Nuevos relatos publicados: 13

Lecciones sexuales con mamá

  • 9
  • 71.375
  • 9,41 (39 Val.)
  • 2

Acababa de llegar de la facultad, al llegar a casa y venía bastante enfadado porque había tenido un mal día, al entrar, me encontré a mi madre, Pilar sentada en el sofá leyendo un libro, me dice que todos tenemos malos días pero tenemos que luchar porque no todos los días sean así, por su parte ella, estaba cansada, porque tenía la intuición de que no estaba aprovechando mis estudios.

Entonces, me pide que me siente en el sofá con ella y le explique lo que me pasaba o me preocupara, la verdad es que no podía parar de mirar el enorme escote que le hacía el jersey que llevaba puesto, pero traté de concentrarme.

Le expliqué que en la facultad, había aprendido algo nuevo y que hasta entonces no sabía y era que los pechos de las mujeres milf crecen cuando los hijos que tenían llegaban a un cierto punto de madurez sexual, entonces ella se empieza a reír mientras le explicaba dicha teoría, poco a poco observaba que empezaba a sorprenderse cada vez más y le pregunté si era verdad dicha suposición, mamá me explicó que cuando llegas a una edad los pechos crecen ligeramente pero era como una evolución, no te crecen de golpe, entonces le pregunté que si los suyos habían crecido cuando me empecé a hacer mayor o siempre habían sido así, ella se echó a reír y me explicó que las mujeres notan cuando le crecen los pechos, cuando se bajó ligeramente la blusa y me dijo, ‘bueno cariño eso es cada mujer’.

Al terminar la explicación, me hizo una encerrona y me preguntó ‘¿crees que los míos son bonitos?’ yo no sabía que responder, estaba muy avergonzado, pero a la vez no podía dejar de mirarle ese pedazo de escote que tenía, yo traté de salir de la situación diciéndole que estaban estupendos y ella me respondió que cada mujer tiene su talla de pecho y su tamaño, unas más y otras menos.

A raíz de ahí no podía parar de fijarme en su enorme escote, empezaba a ponerme cachondo cuando mi madre me dijo que los pechos son algo característico de la mujer observando cómo se cogía los suyos mientras me lo explicaba, al terminar le pregunté que si siempre tenía que llevar sujetador, y ahí fue cuando todo se empezó a disparatar.

Comenzó diciéndome que cada una es cada una, es una decisión suya, unas llevan siempre otras a veces y otras no, era todo según el momento y las circunstancias, así que me atreví y le dije no sé cómo preguntarte esto, pero ella trató de tranquilizarme y me dijo que le preguntara a gusto y sin agobiarme, ‘¿tu llevas sujetador?’ ella se echó a reír y me explicó que algunas veces no y que por ejemplo muchas veces cuando está en casa tampoco lleva aunque eso era algo que ya sabía pero no tenía el valor de preguntarle hasta ese día.

A continuación muy avergonzado y echo un manojo de nervios le pregunté ‘¿ahora llevas sujetador?’. Mi madre en un primer momento se quedó sin palabras, pero entonces se bajó lentamente el escote de la blusa y me dijo, no cariño ahora no mostrándome que debajo de la blusa no llevaba nada, acto seguido le dije ‘¿puedo tocarlos?’ ella no sabía que decirme y me dijo que me explicaba todo lo que quisiera pero que fuéramos poco a poco.

Estaba muy excitado, y entonces le dije aun sin creérmelo ‘¿pero de verdad que no llevas sujetador debajo?’ ella me dijo "mira cariño, bajándose la blusa un poquito más que la última vez”, no podía dejar escapar la ocasión y le pregunté de nuevo si podía tocarlos, finalmente aceptó, se acercó a mí ligeramente mientras le decía, ‘me estas poniendo un poco cachondo’, enseguida mamá se echó a reír diciéndome "cariño, no trates de ocultarlo, ya me he fijado que te has puesto cachondo" mientras me ponía su mano derecha sobre mi pierna, me dijo que no pasaba nada y decidí arriesgarme a preguntarle algo: ‘¿me ayudarías a masturbarme?’

Quería sentir como masturbaba una mujer como mi madre, ella se bajó la blusa nuevamente enseñándome los pechos, empecé a ver como se los tocaba y yo estaba con las ganas no podía quedarme con esas ganas de poder tocar esos pechos tan bonitos que tenía mi madre. A continuación, mi madre se levantó del sofá pidiéndome que me quitara la ropa y me sentara en la butaca del al lado, ella se puso de rodillas en el suelo y se quitó la blusa, me cogió el pene y me empezó a masturbar pero enseguida, paró para echarse lubricante sobre los pechos y retomó la paja que me estaba haciendo mientras me cogía los testículos moviéndomelos en círculos, al cabo de un rato, me metió el pene entre sus pechos y me empezó a masturbar con los mismos alternando de vez en cuando con la mano, le cogí pechos observando como me masturbaba hasta que finalmente me corrí en sus tetas. Nos miramos el uno al otro mientras mamá me decía, que lindo eres cariño pero no podemos decir nada de esto, será nuestro secreto.

