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Memorias inolvidables (cap. 17): El Dr. Jaime Iniesta

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Jaime Iniesta y Martínez de la Cuba es hijo de la Marquesa María de los Dolores Eugenia Luisa Fernanda Inés Martínez de la Cuba y Fernández-Romeral y de su esposo don Leandro Iniesta Pozo de Trigales. Doña María Dolores Eugenia es hija de los marqueses, don Aurelio Martínez de la Cuba y Santibáñez y doña Juana Luisa María Fuencisla Fernández-Romeral y López de Haro, que son los abuelos del doctor Jaime Iniesta Martínez de la Cuba.

Doña María Dolores Eugenia era una muchacha muy bonita y deseada por muchos, pero el rigor de su madre, la señora marquesa doña Juana Luisa, que había dominado a su propio esposo, el señor marqués don Leandro Iniesta Pozo, hasta anularlo, también quiso dominar a sus hijos. Lo consiguió con los primeros, pero Doña María Dolores le había salido respondona y fue la desgracia de la familia, según cuentan los antiguos. Tenía encima una maldición, porque se había quedado en estado de no se sabe quién y la tuvieron que casar con el que fue toda su vida su paciente marido don Leandro, el cual sin ser padre del niño de su esposa, tuvo que darle el apellido. El resultado es que el niño Jaime, que es nieto de marqueses con un buen pellizco de títulos, no pudo pertenecer a la nobleza nunca porque su madre había sido despojada de todos los derechos sobre cualquier título.

¿Qué era Jaime?

Miguel me lo contó así:

«Jaime tuvo que labrarse su futuro porque sus abuelos lo ignoraron hasta el desprecio. Jaime reflexionó, "dejaron a mi madre sin honor, sin título y prácticamente sin herencia, solo aquello que le pagaron a mi padre para que se casara con ella. Esto no puede quedar así". Y no quedó así. Jaime pensó, entonces, con qué mancha les marcaría más a toda su familia de abuelos, tíos y primos y se hizo públicamente maricón, es decir, salió escandalosamente del armario, adquirió una forma artificial de hablar y expresarse con gestos excesivamente amanerados y se hizo acompañar continuamente de chicos, a los que se abrazaba en público, los besaba o se agarraba de su brazo para pasear. Dicen que tenía una amante escondida que nadie conoció nunca, pero chicos amantes corrían por su casa a destajo. A estos no los escondía, sino que los presumía para manchar el título de sus abuelos y de toda la familia. En cierta manera en ese tiempo consiguió su objetivo. Su abuelo se comprometió con él a pagarle los estudios y todo lo que necesitara si dejaba de lado la panoplia y manifestación gay. Jaime ya los había manchado según el modo tradicional de pensar y ahora iba a sacar provecho. Estudió simultáneamente medicina y psicología. Se sacó su doctorado en psicología y obligó a su abuelo a comprarle una vivienda y un estudio para recibir a la gente. Ahora, vive de su trabajo, tiene secretaria y se puede permitir tener a su novio en casa. No sé que tenga su mujer escondida y pienso que no por lo que me dijo una vez: «¿Mujer contigo? No lo intentes ni por comodidad, a la larga o a la corta hay que darles de todo, te piden un hijo y te abandonan». Si este es su modo de pensar, creo que se equivocan, pienso que no tiene ninguna mujer escondida, que no la tuvo nunca. Además, busca chicos para follar, dice que no es tan comprometido como una mujer. Su abuelo ya es difunto y no puede sacarle ya nada, ahora disfruta como quiere, no tiene que ocultar nada. Ahora Jaime es Jaime de verdad. En un terreno que Jaime recibió de su padre cuando concluyó su carrera, se ha construido una casa que más parece una mansión. Es una casa ancha, para más que una familia y allí me ha invitado muchas veces, para muchas fiestas suyas para hacerme olvidar mis problemas. No es gratis, estas cosas se pagan con el cuerpo cuando Jaime lo exige, pero en definitiva lo disfrutamos los dos o los tres. 

