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Mi hijo ha suspendido y no puedo consentirlo (II)

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El nuevo curso comenzó. Esta vez no iba a permitir que su hijo de 18 años suspendiera y tuviera que vejarse de nuevo ante el tutor y el director, por lo que estuvo pendiente de él todo el rato mientras estudiaba y le ayudaba también con sus deberes.

Su marido regresó de viaje en octubre. Fueron a esperarle al aeropuerto los dos, era sábado por la tarde. Después de recoger el equipaje, volvieron a casa. Se besaron tiernamente antes de subir y mientras su hijo les ayudaba con las maletas se besaron más apasionadamente aún.

Esa noche durmieron poco. En cuanto creyeron que su hijo dormía se pusieron a follar. Llevaban meses sin tener contacto físico. Solo habían tenido sexo por videoconferencia.

Carlos apenas había empezado a dormirse, cuando oyó unos ruidos que venían de la habitación de sus padres. Era el colchón que empezaba a moverse. Nunca se había acostado con ninguna chica, pero sabía perfectamente que era ese sonido.

-Ah, cariño, cuanto tiempo sin verte. Te he echado de menos. Oía como le hablaba a su padre.

-Y yo igual tesoro. Cuanto tiempo sin sentir tu piel. Tus pechos, tus caderas, tu culo. Voy a penetrarte ya.

-Espera cariño. Espera que esté mojada. Aaaah, ya lo estoy, joder que caliente me pones.

-Voy a metértela toda.

-Siii, cariño, ya estoy mojada para ti.

Carlos oía todo esto y empezaba a ponerse cachondo. Pocas veces había oido a sus padres hacerlo así. Parecía que estuvieran retrasmitiéndolo.

-Que gorda la tienes cariño.

-¿Te gusta eh?

-Cuando tiempo sin sentirla. Aaaah. Qué gusto por dios. Empieza a bombear. No te quedes quieto.

Su marido obedeció porque en ese momento la cama empezó a sonar con más fuerza.

-Ah, ah, ah, ah, gemía su madre. Cariño dame más. Más fuerte, quiero sentir tu polla más fuerteee.

Para entonces Carlos estaba empalmado. Se bajó el calzoncillo y se sacó la polla y empezó a meneársela. Al principio le venía la cara de Laura, una compañera de la escuela, pero pronto cambió por la de su madre mientras oía como esta estaba a punto de correrse.

Subía y bajaba por su tronco sin pausa. La verdad es que su madre estaba muy buena y sentía envidia por su padre, por cómo se la estaba follando. Eso era pecado, el tener pensamientos sexuales con la madre de uno, pero es que no podía evitarlo. Se lo estaba poniendo a huevo.

-Ahora ponte encima cariño. Oyó cómo le pedía su padre.

Esta debió obedecer porque notó un sonido en la cama y efectivamente se subió sobre su padre. Se clavó la polla con su mano derecha y así terminó de follárselo casi a la vez que su hijo se corría en su habitación.

Carlos no sabía dónde limpiarse la polla, no encontraba nada a mano, así que decidió hacerlo con los calzoncillos. Mañana los echaría a la lavadora antes de que su madre se diera cuenta.

Llegaron los exámenes del primer trimestre. Los dos estaban convencidos de que Carlos aprobaría. Cómo sabéis, no le había quitado ojo de encima y había estado detrás de su hijo todo el tiempo, por lo que estaban seguros de que aprobaría todo y seguro que con buena nota.

Pero desgraciadamente, no fue así. Elena recibió una llamada del tutor en cuanto salieron las notas.

-Señora López, su hijo ha vuelto a hacerlo. Ha suspendido cuatro asignaturas esta vez.

No podía creerlo, no podía ser. Sin duda habían vuelto a suspenderle aposta. No le había sacado de la escuela, no sabía porqué motivo, pero esta vez iba a solucionarlo. Por supuesto no iba a vejarse otra vez, eso era lo último, pero no iba a quedarse callada.

-Quiero reclamar los exámenes. Quiero verlos.

