Hola a todos, continúan mis aventuras en mi nuevo hogar.
Me desperté un poco desorientado con el sonido repitente de la alarma de mi celular, entre abrí mis ojos buscándolo y desactive ese desagradable sonido, me frote los ojos y los abrí para encontrarme totalmente desnudo como me había dejado Glenda hace unas horas, me tome la cabeza recordando lo ocurrido y vi nuevamente mi celular para ver la hora, eran las 10:30 am, por lo general mis días libres mi alarma suena a las 9:30 am para así dormir un poco más y recuperar energía, significa que había dormido durante 1 hora de alarma.
Glenda me había dejado exhausto en la madrugada y la verdad estaba muy feliz con esto, me levante tome mi toalla y me dirigí a darme un baño, salí de la ducha me vestí rápidamente me serví un poco de cereal con leche a modo de desayuno y me puse a revisar mis mensajes, lo primero que hice fue escribirles a mis amigos diciéndoles que tenía asuntos pendientes y que no podría ir con ellos ese día, a lo que ellos sin falta empezaron a fastidiarme diciéndome que seguro los dejaba por un culo, y efectivamente eso hacía y vaya que culo, respondí un mensaje de mi grupo de mi familia y algunos mas de mis grupos de estudio, luego tenía un mensaje de mi tío diciéndome que iba a salir con mi tía a un compromiso durante el día así que mis primas se quedarían solas, luego tuve dos mensajes de números que no tenía registrados uno era de Flavia saludándome y pidiéndome que cuando pueda vaya a hablar con ella, el otro era de Glenda quien me preguntaba a donde iríamos y que debería ponerse, decidí no contestar ninguno de los mensajes y bajar para hablar con ellas en persona.
Al bajar pude ver por una de las ventanas de las escaleras que tenía vista hacia la calle y la cochera, que efectivamente mis tíos habían salido ya que no se encontraba el auto en la cochera, llegue al segundo piso y me quedé parado frente a las puertas de las habitaciones de mis primas, dude por un segundo cual tocar primero pero finalmente toque a la puerta de Flavia, aun me sentía un poco culpable de lo ocurrido el otro día con ella así que de esta forma trate de compensarla.
Toqué su puerta y espere un momento que me abriera.
– Hola primito.- Me saludo con su habitual sonrisa coqueta.- ¿A dónde vas tan guapo? jajajaja.- Rio mientras ponía una mano en mi pecho.
– Hola Flavia?.- La salude con un tono de pregunta ya que me sorprendió mucha la forma en que su actitud regreso a como antes, como si lo que pasó hace unos días nunca hubiera sucedido, la mire de pies a cabeza, estaba bellísima y verla parada en el umbral de su habitación con la luz de sus ventanas detrás de ella le daba un toque como celestial, tenía puesto un short deportivo de color negro muy pegado que apenas tapaba sus muslos, un polo suelto de color blanco en el cual se disimulaban las deliciosas curvas de su torso, estaba descalza y tenía el cabello amarrado con 2 colitas.- ¿Cómo estas ? ¿Para qué me hablaste? -le dije mientras no dejaba de admirar su bello rostro.
– Quería saber que ibas a hacer hoy, de repente podíamos salir a algún lado.- Me respondió dándome una mirada coqueta y jugando con su cabello.- No te creas, sé que vas a salir con tus amigos, solo quería decirte que te vi hablando con Karla anoche, por favor trata de no relacionarte con esa Perra, de verdad es muy mala persona.- Me dijo mirándome con una sonrisa que la verdad me dejo un poco preocupado, lo otro era que ella no sabía que iba a salir con su hermana, lo de mis amigos lo debe de saber por su papa ya que yo les había dicho eso y no les dije que cambiara de planes, creo que me conviene que siga creyendo eso.
