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Las historias de Cindy (Cap. 1): El Gallo

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Cindy es una amiga muy caliente y me dio permiso de contar alguna de sus historias, estas historias serán en primera persona y cambiarán algunos nombres para evitar conflictos, espero les gusten.

Hola me llamo Cindy, tengo actualmente 40 años, soy divorciada dos veces, sin hijos y actualmente trato de ir por el camino del bien, me va bien económicamente y la idea de contar mi vida sexual me pareció excitante y espero les excite a ustedes también.

Después de presentarme empezare contando la ves que me quitaron las telarañas jajá, bueno tenía un mes de haberme divorciado por segunda ocasión, la verdad estaba muy mal, algunos amigos trataban de animarme, pero dos divorcios, no los puedes superar tan fácil.

Y aunque soy muy llamativa, ya que en mi juventud fui modelo, tengo un muy buen cuerpo, aun hoy a mis 40 años, sigo siendo muy popular.

En fin, mi vida estaba apagada, no tenía ganas de nada, en eso un tipo que tenía años de conocer, que le vamos a decir “Gallo”, me mandaba mensajes, me mandaba flores, me invitaba a cenar, yo sabía que quería cogerme, pero la verdad ni animo de eso tenía.

El tipo era muy bien parecido y de un cuerpo muy de gimnasio, todo lo tenía grande, literalmente, me mandaba fotos muy sugestivas, de el con tanga, con poca ropa, desnudo, acariciando su miembro de unos 23 cm, pero, aun así, aunque si me calentaba un poco no accedía a estar con él.

Pero llego el momento de cambiar, mi terapia de alcohol y tocar fondo me hizo abrir los ojos y decidí ser diferente, ser una amante salvaje

Me puse mis leggings apretados y que me transparentaban todo, ¡una blusa negra escotada que resaltaba mis tetas firmes y mis zapatos abiertos mostrando mis pies que todos aman!

Lo cite en un bar por Coapa, el llego puntual, elegante como siempre y con ropa que resaltaba su excelente físico, empezamos a charlar tomar y bailar, sentía como el me repagaba su asunto, al principio me molesto un poco, ¡pero después de tanto roce empecé a tener ganas de tenerlo en mis manos!

G: ¡Oye, vamos a mi casa a seguirla!

C: ¡Mmm, ok, pero un rato solamente!

G: ¡No te preocupes, confía en mí!

Llegamos a su casa, el muy amable me atendió como reina, de pronto el cabrón, me dijo…

G: ¡Necesitas un masaje nena, déjame ayudarte!

Empezó a masajearme muy rico, sus manos sabían dónde tocar, yo cerraba los ojos y disfrutaba las caricias suyas, ¡me relajé bastante que mi cuerpo entro en transe y prácticamente me dispuse a todo lo que viniera!

Me comenzó a besar el cuello, lo hacía delicadamente pasando su lengua de mis hombros a mi oreja, sus caricias en mi espalda me estremecían más y más, su respiración en mi cuello me excitaba demasiado, ya quería que me tocara más abajo, pero él se tomaba su tiempo.

Se paró frente a mí y se despojó de su camiseta, sus músculos brillaban en todo su esplendor, comencé a acariciarle sus pectorales bajando a su bien formado y duro abdomen, que rico hombre, en mi vida no era el único que me había tocado con buen cuerpo, pero el al ser maduro, ¡su cuerpo de puro musculo me incitaba a ponerme como él quisiera!

G: ¿Te gusta hermosa

C: ¡Me encanta, que cuerpo!

G: ¡Es tuyo, adelante, hazle lo que gustes!

Empecé a besarle su abdomen, esa dureza solo me hacía imaginar que tan duro estaba haya abajo, mi lengua lamia sus pezones bajando a su ombligo, mis manos apretaban los músculos de su espalda y lo aruñaban fuerte, me puse de pie y me quite mi blusa dejándome solo el brasear, él se lanzó como bestia hambrienta de carne, su boca pasaba por mi abdomen y por en medio de mis tetas, nos besamos muy apasionadamente, nuestras lenguas se enredaban justo cuando nuestros cuerpos se rozaban y se erizaban por la acción!

G: Corazón, ¡no sabes cuánto te deseaba!

C: ¡Aprovecha tu suerte!

G: ¡Cómo no, ven, vamos a mi recamara!

Ya en su recamara y muy sensualmente nos despojamos de toda la ropa, yo lo desnude a él y el a mí, su pene de unos 25 cm y circuncidado, escurría de líquido seminal, mi vagina depilada también estaba húmeda por él, tome el control de la situación, él se acostó y yo lleve mi lengua por todo, le besaba su cuello, sus entre piernas, sus enormes muslos, le besaba el pene y sus pies, el suspiraba de placer, ¡su mirada de borrego a punto de morir me excitaba más!

