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Mi sobrino Vlady
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Tiempo de lectura: 12 minutos

Lo más seguro es que me juzgaran después de leer mi historia. Pero quiero que entiendan que la carne es débil y las tentaciones son poderosas y más cuando el ambiente es tan propicio para que se den este tipo de situaciones. Tengo 45 años y no soy hermosa. Solo soy una mujer madura gordita de piel morena, me separe de mi esposo hace años por infidelidades de su parte. Mis hijos ya soy mayores y viven aparte con sus respectivas familias. Después de mi separación con mi esposo yo regrese a vivir a casa de mi madre con mi hermana y su hijo y su hija. Que vendrían a ser mi sobrino y sobrina. Y aquí empieza esta historia.

Todo empezó por las cosas de la vida la situación económica el deseo de superarse y la búsqueda de una vida mejor. Cuando ya transcurrían varios meses de estar viviendo en casa de mi madre, mi hermana tomo la importante decisión de irse a los estados unidos y dejo bajo mi cuidado a sus dos hijos. Yessi Una nena de 16 años y Vlady un chico de 15. Al principio solo teníamos dos camas mi sobrina Yessi de 16 años dormía en la misma cama que yo y mi mama dormía en la otra cama. Vlady dormía en una colchoneta en el suelo, como verán la situación económica era muy difícil. Y todos dormíamos en una misma habitación.

Un año y meses después que mi hermana se fue para estados unidos y gracias a sus remesas habíamos logrado reunir suficiente dinero para mandar a construir una habitación más. Y asi fue a un costado de la habitación donde dormíamos todos construimos una habitación y compramos una cama nueva. Yessi se pasó a dormir a la nueva habitación y uso la nueva cama y Vlady se pasó a dormir conmigo a mi cama. Para ese tiempo mi sobrino Vlady estaba próximo a cumplir los 17 años. Era un chico bastante callado de piel morena y buena estatura su cuerpo delgado y su bonito rostro, pues su padre era un caballero muy atractivo que fue asesinado por robarle los pocos billetes que cargaba en su billetera.

Los días pasaban sin mayor realce mis sobrinos estudiaban yo cuidaba la casa y mi madre cada día envejecida más. Cada madrugada al despertar sentía el cuerpo de mi sobrino muy cerca de mi y me parecía normal. Las madrugadas son frías y la cama es pequeña no había nada de que preocuparse no había nada fuera de lo normal. Así pasaron muchas noches mas de las que pueda recordar y se hizo tan frecuente que ya lo extraño era que no sucediera. Una madrugada al despertar no se que se me cruzo por la mente y me moví quedando mi espalda junto al pecho de mi sobrino y lo curioso de esto fue que me sentí bien. Su calor me conforto y me quede ahí sin moverme más en unos minutos el brazo de Vlady se pozo sobre mi cintura bueno donde tenía mi cintura, ahora solo son rollitos. Y pude sentir todo su cuerpo junto al mío. Estábamos en la postura de cucharita como se supone que duermen los enamorados y la verdad es que me gusto. Sentir su calor y su cuerpo y mas aun en la intimidad de la casa.

Ya habían pasado varios años desde mi separación con mi esposo y esas sensaciones que me brindaba el cuerpo de un jovencito eran muy gratificantes. Con el tiempo dormir en esta posición se fue haciendo costumbre y como siempre nada parecía extraño. Todo transcurría normal. Hasta esa madrugada de diciembre. Estaba haciendo mucho frio y como siempre al despertar en la madrugada el brazo de Vlady aprisionaba mi cintura pero esta vez su cuerpo estaba junto al mío. Tan cerca que específicamente mis pompis estaban pegadas a su cuerpo y mi sorpresa lo que encendió todas las alarmas fue que sentí su miembro su trozo de carne dura y maciza frotándose en mis nalgas. Me asuste pero no les negare que también me gusto hacía mucho tiempo que no sentía algo así. Y en la oscuridad de la habitación sonreí y me sentí alegre por aun poder provocarle una erección a un hombre aun qué este fuera mi sobrino y la verdad es que disfrute el momento.

