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La hija bisexual alienta a la madre, yo disfruto

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Baby tiene 42 años, delgada, buenas formas, en realidad, muy buenas formas. Cintura estrecha, glúteos firmes, y pechos, no muy grandes, pero también firmes. Yo, 45 años, alto, 15 cm más que ella, bastante bien mantenido, y bien dotado.

Nos conocimos hace dos años en un congreso de medicina en Brasil. El flechazo fue instantáneo de ambas partes. Los dos éramos de la misma ciudad, habíamos escuchado el nombre del otro, pero no nos conocíamos personalmente.

Una semana después de regresar estábamos conviviendo. Ella tiene una hija, Sole, que en ese entonces apenas tenía 19 años. Muy linda de cara, pero el cuerpo “normal”, no había sacado el cuerpo de la madre. Era muy simpática, agradable en el trato, y sensual. Por suerte de entrada tuvimos una buena relación, relajada.

Nuestra vida sexual con Baby era intensa, tres o cuatro veces por semana, y debo reconocer que ruidosa. De ambas partes. Una mañana estaban desayunando mientras yo me cambiaba y escuche el siguiente dialogo:

“Mamá, no será posible que sean un poco más silenciosos, no pido que sean mudos, pero que bajen el volumen, porque creo que en toda la cuadra se dan cuenta que están…”

“En serio, que vergüenza, es que la pasamos tan bien, que no podemos frenarnos”

“Seguro que más de un vecino termina loquito con tus gritos y gemidos. Hasta a mí me hace levantar la temperatura pensar como debes estar gozando”

“Mucho te lo aseguro, mucho”

“Que envidia, yo hace rato que no me paso uno bueno, que me coja como se debe, te envidio”

Cuando me acerque pregunté

“Buen día Sole, ¿de que hablaban?”

“De como goza mi madre con vos, que hasta me hace calentar a mí con sus gemidos y gritos”

“Si, pero es una mujer muy, muy caliente” dije.

“Y vos no te debes quedar atrás, eso es seguro.”

Dos o tres semanas después, estaba cambiándome en nuestro cuarto cuando Sole entra sin golpear buscando a la madre, y me ve totalmente desnudo.

“Perdón, pensé que estabas abajo.”

Y salió del dormitorio. Fuera de nuestro cuarto se encontró con la madre.

“Pensé que estabas vos sola en tu cuarto y entre sin golpear. Entré y lo encontré al Paul totalmente desnudo. Con razón gozas así, eso no es un pene, es un palo de amasar.”

“Sole, cuantas veces te dije… Si, es infernal. Todavía no me acostumbro. Y de la cochera, ni hablar, no lo dejo ni acercar.” Dijo riendo

“También, da susto solo verlo”

Salí del cuarto y las dos se rieron.

“Perdón, ¿cuál es el chiste?”

“Que no es ningún chiste lo que te cuelga entre las piernas. Sole me contó que te vio desnudo”

“Si, pero te aseguro que no fue mi culpa” dije atajándome

“No, claro que no, fui yo quien entro sin llamar”

El viernes siguiente Sole salió con amigos, y nosotros a cenar afuera y a un bar a encontrarnos con otra pareja. Sin emborracharnos, tomamos bastante champagne. En el viaje de regreso a nuestra casa, Baby empezó a acariciarme la entrepierna, mientras manejaba. No conforme con eso, me daba besos sobre el pantalón. El alcohol le pegaba fuerte. Guardamos el auto y entramos a la casa. Se sentó en un sillón y me pidió abra un champagne. Mientras que fui a buscarlo a la heladera, abrirlo, y buscar las copas, ella se quedó dormida.

Yo frustrado y con mi verga al palo. Me comencé a sacer la ropa para ver si la podía despertar cuando abre la puerta Sole que regresaba.

“Veo que tengo suerte, ver eso dos veces en una semana” dijo.

“No la misma que la mía, tu madre se durmió y yo quedé…”

Sin mediar palabra, ella se acercó, se puso de rodillas y me comenzó a chupar. Trate de quitarla pero ella estaba decidida. Hizo que me siente al lado de la madre. Me chupaba, lamía mis pelotas y miraba a la madre.

Sin pensarlo, mis manos fueron a los pechos de Baby, los comencé a apretar con fuerza. Ella, dormida, abrió las piernas.

“Metele mano, aprovecha que está dormida.” Me dijo Sole.

