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Mi primera vez (Capítulo 1): Mi maestro de Física

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Que un hombre mayor te penetre es delicioso!!!

Soy Sofía, tengo 18 años y estudio en una preparatoria privada, soy de las mejores de mi salón de clases. En ningún semestre he reprobado una sola materia, ya que soy muy lista y pongo mucha atención a mis clases.

Hasta hace poco, una de mis amigas se acercó a preguntarme que tenía unas dudas en una materia y le expliqué muy bien y me entendió. Siempre entrego a tiempo mis tareas y todo lo que me piden y por supuesto que siempre entro a clases.

Hoy en el recreo, mi maestro de física me estaba viendo a lo lejos, con miradas perversas. Al principio me espante al verlo y sentir como me acosaba, lo hacía con tanta discreción para que nadie lo viera.

Cuando volteé a verlo, ya no estaba y mis piernas estaban temblando y mis labios estaban temblando.

Para mí sorpresa, no recordaba que tenía clases con ese maestro y cuando entre a clases, se hecho una mirada fugaz por debajo de mi falda y yo una inexperta me puse a temblar.

La verdad es que mi maestro, es un hombre caliente de cuerpo atlético y eso me encantaba mucho. Estaba dando su clase, y yo con mucha discreción me eche una mirada fugaz a toda su anatomía.

No niego que es sumamente guapo, atractivo y muy elegante hasta me resulta una persona muy intimidante. Ya le perdí el miedo, y el juego de la seducción comenzó cuando al entregarle mi tarea, le sonreí bien sexy y eso a él le gustaba mucho. Al otro día, ya estaba en el salón y me saludaba con un beso y un apretón de nalga, obviamente no había nadie cuando me hacía eso.

En clase, tenía el pretexto perfecto para acercarse a mi, diciendo si le había entendido a la tarea que me dejó. Y yo sonriendo le contestaba que si, que usted explica muy bien.

Ya saliendo de clases, mi maestro me pidió que me quedara un rato más en el salón de clases y yo le dije está bien maestro. Salieron todos del salón y me quedé a solas con mi maestro.

Me pidió que me parara de la butaca, y me acercara a él, su aliento me excitaba bastante y su respiración también. Tomo de mis caderas y me sentó en sus piernas, me dijo al oído que le gustó mucho y que quería que fuera su mujer.

Metió sus manos debajo de mi falda, y mi respiración se agitaba y mi voz se quebraba. Mi maestro me dijo, no te pongas nerviosa Sofi no tiene nada de malo sentir atracción por un hombre mayor. Me gusta mucho maestro, me resulta una persona muy intimidante y atractiva, tiene todo lo que una chica de mi edad le gusta.

Aquí no puedo penetrarte, vamos a mi casa y yo te llevo de regreso a tu casa. Ándale Sofi, que dices chiquita preciosa.

Está bien maestro, voy a avisar que no le entendí a su clase y que me voy con usted a qué me explique. Perfecto Sofi, no puedo más, me resultas atractiva y guapísima.

Subí al coche del maestro y fuimos a su casa, me cargo en sus brazos y me llevo a su recamara.

Empezó a desabotonarse su camisa, le quite su cinturón y baje su pantalón. Me quito la blusa y desabrochó mi sujetador, empezó a mamar mis senos y mordía mis pezones. Su lengua era muy caliente y babosa, bajo mi falda y quitó mis bragas y comenzó a meter sus dedos en mi puchita.

Me inclino en su cama y se quitó su calzón, me puso mi mano en su miembro y estaba grueso con las venas saltadas y muy caliente estaba. Jamás en mi vida había tocado un miembro, así de grande, grueso y con las venas saltadas.

Me abrió las piernas, y lo metió y tuve mi primer orgasmo, muy fuerte y agitado.

Al sentir su semen caliente en mi puchita, tuve mi segundo orgasmo. Saco su miembro de mi puchita, y le limpie la sangre que tenía y comencé a darle besitos en el glande.

Lo azote en su cama, metí su miembro en mi boca y mi maestro estaba jadeando muy fuerte y gritando me decía, Sofi no pares es delicioso sentir tu lengua caliente cariño.

Ah, maestro es usted maravilloso. Tu eres maravillosa Sofi mi amor, gracias por entregarme tu virginidad y sentir tus embestidas.

Fue maravilloso para una niña de mi edad, estar en manos de un hombre con mucha experiencia. Y que cuidaba todos los detalles para que fuera la mejor experiencia de mi vida.

Y si lo fue, haber entregado mi virginidad a un hombre mayor que yo, fue fabuloso.

Pero esto todavía no acaba, solo fue el inicio de esta historia.

Continuará...

- Andy Pau

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