La mañana llego y no hablamos del tema pues en mi mente aun estaba la idea que eso era normal y que no era yo la que había provocado una erección sino la reacción normal de los varones de tener erecciones en las madrugadas. El día paso rápido pero yo no podía esperar para meterme a la cama y comprobar que lo que había pasado era algo sin importancia un evento esporádico sin trascendencia. Nos acostamos en la misma cama y sin decir muchas palabras nos quedamos dormidos. En la madrugada al despertar me encontré con la misma situación de la noche anterior el cuerpo de mi sobrino pegado al mío y su miembro duro como una roca frotándose en mis nalgas, pero es necesario mencionar que yo siempre usaba ropa interior para dormir y aparte de eso un camisón así que me sentía cerca pero a la ves lejos de mi sobrino y de alguna forma eso me consolaba. La situación era una mezcla de sentimientos por un lado sentía rico el pene de Vlady en mis nalgas y por otro la culpa de saber que no era un hombre cualquiera sino mi propio sobrino que estaba dormido a mi lado y yo fantaseando con su cuerpo. Después de eso Pasaron muchas noches en esta situación y con el tiempo se volvió normal. Despertar cada madrugada y sentir en mis nalgas un gran trozo de carne y Vlady dormido como tronco. Se llegó el fin de año las celebraciones y Los días que hacían frio pasaron y después de ellos viene la época de calor, las noches en las que no se soportan las sabanas por el inmenso calor y tienes que dejarte la ropa puesta por el pudor de no dormir desnuda.

Era el mes de abril y Vlady estaba próximo a cumplir sus 18 años. En todo el tiempo que llevábamos compartiendo la cama y cierta complicidad nunca mencionamos nada nunca hablamos de lo que sucedía en las madrugadas, todo era normal hasta el momento. Cierta madrugada de una cálida noche de abril al despertar mi camisón estaba arriba de mi cintura es decir que mis nalgas solo estaban cubiertas por la tanga que llevaba puesta mi espalda y en general todo mi cuerpo estaba cubierto de sudor por el calor que emanaba el cuerpo de Vlady que estaba junto a mí. Me sentí sofocada por el calor y en la oscuridad gire un poco mi cuerpo para apartarme un poco pero sin querer puse mis manos en las piernas de Vlady, él no se movió creo que no sintió porque dormía como tronco pero después de haber puesto la mano en sus piernas por error ya no la quise quitar y lejos de apartarme acaricie su cuerpo por un breve momento. Pero tuve miedo y me volví a girar pero no me aparte de él, es más busque acomodar mis nalgas a su paquetote y sin cubrirme las nalgas con el camisón solo con la tanga.

Me volví a dormir y llego la mañana, en esos días celebramos el cumpleaños de Vlady, mi pequeño sobrino ya no era un niño ya cumplía los 18 años ya era todo un hombre y que hombre era. De piel morena cuerpo delgado y bastante alto, una pequeña barba cubría su mentón y unos lindos hoyuelos aparecían en sus mejillas cada vez que sonreía, sus ojos cafés y cejas gruesas. Un excelente ejemplar con mucho parecido a su difunto padre. Como recordaran mi hermana esta en estados unidos y cada mes mandaba una remesa para la alimentación y los gastos de los estudios de mis sobrinos, Yessi y Vlady. Pero de todo lo que mandaba yo iba guardando una pequeña cantidad de dinero hasta que reuní lo suficiente para mandar a hacer una habitación y comprar una cama nueva para mi sobrino, la verdad no quería hacer eso pero si era necesario hacerlo.

En una madrugada al despertar note que mi camisón estaba por arriba de la cintura y el pene muy duro de mi sobrino rozaba contra mis nalgas, pese a querer seguir disfrutando el momento me aparte y volví a cubrir mis nalgas con el camisón y sin darle importancia me volví a dormir. A la madrugada siguiente la escena de la noche anterior se había repetido mi camisón arriba de la cintura y el paquetón de mi sobrino junto a mis nalgas. A la siguiente noche me dormí bastante tarde casi era la media noche cuando fui a acostarme, mi sobrino ya estaba en la cama y sin hacer ruido me metí en la cama me acomode y cerré los ojos pero no podía dormir, paso la media noche y como saben a la una de la madrugada cantan los gallos y efectivamente estaba despierta a esa hora, solo acomodada en la cama sin cubrirme con la sabana y dándole la espalda a mi sobrino, de repente en la oscuridad sentí un pequeño movimiento, me quede muy tranquila sin moverme solo sintiendo y averiguando lo que pasaba mientras dormía. Vlady iba subiendo mi camisón hasta la cintura descubriendo mis nalgas y de paso sacaba su pene de su bóxer y lo acomodaba en mis nalgas para frotarlo entre la abertura de mis pompis, sentí muy bien lo que él hacía pero no estábamos piel con piel pues aún me cubría mi tanga, sentí un alivio saber que andaba mi ropa interior pero a la ves quise no tenerla y sentir la cabecita de ese pene grandote que ya tenía bastante de venirlo sintiendo y ya me tenía muy acostumbrada a sentirlo cada noche. La misma situación se repetía cada noche mi sobrino levantaba mi camisón y rozaba su pene sobre mis nalgas aun cubiertas por mi tanga y las obras para la construcción de la nueva habitación ya casi terminaban, hasta que una noche me decidí a hacer algo que mi sobrino no esperaría.

