Luego de tener días de charlas, yendo al cine, a reuniones juntos y demás confesiones íntimas, un día la invite a cenar y con la excusa de tomar un vino en mi departamento, acabamos follando ardientemente, quedando sorprendido por su forma de follar y de saborear sus voluptuosas tetas de pezones oscuros.
Después de tener varias salidas y mostrándome correctamente para que siempre me tenga confianza, la invité a comer anticuchos una noche, pues nos gustaba la comida criolla a ambos, charlamos amenamente, mientras me confesaba que su ex saliente casado, estaba dejándola en paz, mientras planeaba viajar a pisco por verano, a lo cual ella me invito a acompañarla.
P: ¡Chico, vamos a pisco, a pasar unos días en mi casa, te animas?
D: ¿Y va estar tu familia, normal, no te dicen nada?
P: Ya le hablé de ti a mi mamá y me dijo que normal que podía invitarte, además… no te avergüences no va decir nada mi familia.
D: ¿Ok, ok, vamos pues… que calor que hace vamos un rato a mi departamento, puedes… tienes tiempo aún?
P: Si, si vamos aún tengo tiempo.
Así terminamos y fuimos en un taxi a mi departamento, ya dentro destapé la botella de vino y mientras brindábamos frente a frente, poco a poco nos fuimos poniendo cariñosos, previa charla íntima que empezamos a tener a luz tenue de una lámpara en la noche.
D: Salud, chica… vaya que nos hemos vuelto íntimos amigos… y todo por casualidad.
P: Si, quien iba a pensar has sabido escucharme y ser bueno conmigo – mientras miraba su copa, frotándola con sus dedos y algo nerviosa mordía sus labios.
D: Sabes, te confieso algo
P: ¿Qué cosa? –mientras me miro nerviosa y sorprendida
D: Tu, tu eres una gran mujer…por eso me gustaría saber si… –algo nervioso y quedándome mudo adrede.
P: ¿Que, que… que te gustaría?, es sobre mí? –estaba toda intrigada
D: Uhmmm creo que no, mejor me lo guardo -mientras me servía más vino.
P: Ya dime… no te quedes callado, para eso querías que viniera, solo para tomarme el pelo, mira que esta oportunidad no se puede volver a repetir – sentí retarla
D: Ósea, que si no te digo ahora que me gustas y que quisiera besarte, quizás nunca te lo diga otra vez –entre nervioso y medio sonrojado por el vino
P: ¡tonto! –se me acerco dándome un tierno y suave beso, quedándonos en silencio mientras estabas frente a frente en el sofá
D: Me rescataste de la soledad, quédate conmigo… me haces falta todas las noches.
Así tomé su mano, me acerqué a ella y besándola sentía que iba a estallar de la excitación, dejamos nuestras copas, fui besándola bajando hacia su cuello, ella estaba entregada, atreviéndome a desabotonar su blusa, íbamos poniéndonos intensos, aunque no sabía cómo reaccionaría la clave fue ser paciente.
Al terminar de desabrochar su blusa subí su brasier blanco, exponiendo sus preciosas tetas de pezones oscuros, tocándolos y besándolos con la excitación de por fin poseer tremenda hembra, mientras con mis manos deslizándose por debajo de su falda llegué a sus caderas presionándolas sintiendo esa carnosidad de sus muslos que me hicieron volver loco.
P: Vaya que estabas ansioso, con calma que no voy a ir a ningún lado.
Inclinándose hacia el respaldar del sofá pudiendo alzar su falda, quitándole su calzón en el acto para acariciar su vulva con mis dedos, sentí lubricándose sometida a mis bajos instintos, abierta de piernas empecé a comerme su coño, lengüeteando, succionando su rica vulva, mientras ella gemía se retorcía de placer, fue quitándose su blusa y brasier por completo, alzando mi mirada y observando la voluptuosidad de sus tetas, acariciándolas llevando mis dedos a su boca los cuales ella chupaba, ufff sentía que me mojaba, la puse de pie para poder quitarle su falda para después recostarla sobre el sofá levantando sus piernas sobre mis hombros, así devoraba tan pulposa concha mientras con mis manos sobaba sus tetas a placer
P: ¡Ay, ay, que rico, quiero tu pinga! ¡Dame tu pinga que quiero comérmela toda!
D: Ok, cométala todo mi amor –parándome frente a ella, mientras me ayudaba quitarme el pantalón y bóxer… mientras caía mis fluidos pre seminales.
