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Mi calentura con un Gamer

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Eran las 11 de la noche y como de costumbre decidí jugar mi video juego favorito, estábamos los de siempre. Tres conocidos con los que jugaba una que otra partida.

De un momento a otro entro a la sala un nuevo jugador, nuestros micrófonos estaban activos y era una sinfonía de voces entre todos. Cuando el pronunció su primer: ¡hola!, algo extraño despertó en mi interior. Una curiosidad imprevista invadió hasta el último de mis sentidos, deje salir todo el aire acumulado en mis pulmones e intente conversar con él.

Cruzamos palabras y entre partida y partida fuimos ganando confianza, con cautela le saque su nombre yo necesitaba verlo, conocer hasta lo más íntimo de él, era algo extraño lo que sentía cada vez que de su boca dejaba salir una palabra. Su voz empoderada que mostraba su hombría despertaba en mi la vehemencia sin igual que en todos mis años de vida nadie había despertado.

Me fui sin decir adiós y me acosté en mi cama la cual estaba muy fría, la voz del chico extraño se paseaba en mi mente causando en mi sensaciones amenas e inigualables que ni yo misma podía asimilar.

Llevaba más de 5 meses sin ni siquiera una caricia genuina de alguien o mía, hurgar mi entre piernas no era lo que más me gustaba, puesto que soy una mujer extraña que cuando se da placer propio al llegar al precoz orgasmo siente una pena moral difícil de comprender.

El sueño no me visitaba esa madrugada y decidí leer un poco algunos relatos ardientes, los cuales sí sabían cómo satisfacer mis deseos más ocultos.

Al siguiente día me desperté y en mis redes sociales tenía que hacer lo posible por encontrar al dichoso Jeremy; ese era su nombre. Entre búsqueda y búsqueda lo encontré y vaya sorpresa era más hermoso de lo que imagine. Sus ojos con una mirada de esas que te dan ganas de descubrir lo que esconden y una prepotencia que aparenta su físico, como si todo lo que él quisiera en un abrir y cerrar de ojos podría tenerlo.

Lo seguí y me siguió como si nada y yo sin poder tener la certeza de que por lo menos cuando vio una foto mía sintió lo que yo sentí.

Llegó la esperada noche y de nuevo compartirnos tiempo en uno de nuestros vicios: el video juego. Hablamos con un poco más de confianza como quien quiere romper el hielo para dejar salir el fuego.

Así la pasamos unos días hasta que acordamos hablar los dos sin terceros, nos contamos de nuestras vidas con una confianza absoluta que dejamos salir secretos sin miedos a que fueran divulgados.

Una cosa llevo a la otra y entre risa y risa, juegos y juegos nos desenfrenamos sin control.

Una madrugada después de jugar toda una noche entablamos una conversación muy deliciosa, la soledad en la que ambos estábamos nos llevó a darnos compañía, nos dijimos indirectas candentes que derivaron ciertas señales como de quien quiere la cosa.

Tomé la iniciativa y le envié una foto de mi cuerpo tendido en la cama sin ninguna prenda, solía ser directa con lo que quería y lo que quería era conocer lo que escondía su entre piernas.

El con total beneplácito la recibió y correspondiendo a mis deseos envío lo que quería ver. Nos hicimos una video llamada y como toda una sumisa le dije pídeme que haga lo que tu anheles ver.

Mi sexo ardía al ver su cara de placer cuando observaba mis pezones erectos, hurgaba mi sexo húmedo embistiéndolo suavemente mientras de mi boca salían delicados gemidos producidos por un placer totalmente virtual.

Lo tuvimos de costumbre por varias madrugadas, donde el sueño ni participe se hacía. La lujuria fue aumentando y el deseo de sentir su miembro dentro de mi cada vez más crecía.

Un sábado en la noche sin planes de nada, una imprevista propuesta llegó a mi Whatsapp, mi chico gamer me invitaba a su casa en plan de tomar algo, escuchar música y jugar juntos un rato.

Me sentía nerviosa lo cual era muy extraño en mi porque solía ser muy relajada, tome un baño y mientras escogía que ropa interior usar sensaciones invadían mi cuerpo deseoso de placer.

Me vestí muy casual como de costumbre, no soy de las que buscan su mejor outfit para sorprender. Me puse un vestido y tenis que era con lo que mejor me sentía, odio los tacones y verme y aparentar ser una chica fresa jamás pasaría.

Tomé mi morral con mi portátil y me dirigí hasta su casa, al llegar él estaba ahí de pie esperándome, me sonrió y sin más me abrazo diciéndome al oído suavemente bienvenida.

Procedimos a entrar y adecuamos el ambiente, música del gusto de ambos y una que otra cerveza hicieron que todo fuera tan natural. Nos reímos sin control y dejando salir el coqueteo más exquisito esa noche.

Jeremy me miraba con tan sutil deseo que activaba mi sexo, cruzaba mis piernas para sentir lo apretado que se sentía mi vulva haciendo de vez en cuando pequeños movimientos.