Cada noche no más me acostaba y en la oscuridad me quitaba mi tanga para hacerle saber a Vlady que estaba prácticamente desnuda y después de quitarme la tanga no bajaba mi camisón, todo fue más descarado desde esa noche ya que quedaban pocas noches más antes de que Vlady se pasara a dormir a su propia habitación. Cada madrugada me acomodaba más descaradamente para que mi sobrino apoyara su pene en mis nalgas y esta vez sí podía sentir la cabecita de su pene entre mis nalgas y más aun rozando directamente mi ano pero aún no se decidía a meterla ni en mi ano ni en mi vagina ya me yo estaba acostada de lado apoyada en mi costado y dándole la espalda a mi sobrino Vlady, y aunque la humedad era increíble tanto fue la humedad y los roces que descaradamente movía mi cuerpo y buscaba que su pene se deslizara a mi vagina pero no lo conseguí, lo único que logre alcanzar es que Vlady se viniera en mis nalgas y que por primera vez me abrazara descaradamente mientras tenía un orgasmo y llenaba mis nalgas y el colchón de su semen tan caliente espeso y abundante que a la mañana siguiente tuve que lavar las sabanas, estaban cubiertas de semen y mi flujo vaginal.

Durante todo el día Vlady no estuvo en la casa y no cruzamos palabra alguna. Se llegó la noche y por fin apareció en casa sin decir ni una palabra sin cruzar ni una mirada y se llegó la hora de dormir. Estaba deseosa de repetir lo ocurrido la noche anterior y más aun sabiendo que solo quedaban 3 noches más de compartir la cama y esa experiencia que me tenía traumatizada, pero cual fue la sorpresa que durante toda la noche Vlady no hizo más que esquivarme, estaba a la orilla de la cama y cada vez que me acercaba él se alejaba más, y se hacía más a la orilla de la cama. La verdad me sentí frustrada por lo sucedido o mejor dicho lo no sucedido. Llego la mañana y al igual que el día anterior no cruzamos ni una palabra ni una mirada y se llegaba la penúltima noche juntos, nos acostamos y otra vez de forma descarada me quite la tanga y me subí el camisón dejando prácticamente todo mi cuerpo desnudo al lado de Vlady y me dormí, en la madrugada me desperté al sentir la mano de Vlady acariciándome pero me cubrí con la sabana y de manera violenta aparte su mano de mi cuerpo, paso un largo silencio en la oscuridad de la habitación, lo único que escuchaba era la respiración de Vlady y los ronquidos de mi mama en la cama de al lado.

