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Mi fantasía en la disco

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Más que un relato es mi fantasía, siempre me hice el bocho con esta fantasía, y siempre termino masturbándome, con intensos orgasmos. Sinceramente me gustaría hacerla realidad.

No tiene nada que ver acá el pudor, la fidelidad, la moral (menos), si algo está claro es que me siento una puta reprimida e insatisfecha, y es algo que debo resolver urgente.

Por suerte tengo el apoyo de Jaime, mi esposo.

El relato de desarrolla como dice el título, en una disco, y obvio soy la protagonista.

Con mi esposo quedamos en ir a una disco, de esas de ambiente oscuro y buena música salsa. Al entrar ya nos prendimos a la música, moviendo los cuerpitos, nos pusimos casi en el centro de la pista y comenzamos a bailar.

Yo estaba vestida muy rica y sensual, sin brasier y tanga metida bien en el culito, eso se podía apreciar sin levantar el vestidito.

No era algo casual, me vestí así ya a sabiendas de lo que ocasionaría en los hombres esa noche, y claro, Jaime, enterado de mi fantasía, apoyándome en todo, es un amor.

Comenzamos a bailar y yo con los ojos, no en Jaime, obvio, perdidos por ahí como radar tratando de detectar al hombre de mis sueños, erótico y lujurioso.

No tardó la noche en proveer el interés de uno. Sigilosos y prudentes unos ojos pervertidos y osados se enfocaron en mis prominentes tetas, bajando según la luz lo permitía para visualizar mi culo. Cómo no soy ninguna tonta, capto la señal lujuriosa de esas miradas y me encargué de interceptarlas. Cómo haciendo un escaneo del cuerpo del muchacho, lo miro y le doy el ok con una sonrisita.

Quiero aclarar que a pesar de los años, decidí y fui poniéndome cada vez más sexy, sabrosa, atractiva, los actos sexuales en mi matrimonio fueron poniéndose cada vez más intensos y ricos en situaciones, eso me dio la posibilidad de volverme experta en la cama, y fuera de ella. Chupo la pija como nadie, tengo una preciosa concha, jugosa, rica, un culo envidiable, que penetrarlo te volvería loco, meter una pija ahí es llenarlo de leche. Las tetas son de buen tamaño a grande, preciosas, tengo unas aureolas grandes y deliciosas. Hasta ese nivel elevé mi auto estima.

Se imaginarán que el conjunto de todo eso, y con mi experiencia cogiendo, me siento una diosa, para más y como la frutillita de la torta, tengo una hermosa sonrisa, desesperadamente lujuriosa.

Una mujer así no la conseguís así nomás, una mujer así necesita ser libre. Yo sé que cualquiera querría cogerme, cualquiera perdería la cabeza por esta puta sabrosa.

Bueno, volvamos a lo nuestro

El tipo al tener el ok telepático y multifrecuencial mío, se fue acercando, contoneando la cintura, y como un reloj de péndulo, iba y venía, pero cada vez más cerca. En unas de esas pasa rozándome, yo ahí bajo la mano siguiendo supuestamente el ritmo de la música, pero solo para rozar su mano, y dejar en claro que las puertas de la seducción estaban abiertas.

Para mi suerte era un llamativo moreno, fibroso, alto, tipo atlético, la camisa ajustada mostraba sus atributos, así como el pantalón que llevaba y que hacía sobresaltar la silueta de su enorme pija, que fue lo primero que noté.

En ese momento tocó una música salsa tan buena, de esas en la que todos terminan bailando con todos. Fue en ese preciso momento que Jaime me dice: "voy al baño y después a la barra por unas cervezas, vos baila nomás "sola" vuelvo después de tirarme una y te traigo otra". Así lo hizo, fue al baño, después fue a la barra y se sentó en dirección a mí. Para ese entonces el fibroso moreno ya estaba bailando conmigo, y con la música de cómplice lo ponía al moreno de pija grande detrás mío, yo moviendo bien rico el culo y él la pelvis al unísono, sin arrimarse al principio.