-Sin duda señora López. ¿Podría venir mañana sobre las 12?

-Si, a las 12 me viene perfecto.

A las 12 de la mañana del día siguiente Elena estaba en la puerta del despacho del tutor. Iba a tocar la puerta cuando esta se abrió.

-Pase, pase.

-Ya sabe para qué estoy aquí. Esta vez no voy a hacer nada que no quiera. ¿De acuerdo? No me pondrá una mano encima.

-Tranquila señora López. Solo ver los exámenes.

El tutor los sacó y los puso sobre la mesa. Mientras Elena los miraba, echó el pestillo sin hacer ruido. La cortina ya estaba echada.

Se abrió una puerta del despacho por dentro y apareció el director.

-Sujétala Nacho.

Este obedeció y agarró a Elena por las muñecas. Apretaba muy fuerte.

-¡Aaah, suélteme!

-Su hijo es muy mal estudiante. Tenemos que suspenderle para hacerle entrar en razón y que vea que le ocurre a su madre sino estudia.

Nacho la apoyó contra la mesa y le bajó el pantalón y las bragas. El director se puso detrás de ella mientras el tutor la sujetaba las muñecas al otro lado de la mesa.

Le separó las piernas y se mojó dos dedos con saliva y se los pasó por el coño.

Se sacó la polla y sin más preámbulos, se la metió por el culo.

-Aaaah. Cabrón. Gritó ella.

El director comenzó con el bombeo. A Elena nunca le había gustado follar por el culo y por lo tanto nunca lo había hecho con su marido así, pero el director no pensaba lo mismo y se la estaba follando por el culo.

Carlos andaba por el pasillo, al parecer el tutor le había llamado para que acudiera a su despacho, sin saber que su madre estaría en ese momento allí, siendo follada por el director.

Se paró frente a la puerta e iba a tocarla, cuando se detuvo. Oyó unos gemidos que venían de dentro.

Se agachó y miró por encima de la puerta sobre la cortina y vio el espectáculo del director follándose a su madre por el culo.

Golpeó la puerta y empezó a gritar. Nacho, soltando a su madre, se acercó a la puerta y levantó un poco la cortina. Sonrió y dejó que viera el espectáculo.

El director comenzó a acelerar el bombeo, el tío estaba a punto de correrse. Carlos no pudo ver más y se fue de allí.

Terminó de correrse, la sacó sin cuidado mientras Elena se moría de dolor. Nacho la ayudó a vestirse y ella les dijo que iría directa a la policía a denunciarles.

-Los dos sabemos que no lo hará, dijo el director limpiándose la polla de semen. Le gusta demasiado follar conmigo y no querrá que su hijo suspenda.

-Bastardo, le dijo mientras terminaba de arreglarse la blusa.

Salió de allí dando un portazo.

Cuando Carlos volvió a casa su madre estaba dándose un baño. Oyó el agua en la bañera y decidió tocar la puerta.

-Pasa hijo. Le dijo casi con un hilo de voz.

-Mamá, ¿qué has hecho? Lo he visto todo.

-Me han violado Carlos. En realidad, no es la primera vez. El curso pasado me dejé follar por ese cabrón, pero fue distinto. El tutor me hizo una cubana antes y luego él me folló, pero... lo hice por ti hijo. Quería que aprobaras y no podía consentir que repitieras. Esta vez iba a ser distinto, solo quería revisar tus exámenes, pero me sujetó el tal Nacho y luego el director...

-Lo sé mamá, vi una parte. La otra vez lo hiciste por mí. Te quiero.

-Gracias hijo. Anda, ayúdame a salir de la bañera.

Estaba desnuda pero Carlos no quiso decir nada. Se levantó y vio su cuerpo desnudo mojado frente a él. Realmente su madre era preciosa y tenía un cuerpo increíble.

Alzó una pierna para salir de la bañera mientras la sujetaba por el brazo. Sus muslos eran fascinantes. Se estaba poniendo nervioso.

