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La oficina de enfrente

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Las cortinas corridas permitían ver el desorden que imperaba en la habitación amoblada como living o sala de recepción... El alba saludaba los grises edificios de la ciudad y el silencio enfrente era desolador en comparación con el concierto de gemidos y luego gritos que llenaron la calurosa noche de ayer...

Trabajaba duro en mi oficina tarde por la noche... Era lunes para martes y por supuesto no había una luz encendida en los edificios circundantes, pues es un sector dedicado solo a oficinas. Estaba frente a mi Pc con la luz apagada y la ventana abierta (el AC estaba descompuesto hacía meses), llenando unas planillas...

La noche estaba tranquila y solo se podía escuchar el ruido del tránsito lejano. De pronto, en la oficina justo frente a la mía del edificio de enfrente se encendieron las luces... Instintivamente bajé la pantalla de mi pc para apagar toda luz de modo de no ser visto...

Enfrente entraban un hombre y una mujer de unos 30 años cada uno con bolsas de supermercado en las manos... Tras dejar los paquetes en el suelo se miraron unos segundos para luego acercarse hasta abrazarse... se besaron larga y apasionadamente durante varios minutos al tiempo que se tocaban por todos lados ávidamente...

El hombre, tras separarse de ella, la contempló por casi un minuto y sin más comenzó a desvestirla... Ella se dejaba, mas no cooperaba... Una vez desnuda la tomó de la mano y condujo hasta el sofá. Este se encontraba perpendicular al ventanal, por lo que solo podía verle la cabeza una vez sentada. Dada la posición en la que habían quedado no podía ver gran cosa por lo que perdí el interés en la escena y me dispuse a seguir con mi labor... Levantaba la pantalla de mi laptop cuando noté que el hombre movía el sillón hasta dejarlo de frente al ventanal a solo unos centímetros del balcón... Al acercarse a la ventana pensé por unos instantes que cerraría las cortinas, pero no... En vez de ello, abrió las ventanas completamente y encendió la luz del exterior... El escenario estaba montado. La mujer estirada desnuda sobre el sillón esperaba y yo volvía a cerrar mi pc... El morbo me había ganado...

Se sacó la ropa raudamente, sosteniéndole la mirada a lo que ella, a modo de respuesta, sonreía y bajaba la cabeza alternadamente... Con un gesto de la mano le pidió que se pusiera en 4 patas y levantara su culo... obediente, accedió de inmediato... Se acercó y de una sola vez la penetró hasta el fondo, comenzando a bombearla de forma rápida y brusca... El mete y saca llevaba unos 5 minutos cuando la puerta de acceso a la oficina del frente se abrió de nuevo. Dos tipos entraron cautelosamente. Ella no lo notó, pues estaba empalada de espaldas a la puerta, mostrando cómo rebotaban sus tetas hacia un público, que ellos pensaban, no existía...

Los nuevos invitados se mantuvieron quietos y en silencio en cuanto ingresaron... eran dos espectadores más del follón que se estaba llevando esa mujer que, a todo esto, era espectacular... Morena, de pelo largo y ondulado hasta los codos, ojos oscuros y tetas de al menos unos 100 cm con bellos y oscuros pezones... Debió tener 1.65 cm de altura, de piernas largas que remataban en un culo de campeonato y pronunciada cintura...

En fin, estaba ella de espalda a los mirones cuando en medio de la follada el tipo, con una especie de bufanda de seda, tapó sus ojos sin parar el mete y saca... Menos de un minuto después la levantó y dejó en 4 patas de nuevo, solo para que uno de los nuevos tomara su lugar y siguiera follándosela...

Fue cuando comencé a filmar por lo que no alcancé a notar si ella se había o no percatado de la situación, sin embargo, un minuto después el otro tipo empezó a chuparle con entusiasmo las tetas, apareciendo los primeros gritos de placer... Entonces, tras un intenso orgasmo de ella, la levantaron y, empalaron (por el culo) sobre el mismo tipo que le estaba dando en 4, dejando su coño totalmente expuesto lo que fue rápidamente remediado por el otro invitado, pues la clavó hasta los huevos de una sola metida...

Torpemente al comienzo iniciaron sus movimientos. Luego, tras sincronizarse lograron un candente ritmo el que fue aumentando hasta volverse frenético cerca del clímax... El otro al ver la escena se acercó y comenzó a follarle la boca sin reparos... Así, los tres tipos llenaron sus tres orificios alternadamente hasta acabar, al menos, dos veces antes de dejarla descansar unos minutos...

El que estaba en su culo fue el primero en recuperarse. Tomó a la mujer y la puso mirando al cielo. Le abrió totalmente las piernas, metiéndoselo sin preámbulo e iniciando de una el mete y saca a un ritmo rápido y brusco... Cuando terminó dentro de ella, otro la tomó y tras ponerla en 4 patas la perforó... El tercero no se hizo esperar, pues mientras el anterior le tiraba el semen en su cara, comenzaba a perforarla brutalmente... Los gritos y alaridos de placer de la mujer resonaban entre los edificios y sus orgasmos se sucedían uno tras otro...

Los tres tipos estuvieron follándose a la mujer desde la una de la madrugada hasta casi las 6 am... Cuando terminaron, se vistieron y fueron, dejando el lugar como zona de guerra y a la mujer tirada sobre el sillón acostada mirando el techo desnuda, abierta de piernas y bañada en semen por todo su cuerpo... Dieron vuelta el sofá de modo que al entrar a la oficina lo primero que se apreciara fuera la mujer en el centro de un bizarro cuadro cargado de morbosidad y excesos...

La mujer estaba dormida... El morbo me mantuvo despierto hasta el momento en que la puerta de acceso se abrió... Al tipo que presenció la escena se le desencajaron los ojos y su boca, abierta en un rictus de dolor e ira, no era capaz de articular sonido coherente alguno... Comenzaron los gritos... Eran desgarradores... de dolor... de un profundo dolor... Fueron menos de 30 segundos... La mujer despertó. Él se abalanzó sobre ella y mientras la penetraba, le daba bofetadas en su rostro... ella se debatía, luchaba, se cubría con sus brazos y de cuando en cuando lanzaba arañazos... Entonces, tomándola de los hombros, la levantó en vilo y arrojó por el balcón... Tras cortarse de pronto su grito al momento que su cuerpo se esparcía por el pavimento, el tipo levantó su vista y nuestras miradas se cruzaron... Lo que mostró no fue una sonrisa sino una mueca gélida y vacía al tiempo que pasaba su pulgar por el cuello en señal de amenaza... Me apuntó con su índice de la mano derecha, se dio la vuelta y tranquilamente se retiró de la oficina... Dejo estas palabras como testimonio de lo que vi... por si algo me pasa...

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