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Mi despedida de soltero (sadonight)

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Faltaba un día para mi boda, y en lugar de descansar me dirigía rumbo a un hotel por Vallejo, me iba a ver con Cindy, ella dijo que me daría mi despedida de soltero y pues obviamente accedí.

Subí a la habitación que me indico por teléfono y al entrar que grata sorpresa, estaba ella en la cama con unas botas de aguja un corsé negro y una tanga de cuero negra, ¡se veía deliciosa!

C: ¿Hola como estas? ¡Te tardaste!

L: Perdón, pero había tráfico, ¿y que es todo esto?

C: Como ahora tendrás dueña, ¡prefiero despedir tu soltería con algo increíble!

Se levantó de la cama y me ordeno quitarme la playera, yo la obedecí, comenzó a besarme pasionalmente al ritmo de una música de jazz, de pronto me sentó en el sofá reclinable y comenzó a morder mis pezones, sus mordidas eran rudas, me dolía, pero me gustaba, yo acariciaba sus ricas nalgas, ¡de pronto! ¡Comenzó a morderme todo el pecho y en el momento de adrenalina saco unas esposas!

Me ordeno acostarme en la cama y yo la obedecí, me quito los pantalones y me amarro con las esposas, su lengua recorría mis pies hasta mi cara, sus ricos labios besaban todo mi cuerpo, saco mi verga ya dura de mi trusa y comenzó a chuparla, la chupaba como desesperada, tragaba toda de un solo golpe mientras sus manos apretaban mis testículos, era maravillosa la sensación.

L: Cindy que rico lo haces mami

C: ¿Te gusta? Es tu regalo de bodas.

L: ¡Debería casarme más seguido jajá!

¡Siguió devorando mi verga por unos minutos más, después comenzó a insultarme palabras como pendejo, cabrón, hijo de puta y perro!, llenaban mis oídos, ¡se acercó a una mesa y saco una vela encendida y lentamente se acercó a mí!

Besaba mi cuerpo y dejaba caer será sobre mí, el ardor era fuerte pero inmediatamente su lengua recorría la zona quemada, hizo eso en varias partes de mi cuerpo, en mis ingles fue más doloroso, ¡pero eso me la ponía más y más dura!

L: ¡Que rico! pero ya basta!

C: Ja jajá te acuerdas cuando te dije que me la sacaras de mi ano, ¡jajá es mi venganza!

L: ¡Jajá eres una perversa!

Se puso unos guantes negros y se subió a mi verga, comenzó a cabalgarme muy rico, su cadera se movía como licuadora sus tetas eran restregadas en mi cara, comenzó a darme de cachetadas, ¡los guantes que traía puestos me generaban más dolor y en cada cabalgada me daba una bofetada!

Subía y bajaba de mi palo durísimo, se apoyaba en la luna de la cama para moverse más rico, esos movimientos me hicieron venirme, no pude evitar llenarle la vagina de leche, ella excitada también se escurrió en mí, pero no hubo tiempo de descansar inmediatamente se sacó mi verga y me quito las esposas…

C: Tu turno papi, ¡hazme tu puta!

L: ¡Sera un placer amor!

Tome las esposas, le puse las manos en la espalda y la espose, el corsé negro que tría puesto tenía un cierre en sus tetas el cual abrí para dejarlas salir, esas hermosas tetas comenzaron a ser comidas por mí y decidí hacerle lo mismo con la vela, le dejaba caer será caliente en su pezón, ¡ella gritaba! Lo cual me incitaba a seguir haciéndoselo.

C: ¡Me quema no seas cruel!

L: ¡Cállate! ¡Ahora yo mando!

La bese de forma violenta, ¡le mordí los labios con fuerza que le genere un pequeño sangrado! En la mesa había un “agarra pezón”, parecido a las pinzas de ropa, con violencia se los puse, ella gritaba y en ese momento le metí mi verga en su boca, la tome de las orejas y le comencé a follar su boca, me movía salvajemente, ella esposada y sometida de su tetas solo se quejaba como podía!

L: Que rica puta, cómetela, cómetela toda puta, ¡uf!

Seguí fallándole la boca con fuerza hasta que vi como una sustancia parecida a vomito salid e su boca, se la saque y le metí un chupón en forma de pene, atorándoselo de las orejas, ese rompe muelas no al dejaba hablar, la puse en cuatro y con un látigo comencé a darle de golpes, usaba ambas partes primero con la parte de plumas le sensibilizaba la piel y luego le daba un golpe fuerte, estuve haciéndole eso por unos minutos, su espalda ya toda roja y con pequeñas gotas de sangre me excitaba, mi lengua recorría su zona lacerada, al mirarla ella tenía un par de lágrimas en sus ojos, eso me prendió más!

¡Dejé descansar su espalda y comencé a darle de golpes en sus nalgas!, le daba puñetazo y latigazos, sus ricas nalgas ya estaban adoloridas, ¡decidí ser más violento y le abrí las nalgas para de un empujón meterle mi verga en su ano! ¡Me movía salvajemente ella gemía, decidí quitarle el chupón y sus gritos y lamentos me excitaban más!

C: ¡Me duele ya basta, para por favor!

L: ¡No! Eres mía puta, mía

C: ¡Ah! ¡Me duele mi ano! ¡Ya basta!

Sus quejidos me incitaban a darle con fuerza, le jalaba el cabello le daba de golpes en sus costillas, ella gemía de dolor pero el placer la hacía disfrutar el momento, justo cuando me iba a venir se la saque y fui directo a su cara, mi leche la llenaba toda, ella tragaba mi semen y se lamia los labios mientras mi manguera no para de sacar lechita caliente!

L: ¡Uf! Trágatela amor trágatela!

C: ¡Eres el mejor Luis!, no dejes de cogerme nunca!

L: ¡Siempre serás mi puta nena!

Descansamos un poco, al otro día con todo y moretones y adolorido le di el sí a mi mujer y eso dio comienzo a nuevas experiencias sexuales en mi vida.

(9,30)