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Diario de una mesera

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Hola soy Ali. En este relato les voy a compartir algunos acontecimientos interesantes que me sucedieron en la etapa de mi vida en la que fui mesera de un restaurante local y que fui registrando en un diario que llevaba en aquel entonces.

Día 0:

Fui a solicitar empleo a un restaurante de mi ciudad, a estas alturas de mi vida yo ya sabía que al estar nalgona mi mejor atractivo eran mis nalgas y mis piernas, así que decidí usar eso a mi favor y me vestí con una minifalda de mezclilla un poco suelta con vuelo, unos tenis blancos cómodos para caminar y una blusa polo rosa, me arreglé el cabello recogido hacia atrás con una cola de caballo y un mechoncito en frente que me acomodé de lado.

Al llegar a meter mi aplicación al restaurante me recibió el gerente, el cual era un hombre ya en sus 40s muy bien parecido, al ingresar al lugar pude notar su mirada de asombro al verme entrar caminando muy segura de mi misma a entregar mi solicitud, cuando llegué con él me saludó de beso en la mejilla lo cual honestamente se me hizo algo osado de parte de él pero como yo necesitaba mucho el empleo no dije nada, después procedió a hacerme una entrevista la cual fue muy breve ya que prácticamente solo me preguntó mi edad, en que parte de la ciudad vivía y si era soltera a lo que le contesté que sí, al terminar la mini entrevista me dijo “bueno princesa solamente falta algo para concretar tu contratación” dijo eso viéndome las piernas, “por favor ayúdame a acomodar esos vasos en la repisa que está ahí hasta abajo en el mueble que está justo debajo de aquella barra”.

Yo me detuve un momento a pensar que era lo que me estaba pidiendo y porque razón lo está haciendo, al verme titubear el tipo solo me dijo “es para ver cómo te puedes desenvolver en el trabajo ya que es un oficio que requiere de cierta agilidad” se me hizo que se sacó la explicación de la manga pero pues no me quedó de otra más que aceptar con una sonrisa fingida y comencé a llevar los vasos al mueble, pero me vi en aprietos porque al estar muy juntos la barra y el mueble no me dejaban espacio para agacharme doblando mis rodillas, por lo que cada vez que me agachaba lo tenía que hacer como empinándome con las piernas bien estiradas y casi parando las nalgas.

Al principio llevaba yo un solo vaso ya que con una mano lo acomodaba y con la otra sujetaba mi mini falda de atrás ya que al estar muy corta se me subía de más y dejaba al descubierto mi nalgas y mi ropa interior, entonces estaba yo maniobrando tratando de sujetar mi faldita abajo para que el tipo no me viera las nalgas ya que no perdía de vista cada uno de mis movimientos, él se dio cuenta de lo que yo estaba tratando de hacer y me dijo que usara mis dos manos, cuando dijo eso volteé a verlo con cara de desconcierto y vi cómo me miraba sonriendo con un tono de lujuria, al ver que me miraba de esa manera sentí un ligero escalofrío de excitación, pero me contuve y le respondí sonriendo también “claro con mucho gusto jefe” y me reí falsamente cuando por dentro estaba de lo más desconcertada pero a la vez algo caliente por la situación.

Tomé dos vasos y caminé al mueble lentamente, respiré profundo y pensé “ni modo Ali necesitas el trabajo así que cierra el contrato”, me agaché completamente para acomodar los vasos esta vez sin poder sostener mi falda mostrándole al gerente en todo su esplendor mis nalgotas con solamente una tanga blanca que se me metía entre mis nalgas y cubría solamente mi vulva, acomode los vasos lo más rápido que pude y me incorpore inmediatamente, yo estaba roja de la vergüenza sin poder creer lo que estaba sucediendo, pero me alivié un poco cuando escuché al gerente decir “listo princesa ya vi todo lo que quería ver jajaja estas contratada, empiezas mañana mismo”, francamente me dio mucho gusto jaja le di las gracias y le pregunté cuál iba a ser mi uniforme, me dijo “pues el uniforme usual de tus compañeras es de pantalón blanco pero a ti te voy a pedir que traigas este uniforme mira” sacó de un almacén un par de minifalditas como de colegiala color blanco y un par de blusas formales de manga larga de color rosa pastel, agregó “de ahí solamente te arreglas así como estas ahorita, con tu cabello recogido y tus tenis blancos para actividad”, al ver el vestuario que me estaba entregando pensé “eres una cabrón” pero no dije nada, solo lo tomé sonriéndole y le dije “perfecto entonces nos vemos mañana”, me despedí y salí del lugar aliviada porque conseguí el trabajo pero con temor por no saber en lo que me había metido.

