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La conocí en el supermercado

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Esto comenzó durante la semana pasada.  Le dije a mi mujer que yo iba ir hacer las compras al supermercado porque ya estaba enfadado de estar mucho tiempo en casa a lo que ella accedió. Fui el martes como a eso de las 11 de la mañana, agarré mi carrito y empecé agarrar las cosas que me había encargado mi mujer, en la zona donde está la verdura observé a una mujer como de unos 55 a 60 años (en ese momento no sabía su edad) era la edad que yo le calculaba, pero sentí cierta atracción y algo me llamó la atención por lo que me dispuse a tratar de conversar con ella. Me acerqué y choqué con mi carrito al de ella por lo que procedí a pedirle perdón.

Y: disculpe no fue mi intención lastimarla

S: no te preocupes, no pasa nada

Y: tenía mucho que no venía al súper y se mira muy fresca la verdura

S: sí, siempre está fresca y si vienes los viernes está mejor

Y: no lo había notado, empezaré a venir los viernes entonces, que mal educado mi nombre es...

S: ni yo me presenté disculpa, mi nombre es Sonia, mucho gusto.

Seguimos platicando hasta que llegó el momento de marcharnos.

Era una persona que me llamó la atención y quería seguir platicando con ella. Se las describiré, era una persona no mayor de 1.65 cm, delgada, piel blanca, ojos color miel, pelo güero con rayos, piernas no muy gordas, pero si marcadas, nalgas chicas, pero redonditas al igual que sus bubis.

Salí del súper y me dirigí a la casa, donde me esperaba mi mujer, donde todo siguió con normalidad.

Llegó el viernes y le dije a mi mujer que saldría, la verdad fui al súper a ver si encontraba a Sonia ya que ella me dijo que los viernes había verdura fresca por lo que deduje que iría.

Y así fue me la volví a encontrar, la saludé y ella me saludó, y me acerqué a platicar con ella, solo que fue breve la charla. Al final de las compras salimos juntos al estacionamiento donde le ayudé a meter sus bolsas a su carro y platicamos.

S: me caes bien no te conozco, pero te me haces buena persona

Y: pues no me conoce porque no quiere, yo encantado de platicar con una persona como usted.

S: pero que dices como un joven va querer platicar con una persona tan vieja como yo.

Y: vieja? Se mira muy joven, yo le calculo unos 55 años y se me hace que no pasa de ahí

S: ja ja ja cómo eres, tengo 67 años, pero gracias por el cumplido.

Y: pues no parece, me encantaría platicar con usted más, qué tal si le doy mi número y nos ponemos de acuerdo y platicamos en algún lugar.

Y así fue le di mi número y me dio el suyo.

Pasaron los días y yo andaba un poco ocupado en tareas de la casa y el trabajo, cuando el lunes me sonó el celular, era ella, me decía que si se me había olvidado lo que le dije de platicar con ella, por lo que le comenté que no y que si quería nos veíamos en un lugar para platicar.

Nos vimos en el supermercado, subimos a mi camioneta y fuimos a comprar una nieve y a dar la vuelta platicando de nuestras vidas y todo eso. Pues me contó que su esposo ya no trabajaba, era pensionado y bla bla bla. Yo me le metí por el tema sexual.

Y: y su vida amorosa cómo va?

S: pues que te diré, a esta edad a mi esposo que es mayor pues ya nada de nada yo solo me resisto y queda jugar con un aparato que me regalaron mis amigas y comenzó a reírse.

Y: qué lástima que siendo una mujer tan bonita tenga que recurrir a eso.

S: no hay más, y ya nadie se fija en una mujer así, ya somos vejestorios

Y: pues está equivocada.

Pasó la tarde y la fui a dejar al supermercado. Al despedirme le quise dar un beso en su boca, pero me aguanté y se lo di muy cerca y le dije nos vemos pronto.

Llegó el miércoles y le mandé un mensaje para ver si nos podíamos ver y dar la vuelta como el lunes, me dijo que sí, que tenía toda la tarde y parte de la noche libre ya que su esposo se iría a jugar dominó con sus amigos.

La recogí nos fuimos a dar una vuelta, para esto yo subí una hielera donde puse una botella de wisky, hielos y vasos.

Tomamos, platicamos, cantamos y después de eso nos besamos y me invitó a su casa, donde platicamos y seguimos bebiendo. Ya en su casa pasó lo que tanto había querido, me invitó a su cuarto, nos besamos, yo la abracé y le dije que si estaba segura a lo que dijo que sí, que quería despertar esa llama otra vez.

La desnudé poco a poco como si fuéramos unos adolescentes teniendo su primera vez, le besé todo su cuerpo, sus tetas estaban un poco colgadas, pero muy exquisitas, le chupé las chichis y los pezones, quise hacerle sexo oral, pero me dijo que no había mucho tiempo y que estaba muy excitada por lo que se quiso montar encima de mí y empezar a cabalgar.

Ella tenía el ritmo, yo solo acariciaba sus ricas nalgas y sus tetas, los dos tuvimos un orgasmo al mismo tiempo. Ella quedó sentada sobre mi pene, se seguía moviendo, pero muy poco.

Me dijo que le había encantado que lo repitiéramos, cuando de repente escuchamos el ruido de la cochera: su esposo había llegado…

Yo corrí con toda mi ropa al otro cuarto y me cambié. Y me quedé sin hacer ruido. Cuando su esposo subió al cuarto, ella tenía puesta la pijama por lo que ella lo acostó y le dijo “vienes borracho iré por algo a la cocina”.

Ella me dijo que saliera rápido y me fui de la casa. Nos mandamos mensaje y ella me dijo que quería repetirlo, pero quería más tiempo, le dije que si nos programábamos el fin de semana a lo que ella respondió que sí.

Esperemos que pasa el fin de semana y a ver cómo me le escapo a mi mujer...

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