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Mi sobrina venezolana, extrovertida y ardiente
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Para empezar este relato les diré que es real y pasó hace dos años.

Mi sobrina Ana es hija de mí hermana y viven en Maracay, Venezuela, aunque toda mi familia es colombiana, mi hermana se fue a vivir a Venezuela cuando aún era una adolescente y allí se enamoró de un venezolano con el cual conformó un hogar, del cual hubo dos hijas Ana y Natalia, siendo Ana la mayor y la que a su vez se enamoró a temprana edad, se casó y debido a la situación social y económica que atraviesa Venezuela decidió con su esposo buscar nuevos horizontes, fue así como él emigró a Colombia, pues él también es venezolano, al principio él se instaló en mí casa, pero después de dos meses, dijo que se iría a vivir independiente en su propio apartamento para esperar la llegada de mí sobrina.

Pasaron unos días y llegó mi sobrina de Venezuela a reunirse con su esposo en Colombia, gran sorpresa se llevó, al día siguiente de llegar él le confesaría que había conocido a alguien más y que ya no estaría más con ella, mi sobrina me llamó al celular y entre sollozos me decía que si esposo la había dejado por otra mujer y que no sabía que iba a hacer ella con su vida, me ofrecí a recogerla y la llevé a mí casa para que estuviera más tranquila.

Pasaban los días y Ana no hablaba mucho, mi esposa estaba preocupada por la situación y me pidió que hablara con ella para saber si ella se quería volver a Venezuela con mi hermana o si por el contrario se quería radicar definitivamente aquí en Colombia a pesar de lo sucedido con su esposo, así lo hice

Yo: Ana princesa, sabes que ésta es tu casa y eres tú quién debe tomar la decisión.

Ana: tío, yo quisiera quedarme si tú le lo permites, quiero demostrarme a mí misma que soy fuerte y capaz de lograr mis metas, tengo que superar lo de mí matrimonio y sé que allá me sería más complicado, por favor tío, déjame quedar.

Yo: claro sobrina, ya te dije que puedes contar con nosotros.

Ana es una mujer de 21 años, de contextura atlética, senos medianos, casi grandes, ojos verdes, piel clara, piernas muy estilizadas y un hermoso trasero que hacía que cada vez que tenía oportunidad yo lo mirara con gran deseo, aunque la verdad siempre me frenaba el hecho de saber que era mi sobrina.

Pasamos algún tiempo tratando de hacer que Ana tuviera una estadía placentera y se olvidara de su mal momento, y aunque fue un poco complicado poco a poco logramos que estuviese mucho mejor. Ana platicaba mucho conmigo, ella es muy extrovertida y alegre, y habla de cualquier tema sin ningún tapujo y sin escandalizarse me contaba cada detalle de su vida con su ex esposo y que con todo lo que me contaba yo deduje que era bastante inexperta y sentía tremendas erecciones de solo imaginar lo que disfrutaría mí sobrina con el sexo con un hombre como yo, con experiencia.

Cierto día propuse salir fuera de la ciudad a un apartamento que poseemos en una ciudadela, todos estuvimos de acuerdo y quedamos de salir el fin de semana, desde el viernes hasta el lunes que en Colombia era festivo, la ciudadela cuenta con varias piscinas y lugares propios para el disfrute de los residentes y visitantes. Llegamos y mi esposa e hijos se dieron a la tarea de disfrutar al máximo de la estadía, se colocaron sus trajes de baño y salieron en busca de las piscinas de la ciudadela, yo siempre he sido de poco nadar y decidí quedarme en el apartamento, me sorprendí cuando mi sobrina Ana también optó por quedarse a disfrutar de una ducha primero y descansar, eso fue el argumento que le dio a mí esposa e hijos.