Dia 1:

Es mi primer día en el restaurante y todo ha transcurrido muy fácil ya que mis compañeras son muy amables y el gerente se está tomando el tiempo de capacitarme en todas las áreas. Noto las miradas de los clientes cuando camino por las mesas ya que como era de esperarse, las faldas de mi uniforme me quedan demasiado cortas y al caminar rápido agarran mucho movimiento descubriendo a momentos mis piernas y de vez en cuando el comienzo de mis pompas, lo cual se roba la vista de la mayoría de los varones del lugar.

El día transcurrió y todo había ido muy bien hasta que casi al finalizar mi turno he tenido un altercado con una mesa, al estar yo un poco inclinada recogiendo los platos de una mesa y limpiándola, un adolescente de la mesa de atrás me ha tomado una foto por debajo de mi falda, yo lo alcancé a ver por el reflejo de la vitrina de una ventana y me giré inmediatamente confrontándolo “disculpa, me acabas de tomar una foto por debajo de mi falda?” a lo que el mocoso se negó y volteó a ver a su padre que se encontraba sentado a lado, me giré hacia el papá diciéndole “señor su hijo me acaba de fotografiar mi ropa interior por debajo de mi uniforme”, en eso el tipo le dice al muchacho “a ver cabrón déjame ver tu celular” a lo que el adolescente solo agachó la mirada y le entregó el teléfono, el padre revisó las fotos y dijo “wow vaya vaya” mientras me miraba sonriendo, yo me quedé viéndolo si entender nada sobre lo que estaba pasando, en eso el padre dice “pues tienes razón aquí hay una fotito muy interesante de unas nalgas bastantes ricas” y me muestra la foto en la que se veían mis glúteos desnudos completamente ya que en el ángulo de la foto mi tanga se había perdido completamente entre mis nalgas, al yo ver la foto me molesté y los miré a los dos con cara de enojo, en eso el padre me dice “pero como sabemos si realmente eres tú la de la foto? Puede ser cualquier persona” al decir eso el Padre, el hijo me volteó a ver con una sonrisa maliciosa, yo solo le dije “soy yo señor, el muchacho me tomó esa foto a mí” a lo que el tipo me dijo “pruébalo entonces, déjanos ver si tus nalgas se parecen a estas”, al escuchar eso yo solo me fui a la cocina rápidamente súper enojada con los ojos llorosos mientras los tipos me gritaban “adiós cachetona”, estuve ahí dentro unos minutos para tranquilizarme y al tomar mis cosas e ir caminando a la salida veo que los dos imbéciles se han marchado, gire a ver la mesa y me di cuenta de que me han dejado propina, me acerco a ver y veo que me dejaron 50 dólares de propina! Eso es más de lo que yo ganaba al día, al ver el dinero de repente sentí un calambrito como de excitación sin explicarme porqué, solo sonreí y me fui a casa.

Día 10:

Ya tengo más de una semana trabajando en este lugar, el gerente me ha comenzado a llamar “nalgona” según él de cariño, “oye nalgona trae esto… oye nalgona lleva aquello… oye nalgona limpia eso”, he decidido no darle importancia y mejor me concentro en mi trabajo, sigo levantando miradas por mis falditas pero me he dado cuenta que si camino de una manera más sensual sin importarte nada y segura de mi misma, los comensales varones me dejan excelentes propinas, así que aprovecho lo que tengo a mi ventaja que son mis nalgotas y mis piernotas jaja incluso cuando se me cae algo me agacho empinándome según sin darme cuenta y les enseño el culo a algunos tipos para que me dejen algo extra de propina jeje poco a poco me va gustando este trabajo.

Día 21:

Tres semanas siendo mesera, el gerente me ha comenzado a dar nalgadas eventualmente durante el día, al principio me desconcertaba mucho que lo hiciera pero conforme lo hacía me iba gustando cada vez más, tiene una forma muy rica de nalguearme cada vez que me manda a hacer algo “ándale nalgona mueve las nalgas y limpia eso (nalgada)”, a veces me nalguea como hacia arriba para hacer rebotar mi pompi y levantando mi faldita por un segundo para verme la tanguita que traigo ese día, yo solamente volteo a verlo sonriéndole muy coqueta y me voy caminando moviéndole las caderas sensualmente.

