentido, sin explosión primitiva de placer exquisito, es un instante maravilloso donde estás presente para sentir esas ganas contenidas, ese flujo lubricante que hace más deliciosa la experiencia…

Al final, solo queda en el aire la imagen de tu recuerdo y tu gemir en la memoria.

(9,50)