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LoreHtWf y el regalo de cumpleaños de su esposo

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Aquí estoy nuevamente contándoles mis aventuras en el cumple de mi esposo,  llegamos al restaurant yo vestida con una blusa muy ligera de tela semi transparente, falda larga de tela súper ligera, pero pegada a mi cadera y piernas de esas abiertas hasta arriba que dejan asomar una pierna casi por completo al caminar, además estoy segura que al caminar de frente al sol podría ser más transparente y dejar ver la silueta de mi tanga, zapatillas negras y un conjunto de lencería en blanco de bra y tanga de encaje muy linda prácticamente es puro encaje transparente y un poco de algodón que queda entre mis piernas, cabello suelto, recién bañada y perfumada, de la mano de mi esposo llegamos al restaurant en una terraza de un centro comercial que muchos ubicaran, no mucha gente, pero la mayoría hombres y eso me alegró porque entré robando miradas por mi vestimenta y pierna coqueta, nos sentamos ya casi obscureciendo y me senté cruzando mis piernas para dejar que una pierna quedara al descubierto, quiero decirles que casi la abertura llegaba a mi cintura ya que de ahí se amarra, muy fácil de poner y de quitar pedimos algo de tomar y por mi mente pasaban muchas cosas pero no sabía que travesura hacer decidí ir al baño para explorar el lugar y bueno de paso saber que me mirarían, así que entre al restaurante ya que estábamos en la terraza y los sanitarios estaban subiendo unas escaleras y entonces mi imaginación voló al ver un pequeño privado con unos sillones de piel una mesita de madera como de troncos y bueno muy acogedora y privada, así que al salir del sanitario y dirigirme a mi mesa busque con la mirada como quien era el gerente o encargado pero estaba ocupado así que regrese a mi mesa con un pensamiento de niña traviesa sin decirle a mi esposo nada comencé a planear mi travesura entonces pedimos de cenar.

Yo seguía mostrando mi pierna desnuda hasta la cintura para el deleite de los hombres de mesas cercanas que desprendían miradas lascivas y descaradas, yo me mantenía ajena e inocente como que no me daba cuenta pero en realidad me tenían caliente. Comenzaba a obscurecer y poco más tarde se acerca el que precisamente pensé era el gerente para indicarnos que los horarios seguían restringidos y cerraban a las 10 pm para prevenirnos y pedir antes de las 9:30 y me le quede viendo, le sonreí pero esa noticia me daba más ideas, nos apuramos en pedir una copa más de vino y postre justo antes de que cerraran el bar y cocina, entonces me levante nuevamente al baño pero solo fue el pretexto ya que entre directo a buscar al encargado y le dije muy coqueta, ¿disculpa me puedes ayudar?

Le hice un gesto de que me siguiera y subí la escalera con el atrás de mí sin saber qué quería, subí lentamente peldaño por peldaño moviendo mis caderas lo más sexy que pude, podía sentir los ojos del encargado clavados en mi culo, llegando al privado y le dije, ¿sabes? hoy es cumpleaños de mi esposo y quiero festejarlo, sé que ya pronto cerraran, pero… me quede mirándolo a los ojos y le dije quiero darle una sorpresa y me encanto el lugar, justo iba a decir que el horario y bla, bla, bla cuando le dije te propongo una cosa, me dejas usarlo y te daré una buena propina y algo más, y claro el hombrecito sonrió y me miro, abrí mi falda solo un poco y le dije te daré propina y te regalare mis calzones ¿te parece?, me encanto ver como cambio de color de su cara y pude notar que su miembro creció bajo su pantalón jajaja, me dijo señora le quiero advertir que este privado tiene una cámara de circuito cerrado, por política no grava pero puedo ver en directo lo que sucede ahí dentro, le puse la mano en el hombro diciendo gracias, tú me avisas a qué hora podemos subir y me fui a mi mesa con mi esposo.

El restaurant comenzaba a quedar solo, mi esposo me dijo pediré la cuenta para irnos y entonces le dije si quieres la pido yo mientras vas al baño ya que estaba el por ir, una vez que se levantó llego la persona con quien hable y me dijo ya está listo, entonces subí y nuevamente el atrás de mi ahora con nuestras copas y le pedí un pastel con velita, como los baños quedaban muy cerca del privado recién salió del baño y no se esperaba que de pronto apareció lo jale al privado y comencé a besarlo apasionadamente, el correspondió con besos y caricias, mientras le mordía su oído y le decía feliz cumpleaños amor, quiero que me hagas tuya aquí ahora mismo y sentía como se le paraba de tan cerca que estábamos, le dije no te preocupes por nada y puse sus manos en mis nalgas, comenzó a apretarlas, la puerta del privado estaba entre abierta y vi justo que venía el encargado con el pastel y velita entonces pare un momento para recibirlo, cerré la puerta y puse el pastel con la velita encendida en la pequeña mesita. Le dije a mi esposo feliz cumple amor y lo abracé fuertemente.