Esa misma noche, mamá estaba duchándose con la puerta entreabierta, cuando me di cuenta, me acerqué sigilosamente a la puerta y quedé observando el tremendo cuerpo que tenía mi madre, estaba buenísima observando que tenía el clítoris depilado, pude ver como se empezaba a poner cachonda mientras se tocaba el clítoris no podía parar de pensar en ella, así que me empecé a tocar el pene, mientras veía como se metía los dedos y gemía de placer poniéndose contra la pared mientras continuaba haciéndose dedos, entonces de repente abrió los ojos y me vio espiándola en la puerta sorprendida, se echó a reír y me pregunta ‘¿cuánto tiempo llevas ahí?’, algo sonrojado le dije que no sabía muy bien, mientras se tapaba con ambas manos los pechos y el clítoris, entonces me confiesa que desde que se divorció de papá se pone mucho más cachonda pero que nadie sabe nada y yo era la primera persona en saberlo y nadie más lo podría saber diciéndome, ‘no digas nada ¿vale? ¿Me lo prometes?’.

Yo encantado le dije que sí y que me iba para dejarla sola en el baño pero entonces me dijo que me podía quedar sin ningún problema y me pregunta ‘¿te quieres duchar conmigo? que me sentía un poco sola, no te lo pienses cariño’, pero antes de entrar le dije ‘¿puedo tocarte el clítoris?’ ella me dijo ‘puedes hacer lo que quieras cariño’, observando cómo se metía los dedos delante de mí y me enseñaba el clítoris.

Así que entré en la ducha, nada más entrar, le empecé a tocar los pechos diciéndome "soy todo tuya", enseguida, bajé lentamente mi mano izquierda hacia abajo para tocarle el clítoris a mamá por primera vez mientras escuchaba como gemía. Le di la vuelta poniéndola contra la pared de la ducha y le agarré el culo mientras le decía "mami que culo tienes". Me saqué el pene de los vaqueros, ella empezó a acariciármelo y a continuación se puso en cuclillas en la ducha para empezar a chupármelo. Minutos después, la puse contra la pared penetrándola por el clítoris, no paraba de gemir, podía ver cómo le rebotaban las nalgas, le agarré las tetas mientras le penetraba hasta que de repente llaman a la puerta y nos cortan todo el rollo dejándonos a ambos con el calentón.

Unos días después, mamá estaba en el salón practicando yoga cuando al abrir la puerta observo las mallas y el top ajustado que lleva puesto para la ocasión, como estaba de espaldas no podía parar de mirarle el culo, esperé hasta que terminó sus ejercicios y entré en el salón, aproveché la oportunidad, estaba a cuatro patas sobre la esterilla, me dijo que por que no practicaba un poco de yoga, me ayudaría a relajarme y así aprovechaba ella para hacer algunos ejercicios que requerían dos personas, y así poder ser yo su compañero de yoga, mamá se tumbó boca arriba con las piernas abiertas hacia atrás, me explicó el ejercicio que estaba haciendo pidiéndome que le pasara las manos por ambas piernas, continuamos solo con una pierna levantada yo únicamente tenía que sujetarle dicha pierna mientras observaba tímidamente hacía el clítoris de mama.

Mientras continuaba con el siguiente ejercicio que consistía en estar agachada de cintura para arriba, le agarré de la cadera y poco después, le agarré tímidamente el culo, entonces me dijo, ‘cariño, cuanto te gusta mi culo’, echándose a reír, entonces le expliqué que verla así me había puesto bastante cachondo, ella me dijo que habíamos hecho una promesa, sobre lo que había pasado días atrás, aparte de no decirle nada a nadie también incluía no volver a repetir dicho hecho, pero le confesé que verla así me ponía bastante, mientras mamá se echaba a reír por la situación.

Ella aceptó enseguida, empecé a cogerle las tetas y me cogió de la mano y me dijo, ‘vamos cariño a mi habitación’. Ya en su habitación, mamá se puso en la cama de rodillas mientras me decía ‘¿quieres que mami se quite el top?’, yo asentí con la cabeza y ella empezó a quitárselo, le cogí las tetas varias veces mientras ella tímidamente se pasaba los dedos por el clítoris, al verla le pregunté ‘¿estás mojada?’.

Mamá tímida me respondió, un poco mi amor, se puso a cuatro patas sobre la cama, me acerqué para cogerle ese enorme culo del que tanto presumía y el que tanto me gustaba mirarle, se bajó lentamente los leggings, dejando ver su carnoso clítoris, le salivé el clítoris para así disfrutar de su flujo mientras ésta gemía sin parar, después se dio media vuelta para que viera como se metía los dedos y me preguntó ‘¿quieres que te la chupe?’.

Me tumbé en la cama mientras ella se acercaba a mi, se la metió en la boca y después de una buena mamada me dijo "quiero polla cariño ¿me das?" mamá se tumbó en la cama con las piernas para arriba y le pasé el pene varias veces por su mojado clítoris diciéndome "no pares, mi rey", "sigue así", a continuación, mamá se puso encima cabalgándome mientras la follaba nuevamente por el clítoris.

Finalmente, mamá terminó haciéndome una mamada en la que terminé corriéndome en su boca.

(9,41)