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Metro 3

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Un relato en el metro de mi mujercita, ella unos meses después de haber tenido al primer hijo comenzó a trabajar en el restaurant de mi suegro, a veces se llevaba al niño y en otras lo dejaba encargado con la esposa de su hermano, en ese momento tuvimos un problema y no vivíamos juntos.

Así es que ese día se me ocurrió esperarla en el metro Pantitlán pero no me vio, venía con un cordinando delgado floreado que le quedaba entallado (muy rica que se veía) decidí seguirla sin que me viera, entonces ella se fue al andén eran cerca de las 9 am ya saben un rechingo de gente en la línea 1 y dije bueno pues ahí voy atrás de ella, yo con una gorra y con lentes negros, no me reconoció subimos al metro pero a mí me aventaron hasta la otra puerta y ella se quedó en la entrada del pasillo bien agarrada del tubo con un cabron enfrente y otro atrás no nos habíamos movido siquiera cuando esos cabrones, yo creo se conocían por qué el de frente le hizo una seña al otro.

Solo vi que el de frente le puso su brazo a la altura de sus pechos de mi mujer y comenzó a masajear, esto hizo que ella se empinara un poco hacia atrás repegandole las nalgas al que iba atrás (me di cuenta por qué yo iba atrás de él) en eso el metro comenzó a mover muy lentamente y a mitad del túnel entre Pantitlán y Zaragoza se paró totalmente y apagando la luz del vagón, muy obscuro se veía solo siluetas apretujadas el de atrás venía dándole sus arrimones a mi mujer solo sentía el meneo de atrás hacia delante del muy cabron, incluso la agarraba de la cintura sin soltarla, ella no se escuchaba siquiera que dijera suéltame. Silencio absoluto por parte de ella, al de enfrente de ella ya no se le veían los brazos arriba, solo de repente se alcanza a ver cómo subía y bajaba sus manos de la silueta de ella, creo le venía metiendo mano. Cuánto duró el metro así no lo se pero se me hizo una eternidad.

Comenzó a moverse el metro muy lento sin prender la luz, llegó a Gómez Farías sin luz pero ya se veía, veo a mi mujer toda roja ella es de piel blanca, estos cabrones no dejaban de manosear y toquetear con disimulo a mi mujer solo veía como ella se estiraba cómo parándose de puntitas, el de adelante de repente se agacho, al ponerse de pie llevaba un trapo en la mano haciéndolo bola y lo metió en la bolsa de la camisa, regreso la luz y comenzó moverse el tren, ellos seguían en lo suyo, pero el de atrás se arqueaba mucho y la empujaba a ella hacia adelante, como pude me hice de lado quedando de frente a el y a mi mujer (ellos de lado) no mamen (perdón) el muy cabron con el pito de fuera y ella con la falda enrollada de atrás metiéndole el pito entre las nalgas por eso se arqueaba y el de adelante sobándole la panocha por debajo de la falda con una mano y la otra sobándole las chiches, moví la cabeza (no dije una sola palabra) el de adelante me vio y me hizo una expresión "diciendo ni modo".

Así continuaron hasta Pino Suárez mi mujer bien dejadota, el pinche metro hasta la madre, antes de bajarse el de adelante le da sus calzones en la mano (eso fue por qué se agacho cuando no había luz) dándole un pellizco de chiche y el de atrás una nalgada le dio.

Transbordo hacia Tacuba bajando en Hidalgo me fui atrás de ella y subiendo las escaleras se le veían las nalgas pelonas, la alcance y le dije "por lo menos cuando llegues con tu papá, ponte los calzones que llevas en tu bolsa".

Se para y me dice que venías ahí, asentí con la cabeza, le contesté desde Pantitlán, se puso roja de vergüenza, esto fue causa de no vivir juntos cerca de 2 meses.

Sin embargo como lo he dicho siempre, amo a mi mujercita, la quiero como la puta que es.

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