La ayudó a secarse pero no podía disimular. Estaba teniendo una erección tremenda.

-Hijo, ¿estás bien?

-Si mamá. Estoy un poco... acalorado.

-Te entiendo. Has visto por primera vez a tu madre desnuda. Y tienes una erección.

-¿Qué dices? No es verdad. No tengo nada. Se puso rojo como un tomate.

-He visto cómo me mirabas. Es normal, eres un hombre y yo soy una mujer.

-Eres mi madre.

-Ya. Pero el otro día descubrí tus calzoncillos en la lavadora. Estaban acartonados. Fue la mañana después de que volviera tu padre. Está claro que nos oíste follar y te hiciste una paja. ¿Te la hiciste pensando en alguna compañera de trabajo? ¿O fue pensando en tu madre, eh? Dijo acercándose peligrosamente a él.

-Yo... no...

-Entiendo que te excite tu madre. ¿Sabes? Hace siglos el incesto era algo normal.

-Yo... no... -No le salían las palabras.

-Ahora vamos a solucionarlo.

Le llevó desnuda hasta el salón y le sentó en el sofá.

-Me duele bastante el culo y además debe ser tu primera vez, por lo que no te importará que me ponga encima, ¿verdad?

-Yo, yo... -seguía sin poder hablar.

Sacó su polla del calzoncillo dura como una piedra.

-Tu padre lleva ya fuera un mes. Tengo ganas de polla. Tú eres carne de su carne y será cómo si me lo follara a él. Qué ganas de probarte mi niño.

Carlos no sabía dónde meterse. Ni en sus sueños más húmedos habría imaginado que podría pasar lo que estaba a punto de ocurrir.

Su madre se la meneó un poco hasta que creía que le iba a reventar.

-Así mejor.

Para entonces ya estaba mojada. Se la metió despacio, sin prisa.

A Carlos se le pusieron los ojos como platos cuando la sintió dentro.

-¿Te gusta eh?

-Sí, mamá. Joder, es lo más.

-Pues espera a que empiece a moverme.

Elena comenzó a subir y bajar despacio. Le dolía mucho el culo y con el sube y baja se daba con las nalgas en las piernas de su hijo y le molestaba un poco. Decidió impulsarse más despacio y pedirle a él que le pusiera las dos manos bajo sus nalgas para que así no llegara hasta abajo.

-Ah, mamá, joder que gusto.

-¿Te gusta eh?

-Si, mucho, ah, ah, ah.

Se agarró a los hombros de su hijo para impulsarse. No podía evitarlo. Estaba súper húmeda y aunque le doliera el culo tenía que acelerar la follada.

-Carlos, mi niño, que gusto me das. Cómo le gusta a tu mami follarte. Ah, ah, ah.

-Ah, mamá. No voy a aguantar mucho más.

-Me imagino. No pasa nada. Aguanta lo que puedas.

Apenas estaba diciendo esto cuando su hijo se corrió. Sintió su leche inundarla hasta el fondo. Tenía mucha leche dentro y se la proporcionó toda.

-Ah, ah, ah, hijo que gusto. Cómo tomaba la píldora lo habían hecho sin goma.

-Pero mamá tú no te habrás enterado de nada.

-Tranquilo ahora te enseñaré como hacer disfrutar a una mujer con los dedos.

Se puso de pie, agarró su mano y con dos dedos le enseñó a masturbarla.

-Así mi niño, así me haces gozar. Aaaah, me corro.

Después del orgasmo, con la polla de Carlos aún manchada de semen, se sentó a su lado.

-Joder cómo me duele el culo. Pero he gozado mucho. La próxima vez durarás más y me llevaras al orgasmo con tu polla. Hasta que vuelva tu padre pasará tiempo.

-Gracias mamá. Ha sido increíble.

-Tenemos que sacarte de esa escuela. Mañana pensaremos algo.

Después de cenar decidieron dormir juntos. Carlos tuvo erecciones nocturnas y sueños eróticos donde se follaba a su madre de mil maneras.

