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Mi amigo el doctor

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Como ya he contado en relatos previos, me divierte y me calienta ver como los hombres se excitan conmigo. También he comentado que por alguna razón despierto ciertas actitudes por parte de los hombres que son abusivas y eso, lejos de desagradarme, me hace mojar y tener mis mejores orgasmos.

Esta historia con mi amigo el doctor comienza muchos años atrás, cuando yo estudiaba el profesorado de Ingles.

Ahí conocí a un muchacho muy tímido, con lentes, que trabajaba en la fotocopiadora. Él tenía novia y yo novio en esa época pero yo lo seducía todo el tiempo. Me resultaba súper divertido ver como se ponía colorado y como se le paraba cada vez que yo lo rozaba con mi culo y lo llevaba a tener charlas de tipo sexual.

A mi me gustaba él, pero nunca pasó nada mas allá de lo que mencioné.

Muchos años después, yo ya separada, me lo volví a encontrar. El ya todo un hombre, doctor, ginecólogo para ser mas precisa.

Conversamos un rato y lo invité a pasar por mi casa a tomar unos mates un día de esos. Intercambiamos nuestros números de teléfono y ya.

Nos empezamos a escribir por WhatsApp, a contar un poco mas de nuestras vidas y pronto yo ya lo estaba calentando por chat “en broma” jajaja.

Finalmente vino a mi casa a tomar unos mates, ni bien entró le di un abrazo bien fuerte y pude sentir su corazón latiendo a mil. Lo notaba nervioso. Prepare el mate, conversamos, nos reímos, lo provocaba y en un momento hasta me le senté en sus piernas mientras recordábamos los tiempos de la facultad.

Cuando se estaba yendo, al acercarnos a la puerta nos abrazamos, él se pegó completamente a mi, pude sentir su erección. Le di un beso en la mejilla y en ese momento como que él se transformó. Me levanto, me llevo contra la pared e intento besarme en la boca mientras me apoyaba y refregaba con su pija aplastando contra la pared.

Claramente no esperaba ese comportamiento tan torpe y tan caliente así de golpe. Lo aparté con mis manos y le dije NO, pero él seguía intentando besarme y me seguía apoyando la pija.

En ese momento yo seguí haciendo fuerza y diciendo que no, pero estaba completamente mojada, sentí mi concha latir y subir su temperatura.

Finalmente me soltó y me pidió disculpas. Yo, que sabía lo había provocado y claramente a esa altura ya quería garchármelo, le dije que ok, que entendía, pero no era correcto como lo había hecho, que sigamos charlando y viéndonos y ya veríamos si iba a pasar algo o no.

Él se fue y yo me hice tremenda paja imaginando que él no había parado y me garchaba contra la pared.

En los días siguientes seguimos chateando pero ya en un tono decididamente sexual. Él me decía todas las cosas que me haría y yo lo beboteaba y me tocaba mientras él me hablaba. Cierto día que él me dijo que se estaba tocando le pedí que me mandara un video. Él estaba en su consultorio masturbándose. Me encantó ver su pija y ver salir el semen a chorros al momento que acabó. Yo solo le mande una foto de mi boca entre abierta diciéndole que viendo su video no hacia otra cosa mas que desear sentir su semen en mis labios.

Cierta noche que estábamos en esos chats, él me dijo que podía pasar por mi casa, que no aguantaba mas. Yo la verdad que tampoco, así que le dije que viniera a garcharme de una.

En 30 minutos estaba a la puerta de mi casa. Entró y ni bien cerré la puerta nos besamos apasionadamente. Ambos jadeábamos entre los besos, nos tocábamos y de una nos sacamos la ropa. Lo senté en el sillón, me arrodillé y me dispuse a disfrutar de esa hermosa pija. Estaba totalmente babosa, llena de líquido preseminal. El me sacaba todo el tiempo, estaba muy caliente.

Lo recosté, me subí arriba suyo y mientras lo miraba a los ojos, tome su pija y le coloque en la entrada de mi concha, la refregué un poco y la hice deslizarse muy suavemente dentro de mí.