»No hace mucho murió su abuelo, se presentó al funeral, justo lo que no quería el consejo familiar, pero allí estaba Jaime con uno de sus novios, el que mejor planta tenía. Iban perfectamente vestidos y llamaron la atención porque vestían traje pulquérrimamente blanco, tenían su razón para presentarse así porque en ese tiempo el mejor novio que tenía Jaime era un hindú, originario del Punjab, llamado Harinder Nayan Shergill, todo el mundo conocido lo llamaba Nayan, que es su segundo nombre. El tal Nayan era y seguro que sigue siendo, un chico moreno de chocolate claro, con ojos grandes y hermosos, guapo, bien dotado y follaba muy bien. Nayan se fue a su tierra, acabados sus estudios en España. Ahí lo perdió Jaime; no le dolió, porque tenía más  chicos a su disposición.

»Lo que pretendía en el funeral, lo consiguió. Se lució con su novio ante aquella multitud de hipócritas moralistas, siendo así que todos sabemos que bastantes de ellos tenían sus queridas, incluso el propio difunto las tuvo. ¡Cuántas veces he tenido que explicar yo a algunos amigos que un novio gay cuesta un culo o un pene, en algunos casos, culo y pene, siempre boca; mientras una mujer cuesta un apartamento bien situado y amueblado, una pensión mensual, unos gastos domésticos y un montón de regalos de plata, oro o prendas de las marcas de moda. Nadie de nosotros aguanta un puto en nuestra casa a los precios de una segunda mujer. Alguna vez he escuchado frases como esta: «Este tipo se ha arruinado detrás de las mujeres»; todavía no he escuchado a nadie decir que se ha arruinado por formar una pareja, tener un novio, vivir en compañía íntima con un chico gay, más bien se trata de una unión de esfuerzos económicos y de otra índole.

»Hay que reconocer que Jaime Iniesta está bueno de verdad. Cuando se desnuda parece un atleta griego o un efebo romano. Es joven todavía, es guapo, tiene unas tabletas en el abdomen que son de espectáculo. Su polla está buena, no es lo mejor que tiene, pero su escroto y sus bolas colgando con tal limpieza y sin pelos, son de envidia, lo que le falta en pene lo tiene en bolas, así que mirarle ya es agradable y dejarse follar por él es como subir a las nubes. Además es versátil, le gusta follar, y también recibir una polla buena. Es limpio, pulcro y su culo huele a perfume siempre».

 

***********

Jaime había invitado a Miguel un par de veces o tres a sus fiestas que organiza en su mansión. Son verdaderas orgías: alcohol, sexo, hierba, pastillas, y coca para inspirar. El sexo y el alcohol en whisky le van a Miguel, pero pasa de la maría y demás historias, haciendo como si las tomara pero no lo hace. Todavía Miguel luce en la actualidad este arte de disimular que bebe, se coloca y otras pringas y cuando los demás duermen él vive. En este tipo de fiestas pronto están colocados y no necesita sino estar listo para disimular al comienzo, son como unas cuatro horas de entretenerse mucho con algunos chicos y después se olvidan, porque lo que les interesa es la droga para colocarse y, consiguientemente, que alguien les meta una polla por su culo, cosa que nadie pide pero que todos consienten. Miguel, como yo y quizá tú mismo, amado lector, también, porque para algunos de nosotros una buena polla en el culo nos hace más felices que un gato con una sardina.