Una vez soplo la velita senté a mi esposo en uno de los sillones y comencé a desnudarme lentamente y poco a poco hasta quedar solo en tanga, todo el topless lo hice mirando a mi marido pero de frente a la cámara, sabía que el encargado iba a estar mirando, tome el pastel embarrándolo en mis pechos solo un poco para ponerme encima de mi esposo en el sillón y que comiera a gusto su pastel chupando mis pechos y pezones para después desabotonar su pantalón sacar su miembro bajar sus pantalones, tomaba yo un poco de vino de mi copa y lo besaba con lengua intercambiando el vino y excitándome cada vez más, luego unte todo su tronco en el pastel y me fui a devorar mí porción de torta, fue un oral exquisito, me sentí como una actriz porno, me imagine en la pantalla del administrador haciendo sexo oral así que tome el papel con propiedad y se lo chupe como en los videos porno, me lo refregaba en la cara, le chupaba sus huevos, el tronco, la cabeza, lo chupe con furia, me sentía una verdadera puta, además dando un espectáculo por cámara, cuando note agitado a mi marido me detuve, poco a poco me ayudo a incorporarme y quede de rodillas frente a él, volvimos a tomar vino de nuestras copas, brindamos y mirándole a los ojos le sonreí, su miembro seguía ahí como un mástil, brillaba como un puñal y yo solo quería que me apuñalara, que me la clavara hasta adentro. Le dije, amor ahora le voy a dar el postre… le embetuné nuevamente el pico primero en la copa de vino y luego con el pastel, me di la vuelta, apoyé las manos en la mesa y le ofrecí todo mi culo de regalo.

Comenzó a meterla muy despacio por mi colita y hacerme un anal delicioso con sabor a Merlot y al pastel de crema, pude sentir como su glande se abría paso, como me habría milímetro a milímetro, yo sentía la cara hirviendo, respiraba con la boca abierta, la mirada nublada, pero hice un esfuerzo y mire a la cámara, me quede fijo mirando a la cámara mientras mi marido me envestía, mi cuerpo se estremecía con cada clavada y mis tetas saltaban, con mis manos me aferraba con fuerza a la mesa, la crema del pastel actuó como un lubricante perfecto que me hacía disfrutar como una ramera en celo, me estaba culeando exquisito era toda una escena para mi esposo y para el encargado del local que seguro nos estaba viendo en su oficina, eso me tenía a mil y comencé a gritarle a mi marido, “métemela toda… métemela toda” y el así lo hizo, luego sentí como clavo sus dedos en mi culo y eyaculo largos chorros de semen que pude sentir borboteando en mi interior, eso me transporto a otro plano y tuve un orgasmo que pocas veces he alcanzado, fue maravilloso.

Mi marido quedo extenuado, una vez se recompuso nos vestimos y le dije que se fuese al auto que yo pagaría, que no se preocupara por nada. Así fue, el bajo las escaleras con dirección al estacionamiento y yo me fui a la oficina del administrador. Estaba en su escritorio frente a su pantalla de monitor, aun no lo podía creer, me pare al lado de su escritorio y baje mis calzones en frente de él, me arremangue la falda y me senté horcajadas de frente a él, el quedo como paralizado, le tomé su mano derecha y la lleve a mi concha, rápidamente metió dos dedos y comenzó a masturbarme, yo abrí más mi piernas para que llegara al fondo, lo bese con locura, nuestras lenguas se trenzaron en una lucha furiosa, pare un instante, apoyando nuestras frentes y jadeando por la estación le dije que en la semana traería yo un pastel para que comiéramos juntos en su oficina, luego le pregunte cuanto le debía y el todo galán me dijo que nada, que estaba ya todo pagado.

Me incorpore, tome mi calzón, me seque mi entrepierna en frente de él, me acerque le di un beso en la mejilla y le dije gracias corazón disfrútala y le entregue en su mano mi jugosa tanga.

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