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Secretos ocultos de familia adinerada

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Hola a todos, me llamo Sara. Este relato está basado en un hecho real, y es que no hay nada mas real que lo que me aconteció estando viviendo y trabajando como empleada doméstica en la casa de una familia adinerada de mi país.

Llegué a trabajar con ellos por recomendación de la anterior empleada quien es mi amiga y pues quien lamentablemente se tuvo que mudar a otro estado por lo que dejo el trabajo que yo ahora ocupaba.

Cuando llegué a trabajar allí me pareció todo normal entre comillas, conocí el primer día al señor Javier quien es el dueño de una importante empresa en esta región del país y a su esposa “la doña” como solían llamarla las cocineras, la señora Beatriz. Dos personas maduras ya, el; de unos 54 años aproximadamente, canoso, semi calvo, algo gordo, alguien que cuando estaba en su despacho solo fumaba habanos y tomaba buen coñac, al mejor y puro estilo de mafiosos como el padrino.

Se reunía siempre con personalidades allí me imagino que hacer negocios y a hablar de otros intereses pues camine por ese pasillo varias veces y llegue a escuchar risas a todo volumen en el salón. Hasta cierto día que el señor Javier me defendió de uno de sus amigos quienes entraron al despacho con él y yo estaba allí haciendo mi trabajo de limpieza, sacando los restos del cenicero y cambiando los vasos de la repisa. Uno de ellos se acercó a mi y me dio una nalgada por mi trasero con mucha contundencia a lo que el señor Javier respondió en tono altanero haciendo tal reclamo por lo ocurrido.

J: ¡Déjala tranquila cerdooo que no ves que es la empleada de mi confianza…!

Yo sali de allí lo más rápido posible, situación que el luego trataría conmigo aparte y me pediría disculpas por el comportamiento de aquel invitado. Todo transcurría muy bien con el señor Javier sentía que me había ganado su confianza pues, de cierta forma llego a contarme cosas de su vida personal con la señora Beatriz, cosas como que por ejemplo ella solo se había casado con él por su dinero, pero que él sabia cual era su debilidad y por eso no se habían divorciado y cosas así.

Pasado unos días, los señores viajaron por negocios y me toco hacer la habitación luego de su salida. Entre como de costumbre comencé a limpiar la alfombra y note que debajo de la cama sobresalía algo como un cable, levante con cuidado la sabana y mi cara de sorpresa por lo mirado allí fue un espejismo de lo que sucedería luego.

Allí estaba un vibrador grande de esos de 3 velocidades que mide unos 16 cm y no podía creer que tal objeto para generar placer estuviera allí en ese cuarto donde ambos dormían. Siendo la señora Beatriz una mujer tan refinada, de unos 44 años unos 10 menor que el señor. Mujer de tetas operadas, nariz respingada, ojos marrones claros, ¡de piel trigueña y pecas en su espalda y con un culo hermoso que para su edad ya empezaba a sospechar que sería operado pues no iba a ningún gimnasio que yo supiera…! En fin, toda una mujer refinada de alta sociedad.

Tome aquel vibrador lo puse sobre la cama, seguí limpiando y me encontré varios preservativos con semen debajo de la cama también, además de toallas sucias, claramente todo indicaba una escena desenfrenada de sexo y lujuria en aquel lugar que desde cierto punto me intrigaba todo aquello y me estaba empezando a excitar, seguí limpiando hasta toparme con una gaveta, que estando entreabierta en lo que la señora llama mesa peinadora o tocador, dejaba entrever un botón por un costado que causándome curiosidad e intriga presione. Al principio no sucedió nada, pensé que no hacía nada por el estilo dicho botón allí, pero me equivoqué al cabo de unos 5 segundo sonó el sonido de un cerrojo justo detrás de un cuadro de botero que había en la habitación.

Intrigada por aquel asunto, bajé el cuadro con sumo cuidado y allí estaba una puerta semi abierta que luego procedí a abrir por completo, había varias cintas de video, unas esposas, llaves, máscaras y pasa montañas, unas cuerdas, y cinta adhesiva.

Sorprendida, pero con mucha curiosidad al ver todo aquel alijo de cosas, tomé las cintas de grabación y encendí el televisor y comencé a reproducir aquello en pantalla grande mientras estaba sentada en la cama, allí empecé a mirar como 2 hombres se desnudaban con máscaras puestas en aquella misma habitación y había una mujer a 4 patas atada en la cama, que al girarle la cabeza resulto ser la señora Beatriz, todo aquello ya me tenía mis pantys mojada. A un costado estaba el señor Javier sentado en un sofá observando todo aquello, los dos hombres se colocaron enfrente a ella y le dieron a chupar sus enormes vergas pues eran dos hombres negros, mientras uno de ellos sobaba sus nalgas y ella gemía como un animal.

Luego se cambiaron de posición y uno de ellos coloco aceite sobre toda su verga y se le coloco en la parte trasera, yo en mi mente pensaba que la iba a penetrar por la vagina cuando de repente se inclina un poco y se deja ver como se la empieza a meter despacio en el culo a la señora Beatriz, hasta que ella suelta gemidos que casi no se entienden al tener la verga del otro hombre en la boca. Yo tome el vibrador lo limpie y me baje los pantys y empecé a masturbarme como loca sentada en la orilla de aquella cama con sabanas de seda, mientras miraba como la mujer de mi patrón era violada literalmente por dos negros en la presencia de su esposo.

¡Besos a todos!

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