– La verdad no creo que me cruce muy seguido con Karla ni con nadie del barrio la verdad, es que paro muy ocupado, y como dijiste voy a salir con mis amigos que es una de las formas en las que me relajo…
– Si creo que ya sé de qué otras formas te gusta relajarte jajaja. -Me interrumpió Flavia en voz baja y no terminó de reírse bajo la mirada y se puso muy roja, esta actitud me calentó demasiado y ya estaba a punto de empujarla a su habitación para quitarle esos aires de superioridad de nuevo, pero me tuve que contener ya que Glenda estaba en la habitación de enfrente y podría escuchar.
– Jajaja, muy graciosa.- Le respondí mientras daba un paso adelante para acercarme lo suficiente a ella como para que mi verga semi erecta toque su vientre, Flavia me miró hacia arriba al mismo tiempo que se llevaba los dedos a la boca como asustada por mi comportamiento, definitivamente era una belleza y me ponía a mil la actitud sumisa que tomaba cuando yo no caía en su juego.- Bueno me tengo que ir nos vemos más tarde Primita.- me despedí de ella con un firme beso en sus labios y cerré su puerta.
Me gire y me acerque a la puerta de Glenda, toque dos veces y escuche una Dulce voz que me dijo:
– Pasa.
Abrí la puerta y me encontré con Glenda, vestía unos shorts cortos de color negro medio rasgados por adelante y con unas cadenas de metal que iban al costado de este, tenía unas zapatillas converse negras y unas medias negras largas con unas franjas blancas en la punta que llegaban hasta por encima de sus rodillas, tenía un top de color Negro sin mangas que le quedaba súper pegado y dejaba ver a la perfección su hermoso cuerpo, se había maquillado los ojos con una sombra y delineador negro, definitivamente estaba hermosa, suspire fuertemente mientras la miraba de pies a cabeza y le dije:
– Buenos días Glenda, wow estás bellísima.
– Buenos días Primo, gracias, voy a salir con unas amigas en un rato.- Me respondió mientras me guiñaba un ojo, había escuchado mi conversación con Flavia y me estaba siguiendo el juego.- Bajaré a comer algo de desayuno, me acompañas?
Asentí con la cabeza y salimos de su habitación, la dejé pasar delante mío para poder deleitarme con ese bello culo, dios me estaba poniendo a mil sobre todo que al pasar sentí el aroma a su perfume que olía como a flores, me sentía el hombre más afortunado del mundo, pasamos por la puerta de la cocina que era de esas que se abren al empujarlas y se cierran solas, lo primero que hizo fue girarse abrazarme por el cuello y darme un largo y dulce beso, por mi parte la tome de la cintura jalándola hacia mi, tenía una clara erección y ella lo noto rápidamente ya que puso una de sus manos encima de mi verga y empezó a frotarla de arriba hacia abajo.
– Te debo algo de esta mañana.- Me susurro mientras me desabrochaba los shorts y los dejaba caer al suelo, se arrodilló me bajó los boxers y se metió toda mi verga a la boca, se la tragó completa de la cabeza a la base mientras sentía como le daban arcadas por lo violento de su accionar, yo solo atine a dar una exclamación de placer y tomarla del cabello con una mano para guiar sus movimientos, yo estaba en la gloria y no paraba de disfrutar de la boca de mi primita.
– Que bien que la chupas Glenda… -Le dije en voz baja mientras ella se sacaba mi verga de la boca para empezar a hacerme una paja con la mano derecha. – Nunca pensé que fueras tan sexual.
– Mmm… jajaja y aun no sabes nada de mi primito. -Me respondió en susurros mientras sorbía un poco de saliva que caía por su barbilla, levantó mi verga hacia arriba y paso su lengua por mis huevos antes de meterlos uno a uno a la boca esto sin parar la paja que me hacía, dios mío yo estaba a punto de correrme en cualquier momento y recordando la última vez que me vine en su boca le dije:
– Estoy a punto de correrme.
Glenda me sonrió mientras me miraba con esos hermosos ojos marrones y se metió la cabeza de mi verga nuevamente en la boca, mientras con la mano derecha me hacía una paja con la izquierda masajeaba mis huevos, la condenada me estaba ordeñando, no pude aguantar mas y me vine a chorros dentro de su boca, a diferencia de la vez pasada ahora Glenda recibió mi descarga con gusto tragándose toda la leche que podía, pero era demasiada por lo que un poco de mi corrida llegó a escurrirse por la comisura de sus labios, recogió hasta la última gota con sus dedos y se los trago para a continuación limpiar mi verga con su boca hasta dejarla sin rastros de mi corrida.