En eso lo miro a Jaime, ese era el momento o punto sin retorno, o él paraba todo ahí, o me dejaría seguir hasta las últimas consecuencias.

Pero creo que su morbo lo superó, porque me miró y se sonrió. Eso fue más que suficiente.

En ese mismo momento estiro mis dos manos hacia atrás y me aferró a los lados de su cadera y lo traigo hacia mi culo para obligarlo a apoyar esa tremenda pija a mi trasero. El muchacho se sonrió de oreja a oreja, era evidente que estaba siguiendo atentamente las señas entre Jaime y yo, y entendió perfectamente que una luz verde se había encendido.

Seguimos así pegoteados, y el paquete del moreno ya estaba casi en su máxima expresión: grande y duro. Me doy la vuelta y comenzamos a bailar frente a frente. Después bajo la mano derecha y comienzo a acariciar de lado a lado la pija del moreno, que cada vez se ponía más grande. El me agarra de las nalgas, metiendo las manos por debajo del vestidito, me estira con fuerza hacia él. A partir de ahí bailamos pegados así un rato más, la música y la luz tenue, como siempre cómplice de todo. Yo ya no aguanté más, y en un momento dado le bajo la bragueta del pantalón y le meto la mano, comprobado con la mano lo que la vista me había regalado. El tiro la cabeza hacia atrás, sus ojos daban vueltas. Saqué la mano de la bragueta y me llevé los dedos a la boca, mojados con el pre cum de su verga.

En eso él baja la mano, hace a un lado mi tanguita y mete sus gruesos dedos en mi concha, los saca todos mojados, los fluidos de mi concha brillaban en sus dedos aún con la poca luz del ambiente, y se los metió en la boca, él primero y mi boca después.

Bailamos pegados un buen rato en esa posición: yo con la mano en la pija de él y él con los dedos dentro de la concha. De a poco nos fuimos alejando hacia una zona oscura, debajo del rincón vip que tenía una forma L, con unos sofás alargados y pequeñas mesas con pubs. Era un lugar tan oscuro que la única luz que llegaba venía del reflejo de la luz en la pista, o de un globo espejado que cada tanto tiraba un haz de luz reflejada.

Por un momento me perdí de Jaime, que se estaba deleitando con unas tetas y unos culos que pasaban delante de él, Poco después lo veo acercándose y poniéndose a tiro.

Mi moreno me lleva a una zona más que oscura, dónde estaban muchas parejas, todos metiéndose mano y hasta cogiendo "disimuladamente", a nadie le importaba lo que hacía el de al lado, cada uno con lo suyo.

Allí mi morenito me baja las tiras del vestido y deja mis dos tetas a la intemperie, baja la cabeza suavecito, y comienza a chupármelas intensamente, primero una y después la otra, sin dejar de meter mano en mi concha, que para ese entonces estaba chorreando a más no poder.

Después de meterme mano, se agacha y me baja la tanguita, me la saca toda mojada, la agarro y se la reboleo, como quien no quiere la cosa, a Jaime, jajaja, si vieran su cara, se leía claramente en sus labios, "que hija de puta".

En eso me agarra y me acuesta sobre una de las mesas, me abre las piernas se baja los pantalones y saca esa tremenda verga, mi sonrisa lujuriosa me pinta la cara, y le digo "que rica y enorme verga papi, cogeme ya por favor". Puso esa enorme cabeza en la entrada de mi vagina toda empapada y empujó con fuerza, de ahí en más era todo un vaivén de bombeo y fluidos, yo me sacudía de aquí para allá con la boca abierta jadeando de placer. Yo le gritaba, "más, más, hasta el fondo" y el hijo de puta me reventaba con embestidas realmente brutales. Se agarraba de las dos tetas, y me pegaba una y otra vez con los huevos en el ano. Después saca la pija de la concha y mete los dedos, los vuelve sacar y me los mete en el culo, los estaba lubricado para lo que se venía.