Día 30:

Ya un mes trabajando aquí y mi relación con mi gerente es de lo más erótica, se ha tornado en una relación como de amo y sumisa lo que cada vez me prende más, todos los días al estarme arreglando para salir al trabajo le mando fotos de mis nalgas en la tanguita que me puse ese día diciéndole “ésta me puse hoy mi rey”, pero las veces que salgo rápido y no le mando la foto me levanta la falda al llegar al restaurante para verme mi culote y me dice “a ver putita de qué color traes la tanguita hoy?” lo cual me encanta que haga porque me hacer sentir como toda una hembra a su disposición, a parte me ha subido el sueldo jeje así que todo está funcionando para mí.

Día 37:

Hoy he sorprendido a mi gerente con una sorpresa, estuve viendo todas las fotos que me he estado tomando todos los días, en las que salgo enseñando mis nalgas y me di cuenta que me veo bastante bien jeje y que me encanta que la gente me vea, así que decidí hacer algo para incrementar mi excitación, me acerqué a él mostrándole algo en mi celular y se ha quedado asombrado al ver que he creado una cuenta en la red social Instagram, donde he subido todas mis fotos en tanga y eróticas que le he estado mandando durante todos estos días, le he dicho “búscame como tjgirl_of mi rey... en la foto de perfil vas a reconocer mis nalgas en la tanguita rosa que tanto te gusta”, él se ha quedado sorprendido mirando mi culote en Instagram y me dice “me voy a ir a jalármela al baño nalgona” al mismo tiempo que me da un agarrón de nalga por debajo de mi faldita.

Día 42:

Mi gerente ha llegado estresado y se ha metido a su oficina, yo me preocupo así que voy y toco la puerta para entrar, escucho que el grita “adelante!” así que entro y me encuentro con él sentado en su sofá reclinado hacia atrás y con la verga a fuera, me dice que está muy estresado y me pide que le rasque los huevos, me acerco con mi faldita y me pongo de rodillas en el piso junto a él, comienzo a rascarle los testículos suavemente mientras él recarga su cabeza hacia atrás diciendo “ufff que rico mi reina me encanta como lo haces, me relajas mucho”, yo no puedo dejar de ver su vergota que aun sin estar totalmente erecta es una monstruo de pene, en eso él ya relajado me dice la razón de su estrés, resulta que el cumpleaños número 18 de su hijo se aproxima y él no sabe que regalarle, es algo importante ya que el chico cumple su mayoría de edad y le quiere regalar algo significativo, yo solo lo escucho poniéndole atención mientras sigo acariciándole los huevos, cuando de repente voltea a verme arrodillada con la faldita un poquito recogida dejando ver un triangulito azul de la tanguita que llevaba puesta ese día, me mira y me dice sonriendo “ya sé que es lo que le voy a regalar a mi hijo mi reina”, yo me quedo mirándolo con los ojos bien abiertos de la curiosidad, me dice “me vas a ayudar a convertirlo en hombre”…

Día 45:

Es un día bastante ocupado en el restaurante, todo el staff de las meseras está muy ocupado y no se dan abasto, los cocineros están a todo lo que da y hay mucha gente en espera por lo que las anfitrionas presionan a la gente de limpieza para poder acomodar clientes en las mesas que se van desocupando, el ruido del ajetreo del lugar cubre un sonido que proviene de la oficina del gerente, ese sonido son mis gritos de placer por la cogida que me está poniendo. La puerta de la oficina está cerrada bajo llave, las cortinas cerradas, las luces apagadas, mi faldita está tirada en el piso, el pantalón de mi gerente sobre la silla de su escritorio, mi tanga está en el bolsillo del pantalón, su cinturón está atado a mis dos muñecas, mi pierna esta encima del hombro de mi jefe y su verga está completamente ensartada en mi vagina.

Mi gerente me está poniendo la mejor cogida de mi vida, su movimiento de cadera al estarme bombeando la vagina es de lo más placentero, no sé cómo lo hace pero cada embestida siento que me penetra más adentro, me tiene con las manos atadas y estiradas hacia arriba para no moverlas, en mi rostro solo se me ve con los ojos en blanco y gritando de placer “así jefe así! así cójame por favor se lo suplico! sígame haciendo su hembra! cójame duro mi amo cójame ah ah ah!”, al escuchar eso él solo mantiene el ritmo tan magistral de su vergota penetrándome y haciendo chocar sus huevos con mi cuerpo en cada metida, lo único que se escucha dentro de la oficina a parte de mis gritos son el choque de sus testículos fap fap fap con las cogidas que me está dando mi gerente en su oficina, de repente solo me agarra de las nalgas y me sube la otra pierna a su hombro quedando yo suspendida en el aire siendo sostenida por sus brazos tan fuertes y recargada en la pared “uuuffff sí papi sí! nunca me habían cogido en esta posición” al tenerme así en esa posición mi propio peso hacía que cayera yo ensartada en su verga y le permitía a él metérmela más adentro todavía lo que me llevaba a las nubes de placer, en eso solo sentí que mi mente se iba de mi cuerpo y un calambre bajada a mi pelvis, solo sentí que puse los ojos en blanco soltando el grito de placer más fuerte que he dado al estar sintiendo el mejor orgasmo que había tenido en mi vida, al mismo tiempo él me llenó de su lechita mi vagina viniéndose de lo más delicioso poniendo una cara de satisfacción sonriéndome.