– Wow, eso estuvo increíble.- Le dije en forma de halago mientras me subía y abotonaba mis shorts.
– Te dije que te la debía primito, ahora que tome desayuno a dónde vamos? -Me dijo mientras se terminaba de limpiar y me dio una sonrisa como de niña consentida.
– Qué te parece si vamos al Jockey Plaza, vamos a almorzar y luego vamos al cine a ver una película? -El Jockey Plaza es un mall conocido y uno de los más grandes en mi ciudad, quedaba relativamente cerca a la casa de mis tíos.
– Si claro me encanta la idea, que te parece si salgo yo primero y nos vemos allá, así Flavia no sospecha que nos vamos a ir juntos.
– Perfecto. -Le dije.- Eres muy inteligente. – Le dije mientras le daba un amoroso abrazo.
– ¡Flavia ya me voy! -Grito para avisar a su hermana que iba saliendo, espero unos segundos pero no recibió respuesta alguna.
Tomo sus llaves y salió por la puerta mientras me lanzaba un beso con la mano, por mi parte había sudado un poco por lo que acababa de ocurrir así que aproveche el que no iríamos juntos para ir a mi habitación, lavarme un poco y cambiarme la ropa, me encontraba subiendo las escaleras cuando recordé lo ocurrido con Flavia hace unos minutos y lo mucho que me prendía la actitud sumisa que tomaba cada vez que yo me ponía fuerte con ella, me quede en el segundo piso camine hacia la habitación de Flavia y abrí la puerta con violencia sin tocar la primero, Flavia no estaba en su habitación pero escuchaba el ruido de agua caer, Flavia estaba en el baño que estaba dentro de su cuarto, estaba tomando una ducha, por eso es que no respondió cuando Glenda se despidió, abrí lentamente la puerta de su baño y me empecé a quitar la ropa, al quitarme la camisa la tire con fuerza al suelo para llamar su atención, Flavia cerró la llave del agua y corrió la cortina para ver que sucedía, se quedó mirándome con la boca abierta mientras soltó un grito por el susto que le saque.
– ¿Luis qué haces?, ¿estás loco?
– Perdón primita no quise asustarte, pero necesitaba una ducha rápida y bueno como esta me quedaba cerca. – Le respondí mientras me acercaba a ella. – No te importa compartir un baño conmigo no?
– N no no. -Me respondió con un tono nervioso, me fascina el cambio drástico de personalidad que tenía conmigo.
Me metí a la ducha con ella mientras Flavia me miraba fijamente a la cara, con sus brazos tapaba sus rosados pezones, yo pase una de mis manos por su costado y ella se acercó a mí para sentirme cerca, abrí el agua y la puse en una temperatura que le guste, la empecé a acariciar mientras Flavia no dejaba de verme a los ojos, se puso en las puntas de sus pies y me dio un beso yo la tome por la cintura y empecé a acariciar ese delicioso culo, metía mi lengua dentro de su boca y ella me respondía haciendo lo mismo con la suya, se fue soltando dejando sus pezones al aire y tomándome por mi cuello, ni bien hizo esto yo baje mi cara para empezar a besar ese perfecto par de tetas, las lamia y succionaba sus pezones mientras Flavia soltaba esta vez sin ningún reparo sus agitados gemidos.
-Mmmm… Ahhh asiii que ricooo! -Me decía mientras yo me daba un banquete comiendo sus senos.
