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La segunda vez por capricho

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Habían pasado casi un mes desde que me comí a mi jefa que se llama Hillary ‘Hila’ como yo le digo, bueno mi amiga está sabrosona, tiene unas piernonas y un grande y duro trasero que siempre me excita con sus licras.

Yo no podía olvidar esa vez que la hice mia, a veces cuando nos quedábamos solos me daban ganas de agarrarla a la fuerza, pero cuando estaba dispuesto siempre alguien llegaba, pasaron los días y su pareja tenía que salir de viaje, se iba a ir desde el viernes y dios mi cabeza no dejaba de planear como cogérmela, pero como jamás volvimos a tocar el tema creía que solo se iban a quedar en mi mente.

El sábado muy temprano recibí una llamada de “Hila”.

H: ¡Hola!, ¿oye vamos a desayunar juntos?

L: ¡Claro solo dame unos 20 minutos y paso por ti!

H: Ok, ¡te espero en la esquina de mi casa!

L: ¡Ok, paso por ti nena!

Me pare como rayo y me arregle, me subí a mi carro y fui por ella. Fuimos a desayunar a un centro comercial y paseamos un rato, compramos algunas cosas y decidimos ir a comer a un bar, comimos y nos tomamos unas cheves, después ella me dijo...

H: ¡Oye quiero más, pero vámonos a otro lado ya me aburrí aquí!

J: Que te parece si vamos al departamento que tengo, ahí tengo películas y botana, ¡además estarás más cómoda!

H: ¡Ok, vamos!

La llevé a mi departamento sexual, ella inmediatamente se puso cómoda mientras yo le preparaba miche ladas y botana, platicábamos de algunos temas importantes, ella estaba descalza, sus pequeños y cuidados pies me excitaban, así sin decirle nada comencé a darle masaje en sus pies, a ella no le desagrado y solo se relajó, ¡mientras acariciaba sus hermosos pies, poco a poco fui subiendo mis manos hasta sus piernonas que tanto me encantan!

L: ¡Oye, te daré un masaje con un aceite de coco que tengo aquí!

H: ¡Ay si por favor! me acaricias bien rico!

L: Pero tendrás que quitarte tu blusita, bueno si quieres, ¡si no está bien yo lo hago de todos modos!

H: ¡Jajá eres bien listo, pero está bien, necesito una relajación, espérame en lo que me preparo para el masaje!

Se metió a mi habitación y 5 minutos después me grito, cuando entre me lleve tremenda sorpresa ¡ella estaba totalmente desnuda!, solo con mi toalla cubriéndole el trasero!

H: ¿Así está bien?

L: ¡Esta súper bien!

Me quité la playera y comencé a masajearla, desde sus hombros hasta la punta de los pies, apretaba sus piernonas y me deleitaba con su rica espalda, ¡ella gemía y sus gemidos poco a poco comenzaron a excitarme más de lo que estaba!

L: ¿Te acuerdas de lo que paso la otra ocasión?

H: Sí, fue una noche muy rica, ¡me tocaste donde me hacía falta!

L: ¿Y qué te parece si tú y yo repetimos?

H: ¡Ay no sé! me sentí mal por él, ya vez que llego en la mañana de esa vez.

L: Sí, ¡pero tú mereces que te traten como reina en todo!

Le quite la toalla y comencé a besarle todo su cuerpo desde sus pies, pase por sus piernas, me agasaje con su trasero, le bese la espalda hasta llegar a su cuello que hacía que ella se estremeciera, la puse boca arriba y comencé a besarle su boca sus tetas su abdomen hasta que me lance a hacerle sexo oral, me comía su conchita depilada y blanca que olía muy bien, mi lengua no solo lamia sino que entraba hasta tocar su clítoris, ella se movía y gemía de placer, con mi mano comencé a sobarle el clítoris mientras mi lengua hacia lo suyo!

H: Luis, que rico, ¡esto no está bien pero que rico!

L: Eres un manjar Hillary, ¡te tienen muy abandonada!

Después de unos minutos pegado en su pepa, la puse sentada y me desnude, la tome de la nuca y lleve su boca a mi verga que ya estaba erecta, ella comenzó a chupar de una manera sublime, su lengua sobaba mi cabecita mientras me sobaba mis testículos con sus manos, chupaba y se la metía toda hasta casi ahogarse, ¡esto hacia que se me parara más!

H: ¡Que rica verga tienes, sabe muy rico!

L: ¡Te gusta hermosa?, cómetela toda!