Una semana después Elena decidió enviar una carta a la escuela. En ella indicaba que quería sacar a su hijo de allí. Los resultados no iban a tardar en llegar.

Durante unos días su hijo la consoló mientras su marido no estaba. Cómo ya no era la primera vez que follaba con su madre la hizo disfrutar bastante y casi todas las veces la llevó al orgasmo como su marido.

Una semana después su hijo había pedido una pizza para cenar. Tocaron a la puerta.

-Mamá, ya abro yo.

Abrió la puerta, pero no era el repartidor. Era Nacho que iba con una capucha y por eso no lo reconoció. Le dio un empujón fuerte que lo tiró al suelo mientras el director entraba detrás de él.

Nacho inmovilizó a Carlos. Elena estaba en la cocina por lo que al principio no se enteró de nada.

Fue directamente a la cocina y sin que ella pudiera hacer nada la abofeteó.

Cuando despertó estaba en ropa interior tumbada en el sofá y vio que su hijo estaba atado a una silla del salón.

-Ahora hablaremos claro, dijo el director muy serio. No consentiré que saque a su hijo de mi escuela. ¿Entendido?

-No puede hacer esto. Es un delito muy grave, ¿lo entiende Ud.? Va a ir a la cárcel bastardo.

-Yo no voy a ir a ningún sitio. Solo a su coño señora López. Espero que lo tenga ya húmedo para mi.

-¡Hijo de puta! Hizo ademan de levantarse, pero Nacho la sujetó. Ella se resistió y el director volvió a abofetearla. Quedó inconsciente.

Carlos se resistía a sus ataduras pero eran fuertes y no podía zafarse.

El director se desnudó y con un dedo masturbó a Carmen que seguía inconsciente. Ya erecto, abrió un poco sus piernas y la penetró con ganas.

Se movía con fuerza, saboreando su coño. Entraba y salía de ella como si no hubiera nada más. No iba a tardar mucho en correrse.

Carlos miraba la escena y no paraba de llorar. Su madre había hecho ya eso antes para que aprobara pero ahora no era queriendo, estaba siendo forzada y él no podía hacer nada para impedirlo.

Estaba mirando al suelo cuando oyó cómo el director se corría el muy cerdo. Bombeó hasta que no le quedó nada dentro. Se había corrido dentro de su madre de nuevo. Se salió de ella despacio e hizo un gesto a Nacho para que se acercara.

Con su polla goteando semen le dijo:

-Ahora tu Nacho. Esta vez si puedes follártela.

El tutor sonrió. La otra vez solo pudo hacerse una cubana, se la reservaba para el director, pero esta vez iba a follársela.

Elena empezó a abrir los ojos cuando vio que Nacho estaba encima de ella dispuesto a penetrarla.

Iba a gritar pero no le salió nada de la boca.

Carlos consiguió desatarse un poco y se levantó y fue directo a por Nacho. El director le sujetó fuerte las manos con su polla bamboleándose, seguía desnudo. El tutor la penetró y ese momento se abrigo la puerta de la casa. Era su padre que volvía antes por sorpresa.

Imaginaos la cara que puso cuando vio a su mujer desnuda en el sofá, con el tutor follándosela y a su hijo peleando con el director al que su padre apenas conocía.

Dejó la maleta en el suelo, bueno casi la tiró y se fue hacia el tutor. Tiró de él hacia arriba sacándole la polla de dentro de su mujer de un tirón y lo lanzó contra la pared.

Luego se dirigió al director y le abofeteó. Este no se inmutó y le devolvió una bofetada.

El padre de Carlos cogió un martillo de madera que tenía en la cocina para ablandar la carne y se abalanzó al director.

Al verlo así, los dos salieron corriendo de la casa.

Luego llamó a la policía. Acabaron deteniéndolos y nunca más volverían a estar en un colegio.

A Carlos lo matricularon en otro y finalmente olvidaron todo.

Carlos siguió follando con su madre mientras su padre estaba fuera. Fueron una pareja de amantes en secreto. Su padre nunca los descubrió.

 

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