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Los sueños de María (Parte 1)

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Después de una noche más de sexo con su marido, en la que ella se ha quedado con ganas de más, ambos se han quedado dormidos, pero en la mente de María empiezan a surgir imágenes, empieza su aventura, su cuerpo quiere más placer,  y su mente trabaja para ello en su sueño.

María aparece en un pub, por la noche, está sola, no sabe por qué, pero no conoce a nadie, se mira frente al espejo que hay al final de la sala, esta buena, realmente buena, 1.70 de estatura, con una talla 100 de pecho, se gira para ver su redondo trasero, siempre empinado, un problema cuando lleva falda, esa noche la falda es minúscula, y su trasero empinado hace que sea aún más corta por detrás, apenas le tapa, casi se empiezan a ver sus nalgas. Su top es muy entallado, marcando sus curvas y dejando su ombligo al aire, el escote en forma de V siempre le favorece, pues deja ver lo mejor de ella, su generoso y voluminoso escote, para terminar, unas botas altas que hacen que realce su figura.

Al mirarse detenidamente en el espejo piensa que esta espectacular y que no quiere más que aprovechar bien la noche, quizás encuentre a dos o tres hombres que quieran darle el placer que necesita, porque ella es adicta, adicta al placer, a darlo y a recibirlo, y mientras se mira y lo piensa, ve a través del espejo como un hombre la mira con deseo. Ella le devuelve la mirada mientras se relame los gruesos labios, pensando en lamer así otras partes de su cuerpo. El no aguanta más y se acerca a ella, apretándola por detrás y dejándola pegada al espejo, mientras la mira a través de él y le susurra al oído.

H – Llevas desde que has entrado provocando mirándote y contoneándote así en el espejo, mostrándote, ¿notas cómo me tienes?, la tengo durísima, seguro que te encanta notarla.

María entonces pego aún más su trasero a la entrepierna del hombre y empezó a restregarse, su cara era de placer, notar como ese hombre se había excitado solo con mirarla hizo que ella se excitara aún más, y notara como su tanga se empapaba y sus pezones se ponían duros como piedras.

M – Ya estabas tardando en venir, he visto como se te iba poniendo dura a través del espejo y he decidido que tenía que ser mía, tu polla, esta noche es mía, y mi coño será tuyo.

Las manos del hombre pasaron del culo de María a la parte delantera, apretándole bien sus tetas.

H – Joder que tetas, y encima vas sin sujetador, que puta, ya venias con ganas de follar y lo has puesto fácil.

Bajo sus manos hasta la minifalda y metió una de ellas por debajo, María noto como con sus dedos buscaba su coño y abrió las piernas para facilitarle el trabajo.

H – que minúsculo el tanguita, y que mojado lo tienes ya, te la metería aquí ahora mismo, seguro que te encantaría, pero viendo la cara de puta que estas poniendo primero quiero que me la comas, vamos al baño.

María no se resistió, el hombre la agarro por las caderas y con ella delante sintiendo en su culo una polla durísima y caliente se dirigieron al baño de hombres, todos los que había allí se quedaron mirando como el hombre llevaba a María directa hacia uno de los baños con puerta, y sin cerrarla siquiera la sentó en la taza y se bajó los pantalones dejando ver una enorme polla durísima de al menos 18 centímetros.

H – sácate las tetas del top y empieza a comer puta.

María directamente se bajó los tirantes del top dejándolo arrugado en la cintura, con una mano cogió fuertemente la polla y la dirigió a su boca, abrió al máximo y la metió hasta el fondo sin dejar de mirar al hombre a los ojos.

H – joder que boca tienes más deliciosa, sigue así.

María metía y sacaba la polla de su boca, mientras con una mano la pajeaba, al sacarla pasaba su lengua por la hinchada cabeza y la volvía a meter hasta ahogarse.

H – Mmmm, si si, sigue así, joder que bien la comes.

De repente María al mirar al frente vio como dos hombres de los que estaban orinando cuando entraron estaban con la polla en la mano pajeándose mientras la veían, ella al ver eso se excito aún más y empezó a comer polla hasta el fondo aún más rápido mientras abría las piernas y dejaba al descubierto su coño solo tapado con un minúsculo tanga empapado.