Yo me hice en el balcón del apartamento a disfrutar de la vista, es un quinto piso, al momento escuché como mí sobrina entraba a la ducha y no sé porqué me entró el deseo de ver ese escultural cuerpo recibiendo esa rica ducha, espere tras la puerta a qué comenzará a salir el agua de la regadera pero por el contrario me pareció escuchar un pequeño gemido, pensé que se trataba de mí imaginación, ya que yo estaba escuchando música en la radio y podía ser cualquier cosa que me hubiese hecho pensar en que fuese un gemido, me acerqué un poco más a la puerta y coloqué mí pido contra ella y empecé a escuchar claramente como unos gemidos salían de adentro, mi corazón se agitó, mí verga empezó a sentir una tremenda erección y mi mente se nubló, mí desespero por ver aquello que sucedía dentro me llevó a tomar una silla del comedor y traerla hasta la puerta, la cual tenía un pequeño orificio que yo mismo había hecho para espiar a mis sobrinas, que también habían ido a apartamento en la ciudadela, lo siguiente que hice fue mirar por aquel pequeño orificio y pude ver a mi sobrina con.

Sus piernas completamente una mano en si vagina agitándose con mucha rapidez y con la otra se manoseaba sus senos y dando pequeños pellizcos a sus pezones, pequeños y rosados, veía está imagen mientras me pajeaba frenéticamente y casi acabando al mismo instante que Ana, la vi retorcerse y gemir in poco más fuerte, colocando si mano en la boca para no dar un grito y allí tanto Ana como yo nos corrimos en un rico éxtasis imaginando lo que podría pasar con mi sobrina.

Acto seguido Ana se paró aún con sus piernas temblorosas y se dirigió a la regadera, la abrió y comenzó a darse su ducha, pasando sus manos y el jabón por cada parte de sus senos y vagina como buscando otro clímax, mientras yo seguía detrás de la puerta mirando por un pequeño orificio que la verdad no permitía tener una completa visión de la regadera, fue entonces cuando no veía dónde estaba mí sobrina desde ese punto y yo acercaba más mí ojo al orificio tratando de encontrarla, lo siguiente fue sentir cuando mi sobrina abrió de golpe la puerta y me vio ahí, parado y con mí Vega bien parada por estar fisgoneándola a ella, Ana estaba con una toalla colocada desde sus senos y me miraba incrédula, yo solo enmudecí, no sabía que decirle.

Ana: tío que estás haciendo?

Yo: Ana, no se quee dedecirte

Mi voz se sentía temblorosa, solo pensaba en lo que diría mi esposa en cuanto se enterara, mi hermana, mis hijos, todo era una sensación de miedos dando vueltas en mí cabeza.

Ana: tío, esperaba todo de usted, menos que me estuvieras espiando, usted siempre me ha demostrado mucho cariño.

Yo: Ana, princesa te ruego me disculpes, yo no planee nada de esto, pero la verdad, te escuché gemir y se me despertó la lujuria, además no me puedes culpar, tu eres una mujer muy hermosa y deseable.

Ana: tío, peto si te hubiera visto tu esposa o tus hijos, como habrían reaccionado ellos?

Yo: tienes razón sobrina, discúlpame, no estaba pensando con mi cabeza o mejor dicho si pensé con la cabeza, peto de lo verga.

Ana: jajaja tíooo, que ocurrente

Sentí un alivio al ver qué aquello que dije con sinceridad le había causado gracia y se había reído casi con una carcajada.

Yo: princesa te ruego me perdones por este desliz

Ana: no te preocupes tío será un secreto entre tú y yo, pero por favor guarda tu pene que aún lo traes por fuera y muy erecto.

No me había dado cuenta que mí verga seguía por fuera y con una erección que ya sentía mus testículos con algo de dolor, por lo prolongada de la excitación.

Yo: uy preciosa, disculpa

La guardé en mí pantalonera, pero veía a mí sobrina que no le quitaba el ojo de encima y hasta me pareció verla mojarse los labios.

Ana regreso dentro del baño y yo me dispuse a quitar la silla de la puerta, pero como dicen, el diablo es puerco, volví a colocar mí ojo en el orificio para dar un último vistazo, lo que vi me dejó extasiado, mi sobrina se había recostado al muro y tenía sus piernas buen abiertas, una mano estaba tocando su clítoris y a la vez se deslizaba dentro con sus dedos y la otra la tenía hacía la pare de sus grandes nalgas y parecía que se metía uno o varios dedos dentro de su rico culo. No pude aguantar más aquella escena y me baje de la silla, la coloqué en el puesto del comedor, di un vistazo ligero por el balcón del apartamento para cerciorarme que mis hijos y esposa aún estuviesen en la piscina.