P: Ya estabas arrecho –mientras me miraba y empezaba a masturbar mi verga, a la vez pasaba su lengua sobre mi glande como saboreando un helado
D: Ya cómetelo todo, chúpalo –todo excitado
La tomé de la cabeza y empecé a follarla de boca, devoraba mi verga a todo placer me estaba llevando al cielo con las tremendas mamadas que me daba, mientras apretaba mis bolas y yo la tomaba del cabello, estábamos entregados al placer, la levante mientras la pegaba mi cuerpo nos besábamos, sentía tus voluptuosas tetas, tenía tremenda hembra entre mis brazos.
Me senté posicionándola encima de mío, friccionaba su culo buscando penetrarla mientras ella me entregaba sus tetas a mamar y chupar, lo disfrutaba tanto que me pegaba sus tetas a mi cara casi sin respirar, hasta que por fin pude penetrarla dando ella un gemido de placer, le hacía menear su culo, la penetraba una y otra vez estábamos excitadísimos, seguimos así unos minutos
P: Ahhh, ya me viene, ya me viene, ahhh –toda excitada
D: Vente, vente mi amor –mientras la besaba y chupaba tan ricos pezones sujetando sus caderas y apretando tremendo culo.
Empezó a remecerse, mientras daba un gemido largo, sintiendo como se mojaba toda mi verga, sujetaba su culo contra mi pelvis; Luego la recosté sobre el sofá subiendo sobre ella colocando mi verga en su cara y empezando a follármela de boca, retándola a que me haga venir con su deliciosa boquita.
D: chúpalo más fuerte, hazme venir, vamos –mientras aceleraba mis movimientos.
Seguía a ritmo frenético, oía las arcadas que seguro le producían las embestidas en toda su boca, hasta que sentí venirme a chorros, ufff ella solo mamaba y mamaba devorándose toda mi leche, respirando agitada y exhausta, a la vez con sus brazos me sujetaba las piernas y con sus manos apretaba mis nalgas, su hambrienta boca se encargó de recibir toda mi leche.
Al acabar me puse de pie viéndola desnuda y rendida sobre el sofá se recogía el cabello hacia atrás, ofreciéndole más vino, para luego recostarme sobre ella besándonos y acariciándola tiernamente, disfrutando de un momento romántico luego de una maravillosa sesión amatoria, pero como resultamos ser muy ardientes, seguimos follando esta vez en mi habitación.
La lleve cargándola, con todas sus tetas en mi cara, mientras se sujetaba con sus piernas de mis caderas, la tumbe sobre la cama y abriéndola de piernas apunte mi verga nuevamente en su coño penetrándola y empezando a bombear tan rica conchita, ella solo me sujetaba de mis brazos, gimiendo de placer, veía como sus tetas se meneaban en cada movimiento, a lo cual ella juntaba sus pechos con sus manos ofreciéndomelas a chuparlas, era toda una atrevida. Me gire y eche en la cama, para subirse en mí, pero dándome el culo a mi vista, ufff quede maravillado, se sujetaba de mis canillas, a la vez que sentía que sus tetas rosaban mis piernas, disfrutaba ver rebotar su culo incesantemente mientras lo acariciaba y daba nalgadas.
P: ¿Te gusta? –con voz arrecha
D: ¡Me encanta, sigue, sigue! -excitadísimo
Mientras cabalgaba, fui rosando mis dedos en su ano, lo cual pareció excitarla más.
P: Quieres mi culito, vamos a ver cómo te portas para dártelo –excitadísima a mas no poder
D: ¡Cuando tú quieras, sabré esperar
Acto seguido se puso de cuclillas quedando maravillado por tremendo culo expuesto, dándome unos sentones incesantes, sentía que ya no podía más.
D: ¡Me vengo!, me vengo! –exclamaba excitadísimo
P: Córrete mi amor, ya estoy en mis días, córrete –motivándome a acabar.
D: ¡Me vengo, ahhh!!! -mientras empecé a eyacular dentro de su concha
No tuve escapatoria y menos pude escapar de su hambrienta cola, tuve miedo de que quedase embarazada, pero con los días si tuvo su menstruación
D: Wao… eres… increíble Patty –todo exhausto y rendido
P: Y tú no quedas atrás –mientras se subía en mi para besarme, nos quedamos así unos minutos
P: ¿Ya me tengo que ir es tarde, un fin de semana me quedo quieres? –sonriendo y guiñándome
D: Claro que si –todo sonriente.
Fue a ducharse de cuerpo teniendo cuidado de mojar su cabello, la ayudé recogiendo su ropa, nos vestimos, y le pedí un taxi de aplicativo. Así luego que me confirmo que llego bien a su casa, hablamos un ratito por el móvil y planeamos cuando iríamos de viaje, incluso ya fantaseábamos con lo que queríamos hacer a solas cuando estemos en pisco, la pasaríamos mejor aún.
Continuará…