Levanté un poco su pollera, corrí su tanga y comencé a acariciar su concha. Baby empezó a gemir despacio, y cuando le metí dos dedos en la concha abrió los ojos.

“Sole, ¿qué haces?”

“Vos te dormiste, y el pobre, quedó solo. Te lo mantuve hasta que te despertaras”

“Si, gran sacrificio hiciste.”

“Peor hubiera sido que yo lo satisfaga, ahora cojan que yo me hago una pajita viéndolos”

“No podes ser tan turra…” dijo Baby.

Sole se salió de mi verga, se sacó la ropa, se sentó en un sillón frente a nosotros y se comenzó a masturbar. Yo, levanté las piernas de Baby y en un solo movimiento, metí mi verga hasta el fondo. Baby gritó y me insultó. Comencé el entra y sale de a poco. Ella gemía como loca, movía su cadera, insultaba, gemía, y pedía más. Yo la miraba a Sole como se metía dedos y me miraba a los ojos. Baby también la miraba.

“Pendeja resultaste tan puta como yo”

Puse a Baby en cuatro en el sillón y volví a meterla. Era delicioso y tentador ver su ano, la tomaba de la cintura y la hacía mover enterrándosela toda ella misma con los movimientos.

“Ponete al lado de tu madre Sole” dije. Ella primero no se animaba.

“Sole, al lado de tu madre” dije con tono imperativo.

Sole se acercó y se puso en cuatro. Metió tres dedos en su concha y gemía. Agarre la mano de Baby y la llevé al pecho de Sole. Baby la sacó. Le di un cachetazo sonoro en su traste, las dos gimieron cono fuerza. Al segundo Baby buscó con su mano la teta de su hija y la empezó a acariciar.

Yo bombeaba despacio, quería seguir por un rato, llegar a más con madre e hija. Acariciaba la concha de Sole, que gemía más fuerte cuando sentía mi mano. Con sus jugos, fui mojando sus cachetes, su ano, su espalda. Con los jugos de Sole, le mojaba el ano a Baby. Hice adelantar un poco a Sole, saqué la mano que estaba en las tetas y la llevé al trasero.

Hacía que lo acaricia, que llegue hasta la concha y el ano. Baby se resistía. Sole estaba más excitada que la madre, ella misma tomó la mano de la madre y la guio a su culo.

“Sole, abrite bien el culo, que tu mamá te va a meter dos dedos en el culo para que acabemos los tres juntos”

“No, eso no” Dijo Baby

“Entonces, Abrite tu culo porque te la voy a meter por el culo”

“No, por favor, por el culo no”

Saque mi verga y la apoye en su orto. Empecé a empujar, de a poco iba entrando.

“Metela, que yo me meto dos dedos, pero quiero ver como le rompes el culo” dijo Sole.

“Me duele, basta por favor, me duele mucho” Dijo Baby.

Le di otro cachetazo y nuevamente las dos gimieron.

“Mamá, yo quiero esa pija en mi culo, si vos no te dejas, me la voy a meter sola.”

Dicho esto, agarró mi pija y me la comenzó a chupar, llenándola de saliva. Baby la miraba y no lo podía creer, de pronto metió dos dedos en su culo. Sole la vio y le dio un golpe en el culo. Ella mojó un dedo y lo unió a los de la madre.

“Así madre, Abrite bien para esta hermosa pija”

Sole la dejó de chupar, escupió el orto de su madre, y dirigió mi pija.

Ahora entraba más fácil. Poco a poco se fue devorando toda mi verga. Sole se puso al lado y se masturbaba el culo con tres dedos. Yo enloquecía y tomándola de la cintura entraba y salía con todo. No tardé mucho en acabar dentro de ella. Baby no paraba de gemir, gritar e insultar.

Cuando la saque, Sole me chupó todo.

Nos sentamos rendidos. Sole sonreía satisfecha. Baby gemía suavemente. Yo estaba bien cansado.

“Ahora entiendo el porqué de tus gritos. Es un animal este hombre. Y me quedé con las ganas”

“Sole, dame un whisky, que me recompongo y si tu mamá quiere, seguimos jugando”

“Me coges como animal, ahora con ayuda de mi hija me rompiste el culo, mi hija quiere coger con vos, ¿cuánto más nos vas a emputecer?” dijo Baby.

“Mamá, me olvidé contarte que soy bisexual, así que podemos jugar bastante los tres.”

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