H – Para para, que vas a hacer que me corra, ¿te has puesto más puta cuando has visto que hay público?

María asintió con la cabeza mientras aun pasaba la lengua por los huevos peludos del hombre, no podía parar de comer y lamer.

H – Bien señores, yo soy Paco, esta puta no se ni como se llama, pero estaba pidiendo a gritos una polla, y se la estoy dando, miradla, le he dicho que pare y es incapaz de dejar de lamer y mamar.

A – Hola Paco, yo soy Alfonso, veo que has tenido suerte, conforme he visto que entrabais se me ha empezado a poner dura y me he asomado y no he podido parar de pajearme viendo como traga polla esta putita.

L – Hola yo soy Luis, a mí me ha pasado lo mismo, en cuanto le he visto las tetas me he empalmado y al ver que venía Alfonso he venido detrás, que espectáculo!!

P – Bueno puta, no sé ni cómo te llamas, ni me interesa, te llamaras puta, o putita o zorra, como queramos llamarte, ¿está claro?

María no dejaba de lamer la polla de Paco.

P – Deja de comerme la polla y contesta puta!

M – Si, está claro, soy puta, putita, zorra, o lo que queráis llamarme, ¿puedo seguir comiendo polla?, soy adicta, y me pone a cien.

P – Ya lo veo puta, pero déjame descansar, se la puedes comer a estos dos, que lo están deseando desde que hemos entrado, pero aquí estamos muy estrechos, vamos a la zona de los urinarios, que estaremos más anchos y así quien entre podrá ver lo puta que eres.

Paco se dirigió hacia la zona de urinarios y lavabos y María le siguió detrás, mientras Alfonso y Luis se terminaban de quitar los pantalones.

A – Podrías ponerte aquí en medio de rodillas bien espatarradita sin tanga, que te veamos bien el coño, y las tetazas que tienes putita.

L – sí, ven aquí, y no pares, que quiero llenarte esas tetas de leche guarra.

María acepto las órdenes, se quitó el tanga más que empapado y se subió la mini falda, ahora tenía el top y la minifalda arrugados haciendo un cinturón. Se quedó de rodillas en el suelo bien espatarrada y mirándolos a los tres se pasó la mano por el abierto y empapado coño.

P – Metete los dedos zorra y te los lames, seguro que te encanta saborear tu coño de puta cachonda.

María metió de golpe dos dedos y los dejo dentro unos segundo meneándolos fuerte, cuando los saco estaban chorreando. Los llevo a su boca y empezó a mamarlos como si fuera una polla deliciosa.

L – Joder, como me estas poniendo, deja de comer dedos y ven a comer una polla de verdad zorra.

Luis y Alfonso se acercaron y María cogió las dos pollas tiesas con sus dos manos, la de Luis era larga, más que la de Paco, pero no muy gruesa, tendría casi 20 centímetros, la de Alfonso era tremendamente gorda, algo menos larga que la de Luis, María al intentar meterse las dos en la boca no pudo de lo gorda que era la polla de Alfonso, así que se dedicó a ir mamando una a una mientas la otra la pajeaba con la otra mano.

Tras unos minutos así Paco se metió en medio y separo a María de las pollas de Alfonso y Luis.

P – Vale ya puta, que vas a hacer que se corran antes de poder follarte, y seguro que quieres que te la metamos por todos lados. Ponte aquí, apóyate en los urinarios, seguro que te encanta el aroma a meada de hombre mientras te la metemos todos por ese coñito tan jugoso que tienes.

María apoyo sus manos en un urinario quedando con el culo y el coño en pompa y expuestos, y Paco de un solo empujón metió su polla hasta el fondo.

M – Ah, siii!!! Fóllame!!

P – Joder que puta eres, tienes el coño chorreando, que gusto da follarte, ¿notas mis huevos?, los voy a vaciar en tu cara de puta.

Mientras Paco le daba fuerte a María, y le metía la polla una y otra vez hasta los huevos Luis y Alfonso se pusieron cerca de la cara de María, cada uno a un lado del urinario, apuntando sus pollas a su boca.