Ahí le digo: "sentate papi", entonces él se sienta, me arrodillo y comienzo a chupar la pija. Empiezo por los enormes huevos y recorro toda la pija para luego metérmela entera en la boca. Gruesa, larga, cabezona, y todo eso me lo chupé, con la ayuda de él que me empujaba la cabeza para que me llegue hasta la garganta, le empapé la pija con tanta saliva.

Cuando miro hacia Jaime, lo veo con los pantalones abajo y haciéndose la paja bien rico.

Después el moreno se levanta y me pone de cuatro contra la mesa, se pone detrás mío y comienza otra vez a cogerme por la concha, para ese entonces y no se en que momento me saqué, y ya no tenía el vestido, tanto él como yo estábamos totalmente desnudos.

Me cogió una y otra vez con mucha intensidad, después sacó la pija de la concha y me la puso en dirección del culo, lentamente empezó a empujar, paraba y empujaba, hasta que me la metió toda, paro un rato, y empezó a bombear, cada vez más rápido, para entonces mi culo de ya estaba agrandado, bien rico y dilatado. De ahí en más le dio con todo, "siii, hijo de puta rompémelo" le digo, yo estaba, decir excitada es poco, estaba hecha toda una puta desesperada.

En eso me agarra de los pelos y me pone contra la pared, "por fin" me encanta que me cojan parada contra la pared. Me pega en las nalgas, me mete 3 dedos, y seguido me vuelve a coger por el culo. Con cada embestida mi cuerpo se arqueaba hacia atrás, la sacaba del culo y me la metía en la concha, una y otra vez, así durante 15 minutos. Yo estaba toda exhausta, transpirada, y muy feliz. Me sentía toda una puta, realmente estaba gozando y agradecida.

Cuando el moreno ya no pudo contenerse más, me hizo sentar de un tirón y me largo la leche por toda la cara, la boca, los pechos, antes de dejar de largar, me dio vuelta, y me la metió en el culo y donde descargó como tres chorros más, detrás de un alarido de placer.

Nos quedamos así pegados un buen rato, hasta recuperarnos, yo apoyada a la pared, él parado detrás. Fue sacando la pija lo más despacio posible, aún seguía enorme, le pedí que lo haga despacio, quería sentirla hasta el último segundo.

Cuando la sacó, me di vuelta, nos abrazamos y nos besamos apasionadamente. Después de semejante cogida, era de esperarse, y muy merecido.

Él se pone los pantalones, la camisa, me da otro rico beso, me dice: "sos un bombón muy sabroso", y se va.

Me pongo el vestidito y miro hacia donde estaba Jaime, lo veo con la verga en la mano. Lo llamo y lo hago sentar. Le comienzo a chupar la pija, después de todo se lo merecía. Se levanta bruscamente me da la vuela y me pone contra la mesa, me levanta el vestidito y me mete de una la pija en el culo. Una y otra vez me revienta contra la mesa. Se escucha el chirrido del semen del moreno todavía en mi culito. Después de unos minutos vuelvo a sentir leche caliente a montones, solo que esta vez de mi esposo. Entre la leche del moreno y la de Jaime mi culo ya no dio a basto y me chorreaba por toda la pierna hasta los pies. Nunca vi, ni sentí tanto semen blanco y caliente saliendo de mi culo. El olor era penetrante y agradable.

Después le chupé toda la pija, para limpiársela, obvio, y tragar las últimas gotas de leche de esa noche.

Jaime me pasa la tanguita, y le digo "quedatela papi, te la ganaste" y voy al baño para asearme.

"Nos vamos?" me pregunta Jaime

"De irnos nada" le digo, nos tomamos unas cervezas y después de un merecido descanso comenzamos a bailar.

De por ahí Jaime se enteró y me comenta que el moreno es el dueño del local, y le digo: "qué bueno, ya sabemos dónde venir siempre".

Y de seguro así será!!!

Fin

(9,40)