Me dirijo a la habitación principal donde guardo las llaves de cada una de las puertas del apartamento, las auxiliares por si se pierden las principales, me dirijo a la puerta del baño, no sin antes sacarme la pantalonera con bóxer incluidos y quedar con mí verga completamente libre, con mí erección total y mi mente con un único objetivo, MI SOBRINA, abrí la puerta de un solo intento ,i sobrina aún estaba entretenida con su cuerpo y no lograba reaccionar ante la nueva situación que se le estaba presentando.

Ana, tíooo!!!

Yo: Ana, te he visto lo que estás haciendo y solo quiero que me dejes ayudarte con tu ardiente cuerpo, déjame ser yo quién te haga sentir cosas muy ricas.

Ana: tío por favor, usted sabe que no debemos, yo soy su sobrina

Se veía algo asustada, pero a su vez sin quitar la vista de mí verga, me acerqué y tomé su mano y la puse en mí verga, se le notaba temblorosa pero a su vez la tomaba con fuerza y se notaba que deseaba sentirla dentro de ella, juguetear con ella en su boca, yo trataba de tranquilizarla peto ella decía:

-tío y si viene tu esposa o tus hijos

-no te preocupes por eso que ellos tardan en volver, déjame sentirte

-ummm tío además lo siento muy grande en mí mano y me dan miedo que pueda gritar si tu me penetras con tu pene, yo soy muy gritona cuando tengo sexo

-es un quinto piso, no te van a escuchar si eso sucede.

Le tome la mano y la hice que me pajera mientras yo le acariciaba sus senos, ralla 36 b lo supe después, le acariciaba su rica vagina y sentía que sus jugos empezaban a emanar de forma abundante, acariciaba cada parte de su joven y delicioso cuerpo, mí sobrina jadeaba y gemía de forma muy deliciosa, hacía que mí erección fuera más grande a cada momento, la tome por su cabello y le señale mí verga, la estaba invitando a que me la mamara, se arrodilló frente a mí verga y después de bajarla dos o tres veces con su mano metió toda su boca en mí Vega, me estaba mandando de una forma muy deliciosa, aunque se le notaba que no tenía mucha experiencia, la tuvo u buen rato entre su boca y ya sentía que llegaría al orgasmo, decidí parar y la tome por su cintura la alcé en mis brazos y me dirigí con ella a los muebles de la sala, la recosté en el sofá, le abrí sus piernas y busque su rica raja, me dirijo a darle besos y pasar mí lengua por sus labios vaginales, poco a poco voy llegando a su clítoris, paso mí lengua con suavidad y veo la nueva de placer que hace mí sobrina, voy acelerando mus movimientos con la ayuda de uno o dos dedos los cuales introduzco en su rajita, siento como sus fluidos son abundantes así como sus gemidos can cambiando a casi ser pequeños gritos de placer.

-Aghsgagg tío que rico se siente

-Si te la había chupado así?

-nooo ahi a mí ex le daba ascooo

-asco? De comerse una cajita virgen?

-que idiota

-Siii aghagh me encanta, nunca había sentido una boca en mi cosita uf y shhh me encanta

Mi sobrina movía su culo con mucho desespero, sus jadeos se hacían más intensos con cada orgasmo, nunca vi una mujer que se deleitará tanto como ella con mí lengua inundaba mi boca con cada orgasmo y ya no sabía cuántas veces había llegado a su éxtasis.

La hago poner en cuatro, con su cabeza contra el sofá, le doy nuevamente dos o tres lamidas y coloco mi Verga en la entrada de su rajita, perfectamente rasurada y con sus labios hinchados de recibir mis lenguazos, le metí toda mi verga caso de un solo empujón, mi sobrina dio un grito, con una mezcla de dolor y de placer, volví a sacarla y nuevamente se la metí toda hasta los testículos, nuevamente otro grito de placer, empecé a bombear a un ritmo que ella sintiera como le entraba cada centímetro de mi Verga, no es que sea el súper dotado peto son 17 o 18 centímetros de largo, pero lo suficientemente gruesa para que un condón no sea nada fácil de colocar y en ocasiones se salen por la presión al colocarlos, le voy aumentando el ritmo conforme aumentan los gemidos y casi gritos de mí sobrina, le doy lo suficientemente duro y rápido para que ella sienta la totalidad de mí verga en su rajita.