¡Fui directo a su enorme verga, la cual tomé con mis dos manos y empecé a comer l cabecita, le daba fuertes lengüetazos y la succionaba rápido, el gemía y se retorcía como pez fuera del agua!

G: ¡Que rico, hermosa que rico!

C: ¡Eso, disfruta, uhm, que rica!

Devore esa gran verga por algunos minutos más, su sabor era magnifico, lo tenía dominado y si yo quería lo podía hacer venir, pero decidí que era tiempo de sentirlo dentro, lentamente subí a él, me acomode poniendo su punta en mi vagina y con suaves movimientos empecé a ensártame solita, él me tomaba de la cintura y se movía al ritmo de mi cadera, ¡me acariciaba las nalgas y las tetas!

C: ¿Que dura, te gusta como lo hago?

G: ¡Mamita linda, me encanta!

C: ¡Uf, que rico se siente que dureza!

G: ¡Si te cabe toda, uf!

C: Si, me cabe, empújala más, muévete, ¡muévete más!

¡Empezó a metérmela rápido y fuerte, yo gemía de lo rico que sentía, me agachaba para moverme mejor y que me besara, el me mordía las tetas y me daba de nalgadas, piropos en mis oídos no dejaba de escuchar!

El mostro su fortaleza, sin sacármela me tomo de las nalgas y se puso de rodillas en la cama, me cargaba y me dejaba caer muy rico en su verga durísima, me besaba y me mordía las tetas, yo lo tomaba del cuello y también me movía fuertísimo, después de algunos meses sin sexo, me sentía como mi primera vez, ¡pero más rica!

C: ¡Si, así, que rico, sigue, así!

G: ¡Aprietas delicioso!

C: ¡Me encanta tu dureza, uf, agh!

Nos pusimos de pie en la cama, ¡subí mi pierna en la luna de la cabecera y el tomándome de las nalgas me penetro! Se movía rapidísimo, yo le mordía los pezones, ¡mientras el acariciaba mis piernas y seguía moviéndose rico!

G: ¡Cindy, que piernas más ricas, que cuerpo!

C: ¡Gracias, uf, tú también estas riquísimo!

G: ¿Te gusta? ¿Te gusta cómo te la meto?

C: ¡Si, que rico, me gusta, sigue así!

Me puso en cuatro, la metía suave, yo sentía como entraba toda, su verga me perforaba todita, mis líquidos fluían gracias a sus movimientos, era tan grande que sentía que iba a vomitar, me movía todo por dentro, ¡estaba siendo empalada muy rico!

C: ¡Que grande!

G: ¡Eso, goza nena, goza!

C: ¡Muévete, muévete rico!

G: ¡Ah, toma, toma toda Cindy!

¡Sus embestidas eran muy ricas, me daba de nalgadas y me jalaba el cabello, el sexo fuerte siempre me ha gustado y él era muy fuerte!

¡Yo estaba empinadísima chorreando de placer, el en canclillas se movía majestuosamente, mis gemidos se oían por toda su casa, me pegaba en la espalda, los tirones de cabello eran más y más fuertes, sus movimientos me hacían ya sacar saliva de la boca, esa rica verga me estaba dando un muy rico placer!

C: ¡Asi, agh, papi, así!

G: ¡Que rico, mami, que rico!

C: ¡Cógeme, cógeme fuerte!

G: ¡Toma, toma, así, grita, grita!

C: ¡Que rica verga, ah!!!

G: ¡Nena, dios!

La excitación nos ganó a los dos, su verga empezó a chorrear liquido caliente dentro de mí, yo no me quede atrás y también sacaba chorros de placer, ¡el quedo encima de mi sacando hasta la última gota de su néctar!

G: ¡Toma mi leche, agh

C: ¡Si, así, dios!

G: ¡Eres la mejor!

C: ¡No te quedas atrás, uf!

Reposamos un rato entre caricias besos y piropos, estaba claro que el me tenía muchísimas ganas y me lo había demostrado.

¡Esa velada fue maravillosa, tuvimos sexo casi hasta el amanecer, dormí acurrucada en sus fuertes brazos y al despertar él ya me tenía el desayuno, esa fue la primera y última vez que tuve sexo con él, pero agradezco que gracias a su insistencia despertó en mí, la mujer fuerte y gozosa que soy!

Espero les guste mi relato, ahora cada que pueda escribiré uno con ayuda de mis amigos Luis y Lety, ¡gracias y hasta la próxima!

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