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Le hago un favor a Fanny

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Me cogí al papá de mi amiga con su consentimiento, lo caliente de Fanny definitivamente viene de familia.

Un día sábado llegué a casa de Fanny, ella solo vivía con su papá porque sus papás se habían separado y su hermano vivía con su mamá. Su papi era una persona llena de vitalidad,  siempre alegre y de aquí para allá, Don Ángel era un señor de 48 años, igual que mis papás los de Fanny se habían casado muy jóvenes, el ejercicio era una costumbre porque al igual que Fanny, Don Ángel se veía muy bien para su edad, ligeramente alto, moreno y musculoso, músculos grandes pero no tan marcados. Siempre me gustó pero nunca intente nada por respeto a mi amiga, sólo me deleitaba con verlo cada que íbamos a su casa.

Ese sábado yo me quedaría a dormir con ahí, eran aproximadamente las 7 de la noche cuando me levanté para pasar al baño y escuché que de la habitación de Don Ángel salía un sonido de alguien llorando, supuse que era él, cuando regrese con Fanny le comenté:

-Creo que tu papá está llorando -yo

-Me imagino, desde que se separó ha tenido días difíciles -Fanny

-Mira, entre tú y yo hay mucha confianza. Necesito que me hagas un favor, sube a su cuarto y cógetelo -Fanny- no puede continuar con su tristeza.

-Mira, te entiendo y por verlos bien por supuesto que acepto pero no quiero que tú papá lo vaya a tomar mal -le dije.

-No te preocupes, sube y verás que no pasa nada, solo hazlo de una vez como sabes -decía- quiero escucharlos.

Eso último no entendí en qué sentido lo dijo pero igual subí, frente a su puerta me quite el suéter y mi pants para quedar en tanga, brassier y una remera. Abrí la puerta y entre de golpe, la cerré detrás de mí y Don Ángel estaba acostado con la luz encendida. Solo traía puesto un bóxer, me acerque a él y lentamente volteó a verme.

Cuando nos vimos de inmediato me quite la remera y me quedé en mi conjunto de ropa interior.

-Fanny se quedó dormida, no tenemos mucho tiempo. Quiero coger con usted, siempre lo he deseado -le dije de pie.

Él se puso de pie y se quitó su bóxer empezando a masturbar su pene. Era una locura, había accedido sin más y su miembro era enorme, el más grande que había visto en persona.

-La tienes… descomunal -le dije riéndome ante mi incredulidad y un poco de miedo.

-Acércate, hay que apurarnos –dijo.

Me lance sobre él, besándonos y yo empecé a masturbar su pene, poco a poco fue alcanzando su erección hasta que mi mano no alcazaba a cerrar por no gorda.

Entonces me quitó la brassier y me empezó a mamar como desesperado los pechos, yo me fui quitando la tanga, lo empuje y me acosté en la cama con las piernas abiertas.

Se hinco y me empezó a chupar el sexo. Pasando su lengua por toda mi vulva y después intentando meterla lo más posible hasta el fondo de mi intimidad, yo empecé a tocarme los pechos y escurrir como una sucia puta. A lo mucho duró 5 minutos dándome el oral, se puso de pie y me la empezó a meter. Yo me sacudí y eché la cabeza hacia atrás, nunca había sido penetrada por algo tan grotesco.

-Don Ángel! Hágalo lento, la tiene enorme ufff! -le dije.

-Cuando termine contigo me la vas a pedir para llevar Angie -dijo- y háblame siempre de usted.

Empezó a darme lento pero me la empujaba hasta los huevos, en cada gemido sentía que la tenía en la garganta.

-Ahhh! Pártame en dos! Hazlo! Ayyyy!

Descubrí que aquel músculo sacaba un lado masoquista en mi, disfrutaba enormemente ser apenas suficiente mujer para albergar toda esa carne viril, me dolía pero me gusta.

-Te gusta cómo te uso?!

-Me duele! Ahhhh! Ayyy! Pero no se detenga, eyacule adentro ayyy! Si quiere! Mmm!

-Uhhh! Aprietas bien rico -Don Ángel

-Es que la tienes bien grande! Ay ay ay! La siento mucho!

-Pues ahora te aguantas! Te voy a coger hasta terminar -Ángel

-Te aguanto con gusto cabrón! Así papito! Duro!

Empezaba a acostumbrarme a semejante cosa, y en mi útero disfrutaba de su rico camote. Me alzaba recargándome sobre mis codos para poder enfermar más mi mente viendo su virilidad saliendo de mi interior bañada en fluidos de los dos. Fue cuando me la saco.

-Hazme una rusa Angie -me pidió.

-Ya te vas a venir? Te quedaste con la eyaculación en la punta? -le pregunté mientras nos acomodábamos en la cama.

.Cuando me vaya a venir te lo vas a tomar todo perrita –Ángel.

Empecé a masturbar con mis pechos su escultural miembro viril, parecía una columna tallada en mármol, era hermosa. Mis senos no alcanzaban a envolver tanta carne y pero lo hacía con entrega chupando su glande cada vez que salía.