Dejó escrita su historia de alguna de estas fiestas en su diario. Miguel escribía de vez en cuando su diario, fue algo que debía a Sebastián, porque este escribía diario y Miguel le gustó la idea. Una de esas veces deja escrita la historia que narra en los siguientes términos literales:

«Me parece que me estoy curando de todos mis males. Lo importante era fijarme en mí. Demasiado tiempo he estado esperando que Sebastián vuelva a mi lado y me lo metí dentro. Me costó sacarlo. Me había empeñado en que mi corazón palpitaba de tres en tres hasta que mi sicólogo, que es a la vez médico y pianista, auscultaba mi corazón y hacía sonar el piano para que yo escuchara. Ahí me di cuenta que todo estaba en mi cabeza y los que estaban conmigo se contagiaron. No me hicieron un gran favor, porque no me curaron mi mal, sino muy al contrario, lo agudizaban. Mi sicólogo me ha curado, estoy seguro de ello. El recuerdo que tengo de Sebastián es el de un buen amigo, que nos amábamos mucho, pero no un espíritu que se apoderase de mí. Con paciencia y sin discutirme nada de lo que le contaba, Jaime, mi sicólogo, «sacó» a Sebastián de mi interior.

Fue muy peculiar mi sicólogo Jaime. Me invitaba a sus fiestas con el fin de hacerme ver que el importante para mí era yo mismo. Jaime me advirtió de las drogas, hierba, coca y otras para que ni por curiosidad las probara, me dejó claro que jamas me curaría con ello, que yo no debía desinhibirme,  ni perder el sentido de mi estar en el mundo; decía: "tú has de estar despierto y hacer como yo, los observo y los uso consciente mientras ellos se van convirtiendo en muñecos de trapo; ellos dirán mañana que se lo han pasado muy bien, pero es falso, porque casi no se acuerdan de nada. Cuando te hayas cansado de follar, les metes por el culo un dildo o cualquier cosa que no les dañe. No se enteran.  Cuando me piden follar les meto uno de esos juguetes y los meto a dormir. Mañana al despertar se lo quitarán, no les preguntes que lo niegan y dicen que han follado con todos. Además, algunos no se lavan nunca el culo, huelen mal y van aviados con el juguete.

Hoy he follado hasta bien entrada la noche. Después de follarme a dos tíos me fui con Jaime y follamos los dos hasta que vino su esposo Antonio. Lo mandamos a la ducha y Jaime y yo le hicimos una doble penetración. Gritaba como un cochino en su matanza. Todo fue divertido. Tuvimos compasión de Antonio y tanto Jaime como yo yo nos pusimos juntos en cuatro ofreciéndole nuestros culos en alto para que nos follara a ambos. Antonio estuvogenial, entraba en uno, follaba, salía, entraba en el otro follaba, salía y así sin parar y haciéndolo agradable. Al final se corrió, pero como yo estaba muy atento y lo sentí gemir de orgasmo, me volví, me puse su polla en la boca y dejé que se corriera dentro de mi boca. Jaime se acercó para que le hiciera partícipe y en un beso a tres compartimos el esperma de Antonio.

Me he cansado de escribir y tengo mucho sueño. No hemos dormido y desde ayer por la mañana que no he pegado ojo. Toda la noche follándonos los tres a tope es mucho para el cuerpo y sin dormir, peor aún. A media noche no se escuchaba a nadie en toda la casa, solo de vez en cuando un ronquido y algún pedo, fuimos mirando y algunos estaban dormidos con la polla de uno en el culo del otro, otros abrazados, otros bien arrimados. Nos fuimos los tres a la cocina a recuperar fuerzas. Comimos como cerdos e incluso hicimos alguna cochinada como comernos algunas salchichas entre dos o entre los tres pasando materia de boca a boca. La verdad es que después de comer tanta polla y tomar tanto esperma las salchichas de boca de un amigo están más sabrosas.

Como hemos estado jugando con el sexo hasta las 8 de la mañana con algún intervalo de descanso, tomando whisky y agua, ahora estoy que me muero de sueño. Por eso, querido diario, te dejo estas cosas para ti, no sé si alguna vez las leerá alguien, pero me ayudas a dejarte todas estar mierdas en tus páginas. Es un consejo de mi sicólogo y yo mismo noto que me va gustando más la vida y quiero vivir y ser feliz. Gracias, amigo diario.

Miguel y 7 de agosto».