Después de una hora más o menos Vlady volvió a acercarse a mí y por segunda vez lo rechace violentamente. Fue el último intento en esa noche caímos dormidos o al menos yo me dormí y se llegó la mañana. Durante el día estuvimos limpiando y ordenando la nueva habitación, movimos algunos muebles para la nueva habitación que habíamos mandado a construir, no era nada elegante solo eran 4 paredes una ventana, una puerta que conectaba a la habitación principal y techo de lámina, pero la cama nueva la llevarían hasta el siguiente día. Se pasó el día y solo cruzamos unas cuantas palabras con mi sobrino y se llegó la hora de cenar y otro rato más y se llegó la hora de dormir la última noche juntos en mi cama. Apagamos la luz y de inmediato me quite la tanga y subí mi camisón y me quede tendida en la cama y por primera vez de frente a mi sobrino, mis pechos estaban junto a tu costado ya que él estaba acostado viendo directamente hacia el techo. Los dos tratando de disimular la respiración y los deseos, en ese momento no pude más y dirigí mi mano directamente al abdomen de Vlady lo acaricie un momento y lo bese en el cuello y sus mejillas, y mi mano se dirigió hacia su pene para sacarlo de su bóxer, baje tanto su bóxer lo suficiente para dejar su pene y bolas libres fuera de su bóxer, mi niño mi sobrino mi Vlady no reacciono y se quedó quieto sin moverse casi sin respirar y en un instante deslice mi pierna izquierda sobre su cuerpo y con una mano sujetando su pene busque la entrada de mi vagina, la oscuridad era mi cómplice el silencio mi aliado y la respiración agitada me delataba pero la logramos controlar, deslice la cabecita de ese pene hermoso en mi vulva y mis labios vaginales la recibieron como quien recibe a un viejo amigo la humedad estaba presente entre mis labios y entre mis bellos y sin más lo monte, lo hice sin más pudor sin más vergüenza ni remordimiento, un ligero dolor recorrió mi cuerpo desde hace años mis paredes vaginales no habían sido dilatadas por la presencia de un trozo de carne fálico y un ligero quejido o lamento cruzo la habitación, tenía el pene de mi sobrino en mi vagina esa conchita estaba que se quemaba y recibía un alivio al tener dentro ese pene largo y grueso el pene de mi Joven sobrino el pene de un adolescente, una vez me moví sacando su trozo de mi vagina y al regresar a introducirlo otra vez sentí como se inflamo y como las manos de Vlady me sujetaban de las caderas y mi interior se llenaba de semen caliente y espeso, me quede sin moverme y después de unos diez segundos volví a moverme de arriba hacia abajo escurriendo las ultimas gotas de néctar del falo de mi sobrino.

Todo lo que había estado esperando por años solo había durado alrededor de treinta segundos. Estaba sobre su cuerpo y lentamente me aparte de el no sin antes besarlo en la boca, baje mi camisón y en la oscuridad busque mi tanga me la puse y me envolví en las sabanas para dormirme. En el transcurso del día llevaron la nueva cama y la instalamos en la habitación de Vlady. El día paso sin nada interesante que comentar y se llegó la noche, a la hora de dormir estaba sola en mi cama, la sentía vacía y fría, una fea sensación recorría mi cuerpo horas después de haber apagado la luz, y yo sin poder dormir y de presto una brisa helada y las primeras gotas de lluvia caían, sin terminar de enterarme de lo que sucedía una fuerte lluvia caía sobre nuestra pequeña y sencilla casa, durante todo el día ni una nube cubría el cielo era un lindo día de finales de abril y en el patio al aire libre había dejado muchas cosas, tuve que salir fuera de la casa para entrar las cosas que había dejado afuera, era casi media noche y me moje tratando de guardar tantas cosas que tenía en el patio y se estaban mojando con la fuerte lluvia. Regrese a mi habitación solo cubierta por el camisón y de paso muy mojada, entre el fuerte ruido de la lluvia que casi y la oscuridad de la noche pase junto a la cama de Vlady y de repente me sujetaron de la mano y sin darme tiempo de reaccionar sentí un suave beso en mis labios no pude ni apartarme o tratar de rechazar ese beso pues los fuertes brazos de mi sobrino me aprisionaban y sus manos ya acariciaban mis nalgas.

Vlady me estaba esperando para atraparme ya estaba desnudo ya estaba listo y entre sus brazos me llevo a su cama, caímos en ella, yo primero y el sobre mí y sin más abrí las piernas y entre mis bellos y mis labios sentí como el pene de mi sobrino se deslizaba hacia el interior el más profundo interior de mi vagina, la humedad se hizo presente casi de inmediato y abundante flujo se deslizaba en mis nalgas y humedecía mi ano, su pene entraba y salía de mi vagina fuerte y rápido, por momentos más despacio pero siempre hasta topar su vientre con mis labios vaginales, no pude evitarlo y empecé a gemir fuerte sedienta de más placer y el ruido de la lluvia cubría mis gemidos, mis piernas envolvieron su tronco y no lo dejaba escapar, lo tenía dentro de mí la segunda vez dentro de mí y ni sentí cuando se me escapo de entre mis piernas y con sus fuertes brazos me dio la vuelta dejándome como una perrita en 4 patas y me enterró todo su pene en mi vagina, apreté los dientes y cerré los ojos y de inmediato una sensación como de electricidad recorrió mi cuerpo, es extraño describir este momento es extraño describir cómo es posible sentir que algo se mueve atrás del ombligo pero quien lo haya experimentado lo va entender. Sus manos sujetaban mi cabello y me tiraba de él y tras un largo rato de estar en esa posición yo mordía las sabanas y solo sentí como me atrapo con sus brazos y me daba vuelta para cambiar de posición, él se quedó acostado sobre la orilla de la cama y yo con todo su pene enterrado en mi interior, me empecé a mover de adelante hacia atrás y de lado a lado haciendo círculos con mi cadera hasta que no pude más y una deliciosa sensación de escalofríos recorría mi cuerpo y me quede sin moverme pero la cosa no termino ahí porque al quedarme sin mover Vlady empezó a moverse de arriba hacia abajo sacando y metiendo su pene en mi vagina hasta que un grito escapo de mi boca y muchos líquidos salieron de mi vagina, al fin nos quedamos quietos sin moverme por su pene bajaba su semen y de sus testículos caían mis flujos todo lo que me había dejado un delicioso orgasmo.