L – Venga zorra abre la boca y mama un poco, que seguro que quieres mas.

A – Con la otra mano hazme una buena paja venga, no serás una buena puta si dejas una polla sin atender.

Y así María estaba siendo bien follada mientras pajeaba una polla y comía otra, la gente que quería entrar al baño al principio se quedaba parada, pero después se acercaban a mirar, María no era consciente del espectáculo hasta que Paco le saco la polla del coño y le dijo:

P- Mira puta, tenemos público, tenemos que dar un buen espectáculo, si lo haces bien a lo mejor quieren correrse en tu cara.

A – Yo quiero follármela también, quiero probar ese coño.

P – Su coño es vuestro amigos, mío es su culo, seguro que le encanta que se lo follen, ¿verdad puta?, ¿te gusta que te revienten el culo?

M – Me encanta, estar llena de pollas y correrme sin parar del gusto.

P – Mira que lo sabia.

Luis se tumbó en el suelo con su polla bien dura esperando a que María se sentara encima, se la metió hasta el fondo y Alfonso empezó a colocarse detrás para metérsela por el culo, le costaba un poco de lo gruesa que era, pero entraba fácil, una vez tuvo las dos pollas metidas hasta el fondo se acercó Paco.

P – Bien puta, yo te follare la boca, seguro que disfrutas como una perra, pero la leche… ¿señores, que opinan si le echamos toda la leche en la cara de puta que tiene?

A – Dios que culo tan delicioso, me va a costar no llenárselo.

L – Con lo cachonda que está seguro que se corre mil veces. Quiero ver cómo te tragas mi semen perra

Los tres empezaron a follarse a María, los hombres que entraban se quedaban mirando, y algunos sacaban sus pollas y se pajeaban mirando a María ensartada por dos pollas y mamando otra.

María veía como un corro de pollas la rodeaban mientras los tres que la estaban follando no paraban de decirle lo puta que era y como la iban a hacer gritar como puta.

P – Así me gusta perra, ¿te gusta que te follen la boca?, mira como cae tu saliva en tus tetas de guarra.

L – No aguanto más puta, vas a hacer que me corra.

A – Yo paro ya, sino no podré echarte la leche en tu puta cara.

P – Puta, ponte aquí, espatarrada, mostrándonos lo abiertos que tienes el culo y el coño. Y te vas a meter los dedos y follarte, queremos ver cómo te corres mientras te llenamos de leche.

María hizo caso, se sentó en el suelo bien espatarrada y con su mano empezó a meterse los dedos fuerte y gemir mientras Paco, Alfonso y Luis se pajeaban delante de ella. El primero en terminar fue Luis, que le echo todo en la cara, María abría la boca intentando tragarse todo lo posible sin dejar de meterse los dedos.

L – Toma puta, traga leche que te encanta. Ah

Tras él, Alfonso se acercó aún más a María y disparo una cantidad enorme de semen en su cara, ella, igual que antes, intento abrir la boca al máximo para que entrara todo en su boca pero fue imposible, ella, guardaba en su boca todo el semen que había podido recoger. Mientras Alfonso le restregaba lo que quedaba de semen en la punta de su polla por la cara.

A – Dios puta, has sido deliciosa, toma toda mi leche.

P – solo quedo yo zorra, abre bien la boca que la vea bien llena, no tragues aun.

En pocos movimientos paco acabo llenando la boca de María, una vez término le restregó la punta de su polla por las tetas.

P – Ahora puedes correrte, pero todos ellos también, te dejo que tragues nuestra leche. Señores, es toda vuestra, podéis llenarla de semen. Y tu putón, puedes correrte las veces que quieras.

Mientras María se corría en un orgasmo larguísimo y espectacular notaba las corridas de los hombres que tenía alrededor, perdió la cuenta de las pollas que se vaciaron en su cara, solo noto que se desmayaba del placer.

De repente un ruido ensordecedor la despertó de aquel sueño. El despertador indicaba que empezaba un nuevo día y María se levantó cachondísima y al punto del orgasmo, en la ducha no pudo aguantar más y tuvo que coger un consolador y follarse fuerte mientras su marido aun dormía.

Espero que les guste mi primer relato.

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