back to top
InicioAmor FilialMi virginidad se la di a mi hermana

Mi virginidad se la di a mi hermana
M

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 7 minutos

Todo esto comienza cuando tenía 18 años, mi hermana mayor ya tenía una hija, mi pequeña sobrina.  Mi hermana es diez años mayor que yo, en ese tiempo ella se había separado del padre de su hija y vivíamos con mi madre.

Mi hermana estaba con una depresión, por lo que no cuidaba mucho de mi sobrina, la bebé ya tenía un año de vida, pero más la cuidaba yo y mi madre. Una mañana entré a la casa y mi hermana estaba llorando. Al entrar me quedé en silencio pues escuché que mi hermana aparte de llorar se quejaba, yo aún era virgen. Olvidé contarles sobre los protagonistas de esta historia.

Mi hermana Andrea una morocha de 1.67 con unas tetas muy grandes pues había parido no hace mucho, un culo regular y una cintura marcada pues a pesar de la depresión que sentía por la separación se cuidaba. Yo delgado, pero muy delgado nunca he sido gordo, pero tampoco musculoso, mido 1.80 ojos color café y pelo castaño oscuro. Con un pene normal siempre depilado, no había tenido novia porque vivíamos en un pueblo muy pequeño donde si perdías la virginidad se enteraba todo el mundo aunque no lo contaras a nadie.

Había tenido novias, pero la verdad tampoco pude concretar lo que muchas veces ellas empezaron.

Bueno les decía que me quedé muy callado, sabía que mi madre estaba en el trabajo, mi sobrina en la sala cuna, yo venía de la preparatoria; en mi último año. Solo debía estar mi hermana. Seguía escuchando tras la puerta y sentía como mi hermana golpeaba algo y se quejaba y lloraba como quejándose. Abrí la puerta tratando de no generar ruido y ahí la ví, por primera vez veía a una mujer completamente desnuda.

Así es mi hermana se estaba masturbando y estaba toda mojada, lloraba y gemía que quería un pene que le penetrara la vagina.

Yo me puse a punto de inmediato y no pude resistir mucho más salí de mi casa y me fui a dar una vuelta al río, busqué un lugar seguro y me masturbé recordando esa imagen de mi hermana pero sobre todo de sus tetas y su vagina, completamente depilada, no había vellos y era perfecta.

Los días siguieron pasando y yo no le conté a nadie lo que había visto en casa.

Eran tardes de verano por lo que hacía bastante calor, llegaba a mi casa y rogaba porque mi hermana estuviera en la faena del auto placer, la verdad siempre la encontré en calzones y brassier por la casa, pero no volví a ver esa vagina sin pelos.

Un día llegué de mis clases muy feliz pues era el último día, entré a la casa y mi hermana estaba en la ducha.

Yo: hola Andrea ya llegué!

H: hola Dany estoy en la ducha!

Yo: bueno, Andre hay algo de comer?

H: no, pero salgo y te puedo preparar algo.

Yo: genial hermanita, porque no he comido nada y estoy feliz, fue hoy último día de clases.

H: Woow que grande estás me alegro que ya saliste, aprovechando que estás aquí me traes una tolla más, la que traje se me calló en la ducha.

Yo: no hay problema.

Fui por una toalla al cuarto de mi hermana y se la fui a dejar rápidamente, la verdad nunca tuve un mal pensamiento al cumplir este favor. Al tocar la puerta del baño escuché que me dice

-pasa, esta sin seguro.

La verdad no atiné a más que abrir la puerta, ahí estaba mi hermana ya seca y envuelta en una tolla que solo le tapaba la vagina porque las tetas por más que las quiso ocultar no era suficiente tolla para tales tetotas. Me dice:

H: gracias hermano espero no incomodarte al verme así en tetas.

Yo: no para nada, si hace cuánto nos bañábamos juntos?

H: toda la razón, si quieres ya puedes meterte a la ducha.

Yo: no te preocupes puedo esperar a que salgas.

H: bueno no hay problema.