Después de terminar los dos nos vestimos para salir a ayudar en el restaurante, le pedí mi tanga a lo que se rehusó a entregármela y me mandó así sin ropa anterior a atender las mesas el cabrón jaja.

Día 50:

Se ha llegado el día del cumpleaños número 18 del hijo de mi macho, bueno realmente fue ayer pero hoy es el festejo, nos encontramos en el departamento de mi jefe el cual es un departamento de soltero muy lujoso y con bastante espacio, se escucha la puerta principal abrirse y veo que han llegado los dos, mi jefe tiene algo planeado para su hijo así que le ha dicho “te vas a quedar aquí sentado en el sofá mientras yo voy a arreglar un asunto y regreso”, el chico al escuchar eso se queda desconcertado y le pregunta si se va a tardar mucho a lo que el papá le responde que no se preocupe por eso ya que solo serán unos minutos, en seguida se va mi jefe dejando al muchacho sentado en el sofá así que yo estando escondida en la cocina aprovecho para verlo bien, es un chico muy alto y delgado, se ve que hace ejercicio porque para su edad ya tiene un cuerpo muy desarrollado, después de verlo unos minutos y al ver que mi jefe se ha ido, decido que es hora de mi numerito así que abro la puerta de la cocina y he salido caminando lentamente hacia la sala de la forma más sensual y mirando fijamente al chico a los ojos, veo como el muchacho al verme se queda sin aliento con cara de asombro con los ojos bien abiertos lo que se me hace muy tierno, no lo culpo ya que yo también me habría asombrado al verme como iba yo arreglada para la ocasión, ya que mi jefe para celebrar la mayoría de edad de su hijo me ha puesto enfrente de él llevando yo un moño rojo grande como de regalo de cumpleaños atado a mi torso cubriéndome las tetas y una tanga blanca de hilo con encaje en el triangulito de enfrente, me giro para que el muchacho me vea el mensaje que me ha escrito su padre en mis nalgas, en una nalga puso “Feliz cumpleaños hijo” y en la otra puso “Disfruta tu regalo”, el chico al ver eso solo se rio en un tono asombrado diciendo “¡no lo puedo creer! estás riquísima mujer”, cuando escuché eso me comencé a prender mas así que me giré hacia él diciéndole “Bienvenido a la etapa adulta de tu vida príncipe, ven y abre tu regalo”, el chico se acercó inmediatamente y jaló del listón del moño dejando desnudas mis tetas en todo su esplendor a disposición de él, ¡“que sabrosa estás!” me dijo bastante excitado y me comenzó a manosear las tetas como desesperado a lo que lo detuve diciéndole “relájate príncipe, tenemos tiempo así que siéntate en el sofá y déjame jugar un ratito ahí abajo”, le dije eso mientras le acariciaba el bulto en su pantalón, rápidamente se sentó en el sofá y yo me acerqué poniéndome de rodillas frente a él, le abrí lentamente el pantalón mientras lo miraba a los ojos tratando de sacar lo que parecía un pene sin fin, en ese momento la asombrada era yo ya que saqué debajo de su trusa algo descomunal de miembro, era fácil el doble de gruesa que la de su padre y como una mano más larga, yo no podía creer lo que estaban viendo mis ojos, el muchacho solo sonrió y dijo “creo que la asombrada ahora es otra” mientras se agarraba su vergota como jalándosela, al ver eso me entró una necesidad de tenerla en mi boca así que me la metí y le comencé a dar la mejor de las mamadas al chico este, él solo me sujetaba de la cabeza mientras yo trataba de abrir mi boca lo más que podía para que me lograra entrar tremenda vergota, estaba yo salivando demasiado mamándole la verga y él solo recostado hacia atrás como dueño de la situación, al verlo así de seguro de sí mismo hacía que me mojara deseando tenerla ya dentro de mí pero al mismo tiempo sin poder dejar de chuparle todo su hermoso miembro hasta los testículos.