Después de unas cuantas horas nuestras miradas se conectaron, ambos dejamos salir una sonrisa pícara y yo sin pensarlo me acerque a él tomando su mano y llevándola conmigo a mi rostro.

Me apretó contra él y pude sentir su ritmo cardíaco acelerado, nos besamos con lujuria, con mucho morbo, fue un beso lascivo, podría decirse que vulgar; con mucha lengua, saliva y deseo.

Sentía como su miembro se endurecía como roca mientras rozaba mis partes por encima de mi vestido. Él me subió a su lujoso balcón y yo lo abrace con mis piernas haciendo presión en sus glúteos, respiraba en su cuello y el en el mío, como dos animales olfateando su presa estábamos.

Me reía mucho producto del alcohol y con unas ganas eternas le dije al oído:

-¨déjame sentirte dentro de mi¨

Lo aleje de mí y abrí mis piernas para que me observara, desabroche mis bragas y sin nada que me cubriera lleve mis dedos a mi boca para humedecerlos con mi saliva, seguidamente toqué mi sexo ardiente recorriendo lentamente mi vagina.

El me miraba con tal morbo mientras mordía su carnoso labio inferior. Con mis dedos lo llame hacia mí y tomándome por mi cintura me beso con ligereza.

Apretó mis piernas postrándose ante mi como si fuese su dueña, levanto mi vestido y olio mi entre piernas buscando sentir algún aroma peculiar, seguidamente lamió de arriba abajo toda mi abertura llena de líquidos fascinantes, abrió hábilmente mis labios e introdujo su lengua erecta de tal manera que me hizo brincar como si su pene ya me estuviera poseyendo, de vez en cuando pasaba uno que otro lengüetazo por mi culito lo cual me llevaba al éxtasis.

Lo tomé por su rostro para que viniese hacia mí y con mi lengua recorrí su cara saboreando los residuos de mis fluidos que en el estaban.

Lo besaba y con mi mano baje su cremallera rebuscando dentro de su ropa mi fuente de placer, sentí su dureza y grosor mientras lo empuñaba con mi mano y sentía como lubricaba y palpitaba como si estallarse quisiera.

Abrí mucho más mis piernas y yo misma introduje su miembro duro en mi vagina el cual entro con suma dificultad, pero en el dolor encontraba el placer, Jeremy me daba con más presión en cada embiste, sentía tan caliente mi sexo y las ganas de querer más y más hacían que mis piernas lo abrazaran más contra mí.

Él tomaba mi largo cabello con una mano jalándolo con fuerza hacia atrás y con la otra me atraía hacia él, como toda una bestia me daba sin parar, yo mordía mis labios y con gran masoquismo le decía:

-¨más fuerte¨

Quería que me traspasará y en ese momento no me importaba nada más que él y yo.

Gemía como diosa y ardiendo por dentro deje salir mi lluvia dorada, un orgasmo profundo y único acompañado de un suspiro encendió más mis ganas de seguir siendo usada por él.

La risa en su cara y la fortaleza de su miembro hacían notar lo que vendría. Me agarro fuerte por mis manos como me encantaba y me puso de pie frente a su espejo, pasaba su índice por mi silueta mientras con su otra mano apretaba mi rostro fijo hacia el espejo, detrás de mi sentía el sudor de su cuerpo contra el mío, la humedad de su pecho mojado en mi espalda más me excitaba.

Él quería que viera lo sexy que era mi cuerpo y lo que en el provocaba. Introdujo de nuevo su pene endurecido en mi apretando mis senos pequeños con sus manos. Verme en el espejo mi cara cada vez que me lo metía me tenía a mil, solo podía gemir y dejarme llevar.

Me arrojó a su cama con furia y levantó mis caderas. Era todo un amo y yo su fiel sirvienta.

Agarraba mi cabello como si se tratara de un caballo del cual el llevaba sus riendas y me cabalgaba con total ligereza, mi clítoris estaba a punto de estallar de nuevo y deje salir el grito más fuerte.

Me corrí en su pene y lo tumbé para darle placer con mi boca. Empuñe su verga dura y la lleve a mis labios gruesos, el me hacía presión contra ella con sus manos y yo aún con el lagrimeo que producía su tamaño en mi garganta seguía sin parar.

Con mis manos acariciaba sus testículos y atragantándome toda con su miembro subía y bajaba. Mi Jeremy no aguanto más y dejo salir todo su dulce elixir en mi boca, lo trague sin desperdiciar ni una gota mientras de él solo escuchaba:

-ummmm

Me puse de pie y le dije que me dejara tomar un baño. Lo hice y ahí si procedimos a jugar una partida con sonrisas en nuestros rostros y dejando salir aire poco a poco por nuestras fosas nasales.

Mientas jugábamos el morbo seguía intacto, metía su mano por debajo de mi vestido y yo con la mía cada que podía empuñaba lo suyo.

Ese fue el primer encuentro con mi chico gamer y esta noche tendremos otro, estoy ansiosa y con una cantidad de ideas pervertidas en mi cabeza que quiero solo con él experimentar.

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