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Mi mujer sola en el motel con su amante

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Hoy no voy a tu lado, en esta ocasión vas de la mano de él, con mi permiso, pero sin mi presencia. Así lo decidimos, es la primera vez que sales sola. No es que vayas con un desconocido Jack es como un amante de planta incluso a dormido en casa, no, no es nada raro que tu cuñado duerma en nuestra casa cuando está de visita en la ciudad él y tu hermana han sido nuestros cómplices desde aquel viaje que hicimos a casa de tus padres donde inició todo, ahora ellos también están casados pero seguimos intercambiando sin ningún problema, sin ninguna sospecha.

Sin embargo los nervios me ganan, no, no son nervios en todo caso es la lujuria contenida la que me tiene impaciente quiero estar ahí ver, escuchar, tomar tu mano y ver tus ojos en ese momento tan especial cuando eres penetrada por otro quiero sentir tu cuerpo temblar conforme se acerca el primero de tus múltiples orgasmos, quiero sostener tu mano en el momento de máximo; deseo poder participar del encuentro de una forma más activa.

Bueno de igual manera estoy participando tus mensajes me han mantenido al tanto de todo, desde que comenzaste a vestirte y me mandaste la foto con tu atuendo una blusa brillante que te hace ver como una joya de diamante y oro caminando y un pantalón de lino que se pega a tu trasero.

Desde que me pediste ayuda al elegir tus bragas o cuando me informaste que ya ibas por él al aeropuerto.

Sí, esa es otra manera de estar en el juego.

Hoy desde la oficina te pienso, no puedo estar concentrado y atento en la aburrida junta sobre las nuevas disposiciones oficiales sobre el embalaje de los productos, en mi cabeza solo hay algo presente; tú en brazos de Jack eso y tu último mensaje.

"Estoy con él, primero almorzamos y de ahí al motel. Te amo, besos."

Ese fue el último mensaje y desde entonces ya pasaron un par de horas, imagino que ya están más ocupados y por eso se cortó de forma tan abrupta la comunicación.

La última vez estuve presente, viví y disfruté el encuentro en primera fila, hoy es diferente, hoy el morbo es grande y mi imaginación vuela.

Sí, hoy solo puedo imaginar el encuentro, leer tus mensajes e imaginar las escenas. Me pongo duro en la sala de juntas mientras la expositora habla sobre la forma correcta de asegurar la mercancía dentro de los camiones yo no puedo dejar de soñar contigo, de imaginar sus manos sobre tu cuerpo, su boca sobre tu piel.

Tengo que disimular mi erección con el saco de mi traje

A esta hora ya deberían estar solos en medio de alguna habitación de un motel.

Ya quiero que llegue la noche para que me cuentes al oído los detalles y ver el video, sí esa fue una de las condiciones tendrían que grabar el video para que luego yo pudiera ver todo, sería la estrella porno en un video sin mí.

De pronto algo inesperado interrumpe mis pensamientos; una videollamada tuya me desconcierta pero lleva una sonrisa a mi rostro.

A toda prisa mi dedo se desliza por la pantalla del teléfono para tomar la llamada.

En mi mente pienso que los veré ya en el auto camino a casa pero cuando se enlaza la llamada noto que el teléfono está fijo cerca de la ventana (recuerdo el trípode que casi me obligaste a comprar diciendo que me gustaría la sorpresa).

La toma es excelente -noto que se dieron un tiempo para elegir el mejor ángulo- se puede ver toda la habitación, es sin duda un motel con estilo, la habitación es amplia y espaciosa está decorada para coger, cada uno de los elementos dentro de ella invitan a quitarse la ropa y dejarte llevar por la lujuria desbordada lo primero que noto es un enorme obra de arte, un hombre afortunado está tendido de espaldas con una mujer sentada sobre la cara, cuelga a todo lo ancho de la cabecera de la cama, en ella hay varias argollas que permiten sujetarse con las manos o poner cuerdas en caso necesario, al pie de cama está un taburete especial para poder estar cómodamente en varias posiciones, un sillón donde fácilmente podrían estar tres o cuatro personas interactuando veo también la puerta que seguramente da con el baño.

Pero todo eso queda en segundo término mis ojos se posicionan sobre la pareja que juega de pie cerca de la cama mi erección es inminente y no hay saco alguno que pueda ocultarla.