Después de unos minutos de chupársela el tipo ya tenía su pene completamente erecto lo cual no dejaba de sorprenderme del enorme tamaño que tenía, “ahora sí nalgona súbete y ensártatelo tú solita como la putita que eres”, yo sin pensarla dos veces solo le dije “sí mi amor haré todo lo que usted me pida” mientras me subía al sofá quedando frente a él con un pie de cada lado quedando mi tanga justo enfrente de su rostro, el tipo agarró mi tanga y me la quitó rompiéndola de un jalón y la arrojó al piso, al sentir como bruscamente me despojó de la única prenda que llevaba puesta yo solo pegué un pequeño gritito de asombro y lo miré a los ojos con temor a lo que él me dio una sonora nalgada y me ordenó que me comenzara a meter su vergota en mi vagina, me comencé a bajar montándome sobre él introduciendo su miembro descomunal lentamente en mí bajando poco a poco y sintiendo como me iba abriendo cada vez más, cada centímetro que entraba era un suspiro que me sacaba de lo rico y lo doloroso que estaba siendo todo esto, él solo sonreía al ver lo mucho que estaba batallando para meterme toda su verga en mi vagina cuando de repente mientras yo ya tenía la mitad de su pene ensartándome, el muy idiota me tomó de las caderas y me bajó de un sentón metiéndomela toda hasta dentro, pegué un grito desgarrador del inmenso dolor que sentí “qué haces idiota?!! me tienes bien abierta cabrón!!” le grité algo molesta a lo que él solo se rió y con sus manos aun en mis caderas me comenzó a subir y bajar con un ritmo suave pero a la vez un poco rudo, yo sentía una mezcla de dolor y placer combinado mientras subía y bajaba siendo cogida por este muchacho de apenas 18 años, puse mis manos sobre sus hombros y le puse mis tetas en su rostro, me empezó a besar las tetas y mamar los pezones lo cual siempre me ha prendido muchísimo, al hacerme eso me comencé a lubricar bastante permitiendo que la verga de él deslizara con más facilidad, me comencé a mover yo sola a un ritmo súper rico ya que el dolor estaba desapareciendo y ya solo me estaban metiendo una cogida muy sabrosa, mis nalgas solo rebotaban con mis movimientos y con las cogidas que me estaba poniendo el chico, de lo dentro que estaba su pene en mi vagina yo no podía gritar y solo sentía muy delicioso como entraba y salía mi semental, yo jadeaba como perrita en celo con cada choque de mis nalgotas con su huevos “ah ah ah me tienes bien ensartadita mi amor” solo atiné a decir en voz baja mientras él seguía besándome las tetas, lo abracé con mis brazos y el me empezó a respirar en mi pecho mientras yo aumentaba el ritmo de mis sentones, lo estaba cabalgando muy deliciosamente subiendo y bajando cuando de repente me agarra de las nalgas y me carga levantándose del sofá quedando él de pie y yo en sus brazos aun penetrada, ha comenzado a manejarme a su antojo ya que con sus manos en mis nalgas sosteniéndome completamente en el aire me la está metiendo a su entera voluntad mientras yo no tengo de otra más que de abrazarme a él y soltar pequeños gemidos de placer, después de estar cogiéndome en esa posición ya por varios minutos comienzo a sentir como me comienza a vibrar mi cuerpo y de nuevo mi mente abandona mi cuerpo para abrirle paso a la explosión del orgasmo que me está provocando el hijo de mi jefe, me vine suuuper rico quedándome sin fuerzas súper relajada recostada en el hombro de mi semental, estoy yo tan a gusto en ese estado de reposo cuando me dice el chico “ahora es mi turno”, en seguida se gira al sofá y me recuesta quedando yo con las piernas abiertas y él en medio de ellas bombeándome a un ritmo tan acelerado y fuerte que hace que el sofá se mueva hacia atrás con cada metida de verga que me pone, esta vez sí me está haciendo gritar de lo rico que me está cogiendo “ah ah ah mi rey! mi rey síguele!! síguele mi amor sígueme cogiendo!!! ah ah ah cógeme cógeme fuerte!”, el sigue embistiéndome como una maquina sexual y yo solo recibiendo su miembro una y otra vez con mis piernas bien abiertas y estiradas en el aire hacia arriba como en V, de repente siento una descarga tibia en mis adentros y el cuerpo de él ponerse tenso con su rostro colorado, se escucha que suelta un grito ahogado de placer para caer rendido encima de mí, se ha venido dentro de mí y yo he tenido una cogida muy sabrosa de parte del hijo de mi jefe.

Continuará…

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