La tarde siguió pasando y llegó mi madre ella nos dijo que saldría con su novio y que no llegaría esa noche, mi hermana le había pasado la bebé a su padre pues le tocaba ese fin de semana con él. Por lo que nuevamente quedamos solo. Mi hermana salió a comprar y al llegar traía unas cervezas.

H: hermano ya que estás grande y no debes estudiar, nos tomamos estas cervezas.

Yo: claro que sí. Respondí.

Pasamos la noche jugando cartas, riendo y recordando el pasado de cuando éramos niños, sin darnos cuenta eran las 3 de la madrugada y era hora de dormir, nos despedimos, yo fui a ordenar para que mi hermana fuera al baño antes que yo. Arreglé todo lo que habíamos usado y fui al baño, al pasar por la habitación de mi hermana ella tenía la luz apagada y la puerta abierta. Escuché su voz que me dice:

H: hermano porque no te acuestas aquí como cuando éramos niños?

Yo: claro hermana así seguimos recordando nuestra infancia.

H: claro yo aún no tengo sueño.

Me acomodé a su lado y al entrar en la cama noté que ella tenía puesto solo un calzón diminuto y un brasier que no ayudaba en mucho a mantenerlas quietas.

Yo como siempre solo con bóxer, me acomodé y mi hermana de inmediato pegó sus tetas en mi pecho y comenzamos hablar, hablábamos de todo, pero en un momento, no sé cómo sin querer le rocé una teta a mi hermana, me disculpe de inmediato ella me dijo que no importaba y me preguntó si era virgen. Le dije que si que aún lo era, ella me preguntó el por qué, si ya había tenido novias. Le conté que siempre me dejaron a medio camino y no sabía por qué.

Mi hermana me comenzó a contar que ella hace más de 1 año que no tenía sexo y que estaba muy deseosa, pero que no lo hacía con cualquiera porque se sentía muy fea por haber sido madre. Yo le reclamé que no dijera eso pues es muy bella. En ese momento la abracé y le di un beso en la frente. Fue en ese momento que mi hermana me dice, hermano tu alguna vez has tocado una teta de verdad, le dije la verdad, que no, pero que moría de ganas por tener una por unos segundos, ella se apartó de mi se saca una teta del brasier, la puede ver con la tenue luz de la ventana y me dijo:

H: bueno puedes tocar la mía, disfruta la teta de tu hermana es toda para ti.

Yo como un niño pequeño quede en shock, pero al segundo reaccione y solo puede colgarme de esa teta, la toqué, acaricié y jugué con ese pezón todo el tiempo que pude.

Mi hermana aceleró su respiración al igual igual que yo, en eso ella dice:

H: mi niño quieres chupar tetita!

Para mi fue un disparo en mi nuca que me lanzó contra la teta de mi hermana, la chupe, la succione, la acaricié con mi lengua, jugué con el pezón y volví a succionar como cual bebé que solo quiere un poco de leche. Mi respiración seguía aumentando y la de mi hermana aún más. Yo solo quería masturbarme y supongo que mi hermana igual, ella al notar mi erección me dijo:

H: hermano como yo te di una teta, quiero que hagas algo por mi, quiero chupar tu pene.

Yo: claro nana si quieres yo estoy para ti.

Ella me chupó mi pene con locura, me lo llenó de saliva, lo succionaba y besaba hasta la base. Al subir hasta la almohada, me dice:

H: hermano ya sé porque no te dan la vagina tus novias, lo tienes muy duro, se pone como un fierro y es más grande que los normales.

Yo: solo mide 15 erecto Andre.

H: si pero es muy duro, seguro que le tienen miedo.

H: quieres comerte mis dos tetas, serán solo para ti por esta noche.

Yo me lancé a sus tetas y las devoré una y otras vez, tenía unos pezones hermosos y una aureola muy oscura.

Estaba jugando con las tetas de mi hermana con mi boca, cuando siento a mi hermana que me toma del pene y comienza con un masaje suave, me acariciaba el pene y masturba, yo no aguanté más y se lo dije:

Yo: hermana para por favor, me voy a correr.