Una sonrisa asoma en mi cara al reconocer a la hermosa morena que está en primer plano, detrás de ella un hombre joven unos algunos diez años menor que la treintañera que está por llegar al cuarto piso y tiene tomada de la cintura, tu cabello que iba suelto y caía lacio sobre tus hombros ahora está trenzado y cae como una enredadera sobre ti.

Tú miras la cámara descaradamente, él está detrás de ti, entretenido, besando el cuello, veo como mi esposa cierra los ojos al contacto de sus labios cerca de lóbulo y eso me hace reaccionar apretando el lápiz que tamborileaba sobre mi escritorio antes de la llamada.

Veo aun llevas ropa pero tu blusa está enroscada en tu cintura mientras el sujetador está un poco más abajo de lo habitual lo que me deja ver el indicio de tus redondos y pequeños senos, el pantalón ya está abierto lo que me deja ver el encaje y moño de tus bragas.

Se nota que tienen algunos minutos jugando, puedo ver que él ya no tiene ropa, está completamente desnudo con su enorme erección pegada en tu culo.

Su cuerpo es fuerte y más joven que el mío, es un poco más alto y más moreno.

Mi imaginación me hace verte de rodillas frente a él, poniendo dura su verga, dándole un oral que recordará toda la vida.

Recuerdo que Paulina está ahí conmigo, giro mi cabeza a verla y le pido disculpas.

Ella tiene los ojos abiertos de par en par alcanza a ver la pantalla de mi teléfono así que vio lo mismo que yo

—Debo atender la llamada

La toco en la espalda con un leve movimiento indicando que quiero estar solo. Pero tu voz nos detiene.

—Si ella quiere puede quedarse a ver.

Paulina sonríe pícaramente -no es la primera vez que juega con nosotros-, hasta ese momento es la primera vez que Jack despega su boca y barba de tu cuerpo y voltea a saludar con una sonrisa en su rostro luego levantando un par de dedos de su mano hace una señal, la señal para el cornudo.

Con un leve movimiento de cabeza Paulina acepta estar en la video llamada junto a mí.

Me dirijo a cerrar las persianas mientras que ella va a poner seguro en la puerta.

Luego manipuló un poco el teléfono y enlazo la video llamada al enorme monitor de la computadora.

La escena se vuelve más cercana, más grande, bajo el volumen para que solo Paulina y yo podamos escuchar lo que está pasando del otro lado de la línea.

Ahí en medio de mi despacho mi mano ya sube y baja por encima de mi ropa mientras observo la escena en el monitor.

Paulina es más reservada y aunque se afloja un par de botones de su blusa aún conserva el autocontrol.

En la pantalla vemos como Jack acaricia a mi esposa, se lo toma con calma sus manos y boca recorren sin prisa su cuerpo. Hábilmente la deja sin su sujetador y las tetas quedaron al aire por un pequeño momento antes de que las hambrientas manos de él las cubran de caricias.

Escucho una pequeña exclamación de sorpresa en Paulina cuando Jack se hace a un lado y su polla se muestra en todo su esplendor a la cámara, tiene un miembro grande y grueso, más grande que el mío, ella se acerca a la pantalla y estira una mano que pretende acariciar el miembro a kilómetros de distancia.

No puedo evitar sonreír mientras la veo hacerlo, Jack ahora está enfrente de Mónica podemos ver sus nalgas y su ancha espalda mientras besa con veneración los pechos y una de sus manos juega debajo de las bragas de ella; luego con un sutil empujón la deja caer en la cama y comienza a desnudarla, ella levanta las cadera cuando él tira de su pantalón para sacarlo del cuerpo, adoro ese momento.

Mi erección sigue atrapada debajo de mi ropa, quiero sacarlo y masturbarme pero espero el momento en que él por fin la penetre para comenzar.

Paulina por su parte ya tiene su falda levantada sobre su cintura una de sus manos acaricia su vulva por encima de sus bragas azul marino y la otra viaja dando pequeñas caricias a sus pechos.

Traté de evitar el chasquido de mi boca al notar que el contacto visual en esta posición será nulo pero me resignó a ese hecho al mirar el ángulo de tu trasero pero de repente la cámara se mueve y se acerca hasta la pareja sobre el colchón hay alguien más en la habitación y no me había dado cuenta, de repente siento como la adrenalina llena mi cuerpo y la curiosidad por saber quién más está ahí se hace presente en el espejo puedo ver el reflejo de una mujer; ¡es Raquel!

