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Guardia aprovecha la situación
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Mi novia y yo veníamos de una fiesta a la que nos invitaron. La fiesta estuvo animada y con buena música. Tomamos mucho y de todo. Ella no toma mucho, pero cuando está conmigo se deja llevar por que sabe que la voy a cuidar y, cuando me siento caliente, me gusta verla y saberla así porque sé qué hará lo que yo le pida.

Noté que en la fiesta varios se le quedaban viendo pues iba muy guapa; con un vestido un poco arriba de las rodillas, delgado y blanco dejando ver tantito su tanga cuando se sienta.

Como la fiesta estaba a reventar había mucho empujón y repegon, el cual me daba cuenta que recibía bastante por parte de muchos hombres. A pesar de eso, en vez de sentirme molesto, me gustaba, imaginaba lo que estaban pensando al verla pues era evidente lo que querían.

Así pasó la noche, tomando y bailando un par de horas. La verdad es que tomamos de todo y mezclamos mucho por lo que hasta yo ya me estaba sintiendo muy borracho pero caliente. Al ver que la fiesta ya se estaba vaciando por una pelea entre un grupo de amigos mejor decidimos ya irnos.

Nos subimos al coche pero ella ya venía muy mal, muy borracha y muy cansada por todo el tiempo que estuvimos tomando.

Al llegar, quise besarla y decirle que ya habíamos llegado pero ella ya estaba dormida; como pude la bajé del coche cargándola, abrimos la puerta del edificio porque el poli no se encontraba en su lugar. Estábamos subiendo las escaleras pero en el trayecto me di cuenta que no traía conmigo las llaves del departamento. Busqué y vi al suelo a ver si de casualidad se habían caído pero nada. Traté de despertarla pero estaba muy perdida. Como pude la senté en las escaleras para que no se fuera hacia adelante o se cayera para yo ir a buscar dichas llaves.

Regresé a buscar por donde entramos, pero nada, después fue cuando pensé que tal vez las traía ella en su bolsita de mano y yo no lo recordé en ese momento. Cuando voy regresando hacia donde la dejé veo que el poli de la entrada estaba ahí escaneándola, moviéndola y diciéndole: "señorita, señorita, está bien?"

Tal vez se tuvo que mover de su lugar por algo y tuvo la suerte de encontrarla sola y en ese estado. No hice nada, no hice ningún ruido porque me pude imaginar lo que estaba a punto de suceder y no me equivoqué. Me quedé escondido detrás de la columna viendo como poco a poco se atrevía a tocarla más de las piernas como simulando despertándola pero solo aprovechaba para ir subiendo cada vez más. Cada vez subía un poco más su falda siempre viendo a su alrededor si había alguien más que los estuviera viendo pero eran las 4 de la mañana y por supuesto que nadie los interrumpiría. En su cara vi un morbo como muy pocas veces, sabía que una oportunidad así no volvería a pasarle por lo que ya sin pensarlo y rápidamente se empezó a bajar los pantalones, los calzones y al sacar su verga vi que ya estaba súper parada y gruesa.

Yo no sabía qué hacer, estaba temblando de excitación al ver eso. Un tipo gordo, feo, bigotón y promedio estaba gozando a mi novia. Se acomodó arriba de ella, tomó su verga y de a poco se la metió en su boca. Primero empezó lento, como disfrutando el momento, cerrando los ojos y diciendo cosas como: "qué rica estás pinche escuincla, que rica boquita tienes", chupámela bien".

Se movía y se movía y cuando pensó que se iba a venir se separó de ella. "Todavía no acabamos, mija" -dijo.

Llegó su momento y el momento que yo estaba esperando también. La volteó con cuidado para que no se despertara, le subió la falda y al ver su culo completamente a su merced sin nada más en su camino que una pequeña tanga, inmediatamente y ya empinada le bajó la misma y morbosamente le metió su cara entre sus nalgas.

Lamía, mordía y lengüeteaba su vagina depilada, su rico y apretado ano haciendo por unos instantes que emitiera unos pequeños gemidos. Parecía que no le importaba porque él nunca se detuvo, ya era suya, le había hecho lo que él quería hasta ese momento.

Yo para aquel entonces ya estaba masturbándome y casi viniéndome pero aún no era el momento.

Una vez que ya estaba húmeda por el placer que estaba teniendo inconscientemente, el policía tomó su verga parada y de un solo golpe se la clavó. Se movía rápido con tremendas y repetidas embestidas por total, ya no le importaba que se despertara porque estaba seguro que ni se acordaría. Por unos momentos sus ojos se ponían blancos por tan rico coño que su verga estaba penetrando. La tomaba del cabello, lo jalaba y a veces se empinaba más sobre ella haciendo caer más su cuerpo. De verdad era súper rico y depravado ver a ese viejo asqueroso cogiéndose a mi novia estando ella casi inconsciente.

Justo cuando sintió que ya se estaba viniendo, sacó su verga. En ese momento dije: "vaya, al menos no se va a venir dentro de ella" – pero sólo lo hizo para metérsela por su ano y ahí terminar como queriendo no dejar rastros.

Su grito/gemido que exhalo fue de puro placer y al verlo tan bestia derramando su esperma dentro de ella casi hace que me venga ahí mismo pero resistí un poco más.

Rápidamente se subió los pantalones, la trató de vestir subiéndole su faldita y acomodando de la mejor manera su tanga para aparentar que ahí no había pasado nada.

Se retiró casi corriendo no sin antes darle un beso profundo y de lengua casi devorándola.

La verga ya me dolía de tan dura que estaba y ahí mismo y con el morbo acumulado me bajé los pantalones, la penetre de una manera tan rica como nunca había sentido y a los poco minutos me comencé a venir; no pude detenerme y no quise detenerme porque por unos minutos, fue nuestro juguete de deseo.

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