H: dámela en mis tetas, por favor me la tiras en las tetas.

Yo con la poca experiencia que tenía, aguanté un poco y me descargué en las tetas de mi hermana. Ella se limpió sus tetas y saboreó un poco se mi leche; enseguida me dijo:

H: hermano por favor ahora ayúdame tu lo necesito, necesito que me masturbes por favor.

Me lo decía casi rogando, yo me reincorporé e inicié a la tarea de satisfacer a mi hermana. Intenté torpemente con mis dedos, pero ella me fue indicando en como darle el placer que ella tanto esperaba. Después de unos minutos así masajeando su clítoris y entrando y saliendo con mis dedos de su vagina, mi pene comenzó a erectarse y en unos minutos más ya estaba duro otra vez.

Yo sentía unas ganas enormes de masturbarme y como mi hermana estaba como poseída por el placer, me acomodé de tal manera que con mi mano derecha le tocaba la vagina y con la otra me masturbaba. En un momento dado mi hermana comenzó a gemir y a pedir que -más rápido, yo en mi afán de darle el máximo placer me fui de cabeza hasta su vagina y le di mi mejor sexo oral que podía, ella me mojo toda mi boca con sus jugos y yo apenas y podía seguir tragando más jugos vaginales.

Mi hermana exhausta me agradecía todo lo que había hecho por ella, yo le dije que estaba bien que era su hermano y que jamás nadie lo sabría nunca de mi boca. Ella me abrazo fuerte ambos desnudos y se dio cuenta de mi tremenda erección. Me dijo hermano yo me quedaré con tu virginidad y sin más se puso de rodillas y se sentó en mi pene, con su vagina tragando todo mi pene, ella se puso en movimiento y yo no podía creer que tanto placer me lo pudiera dar mi hermana. Luego de un rato yo casi que me corría, le dije que ya me venía y me dijo espera.

Se tiro a mi lado, se puso boca abajo y me mostró todo su culo y vagina en la tenue luz de la ventana. Me dijo:

H: hermano como tú me diste tu virginidad yo te daré la mía. Méteme tu bello pene en mi culito y hazlo tuyo. Yo estaba a mil, no podía creer lo que estaba pasando, no sentía culpa, ni vergüenza o pena, solo sentía el infinito amor que le tengo a mi hermana.

Pasé mi mano por su vagina mojada y esa humedad la compartí con su apretado hoyito, apunté mi pene a ese agujero virgen y lentamente la fui penetrando, lo más despacio que podía introducir mi pene, ella solo se quejaba y me decía que lo hacía bien que no parara, pero que no fuera brusco, en unas cuantas metidas y sacadas más ya no podía esperar a correrme en su ano. Le dije:

Yo: hermana ya me voy a correr no puedo más.

H: no espera por favor quiero esa leche en mi vagina.

Ella misma sacó mi pene de su culo y lo introdujo en su vagina, en ese momento solo logré dar una embestida más y acabé a chorros en la vagina de mi hermana al mismo tiempo que ella gritaba por el tremendo orgasmo que sentía.

H: eso Dany, mételo más, no pares Dany dame más duro dale! O que rico mi niño dale… Hasta que terminó y yo caí a su lado cansado y lleno de placer. Mi hermana se dio la vuelta y me hizo prometer que jamás sabría nadie de esto. Yo por supuesto que asentí a su petición no sin antes decirle:

Yo: hermana me puedo dormir chupándote las tetas quiero ser amamantado por ti.

H: si mi niño, claro que puede toma tus tetitas que son solo para ti y cada vez que estemos solo puedes comerte tus tetitas que siempre serán para ti.

Yo: entonces también puedo chupar tu vagina cuando ya duermas?

H: si mi amor, puedes tomarte los jugos de mi chochita cuando quieras, solo la tienes que tratar con amor.

Esa noche no dormí, solo podía chupar las tetas de mi hermana y al venir el día, bajé hasta su entre piernas para limpiar con mi lengua todo lo sucio de aquella hermosa noche y no podía dejar de admirar esa bella vagina sin pelos que solo era para mí.

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.