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Mi tía lesbiana

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Mi tía Isabella era la menor de las hermanas de mi madre, toda su vida había sido una mujer carismática, alegre, el alma de toda fiesta, además de que era bastante atractiva.  Cuando yo estaba niña ella era mi tía favorita así que cuando se fue a trabajar a Australia me sentí muy triste. Cuando ella viajo yo tendría unos 12 años, así que yo y mi tía favorita perdimos contacto durante toda mi adolescencia. Aparte de algunas fotos que me mostraba mi madre y alguno que otro chisme no supe nada de Isabella durante casi 6 años.

Pues bien, a Isabella le había ido de maravilla en Australia, había trabajado con una importante multinacional por lo que llego a tener mucho dinero, cuando la empresa cambio de dueño y empezaron a hacer recorte de personal mi tía fue una de las afectadas así que perdió su trabajo y decidió volver a su país natal. Cuando mi madre me conto que Isabella iba a volver al país para las fiestas de diciembre me sentí muy emocionada, tenía muchos buenos recuerdos de ella en mi niñez y quería volver a verla.

Isabella volvería al país para el día de navidad y el resto de las fiestas decembrinas así que mi familia organizo una reunión en la finca de mis abuelos para celebrar.

Llego el día de navidad así que toda la familia se reunió en la finca mis abuelos. Cuando llegamos mi tía ocurrió el esperado encuentro con mi tía Isabela, cuando la vi quede sorprendida de lo bien que lucía, acababa de cumplir 38 años pero lucia espectacular, se notaba que se cuidaba mucho su figura. Isabella me saludo con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla:

Isabella: Mía chiquilla Natalia como has crecido, wow estás hermosa cariño por lo visto la adolescencia te trato muy bien.

Natalia: Que gusto volver a verte tía, lo mismo dijo de ti, estás súper hermosa.

La reunión fue muy agradable, estuvimos horas hablando con mi tía sobre toda su experiencia en Australia, nos contó un montón de cosas y nos mostró muchas fotos, me di cuenta que en muchas de ellas aparecía con la misma mujer así que le pregunte:

Natalia: ¿Quién es ella, tía? ¿Alguna amiga?

Noté que se puso algo tensa.

Isabella: Si amor algo así.

Natalia: Ah vale, y que tal son los australianos tía he escuchado que todos son rubios y altos es cierto? no te levantaste algún australiano guapo jeje?

Isabella: Jaja si los australianos son hombres muy guapos, pero paso de ellos.

Natalia: wow no me vas a decir que no tuviste algún noviecito australiano

Yo noté que Isabella se sentía un poco incomoda por el asunto, así que entendí más o menos a que iba todo y deje de preguntar por el tema. Ya más avanzada la noche yo estaba en la despensa buscando una botella de champaña cuando sentí que mi tía entró en la habitación:

Isabella: ¿Qué haces amorcito?

Natalia: Mira mi abuela me dijo que probara una botella de champaña, supuestamente es la más deliciosa.

Isabella: Mmm tiene razón a mi ex le encantaba esa champaña, es muy popular en Australia.

Natalia: Heee así que si tuviste algún noviecito Australiano

Isabella: Una australiana, soy lesbiana me gustan las mujeres.

Natalia: Wow tía no tenía ni idea, lo siento por lo de antes, vi que no querías hablar del tema.

Isabella: Tranquila amorcito no hay problema, es solo que me gusta mantener ese tema discreto, sabes que tu abuela y tu madre son muy religiosas y no quiero problemas ya sabes…

Natalia: Vale lo entiendo, es muy injusto que muchas personas no toleren los justos de los demás, no hay nada de malo en que dos mujeres se amen.

Isabella: Me alegra saber que pienses así Naty por eso eres mi sobrina favorita jeje, ven trae esa champaña y vamos afuera quiero que me cuentes todo sobre ti.

Salí con mi tía y la botella de champaña hacia un kiosko que quedaba afuera al lado del lago, nos servimos champaña y comenzamos a hablar durante mucho tiempo. Con el alcohol fluyendo la conversación empezó a tornarse más picante y comenzamos a hablar de las fantasías sexuales y fetiches que teníamos:

Isabella: Dime ¿cuál es tu mayor fantasía sexual Naty?

Natalia: Ay no se tía, supongo que ¿follar en un avión?

Isabella: Jajaja pero que poco original, nooo esa fantasía es muy normalita, anda seguro que tienes algo más hot que no quieres contarme.

Natalia: jaja tal vez… te lo dijo pero si me dices cual es la tuya primero.

Mi tía me miro y sonrío de una forma lujuriosa

Isabella: ¿La mía? Follarme a mi sobrina Natalia jajaja.

Natalia: Que!!?? Jajaja que cabrona eres, dime de verdad cuál es?

Isabella: pero es cierto no te miento, en este momento mi mayor fantasía es follar contigo Natalia.