Flavia tomo mi verga con su mano izquierda y empezó a hacerme una paja deliciosa, yo la tenía agarrada por la espalda con una mano y con la otra jugaba con el seno que no tenía en la boca, me arrodille frente a ella y le empecé a besarle su rosada panochita, lengüeteaba su delicado clítoris mientras ella se retorcía y entrando en conciencia del ruido que ella estaba haciendo se tapó con ambas manos la boca, yo seguí varios minutos dándole placer a esa perfecta rajita cuando de pronto sentí que ella no podía aguantar más, sus piernas empezaron a temblar y dejó escapar unos suaves gemidos que solo podían indicar una cosa, se estaba corriendo y muy fuerte de pronto en pleno orgasmo soltó su boca y me tomo de la cabeza como si quisiera hundir mi cara en su rajita y empezó a gemir con aún más fuerza.
– Ahh mmm.- La escucha gritar mientras yo animado por esto movía mi lengua aún más rápido y fuerte contra su clítoris cuando sentí algo caliente correr por mi barbilla y en mi pecho, Flavia no había podido aguantar más del placer y se estaba orinando sobre mí, si dije orinando no fue squirt como muchos sabrán eso es una cosa totalmente diferente.- Perdón Luis no me pude aguantar.
Yo no estaba molesto, esto y el sonoro orgasmo que acababa de regalarme me tenía a mil y a punto de explotar.
– Pues adivina que, no te perdono. -Le dije mientras la tomaba de la cintura y la giraba poniéndola de espaldas a mí y empujándola para que ponga ese hermoso culo hacia arriba, pase mi lengua por toda su raja y culo antes de parar, tome mi verga con la mano derecha y se la metí hasta el fondo de un solo movimiento y sin piedad.
– Ahhh. – Grito Flavia mientras apoyaba sus manos en la pared de la ducha.
Yo empecé un mete y saca muy rápido, no podía contenerme mas el cuerpo de Flavia me parecía delicioso y su rajita se sentía tan apretada que no sabía como era posible no haberme corrido ya.
– Esto es por orinarte encima mío.- Le dije mientras le daba dos fuertes nalgadas en su hermoso culo, mi prima guardaba silencio solo se escuchaban sus gemidos silenciados mientras ella se mordía los labios.
Ya no pude aguantar mas, la tome de la cadera y con dos fuertes embestidas me vine dentro de ella, sentía mis chorros de leche llenar su pequeña rajita mientras empujaba mi verga lo más profundo que podía, Flavia levantó su torso hacia mí dejándome abrazar la por su vientre y acariciar sus suaves senos, tiró su cabeza para atrás apoyándola en mi hombro mientras ponía sus manos sobre las mías acompañando mis caricias.
– Flavia, ahora si estas perdonada. – Le dije mientras cerraba el agua la gira para tenerla delante mío le levante la barbilla con una mano y le di un largo beso en los labios, Flavia había tomado nuevamente su actitud tímida y no era capaz de pronunciar una sola palabra solo me sonrió y me respondió con otro largo beso. – Flavia me tengo que ir, por cierto Glenda ya salió se despidió de ti y no le respondiste nada.
– No la oí seguro ya estaba en la ducha, ¿A qué hora vuelves? podemos salir en la noche a tomar un café o cenar? yo invito.- Me dijo esta vez con la sonrisa coqueta y desafiante de siempre, no podía negarme.
– Claro que sí Flavia, regreso como a eso de las 7:00 pm me esperas lista y salimos a cenar algo.
– Genial. -Me sonrió nuevamente y se despidió de mí con otro beso en los labios.
Salí prácticamente corriendo aun mojado y me fui a mi habitación, me puse ropa decente y salí a la parada de autobús, recibí un mensaje de Glenda diciéndome que acababa de llegar y que me esperaba cerca de una conocida tienda de departamentos, me envió una foto mandándome un beso, le respondí diciéndole que ya estaba en camino y que no podía esperar para pasar el día con ella. Seleccione una playlist con musa de los 80's subí al bus y fui a su encuentro.
Muchas gracias por leer hasta el final, y muchas, muchas gracias a todos los que me escriben a mi correo con comentarios y preguntas de verdad me alegro bastante que les esté gustando tanto mis relatos, les dejo nuevamente mi correo para que me hagan llegar sus apreciaciones [email protected], todos mis relatos son basados en experiencias propias.
Saludos.