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Estrenando a mi novia Nancy

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Apenas cumplió sus 18 años y yo ya estaba listo para tenerla en mi cama, Nancy era mi novia desde que tenía 14 años y esperé hasta sus 18 para tener sexo con ella.

Ese día la lleve a bailar, tomamos unas cuantas cervezas y nos dirigimos al hotel que estaba cerca de la zona de Zaragoza.

L: ¡Nena, no sabes cuánto eh esperado este momento!

N: ¡Yo también, pero estoy muy nerviosa!

L: ¡Tranquila hermosa, déjame todo a mí!

N: ¡Por favor, que nadie sepa esto, mama no lo aprobaría y me iría muy mal!

L: Relájate, ¡nadie se enterará y será entre tú y yo!

Nancy es alta, su piel es blanca, cabello y ojos oscuros, tetas medianas de pezón claro, unas piernas largas y torneadas y unas nalgas paradas y duras, acostumbraba a vestir mini shorts y blusas entalladas que a veces marcaban sus ricos pezones, ella era mi novia desde que tenía 14 años y espere paciente a tenerla lista para mí!

Llegamos al hotel y comenzamos con una sesión de besos, mis manos recorrían sus piernas que se erizaban al sentirme mi lengua bajaba a su cuello, le despoje su blusa y me lance a besar su abdomen plano, mi lengua recorría sus costillas y llegaba nuevamente a su cuello, le quite lentamente su brasear y vi unos pezones duros y claros, los cuales succione suavemente, ella cerraba sus ojos y lanzaba pequeños gemidos, mis manos desabotonaron su short y lo baje lento para ver una rica tanga color negro de licra, ella dijo que la escogió para mí, eso me encanto y bese su vagina encima de su rica tanga.

Besaba sus entre piernas, ella se retorcía por la sensación, me quite mi playera y ella me beso mi pecho, sus besos bajaban a mi estómago pasando su lengua por mis pezones, ¡nos perdimos en un tremendo beso francés en lo que me bajaba el pantalón!

L: ¡Eres hermosísima!

N: ¡Quería verte así!

L: ¡Y yo a ti mi amor!

N: ¡Se amable, por favor!

Quité su sensual tanga y empecé a saborear su juvenil vagina, su aroma era exquisito, ya estaba húmeda y mi lengua empezó a probar sus jugos virginales, lamia sus labios vaginales suavemente, ella se retorcía, le apretaba sus pezones duros como piedra, mi lengua entro a su vagina para saborear sus fluidos, ella gemía fuerte como si tuviera un megáfono, mis dedos empezaron a acariciar su vagina, ¡mi lengua saboreaba hasta el último rincón de mi joven novia!

Me despoje del bóxer y deje al aire mi verga que ya estaba dura por la acción, la empecé a pasar por sus piernas, ella reaccionaba con saltos al sentirla, ¡tome la cabeza de mi pene y le empecé a masajear sus labios vaginales!

N: ¿Dios, eso es tuyo?

L: ¡Así me pones nena!

N: ¡Es muy grande, me vas a lastimar!

L: ¡Para nada, te lo meteré suave!

N: ¿Y si quedo embarazada?

L: ¡Pues nos casamos!

N: ¡Confió en ti!

L: ¡Oye amor, chúpamelo!

N: ¡Que!!

L: ¡Anda ven, dale unas chupadas!

N: ¡Qué asco, orinas por ahí!

L: ¡Que injusta, yo si te chupe y tú no, seguro no te importo!

N: ¡No digas eso, si me importas te amo, pero es que me da cosa!

L: ¡Tu cierra tus ojos y lámelo como paleta!

N: Bueno, ¡pero nomas poquito!

Me acosté en la cama y ella se bajó a mi verga, la tomo con sus dos manos y empezó a lamerla, era divertido ver sus muecas, su lengua lamia mi tronco, lo recorría de arriba abajo, tome mi pene y metí mi cabeza en su boca, ella la rechazo pero tomándola un poco a la fuerza hice que metiera mi verga en su boca, la guie de arriba abajo, su cara mostraba nauseas, mis fluidos pre seminales le daban asco y entiendo apenas tenía 18 años y era virgen y de besos y arrimones nunca pasábamos, por eso tener mi verga en su boca le daba una sensación asquerosa!

Con caricias en su espalda y cabeza la relaje, metía mi verga cada vez más a su boca, ya tres cuartos eran devorados, sus muecas de nausea desaparecían, su boca succionaba delicioso mi cabeza, sus manos acariciaban mis testículos, ¡yo gemía del rico oral de esa nena!

Llego el momento de quitarle su virginidad, la acosté en la cama, besándole el cuello en pose de misionero acerqué mi verga como serpiente a su vagina, primero mi cabeza empezó abrirse paso en su húmeda vagina, empujaba suave hasta sentir su himen, ella gemía rico, le mordía sus tetas y su cuello, poco a poco mi verga iba atravesando esa barrera, ¡hasta que en un movimiento fuerte finalmente entro haciendo gritar a Nancy!