El apretaba los puños y mantenía los ojos cerrados. Le pedí que me mire, su pija ardía de lo caliente y latía dentro de mí. Abrió los ojos y ni bien comencé a moverme con su pija dentro mío... acabó! Yo no podía creerlo, tanto habíamos dicho las cosas que nos íbamos a hacer y no duró ni 15 segundos, solo la metí y ni bien me moví acabó!

Él no tenía mucho tiempo así que no intente nada mas, lo mande a limpiarse, yo me limpié y ni bien se fue tome mis juguetes, llame a un amigo con el que solía tener sexo virtual y me masturbé hermoso para sacarme la frustración de lo que acababa de pasar.

En los días siguientes seguimos chateando con el doctor pero tardamos un poco en volver a levantar temperatura. Él me explicaba que nunca le había pasado pero era tanto el deseo que no pudo contenerse ese día. En fin, cuestión que 10 días después me encontró de nuevo muy caliente y yo lo desafiaba con que deje de prometer que después ni duraba nada. Así fue que vino a “demostrarme”, pero esta vez él iba a mandar. Me reí y le dije, acá te espero.

En unos minutos estaba en mi casa, esta vez, ni bien cerramos la puerta el me levantó en brazos y me llevó directo a la cama. Me tiro boca abajo y me empezó a sacar la ropa rudamente, me besaba por todos lados, me desnudo y se desnudó completamente, me dominaba físicamente. Me volvió a poner boca abajo, puso una almohada haciendo que mi culo quedara levantado, me abrió las nalgas con ambas manos dejando mi ano totalmente expuesto y abierto, disponible para sus dedos y su lengua la cual uso magistralmente. La sentía jugar en los bordes, pasarla plana por la raya y presionando e introduciendo su punta en mi palpitante esfínter. Su saliva inundaba toda mi raya y bajaba hasta mi concha que a esa altura estaba tremendamente caliente.

Me metió los dedos, como mencione en otros relatos, yo disfruto mucho el sexo anal, no le costó nada dilatarlo. Primero un dedo mientras seguía estimulando con su lengua, luego 2, 3 y 4 dedos los cuales hacía entrar y salir hasta los nudillos.

Se arrodilló detrás de mí y sin mediar palabras entre ambos desde que había llegado, me metió de una su pija en mi culo hasta el fondo.

Que placer! me sentí sodomizada, usada. Yo solo era un culo abierto para él y me estaba taladrando sin parar, sentía su pija entrar y salir casi por completo en cada empujón y el ritmo era cada vez más rápido y fuerte. Me llenaba de placer cuando el glande de su pija salía de mi culo y volvía a entrar con fuerza enterrando todo el tronco de su pija completamente y haciendo sus bolas chocar con mi vagina en forma permanente, continuo, al mismo ritmo animal y con fuerza.

Si, así doc, hágame el culo doc, le dije, y él me tapó la boca con su mano mientras seguía taladrándome y me dice “y puta? Así es suficiente? Te vas a seguir riendo de mi o necesitas que te rompa el culo mas veces?”

Yo quería gritar de placer pero el continuaba tapándome la boca, lo que me excitaba tremendamente. Me trajo recuerdos.

Moví mis rodillas hacia adelante dejando mi culo mas expuesto y mas levantado y comencé a acompañar el movimiento de él para poder sentir sus empujones aún mas fuerte y la pija mas adentro.

Podía sentir cada milímetro de su durísima y firme pija entrando y saliendo de mi palpitante ano totalmente abierto.

De pronto él dejo mi boca libre, me tomo con ambas manos por mis caderas, aceleró aún mas el ritmo y al cabo de unos minutos dejo toda su verga totalmente clavada en lo profundo de mi culo y largó potentes chorros de semen dentro de mi ano. Acabé en el mismo instante en que sentí su leche caliente llenarme por dentro bien profundo.

Hermosa culeada me pegó, no hubo juego previo, conversación, nada, vino, me desnudó y me hizo el culo de forma magistral.

Una vez descargó todo dentro de mí, se retiró al baño, se limpió, se vistió, me dio un suave beso en la boca y me dijo, cuando quieras saca un turno y te atiendo en mi consultorio.

Fue tremendamente excitante sentir que vino solo a hacerme el culo y se fue.

A partir de ahí, puedo decir que tuve durante un año, ginecólogo gratis, que me revisaba y daba servicio completo en su consultorio.

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