Este más que un relato son vivencias y experiencias con mi tía, algo suaves, pero verídicas.
Más que nada quería contarles las varias veces que he manoseado o me le he insinuado a mi tía, porque esto no es algo que se contaría a cualquiera o seria bien visto si se lo cuento a alguien que yo conozca y espero que así como yo, ustedes se calienten al saber que todo lo que escribo son vivencias reales y no fantasías o historias ficticias.
Bueno, la primera vez que sentí que mi tía me llamaba la atención fue cuando yo estaba acabando la preparatoria, supongo que causa de las hormonas y la calentura típica de la juventud. Todo comenzó a raíz de una mañana que yo estaba en casa de mi abuela, mi tía me pidió que la acompañara a unas vueltas y mandados en su auto. Esto paso hace unos años aunque de joven mi tía era delgada y guapa, con el tiempo por obvias razones tomó cuerpo de señora pero ahora a sus cuarenta y tantos sigue siendo muy guapa, hay veces que mi tía ha dicho que ya está gorda o ya no es una belleza y es muy vieja pero yo he aprovechado para decirle que todavía es bonita incluso a cantarle en su cara y sin descaro un fragmento de señora de las cuatro décadas de Arjona.
Siguiendo con lo que detono todo… Al ir hacer los mandados esa mañana en su auto, mi tía llevaba una blusa normal y un pants de tela que hacía que se le marcara sus piernotas y su redondo culo, aún recuerdo el color café de ese pants. El punto es que cuando íbamos hablando en su auto, mi tía manejando y yo al lado suyo, de pronto comencé a acariciar su pierna (aún me pregunto de donde me salió el valor o la inercia para hacerlo de la nada) de arriba hacia abajo sobándole su pierna derecha y parte de su trasero; al yo hacer esto estaba super nervioso y hasta temblando, fingiendo escuchar de lo que hablábamos, cabe aclarar que los tocamientos no eran ligeros como de ir topando mi mano o la muñeca en su pierna, literalmente la andaba agarrando con la palma abierta y deslizando a mi gusto y lo que más me sorprendió es que mi tía ni me dijo nada no mostraba enojo, incomodidad o hasta gusto. Simplemente siguió manejando y platicando hasta que llegamos a un supermercado.
También lo que recuerdo es que una vez hubo una fiesta familiar y nos quedamos a dormir en casa de unos familiares, ya todos estaban acomodados dormidos por alguna razón mi tía estaba en una cama sola y le pregunté que si me podía dormir al lado suyo porque ya no había camas libres, ella accedió, al ir avanzando la noche yo comencé a acariciar su culo porque estaba dormida boca abajo, algo muy osado porque en una cama enfrente estaba dormido su esposo con sus hijos.
No sé si porque estaba dormida o simplemente me dejaba agarrar su culo no me decía nada pero en cuanto comencé descaradamente acariciar su vagina por encima del short comenzó a moverse y se dio la vuelta boca arriba, yo entrecerré los ojos y vi como se me quedaba viendo después de eso agarró una sabana delgada, se cubrió toda, al hacer eso yo estaba todo nervioso, mejor dejé de insistir y me dormí.
Al pensar que a mi tía le incomodaba o me diría algo dejé de insistir y ustedes pensaran pues es obvio que ella no quiera o le moleste pero aquí viene la mejor parte las veces que ella solita puso de su parte o me sedujo.
Recuerdo que tiempo después mi tía y yo estábamos en casa de mi abuela, yo estaba lavando ropa y mi tía pasó al lado mío y me dijo «ay que bueno que tú lavas tu propia ropa y haces quehaceres» entonces me comenzó a agarrar la cintura del lado izquierdo mientras seguía hablando, no era una caricia normal como de frotarme el cabello, dar palmadas en la espalda, agarrarme el hombro o brazo, literalmente estaba pasando su mano por mi cintura a la altura de mi short de arriba a abajo yo ni sabía que hacer o como reaccionar pero estaba agradecido de que lo hiciera, después pasó un familiar hacia el patio y mi tía dejó de acariciarme.