Nos quedamos sin movernos un momento y nos acostamos en su cama, dulcemente nos besamos por un largo rato hasta que dejo de llover y el ruido de los besos podía despertar alguna sospecha. Era más de la media noche casi madrugada pero los deseos no se apagaban, ya la lluvia se había acabado y mi madre aun dormía profundamente, me acerque a la habitación de Yessi y también dormía profundamente. Pero a pesar de que ya lo habíamos hecho más de una hora quería seguir disfrutando y en medio de la oscuridad regrese a la cama de Vlady, me acosté sobre él y empecé a besarlo en la boca su cuello y su pecho, seguí bajando un poco más hasta llegar a su abdomen y más debajo de su vientre hasta alcanzar su pene que aún estaba dormidito después de la jornada de sexo, lo empecé a besar y lamer hasta que metí la cabecita entera en mi boca.

En unos segundos ya estaba dura y firme pero no lo podíamos hacer dentro de la casa porque entonces si nos iban a escuchar, así que de madrugada nos salimos de la casita y nos fuimos al monte, afuera estaba haciendo frio y había mucha neblina, nos partamos de la casa y nos fuimos a una pequeña ramada donde guardábamos leña y herramientas. Al llegar Nos acostamos en el suelo y seguimos besándonos y me coloque sobre el cuerpo de Vlady.

Busque su pene con mis manos y la coloque en mi vulva y nuevamente deslizo su pene entre mis bellos y mis labios y otra vez lo tenía adentro, en lo oscuro el frio y la neblina disfrutaba de ese rico pene y mis rodillas sufrían pues se raspaban en el pavimento frio y áspero pero no me importaba, seguía disfrutando y cada vez mi excitación era mayor. Tuve un segundo orgasmo mientas Vlady me mordía mis pezones y mucho flujo se derramo en las piernas y el vientre de mi sobrino. Estaba haciendo mucho frio y mucha humedad en aquella madrugada y a pesar de que Vlady aún estaba con muchas ganas y su pene seguía duro como roca yo ya no podía seguir más en esa posición pues mis rodillas estaban muy lastimadas, nos pusimos de pie y con las manos en las rodillas y sacando a mas no poder las pompis recibí las envestidas de mi sobrino que también estaba de pie y me sujetaba por las caderas y acariciaba mis nalgas, pasamos así un buen rato pues era cómodo y no estábamos tendidos en el suelo.

En la oscuridad encontramos una mesa y me acosté sobre la mesa abriendo las piernas y colocándolas en los hombros de mi Vlady para recibir otra vez su rico pene, pasamos otro largo rato haciendo el amor de esa manera, besándonos y apretando mis pechos hasta que vimos en el horizonte los primeros rayos del sol que indicaban que iniciaba el amanecer y unos espasmos se apoderaban de mi cuerpo para tener otro delicioso orgasmo acompañado de otro baño de semen en el interior de mi vagina. Terminamos jadeantes y cansados, prácticamente la noche se había pasado y nosotros habíamos hecho el amor durante la mayor parte de esta.

Regresamos a la casita y mi sobrino se quedó acostado en su cama y lo despedí con un rico beso en los labios. Entre a mi habitación y sin querer hice ruido y despertó mi mama y me pregunto si de donde venía a lo que respondí “vengo del baño” y me acosté en mi cama, no podía creer todo lo que había pasado pero aun así quería que se volviera a repetir. Creo que no pase despierta mucho tiempo y rápidamente me dormí estaba muy agotada por todo lo ocurrido durante la noche. Y aun quedo con más ganas de seguir disfrutando a mi Vlady.

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