 

«Ayer me pasé casi todo el día en la cama. Te tuve olvidado y no vine a escribir nada. No te me enojes por eso. Gracias, porque sé que me haces caso y aguantas toda mi mierda sin protestar. Si pudieras venir conmigo lo pasarías de puta madre, diario. Tú y yo somos amigos, pero tú no puedes follar, lo único que puedes hacer es foliar, perdona que lo haya dicho así. Yo siempre estoy en deuda contigo, porque aguantas todas mis pesadillas, eres mejor amigo tú de mí que yo de ti.

Sabes que anoche salí a la calle. Como había dormido todo el día en la noche ya no tenía sueño y me fui a dar una vuelta. Me pasé por el sauna buscando a alguien con quien pasarla noche. No fue para tanto. Encontre a Eleuterio, es un chico alto, flaco, feo, pero muy amigable. Lo de feo es tan cierto que por eso cuando lo busco lo encuentro, porque nadie quiere salir con él. Pero justo ayer estaba con otro que yo no conocía y al verme me presentó a Anastás, supongo que debe ser Anastasio, pero él todo el tiempo se llamaba Anastás y Eleuterio lo confirmaba al dirigirse a él. El tal Anastas no es tan feo pero es poca cosa, de cara mejor que Eleuterio, pero todo su cuerpo era una mierda. ¡Joder! En el momento en que nos desnudamos los tres, no me dio un ataque de risa de puro milagro, porque el tal Anastás tenía una pollita tan diminuta que no se escapaba de junto a los huevos incluso en plena erección. No alcanzaba ni el tamaño de una falange de mi dedo meñique. El tipo no folla, lo follan, es decir, lo follamos tanto que ya le dolía el culo. Aproveché para tocarle la pollita y la bolsa de testículos, eso, el escroto que no era tan grande, pero cuando busqué las nueces, eso dieran testículos ni qué mierda, diminutos. Los soltéenseguida no sé si por temor a que fueran una maldición o una humillación para Anastás. Entonces entendí que el tío solo desea poner su culo y dice pasárselo de puta madre. ¡La puta que lo parió ya pudo haber hecho algo más decente!

Como verás, querido diario, ayer sí lo disfruté pero fíjate de qué manera. Yo tengo una polla como esa y me suicido. Pero hay quien se acostumbra a lo que tiene. El Eleuterio no es que la tenga grande, pero se erecta y le cuelgan los huevos por detrás y por debajo de su pene. Se notan las dos bolas y dan mejor visión.

Me dijeron que era una suerte haberme encontrado porque en la sauna ninguno se les acercó. Y es que además son demasiado maricones, afeminados y amanerados. No entiendo como hay gays que desprecian a otros gays porque no estén tan dotados como ellos. Pues estuvimos en la casa de Anastás y me los follé a los dos hasta estas horas. Acabo de llegar son las nueve de la mañana y me voy a dormir porque he pasado la noche follándome a los dos y dejando que se mamaran mi polla.

Este Anastás chupa rico, sonoro, apasionado. No puedes ver pero que dejo escrito que tengo los dos pezones como si estuvieran inflamados, los tengo duros, erectos y bien chupados. Pues mi polla está como para guardarla una semana sin follar, cosa que dudo, pero fíjate que los encontré hacia las once de la noche, entre unas cosas y otras llegábamos a casa de Anastás como a las doce y apasionados, deseosos y fuera de sí. No hemos parado hasta hace cosa de una hora y lo que llevo escribiendo, como hora y media.

Esos maman bien, chupan, succionan y me sacan el jugo. Suerte que no me cuesta tanto regenerarme, quizá porque suelo practicar sexo y cuando no puedo me masturbo con frecuencia, Vamos, que me gusta estar en forma, por eso no necesito las previas. Los culos para mí en una noche entera, desde medianoche hasta que ya no había nada más que dar. 

Bueno, amigo diario, te cuento esto, no para darte envidia, sino para que veas la clase de amigo que tienes. No es que quiera presumir ante ti, pero estoy bien, siempre con ganas y feliz para irme ahora a la cama. Buenos días, porque ya no es buenas noches.

Miguel y 9 de agosto.

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