-Te gusta?! Te excita mucho como puedes tenerme?! -le pregunté provocativa para después escupir de manera generosa entre mis tetas y su cosa.

-Síguele perra! Qué todavía te quiero coger otro rato! Ah -Angel

-Usame! Violame mi rey! Tu vergota te da el derecho de tomarme como tu puta personal -le decía esperando calentarlo.

-Te voy a llenar de leche, te vas a ahogar con todo lo que me va a salir.

-Quieres que vaya por un vaso? -le pregunté traviesa- o prefieres venirte adentro y dejarme embarazada? Tú elige, tú eres mi macho.

-No tienes novio? –preguntó.

-Sí, pero no tiene algo tan grande colgándole entre las piernas, tú sí y eso me convierte en tu perra -dije- viólame sin clemencia.

-Tan joven y tan perra -contesto excitado- ufff te voy a partir pendeja.

-No porque tengas una pinche vergota me puedes decir así -le dije mientras me subía encima, mirando sus ojos.

Me empale hasta el fondo de aquel músculo y temblé de manera involuntaria.

-Uyyy! Que sabroso papito! Ahh -grité- Ten cuidado, siento tu glande muy, pero muy adentro.

-No era eso lo que querías, que te violara?! Oooh! Qué húmeda –Ángel.

-Hazme lo que quieras, si quieres violarme hazlo pero tu eyaculación me la vas a dar directo en mis ovarios... -le dije con una sonrisa- aunque si me quieres embarazada eyacula hasta el fondo.

-Se ve que te han cogido mucho -me dijo.

-Me he acostado con quién tenía ganas, no soy una santa pero si no te gusta podemos dejarlo así -le dije.

Me levanté sacando su miembro de mi vagina pero antes de sacarlo por completo tomo mis caderas y me la embutió hasta en fondo, yo grité sintiendo que en ese alarido su verga me iba a salir por la boca. Entonces me empezó a penetrar con rapidez, me usaba como una muñeca. Sentía una especie de quemazón en mi útero pero era mi orgasmo en proceso.

-Uyyy! Así! Ahhh! Que gorda! Ay! Ay! Asiiii! Ahhh! Ahhh! Me partes!

-Toma por puta! Ohhh!

Y así pasaron varios minutos hasta que mi orgasmo estalló.

-Ahhh! Ahhhh! Me vengo!!! Ahhh!

-Vente perra! Mójame la verga! Ohhh!

Me aventó y me tomó de la cintura, yo lo volteé a ver como pidiendo tiempo fuera pero él me la clavó y me siguió dando duro y tupido. En una cogida así me alegro no usar condón, hubiera terminado rosada de tanta intensidad. Estábamos acostados, sentía todo su peso de hombre maduro sobre mi juvenil cuerpo, me jalaba del cabello con fuerza mientras me coge con desesperación, a veces mete sus dedos en mi boca o me da alguna fuerte nalgada. Yo sólo estoy haciendo lo posible por aguantar su admirable copulación.

Pasaron más de treinta minutos de tan salvaje capitulo sexual, la cama rechinando y las sábanas revueltas y húmedas, ambos estábamos bañados en sudor yo sentía la garganta seca de tanto gritar. Me había venido dos veces bañando su verga, es un macho increíble.

-Ya desayunaste? Ahh -preguntó

-Si por qué?! Ah! Ah! -contesté

-Porque aquí te va la leche -dijo poniéndose de pie y masturbando toda su longaniza que estaba escurriendo.

Yo me hinque y observaba su verga con admiración.

-Parece que haces bizcos! Abre la boca.

Entonces se me ocurrió hacer bizcos mientras veía su verga con la boca abierta

-Me vengo! Ahhh! Ahhh!

Yo metí su pene en mi boca y sentía como sus chorros caían mi garganta, lengua y dientes pero, empezó a sacar muchísimo, se me empezó a salir y yo me tomé un poco pero otra parte escurrió cuando abrí la boca por la impresión.

-Qué es esto?! -pregunté con leche escurriendo de mi boca hacia mis pechos y abdomen.

Seguí mamándole su macana para relajarse

-Tenía 3 meses sin coger, ahhh! Así chúpala! Ohhh -Ángel

-Se nota que venías cargado -yo

-Quiero seguir cogiendo. Te vas a ir? -preguntó

-Me voy a ir pero a comprarte unos condones, sacas tanto que seguro me dejas embarazada jajaja

-No que me ibas a dar un bebé? -preguntó

-Si quieres te doy gemelos, hay leche de sobra jajaja -le dije hincada frente a su virilidad bañada en leche.

Y así siguió la noche, cogíamos, nos veníamos gritando. Cogimos durante dos horas más, él se vino 3 veces, dos en mi cara y boca, la última vez lo hizo hasta el fondo de mi útero. Yo me sentía muy abierta y sucia porque nunca me limpie el semen, solo se iba secando o quedando en su piel y las sábanas.

Angie.

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