H: Si amor, te voy a sacar la lechita, ¡además tenemos todo el día y la noche y quiero pasarla así!

Comenzó a chupármela de una manera que parecía aspiradora, ni siquiera Cindy, Lety o Eli lo hacían así, succionaba y mordía mi verga mientras se la metía toda completa, yo estaba extasiado y unos minutos después me vine, ella gustosa se tragó mi semen, ella no paraba, aunque me vine, seguía chupándome y acariciando mi verga, ¡chupaba mi verga y mis testículos con mordiditas leves pero muy ricas poco a poco logro generarme una nueva erección!

H: ¡Ven papi, dame toda tu verga!

L: Si babi, ¡te la voy a dar hasta por tu culo

H: ¡Si papi cógeme como solo tú sabes!

Levante sus pies comencé con un patitas al hombro, mis movimientos eran suave y rápidos al mismo tiempo mientras ella me miraba y se chupaba el dedo y se mordía sus labios, seguí metiéndosela en esa posición un buen rato, después me acosté y la subí para que cabalgara y vaya que lo hacía bien, sus movimientos de licuadora hacían que mi verga se pusiera más dura!, yo chupaba sus tetas y le besaba el cuello, ella decidió darse la vuelta y yo me di gusto con sus nalguitas, se las apretaba y arañaba como para marcar mi territorio!

La acosté y le levante las piernas hasta doblarla a la mitad, y entonces yo inclinado comencé a metérsela, era una posición muy rica, se la metía totalmente mientras ella hasta sacaba los ojos, finalmente para terminar el primer round la puse de perrito, ella menaba sus caderas mientras yo se la metía rápido y le metía de nalgadas, le apretaba el trasero y se lo mordía, le jalaba el cabello hasta que ya acelerados ambos nos venimos, como no use condón toda mi leche la lleno de placer, ella también estaba orgasmeada y gritaba de placer!

H: ¡Que rico! que caliente se siente!

L: ¡Nena aprietas riquísimo!

Comenzamos a besarnos ya que lo siguiente era sexo anal! comencé a besarle y estimularle su ano, ese ano clarito rico que no olía mal, mi lengua lo llenaba de saliva mientras mis dedos entraban poco a poco, con una mano le estimulaba su culo y con la otra su clítoris mientras ella me la estaba jalando, antes de empezar hicimos un rico 69, le chupaba su ano y su vagina mientras ella hacia lo mismo con mi verga y mis bolas, la puse en cuatro y le pedí que se abriera toda, entonces comencé a meterle la verga poco a poco hasta que se la metí completa en su culo, la tome de las caderas y comencé con el mete y saca, ella solo se quedó quieta pero sentí como su culo mordía mi verga, anteriormente ya se la había metido por ahí pero esta vez se sentía mejor, mis movimientos fueron subiendo de nivel mientras ella gritaba de placer!

H: ¡Ay!, así más rápido papito, ¡más rápido!

L: ¿De quién eres perra?

H: ¡Soy tuya, no se la saques a esta perra! métemela toda, aunque grite no pares nene!

Yo seguía embistiéndola con todo, con mi mano derecha comencé a dedearla, ella gritaba y en eso sentí como se vino sobre mi mano, un grito de placer se escuchó en la habitación, ella se estaba chorreando mientras yo seguía dándole su merecido por su culo, la acosté y la puse en posición fetal y seguí dándole por el ano, ella estaba casi sin aliento pero yo seguía con lo mío, ella se puso boca abajo y yo subí, comencé a montarla hasta que ya no pude más, su culo apretaba tan rico que logro que me viniera!

Le llene de leche el culo que hasta le escurría. Pero ahí no termino todo, después de unas cervezas y una cena, seguimos cogiendo casi hasta el amanecer, oral, vaginal y anal, de todo le hice, ¡a la mañana siguiente nos metimos juntos a bañar y ahí también hubo acción!

H: ¡Gracias por este delicioso fin de semana!

L: Al contrario, ¡gracias a ti por dejarme hacerte mía!

H: ¡Cuando gustes, además ya pienso en dejar a Javier, igual así tendremos más chances de coger!

L: Ojalá hermosa, ¡quiero experimentar cosas contigo!

Nos besamos y me dispuse a llevarla a su casa, la deje en su puerta ella me miro y sonrió y me dijo ¡esta es una de muchas veladas que quiero contigo!, sonrió y se metió a su departamento.

Desde ese día comenzamos algo que nos llevó a mucho, ella sigue con Javier, pero no nos importa, nosotros seguimos con nuestros encuentros sexuales.

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