Natalia: Wow en serio? vaya eso es… inesperado

Isabella: jaja bueno bueno anda no te hagas la despistada tu dijiste que si te contaba mi mayor fantasía sexual tú me dirías la tuya, así que habla amorcito.

Natalia: Bueno este eh…

Isabella: anda que no te de pena Naty estamos entre mujeres.

Natalia: Bueno es que desde hace rato, he querido pues experimentar… ya sabes con otra mujer…

Isabella: ¿Quieres experimentar el sexo con otra mujer?

Natalia: Si…

Isabella: Esa sí que es una buena fantasía, sabes si quieres la puedes hacer realidad esta noche…

Natalia: ¿Wow hablas en serio?

Isabella: ¿Claro, no te gusta la idea?

Natalia: Pues que te dijo, me da un morbo terrible pero es que no se…

De repente mi tía Isabella se inclinó hacia mí y me beso en los labios, al principio me sentí aturdida, pero no sé si sería por el alcohol pero el beso me excito mucho.

Isabella: Desde que te vi cuando llegaste me sorprendió lo buena que te has puesto Natalia, ¿te gusto ese beso?

Natalia: Me encanto

Invadida por la excitación del momento me abalance sobre ella y comenzamos a besarnos intensamente, Isabella me rodeo con sus brazos y jugueteamos con nuestras lenguas.

Isabella: Espera amorcito, aquí no, de pronto nos ven mejor vamos a mi habitación.

Salimos del kiosko y nos dirigimos disimuladamente a la habitación de mi tía en el segundo piso de la casa. Yo estaba medio borracha y muy excitada, el corazón me latía a mil y mi vagina estaba muy húmeda. Nos aseguramos de que no hubiera nadie cerca y nos encerramos en su habitación.

Mi tía Isabela me empujó y caí sobre su cama, se puso encima de mí y comenzamos a besarnos intensamente. Me besaba y me daba chupones en el cuello que me hacían volver loca. Sentía un morbo increíble.

Luego de un rato me bajo el cierre del vestido y me despojo de él, comenzó a frotar mi coño con su mano por encima de mis panties mientras seguía besándome y dándome chupones en el cuello, me susurro al odio:

Isabella: Tienes ese coño muy húmedo y calientito, ¿quieres que te lo coma amorcito?

Natalia: Siii devórame todita tía

Isabella me quito los panties y empezó de devorarme el coño, la forma como usaba su lengua, como me daba chupones en el clítoris me hicieron descontrolar, empecé a gemir como loca, por suerte en el primer piso tenían música así que nadie me escucho. Mi tía seguía comiéndome el coño en medio de mis gemidos, yo la tome del cabello y le suplique que no se detuviera, nunca me había sentido tan excitada, cuando comenzó a penetrarme con dos dedos no pude más, me vine en un poderoso orgasmo que me hizo retorcer como un contorsionista, el placer que sentí fue increíble mucho mejor que coger con un hombre.

Isabella: ¿Te gusto Naty?

Natalia: ¡Si tía me encanto!

Isabella: Tengo el coño hirviendo amorcito necesito que me lo comas ya mismo

Natalia: Siii, me muero por probar tu coño tía

Isabella se quitó la diminuta tanga roja que llevaba puesta y se acomodó con las piernas abiertas para mí. Su coño lucia exquisito, nunca pensé que un coño me provocara tanto deseo. Me puse en medio de sus piernas y comencé a darle placer con mi boca.

Isabella: Eres una mentirosa, no hay manera que esta sea tu primera vez comiéndote un coño.

Natalia: Enserio es mi primear vez! Pero no será la última…

Seguí comiéndole el coño a mi tía, estimulaba su clítoris con movimientos rápidos con mi lengua, luego me lo metía a la boca se lo chupaba. Ella había empezado a gemir, veía en su rostro lo cachonda que estaba. Quería hacerla venir, empecé a masturbarla con dos dedos mientras le chupaba el clítoris, Isabella gemía como loca, sentí como comenzó a temblar y como su vagina se contrajo con mis dedos dentro de ella, la había hecho venir.

Isabella: Eso fue increíble Naty, eres una experta comiendo coños.

Natalia: No mejor que tu tía.

Nos besamos un rato, luego nos vestimos y volvimos a la reunión como si nada hubiera pasado. Como ella era tarde nos excusamos y dije que iba a dormir en la habitación de mi tía. Antes de irnos a dormir tuvimos otra sesión de sexo y luego nos quedamos dormidas desnudas abrazadas bajos las sabanas. Durante el resto de diciembre hice varias visitas a mi tía Isabella en las que tuvimos sexo de manera desenfrenada, el año nuevo lo celebre con un orgasmo mientras mi tía Isabella me comía el coño a escondidas en el baño.

Luego de las fiestas decembrinas mi tía volvió a Australia y no la volvería a ver desde entonces.

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