-Uhhh tío que rica verga tienes, se siente muy estrecha mí rajita, quiero que me acabes toda tu leche adentro.

Lo pienso un momento, un embarazo o algo parecido, pero con el ritmo y el meterlo y sacarlo no me di cuenta que ya estaba al borde de la a explosión, de llenar a mi sobrina con mi semen, bastó con pocas arremetidas para sentir como se querían salir mis entrañas, en un polvo como hacía mucho no lo sentía, nos retorcidos casi al mismo tiempo, le inundé cada milímetro de su Rajita con mi leche, mi sobrina seguía gimiendo con ganas de más lechita.

-Uf tío dámela toda, llena mi chochita de tu lechita, que rico

Para mi sorpresa veo que mi Verga no se coloca completamente flácida después de ese rico orgasmo, y por el contrario conserva una semi erección, mi sobrina nota lo mismo que yo y se acerca con su mano la acaricia.

-Uf tío ésta verga quedó con ganas de más y yo también.

Fue cuando volvió a meter mí verga en su boca y al sentir sus ricos labios se produjo otra erección casi instantánea, le dije suave en su oído.

-note que hay un huequito que se dilató con ganas de sentir mi verga!!

-nooo tío, mi culito no lo he dado a nadie y no estoy preparada para tu verga, está muy gruesa, yo solo me he metido un dedito y aunque se siente muy delicioso, no me atrevo por ahora.

-no hay problema preciosa, tu rajita está bien deliciosa, ya tendremos oportunidad de hacerte probar ese placer

-claro tío, y ese placer será tuyo

Le coloque sus pies en mis hombros, al ser una mujer de un peso corporal aceptable, me puse en pie, la tome por los hombros y así colgada de mi le meto toda mi verga, y era ella quién brincaba y se metía mi verga en su totalidad con cada jadeo, mi sobrina es bastante gritona y decía frases que hacía que me pudiera más erecta mi verga.

-Uggg tío dame duro esa verga, que rica verga, me gusta tu verga en mi rajita hijueputa tan rica, dame duro tío, rómpemela toda, quiero sentirla pelada.

Le aceleró el movimiento porque mi corazón palpitaba con fuerza, ya que empecé a pensar que en cualquier momento podrían llegar mi esposa y mis hijos, la excitación era muy grande y no aguanté más y nuevamente salió mi semen disparado directamente a las entrañas de mi sobrina que al sentir mi leche caliente solo pido decir.

-tiooo que chimba de polvo, me voy a venirrr aggg que rico hijueputa verga tan deliciosa uf me vengooo

Sentí su cuerpo tensionarse y retorcerse para quedar pegada a mi pecho y dándome un beso súper apasionado y como agradeciendo ese polvo que acabábamos de sacar de lo más profundo de nuestro ser, respire agitadamente y la deje tumbada en el sofá, le dije que se metiera a ducharse porque en cualquier momento podría llegar mi esposa, así lo hizo y yo me dispuse a limpiar todo para que no quedara ninguna evidencia de lo que acababa de pasar

Pasaron unos veinte minutos, yo ya estaba sentado en el balcón con un trago en la mano, pensando y saboreando en el momento que acababa de pasar, mi sobrina se colocó un leggings y una blusa muy ceñida a su cuerpo que la hacía ver deliciosamente provocante, tenía una sonrisa dibujada en su cara que me hacía pensar en que todo esto ella lo tenía planeado y yo había sido solo un actor.

Poco después llegaron mi esposa e hijos y nunca sospecharon nada.

Ese mismo fin de semana mi sobrina me daría el placer de comerme su virginal culito, pero eso será para otro relato, espero les guste.

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