También en otra ocasión yo iba bajando del segundo piso y mi tía estaba parada cerca de las escaleras y al ir yo pasando detrás de ella me sacó platica de la nada, se hizo hacia atrás pegando su culote en mi pene, y fingía hablarme de un tema que ya no recuerdo pero mi tía de lo más normal frotaba su culote en shorts, contra mi pene que le daban ganas de salir de mis shorts y ella de lo más normal seguía hablando y aplastando mi verga casi queriéndosela comer con su culo, esa vez la recuerdo bien porque después de que me dejó pasar fui al baño y vaya sorpresa que me llevé, tenía líquido preseminal en mis shorts, jamás me di cuenta si a mi tía le dejé manchado un poco sus shorts de la parte trasera porque ella traía unos shorts negros y no pude distinguir o ver una mancha, pero hubiera sido muy excitante y satisfactorio saber que ella también estaba manchada.
También, dos veces vi a mi tía tal vez no desnuda pero si en ropa interior, no sé si por confianza o poco pudor. Recuerdo que estábamos en su casa por motivos de alguna reunión familiar y para mi fortuna era tarde, estaba oscuro y estábamos a solas platicando, cuando de la nada mi tía me comenta que ya se va dormir y se va poner ropa más comoda en eso veo que se saca la blusa dejando ver un par de tetas hermosas en un brasier y después se sacó el pantalón de mezclilla dejando ver unos calzones nada sexys, normales y de tamaño regular, aunque estaba un poco oscuro y era de noche alcancé a ver que su brasier y calzones eran blancos, aunque no duró mucho en ropa interior y se puso un shorts y una blusa grande para dormir fue para mi un deleite verla en ropa interior.
La segunda vez que vi a mi tía en ropa interior fue muy parecido, ella estaba en la sala e iba salir y así sin batallar y de la nada se cambió en frente de mí quitándose blusa y pantalón de mezclilla para ponerse algo más formal. Esa vez yo si pensé ¿Por qué mi tía no se habrá cambiado en su cuarto? Pero obviamente a mi me encantó que se cambiara frente a mí. Hubo una vez en que casi me atrevo a verla bañándose pero al abrir la puerta mi tía preguntó «¿Quién es?» Y respondí «yo» a lo que me dijo «Ah, ya casi salgo» pero no me atreví a quedarme ahí.
También otra cosa que recuerdo es que en una ocasión hubo una fiesta familiar, mi tía estaba parada hablando con unos familiares, yo llegué, saludé a todos y al saludarla me dio un beso cerca de la comisura de los labios, yo me quedé hablando con ellos y abracé a mi tía, así todo normal, comencé a bajar mi mano hasta su trasero, ella ni se inmutó, yo nada más le acariciaba su espalda y culo, y hasta descaradamente me atreví apretarle su culo así como quien aprieta una pelota antiestrés, mi tía no me dijo nada. Obvio nadie me veía porque estábamos pegados a la pared y todos andaban platicando.
La última que recuerdo y la más descarada de parte mía. No sé si es porque yo andaba borracho o porque tanta osadía, la cuestión es que eran vacaciones y yo estaba en casa de mi tía. Todos habíamos estado tomando y al yo quedarme solo, ya para dormir, mi tía bajó a traerme unas cobijas para dormir, ella estaba en lo suyo acomodándome las cobijas en el piso, yo estaba sentado en su sillón y así sin ningún pudor me saqué el pene de los boxers y el pantalón. Me comencé a masturbar, mi tía seguía en lo suyo acomodando y cuando volteó simplemente me dijo «Tienes un celular muy grande» supongo que haciendo alusión a mi pene. Terminó de acomodarme el lugar para dormir, yo seguía masturbándome y mi tía solo dijo «Antes de dormirte vas al baño, buenas noches sobrino» (hasta la fecha yo sigo atribuyendo esa calentura al alcohol pero en el fondo sé que era algo que yo quería hacer, solo que si hubiera estado sobrio dudo mucho que lo hubiera hecho).
Bueno, esas son algunas experiencias o vivencias eróticas que han pasado entre mí tía favorita y yo. De esos momentos, memorias, recuerdos, que supongo quedan guardados y almacenados en lo más profundo del líbido entre una tía y su sobrino.
Espero haya sido de su agrado.