Tuve que salir de la ciudad, la verdad es que iba de malas, no tenía ninguna gana de salir y exponerme a la pandemia, pero era muy importante que yo saliera, después de todo se trataba de trabajo y que me darían un buen pago por ese servicio, así que tome todas las precauciones necesarias.
Al llegar al lugar y para colmo de males, había demasiada gente, así que todo me era muy incómodo, pero intentaba simplemente salir rápido de ese asunto, y poder regresar a casa y sentirme tranquila; pensaba de todo un poco en lo que esperaba a que por fin me llamaran, y presentar el proyecto que me solicitaron, pero me di cuenta de que yo estaba muy atenta viendo a un señor, pero no note que lo conocía, descubrí que solo lo veía pero no entendí por que, hasta que descubrí que efectivamente lo conocía, hice todo por acercarme y le llame, preguntando… Alex?
Volteo a verme y con una amplia sonrisa me saluda con mucho gusto, hace más de 15 años que no lo veía, lamentablemente la última vez que nos vimos, fue en el funeral de mi papa, así que no fue con los mejores ánimos en lo que nos encontramos, platicamos un rato, incluso me olvide de la gente que había alrededor, le pregunte miles de cosas, y evidentemente el igual me pregunto lo que se le ocurrió, me dijo que mi tía igual había fallecido, tres años después de que pasara lo de mi padre, así que me apene mucho de ni siquiera haberme enterado de eso, pero si me explico porque, no le avisaron a nadie, ya que ni siquiera estaban en su casa.
Por fin me llamaron, y pude presentar el proyecto, me tardaron mucho tiempo, ya que tenía que explicar muy bien todo, imagine que el ya no estaría fuera, daba por hecho que se iría, pensé, lo tonta que fui, ya que ni siquiera pregunte qué estaba haciendo ahí, y que es lo que iba a hacer después, o por lo menos su número de teléfono, así que para cuando salí, no lo encontré, pero me sentía de malas ya que me tenía que quedar por allá, ya que al otro día tendría que regresar ya que me lo solicitaron, así que pensé que iría a comer algo mientras buscaría un lugar donde hospedarme para pasar la noche; me detuve en la banqueta para ver hacia donde iría a comer y para mi gusto y sorpresa, él se me acerco diciéndome, que le había preocupado no darse cuenta del momento en que salí, y no volver a verme.
Me sentía muy extraña con él, demasiado a gusto, era como en la adolescencia, cuando el chico que me gustaba platicaba conmigo, y me hacía sentir en las nubes, mientras platicábamos y recordábamos nuestra infancia, cuando nuestros padres se reunían y todo lo que jugábamos, le pregunte qué es lo que estaba haciendo por allá, me explico que él trabaja para esa empresa pero en Guadalajara, así que estaba en un trabajo especial.
Entre tanto y tanto, le comente que necesitaba encontrar un hotel, para quedarme esa noche, pero igualmente antes tenía que ir a comprar un poco de ropa para el próximo día, ya que no se me ocurrió llevar más ropa, daba por hecho de que regresaría casa ese mismo día, para mi suerte el me ofreció quedarme donde él estaba hospedado, así que simplemente ya no me preocupe más y simplemente me deje llevar por la plática que tenía con él.
Llego el momento de irnos al hotel en donde él estaba instalado, así que mientras subíamos por el elevador me di cuenta de lo que estaba pasando, y mi cabeza perversa, se puso a trabajar a toda velocidad, y di por hecho de que tendría sexo con él , estaba completamente excitada, así que para el momento en el que me abrió la puerta de la habitación, mi mente ya me tenía tirada en la cama, desnuda con las piernas abiertas esperando a que me metiera su pedazo de carne en mi muy caliente y lubricada vagina, deseosa de buenas estocadas. Tenía todo el día en la calle así que me hacía mucha falta limpiarme y sobre todo sanitizarme, le pedí que por favor me prestara algo para ponerme después del baño, así que el saco unos pants y me metí a bañar, pero salí envuelta en la toalla, el sentido en un sillón viendo la tele, y de reojo intentando verme lo más posible, le dije, tu turno, se metió al baño y rápidamente salió igualmente envuelto en una toalla, así que nos quedamos parados frente a frente, sin decir una palabra, simplemente me deshice de mi toalla, y me le acerque, quitándole la suya de la cintura, el como loco, me tomo de la cintura, y nos besamos, desesperadamente, mientras el masajeaba las partes de mi cuerpo que más se le antojaban, le rogué que me cogiera, moría de ganas de que su verga me penetrara hasta lo más profundo, con toda la pasión que cupiera en su palpitante falo bien erecto, mientras el continuaba besándome, me dijo, sabes lo que estamos haciendo? Somos primos… le dije, no seremos los primero ni los últimos, además nadie lo sabe, o se lo vas a decir a alguien?
Claro que no!!! Mientras me aventaba a la cama para separarme las piernas y darme una de las mejores mamadas de la vida, logro hacer que me viniera como cinco veces, se nota que es su deporte favorito, él dice que le encanta chupar vaginas, si por el fuera tendría una todo el día.
Le pedí que me diera su verga para hacer lo mismo, así que nos colocamos en un 69 y me entretuve con él en mi boca, y creo que me estaba excediendo, ya que se salió muy rápidamente y me dijo déjame metértela, así que le ofrecí mi trasero, y la verdad es que no planeaba hacerlo por el chiquito, pero el así lo entendió, me dio unas cuantas lamidas y se dispuso a colocarlo para metérmela poco a poco, mientas el dando suaves gemidos de gusto, me dice, esto se usa bastante, entra fácilmente, yo simplemente me deje ya que no me parecía nada mal, pasaría toda la noche con el así que solamente lo iba a disfrutar a todo lo que da!
Efectivamente, se vino rápido, pero si me dio unos buenos empujones, en el momento en que saco su pene de mí, se disculpó por venirse tan rápido, pero es que la situación estaba completamente muy erótica y ya no aguantaba más.
Así que para mi suerte, cuando regresamos de comprarme un poco de ropa para el próximo día, continúe con mi faena de sexo, con mi querido primo.
M