Jajaja mi cuñada no pudo evitar venir y ahora está en esa habitación grabando el encuentro, no sabía que le gustaba ver sin participar en la escena.

Se recuesta en la cama cerca de ellos y podemos ver más cerca la escena Jack pasa lentamente su lengua por los brillosos labios de mi mujer mi cuñada no pierde detalle y nos deja ver exactamente lo que ella está viendo Jack le come el copo a Moni mientras ella con sus manos y sonidos le indican dónde besar, lamer o morder.

Puedo ver el rostro de Moni, como cierra los ojos y se concentra en sentir Jack se lo toma con calma y sin ninguna prisa hace círculos con su lengua, parece que estuviera escribiendo con ella sobre los labios de Mónica parece que recita algún poema de Neruda.

La nitidez es extraordinaria, puedo ver las piernas contraerse, veo como empiezan a temblar mientras las manos de Moni sostienen firmemente la cabeza de Jack.

Luego el grito de placer, el grito que libera, el grito que indica que ella ha llegado ahora fluirá el río que guarda entre sus piernas y él lo beberá siento el deseo de lamer, beber sus fluidos y clavar mi polla dura en su cuerpo.

Jack se levanta y mira a Moni la toma con firmeza por los tobillos y la gira en un movimiento sorpresivo que le arranca otro grito este es de sorpresa pero ella se deja llevar y colabora levantando sus glúteos para ofrecerlo a su amante, todo su cuerpo de ébano está tendido cuán largo es sobre el colchón, suave, incitante perfecto, toda entrega, toda expuesta, toda dispuesta a él, para él y solo para él, pero no yo también disfruto de ella, de verla en esa posición, de ver su placer reflejado en sus ojos, Jack no pierde el tiempo y su boca va directo a su trasero da una mordida que provoca que Moni apriete la boca luego su lengua juega de nuevo ahora besa sus nalgas antes de depositar ese beso prohibido.

Mónica no está muy acostumbrada al beso negro pero se relaja y permite todo, si cuerpo se mueve al ritmo de la lengua de Jack y va y viene conforme la lengua y un dedo la mueven, ella está dispuesta a todo lo que Jack quiera hacer y yo lo disfruto al igual que ellos. Lubrica y besa por minutos mientras su mano trata de tocar su palpitante sexo.

No vi en qué momento Raquel le da el plug pero ahora Jack juega con él cerca del ano de mi esposa, que al sentir el metal se contrae por instinto, pero luego ella misma se abre las nalgas con sus manos y puedo ver como Jack empuja el juguete que poco a poco va venciendo la resistencia, mi vista viaja de la cara de Moni a su trasero para terminar de ver como se traga todo el juguete hasta solo quedar una linda piedra morada justo en medio de sus nalgas.

Jack juega un poco a mover el plug y hace círculos con él dentro de Mónica, que para estos momentos se masturba mientras Jack estimula su ano.

Él es un maestro y la lleva a pedir clemencia, ella lo necesita dentro y Mónica súplica por su polla, abre sus piernas mientras él deja caer su sobre ella.

Lentamente bajó el cierre de mi pantalón para liberar mi erección, hago a un lado la corbata y me comienzo a masturbar mientras Paulina no sabe si ver la pantalla, acercarse a mí, o solo masturbarse ella también. Opta por ver la pantalla mientras se toca ella misma.

Jack entra en Moni y la hace gemir, luego los gemidos cambian y son más fuertes hasta hacerla gritar mientras ella estira la mano hacia la cámara como si tomará mi mano, como lo haría si estuviera yo ahí.

En el espejo se ve el reflejo de Raquel mientras graba ella también se toca. Tres personas masturbándose con la misma escena, cinco cuerpos rendidos al placer.

Cuando Jack termina dentro de Mónica sale de ella rápidamente va hasta dónde quedaron sus bragas tiradas y se las da justo cuando la cámara muestra como una gran cantidad de leche va saliendo de su vagina ella pone la fina tela sobre los fluidos que salen de su cuerpo mira directo a la cámara y me dice: esto es un regalo para ti.

Sobre mi escritorio unos grandes chorros de esperma son la muestra del gran orgasmo que he tenido en medio de un gruñido apagado.

Paulina los limpia con el pañuelo de mi traje y dice: este es mi regalo.

Luego la llamada termina con una sonriente Raquel que ahora comienza a desnudarse...

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