N: ¡Agh, dios mío!

L: ¡Uf, que apretada!

N: ¡Me duele!!

L: ¡Relájate cariño, relájate!

¡Empecé a moverme suave, le besaba su boca y le apretaba los muslos, Nancy gemía rico, su respiración en mi oído me hacía emocionarme más, lamia sus tetas, le empujaba suave hasta que se acostumbró al mete y saca de mi verga!

Levante sus piernas para unas patitas al hombro riquísimo, ella se retorcía riquísimo, su apretada vagina me daba un gran placer, nos besábamos salvajemente, mordíamos nuestros labios, ¡mi verga ya entraba y salía con facilidad debido al líquido que ella sacaba de su vagina!

N: ¡Que rico, Luis que rico!

L: ¡Nena, uf, que rico!

N: ¡Métemela, agh!; métemela!

L: ¡Si, toma, uf, toma mi verga!

La puse de lado, levante su pierna y la penetre suave mientras besaba su cuello, le acariciaba sus nalgas y sus tetas, me movía más rápido, ¡ella trataba de mover su cadera lo cual bruscamente hacia y me generaba una sensación muy agradable!

Le acariciaba su cabello, con mi mano tocaba su clítoris lo cual al hizo gritar más, mis movimientos rápidos y las caricias de mis dedos la hicieron tener su primer orgasmo, liquido salía de su vagina y salpicaba mi verga y mis manos, ¡yo ayude a su orgasmo moviéndome más rápido!

L: ¡Eso nena, goza, goza!

N: ¡Luis!!! Agh!!!

L: ¿Te gusta nena?

N: ¡Me encanta, es lo mejor!

Nos acomodamos sentados, Nancy se sentó sobre mí y se deslizo hacia atrás y empezó a empujarse sobre mí, yo besaba sus ricas tetas, ella se movía más fuerte, mi verga entraba hasta pasando la mitad, nos besábamos nos mordíamos, ¡era un rico momento!

Me acosté y le pedí subiera en mí, ella lo hizo, pero al ser novata se daba sentones un poco bruscos pero sabrosos, yo la tome de su cintura y le enseñe el camino, poco a poco como un rico baile de bachata moviendo su cintura, mi dura verga la empalaba, ella tomo ritmo y se movía suave y fuerte, me apretaba el pecho para moverse mejor, la joven ya era una mujer, ¡paso de presa a cazadora y destrozaba mi verga con sus ricos movimientos!

N: ¿Ah, te gusta papi?

L: ¡Si nena, uf, muévete!

N: ¡Tu verga es rica!

L: ¡Tu vagina también es muy rica y apretada!

N: ¡No sabía lo rico que era ser penetrada!

L: ¡Pues goza cariño, muévete, muévete más!

Nancy me dio una buena batida unos minutos más, lo hizo invertidamente, se agachaba a mis pies mientras dejaba caer su pelvis de forma deliciosa, le apretaba sus nalgas, la dejaba caer fuerte, mi verga ya estaba rojísima por la acción.

Me senté en la cama y ella se puso a darse sentones, lo hacía muy rico, se levantaba y dejaba caer moviendo su cadera, le apretaba los pezones y jugaba su clítoris, ¡mi joven novia estaba empezando su vida sexual y de una forma fenomenal!

Nancy estaba extasiada, la puse en cuatro en la cama, mire como escurría fluido de ambos por sus muslos, le di un par de nalgadas, al tome de la cintura y la penetre suave, mi verga entraba poco a poco hasta que mi pelvis choco con sus nalgas, prácticamente estaba todita dentro de ella, ella gemía fuerte, le pedí se moviera y lo hizo, de una forma muy poco ortodoxa pero sus movimientos me daban un gran placer!

L: ¡Así mi amor, así, que rico!

N: ¡Ah, papi, uf!

La embestía rápido, el sonido de mi pelvis chocando con sus nalgas me ponía más loco, como toro enloquecido la penetraba ella gritaba, mi verga estaba hinchada sabía que pronto me vendría, pero estaba dudoso de donde si sacárselo o venirme dentro, ella era joven y obvio fértil a mas no poder, me encontraba en una encrucijada, ¡ambos llegaríamos al orgasmo así que necesitaba resolver esa situación pronto!

L: Nancy, ¡me voy avenir!

N: ¡Sácala, sácala!!!

L: ¡No puedo nena, agh, dios!

N: ¡Ah!!! Sácala!!

L: ¡Uf, perdón, uf!!

N: ¡Agh, que caliente dios!!

La llene de semen, ambos quedamos tirados gozando el orgasmo conseguido, nos besábamos como locos y gemíamos como animales, finalmente después de reposar, ella inmediatamente se tomó una pastilla y me reclamo por venirme dentro, pero lo hecho estaba hecho, salimos y fuimos a casa, nuestra relación duro 2 años más hasta que conocí a mi esposa Lety y lo demás ya es historia.

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